
“… el cajón de aparador viejo, el arca, la mesa de rima, las cuatro tinajas, el calentador, los dos cazos, las dos sartenes, los dos asadores y el almirez”- así nos va llevando, casi de la mano, por la cocina de El Greco, enumerando todos los utensilios, el gran estudioso Manuel B. Cossío en su importante libro sobre el pintor-. Si pasamos a la alcoba – continúa diciéndonos – encontramos “la media cama de nogal con sus cuatro colchones, sus cuatro almohadas, dos sábanas, los dos cobertores, la colcha y el lujoso pabellón de damasco. En un corredor estarían los dos cofres y el cajón grande de pino con cinco gavetas; demasiado espacio para guardar la ropa de casa que no estaba en uso: un mantel, siete servilletas, dos sábanas y dos paños de manos; pues, en cuanto a lo personal, vestido el Greco con su traje de diario, con el que tal vez fuera enterrado, su ferreruelo de paño, sus calzas, sus escarpines, su sombrero, su espada y su daga con tiros y pretina, no quedaba por guardar sino una ropilla de sarga de seda, un ferreruelo de fileire, tres camisas, dos pares de medias de hilo y tres escarpines.”

“Y resta, por último, para alhajar el estrado, aquel cuarto real que se cita en el contrato, aparte de las ocho sillas, un escritorio aforrado de cuero, tres bufetes de pino, una alacena, una mesa de nogal de cadena, otra de pino, sobre ella, el velón y los dos candelabros, y en medio de la sala la bacía de brasero. Queda sólo el catre, que andaría en algún cuarto oscuro, utilizado por aquella María Gómez, la criada que sirvió al Greco hasta su muerte durante veinte años. o por Francisco de Preboste, que, como criado y colaborador, estuvo también con él todavía más tiempo.”

Son las habitaciones de El Greco, tal como nos las muestran Cossío y otros biógrafos, entrando incluso en su taller, donde aparecen “tres bancos de pintar, dos banquillos y dos escaletas. Y encima de la mesa, con una gaveta, que al lado se encuentra, pongamos el resto: algunos colores; una losa de pórfido y dos moletas para prepararlos; una redoma de barniz de encarnación, un poco de barniz y una redoma de aceite de nueces.”

(…) “El Greco – comenta Cossío -vivía, al parecer, gastando a diario lo poco o mucho que ganaba, y por su hogar refleja la holgada medianía de un pintor de aquella época, sin acceso en la corte (…) La calidad modesta del ajuar más íntimo a la hora de su muerte, deja cierta impresión de casa rica que ha venido a menos. Lo último que un español arruinado abandona son las apariencias.”

Varios poemas célebres retratan al gran pintor o procuran acercarse con glosas a su obra: así Paravicino y Arteaga, o Cristóbal De Mesa, o Góngora.
Por su parte, F. Gregorio de Salas en su “Epitafio para un hombre que fue muy flaco”, en 1775, dice de él:
“Este original del Greco
acartonado y enjuto
fue de color de escorbuto,
carilargo y anquiseco.
Habló grave, tosió hueco
y fue un grandísimo maza:
mas capaz con su cachaza
y adormitada paciencia
de reñir una pendencia
sobre un grano de mostaza.”
(Pequeño apunte al celebrarse en 2014 el cuarto centenario de la muerte de El Greco)

(Imágenes.-1.- El Greco.-Vista de Toledo.- 1595-1600- The Metropolitan Museum of Art, Nueva York.-coleeción H.O.Havemeyer/2.-El Greco.-El caballero de la mano en el pecho- 1583-1585 -Museo del Prado/ 3-El Greco.-la dama del armiño.-posible retrato de Jerónima de las Cuevas-1580- Pollok House- Glasgow.-Reino Unido- wikipedia/ 4-El Greco.-“El soplón”. 1570- Museo Nacional de Capodimonte.- Nápoles/5 -El Greco- retrato de un caballero anciano- autorretrato de El Greco- 1595- Museo Metropolitano de Nueva York/ 6.-El Greco.-detalle de San Ildefonso.-1603- wikipedia)