SEAMUS HEANEY

trenes.-6hnn,.-Henri Ottmann - 1902.- la estación de Luxemburgo.-Bruselas

«Cuando trepábamos por los taludes de la vía férrea,

parecíamos tocar con nuestros ojos los cables crepitantes

y las tazas blancas que tenían los postes telegráficos.

Trazaban los cables curvas hacia el este y el oeste por lejanos

horizontes como en hermoso dibujo a mano alzada,

doblándose bajo el peso de las golondrinas.

Éramos pequeños y pensábamos que no sabíamos nada

digno de saberse. Pensábamos que viajaban las palabras

por los cables en las relucientes gotas de la lluvia,

cada una completamente sembrada con la luz

del cielo, el destello de los cables, y nosotros

tan infinitesimalmente empequeñecidos

que hubiéramos podido pasar por el ojo de una aguja.»

Seamus Heaney.«Los niños de la vía del tren»

escritores.-99un.-Seamus Heaney

(pequeño recordatorio de Seamus Heaney  en  el día en que acaba de morir. Descanse en paz)

(Imágenes.- 1.- Henri Ottmann.– La  estación de Luxemburgo en Bruselas.- 1903.- Musée d`Orsay)

AQUELLA ÉPOCA (4)

paisajes.-99uun.-Andy Thomas

«Contemplando amplísimas franjas de países al sobrevolar entre aquellas «ciudades- nubes» cuyas manchas adquirían en la atmósfera formas idénticas a las capitales que cubrían, la mirada llegaba a perderse en desiertos que iban enlazando la soledad de su vegetación los unos a los otros, apareciendo todo despoblado de hombres, abandonados y despojados de vida animal, y con sólo un denso silencio y un aire limpio entre cada «ciudad- nube». Allí, conforme los

cielos.-reevv.-paisajes.-Jans Ferdinand Willumsen.-1902

ojos se acercaban, las masas de vapor y sus frentes, cuerpos y colas desplazándose en sistema y haciéndose visibles en su condensación, desgajaban sus velos sombríos e iban deshilachando grandes balas de algodón: copos aislados, sombras, trazos tan precisos como espinas, agujas, setas o penachos, se disolvían suavemente como alejándose en el espacio. Dejaban paso a la extensión grasienta de aquella gran capital de gases suspendida como aceite en el cielo: bajo ella estaban los hombres, allí vivían, allí dormían. Su respiración se delataba en ese aliento.ciudades.-66ttg.-Londres en la niebla.- Alfred Smith.-1939

Porque el respirar de las muchedumbres concentradas, su ir y venir incesante y gran parte de su sistema de vida, reflejaba incluso en el aire la emanación de aquel cuerpo; como si al quedar abiertas las bocas de la ciudad, la capital tumbada sobre tierra empañara el espejo. Dentro ya  del recinto podía seguirse el plano de supuestos pasillos interminables – largos cauces para ríos de automóviles – y la distribución de habitaciones cuyos techos se remontaban cada año, salpicados sus muros por aberturas todas simétricas y anónimas: ojos cuadrados para que se observaran unos edificios a otros.»

JJ Perlado.- «Contramuerte», pág 24

(Imágenes.- 1.- Thomas Andy Kristianto.- fotoblu. com/ 2.– Jens Ferdinand Willumsen.- 1903/ 3.- Alfred Smith.– Londres.-1939.- varg4.com)