VIAJES POR EL MUNDO (35) : VIETNAM

 


“En Vietnam — cuenta Claudio Magris en 2003 —hay un templo dedicado a la Literatura. A diferencia de la pagoda, el templo no tiene necesariamente una destinación religiosa; puede estar dedicado a instituciones, valores y tradiciones según un espíritu que es religioso en sentido lato, en cuanto veneración de la vida, de la historia, de memorias. Éste — una universidad construida en 1079 — está dedicado sobre todo a los eruditos y los literatos que han obtenido el doctorado desde 1942 hasta nuestros días. Numerosos estudios recuerdan los nombres de los candidatos y las notas sacadas por ellos. Raras veces he experimentado un sentimiento de respeto así de profundo por el estudio, la tradición, las oposiciones, los exámenes; también esto confluye para dar solidez a un país, capacidad de crecimiento y de resistencia. Quizá conocer mejor la gramática y la sintaxis, incluso la perifrástica  pasiva del latín, ayude a conocer a los hombres, a ser menos ingenuamente desapercibidos en el caos del mundo.”

(Imagen—Trinh Tuam- 2004- Raquelle azran- finde art-artnet)

EL PODER DE LA MÚSICA

musica-cx-por-trinh-tuan-2004-raquelle-azran-vietnamsese-fine-art-new-york-tel-aviv-artnet«Si alguna vez llegáis a ver un rebaño de terneros

salvajes, desenfrenados por el capricho, o una horda loca

de potrancos bravíos en endiablados saltos

relinchando impelidos por natural calor de la sangre,

haced que llegue a sus orejas un toque de trompa

o de otro intrumento y los veréis pararse, cambiado

 el fuego de sus ojos salvajes en mirada

mansa y absorta, por el arcano poder de la música.

Por eso el poeta contó que Orfeo arrastraba árboles

y piedras y flujos; y nada hay tan refractario y duro

cuya natura no cambie la música. Si hay alguien 

que en sí no tenga sombra de música, ni le conmueva

un acorde de sonidos suaves, ese está dispuesto

a la traición, al fraude, al robo: son tenebrosos

los reflejos de su alma cual la noche y negros

como el Erebo: a tal hombre no se le da fe.

Escuchad la música».

(Shakespeare: «El Mercader de Venecia». Acto V, escena 1ª) (Alguna vez he aludido a este texto en Mi Siglo hace ya muchos meses)musica-zzvv-por-nguyen-xuan-tien-2005-gallery-aibo-fine-asian-art-purchase-ny-usa-artnet

Los poetas han cantado a la música y la música ha acompañado a los poetas. En páginas admirables de Ósip Mandelstam en su «Coloquio sobre Dante» (El Acantilado)  se recuerda que «la densidad del timbre del violonchelo es la que mejor se presta para transmitir la espera y la dolorosa impaciencia. No existe en el mundo una fuerza capaz de acelerar el movimiento de la miel que mana de un tarro inclinado. (…) El violonchelo retiene el sonido, por más prisa que tenga. Pregúntenselo a Brahms, él lo sabe. Pregúntenselo a Dante, él lo oyó».

Poco hay que decir más. La correspondencia de las artes comunica las aguas subterráneas de estos amores de la poesía por la música y de la música por la literatura.

(Imágenes: 1.-«Flute player», por Trinh Tuan, 2004.-Raquelle Azran.-Vietnamese Contemporary Fine Art.-Nueva York.-Tel Aviv-artnet/ 2.-«Traditional Music», 2005.- por Nguyen Xuan Tien.- Gallery Aibo Fine Asian Art.-Purchase.-Nueva York.-artnet)