«En nosotros erige sus cumbres la llanura. Revela el atardecer que nos llena los ojos de una luz dulce. Su diseño – su aliento – cerca la cabaña donde el horizonte viene a perfilarse: este es nuestro umbral, nuestra alma, nuestro diario de a bordo. Calor y sombra se alejan. La línea de fuga, como bloques de una bella base despliega su amplitud. A ella ascendemos, al pájaro friolero que descifra el azul, pasa las páginas de un libro límpido.
El libro del cielo, la ofrenda océana para quien sondea y es sondeado. Un dios compartido, un dios que abre la vía al encanto sin salidas.»
Liane Nimrod.-«La travesía de los jardines» (Tchad, 1959)
(Imágenes.-1.-Emil Nolde/ 2.-Ed Mell)

