GUANTES, ZAPATOS, SOMBRERO

 

 

“Me pregunto

si verdaderamente

tengo manos

si realmente poseo

una cabeza y dos píes

y no tan solo guantes

y zapatos y sombrero

y por qué me siento

tan puro

más puro todavía

y más próximo a la muerte

cuando me quito los guantes

el sombrero y los zapatos

como si me quitara las manos

la cabeza y los pies.”

Jorge Eduardo Eielson– Vía Veneto

(Imagen —René Magritte)

LA CABEZA DESCUBIERTA Y EL VESTIDO

mar-bbvvn- sombreros- René Magriite- mil novecientos sesenta y cinco

 

«El rey Agesilaova contando Montaigne en sus «Ensayos» – observó hasta la decrepitud la norma de vestir igual en invierno que en verano. César, dice Suetonio, marchaba siempre al frente de su ejército, la mayoría de las veces a pie, con la cabeza descubierta, hiciera sol o lloviese, y lo mismo se cuenta de Aníbal. Un veneciano, que ha permanecido allí mucho tiempo y acaba de regresar, escribe que en el reino de Pegú hombres y mujeres llevan las demás partes del cuerpo vestidas, pero los pies siempre desnudos, incluso a caballo. Y Platón da el consejo extraordinario, para la salud de todo el cuerpo, de no llevar ni en los pies ni en la cabeza otra protección  que aquella que la naturaleza les ha puesto. Aquel a quien los polacos han elegido como rey después del nuestro, que es en verdad uno de los más grandes príncipes de nuestro siglo, nunca lleva guantes, ni se cambia, pese al invierno y el tiempo, el gorro que lleva bajo techo. Lo mismo que yo no puedo soportar ir desabrochado y desatado, los labradores de mi vecindad se sentirían trabados si fueran así. Varrón asegura que, cuando se nos ordenó tener la cabeza descubierta ante los dioses o el magistrado, se hizo más por nuestra salud y para fortalecernos  contra las injurias del tiempo que en consideración de la reverencia.

 

sombreros- mju- Eduardo Arroyo- mil novecientos setenta y cinco

 

(…) No sé quién le preguntó a uno de nuestros pordioseros, al que veía en mangas de camisa en pleno invierno no menos vivaz que uno que se arropara con pieles de marta hasta las orejas, cómo podía resistir.»Y vos, señor», repondió, «lleváis la cara descubierta; pues bien, yo soy todo cara»(…) Y sobre el asunto del vestir – sigue contando Montaigne -, el rey de México se cambiaba cuatro veces al día de atuendos, jamás los volvía a usar; empleaba sus desechos para sus continuas donaciones y recompensas. Tampoco  le ponían dos veces ningún vaso, plato o utensilio de cocina o de mesa».

 

gentes-nju- sombreros- Auguste Chabaud- mil novecientos ocho

 

(imágenes.-1- René Magritte/ 2- Eduardo Arroyo/ 3- Auguste Chabaud– 1908)

SOMBREROS

 

mar-bbvvn- sombreros- René Magriite- mil novecientos sesenta y cinco

 

«Un señor que baja por la calle

un señor que sube por la calle

dos señores que bajan y que suben

es decir un señor baja

y el otro señor sube

justo delante de la tienda de Hinderickx y Windericks de los

famosos sombreros

se encuentran

un señor se quita la chistera con la mano derecha

el otro señor se quita la chistera con la mano izquierda

luego se van el uno y el otro señor

el diestro y el zurdo que sube y el que baja

el diestro que baja

el zurdo que sube

luego se van los dos señores

cada cual con su chistera con su propia chistera su chistera originaria

justo delante de la puerta

de la tienda

de Hinderickx y Winderickx

de los famosos sombrereros

luego se ponen los dos señores

el diestro y el zurdo el que sube y el que baja

una vez se separan el uno del otro

su chistera otra vez en la cabeza

entiéndaseme bien

cada cual se pone su propia chistera en su propia cabeza

es su derecho

es el derecho de estos dos señores.»

Paul von Ostaijen.– «Canción del cazador alpino»

 

sombrero-niuu-David Seaton- seaton- newslinks

 

(Imágenes.- René Magritte)