LOS NOMBRES DE LOS PERSONAJES

 


“Hay muchos sistemas para ayudarse en la creación. Por ejemplo,  los pequeños cuadernos abiertos con nombres preparados , dedicadas  esas  listas  a consignar nombres y apellidos originales,  saber mezclarlos, archivarlos,  tenerlos así dispuestos para el momento de escribir una novela o un cuento. Simenon mantenía al alcance de su mano numerosas listas de teléfonos que abarcaban casi todos los países y de ellas extraía con precisión los nombres de sus personajes. Hoy con Internet no los necesitaría. Pero es importante hacerse con ese archivo personal de nombres, y sobre todo adecuar bien los nombres con los apellidos, situarlos en un lugar concreto y que correspondan de modo lógico a un país determinado, a un ambiente y a un oficio. Puede compararse esa labor de preparación de materiales  a la que pueda realizar un pintor disponiendo antes de su  trabajo los botes y las mezclas, o los instrumentos , por ejemplo, que vaya a emplear luego un escultor. Esos instrumentos de los que uno se sirve en la creación literaria no se limitan por tanto a plumas, lápices, ordenadores o impresoras sino también a apellidos y nombres dispuestos  en listas propias, que uno mismo ha confeccionado. Quizá igualmente podremos tener necesidad de crear personajes que aparezcan en cuentos o novelas y que provengan de otras latitudes y así tendremos a mano, por ejemplo, a  Karadjos, que es  nombre yugoslavo, a Miroslav y Karel como nombres checos, a Tadeusz como polaco, a Elof y  a Agda como suecos, etc, etc. No digamos nada de los más sencillos en los países más conocidos, pero siempre será útil tenerlos anotados – incluso añadiendo ya los apellidos que elijamos – para no perder ningún tiempo valioso mientras escribimos.
Ha habido sobre esto  diversos autores que han confesado anotar nombres provenientes de tumbas de los cementerios, pero  ya de por sí algunas esquelas en los periódicos – principalmente observando la lista, a veces larga, de los familiares – pueden  quizá ayudarnos para elaborar nuestro propio elenco de personajes.

 

Se ha escrito mucho sobre los nombres de los personajes y no hay más que recordar lo que dice David Lodge en “El arte de la ficción”: “ en la novela, los nombres nunca son neutros ( …) Nuestros nombres de pila nos son dados generalmente con alguna intención semántica: tienen para nuestros padres algún significado agradable o esperanzador. Los apellidos, en cambio, son generalmente considerados arbitrarios, No esperamos, por ejemplo, que el señor Pastor vigile rebaños ni le asociamos mentalmente con esa ocupación.”
Y sin embargo Balzac cuidaba enormemente esos nombres y apellidos. Se proponía que en muchos de ellos se reflejaran contrastes y  que hubiera correspondencia con la personalidad que los llevaba.. La señora Sauvage, por ejemplo, aparece realmente en una de las novelas como salvaje y cruel, el bondadoso Pons será llamado por su amigo alemán Bons, y este amigo, feísimo, se muestra en cambio con un apellido que en alemán significa “guapo”, “elegante”, otro personaje – Tonsard – (del latín “pondere”, desmochar árboles) será un experto podador, etc, etc.””

José Julio Perlado —“El proceso creador”

 

(Imágenes:— 1-  Robert Doisneau – París 1940/2– Heinz  Hajec Halke / 3- Fox fotos- Londres  1930)

RETRATOS DE LAS CALLES

 

 

“La calle, una de las vías principales de la ciudad, durante todo el día rebosaba de animación  ( …) Miraba a los transeúntes  en masa y pensaba en ellos como formando una  unidad amalgamada por sus sus características comunes. Pronto, sin embargo, descendí a los detalles — seguía diciendo Edgar Allan Poe en “El hombre de la multitud” — y observé con minucioso interés las innumerables variedades de tipos, vestidos, aires, portes, aspectos y fisonomías.

La gran mayoría de los que pasaban tenían el aire satisfecho de gente  ocupada y su única preocupación parecía ser la de abrirse  paso entre la muchedumbre. Llevaban las cejas fruncidas y volvían sus ojos rápidamente en todas direcciones.  Cuando eran empujados por otros transeúntes no daban el menor signo de impaciencia sino que se componían un poco la ropa y continuaban su camino.

 

 

(…) Vi traficantes con ojos de halcón que brillaban en unas caras cuya única expresión  era de abyecta humildad.  Porfiados mendigos profesionales que apartaban a los pobres de mejor aspecto y a quienes  solo la desesperación  les había lanzado en medio de la noche a implorar caridad, inválidos débiles y depauperados a quienes la muerte había señalado con su mano y que se tambaleaban entre la muchedumbre, mirando suplicantes a todas partes en busca de alguna posibilidad de consuelo, de alguna esperanza perdida. Modestas jóvenes que volvían de una larga y prolongada labor, hacia un hogar (…) Borrachos  innumerables  e indescriptibles, unos harapientos y llenos de remiendos, haciendo eses, desarticulados (…) Junto a todos estos había pasteleros, recaderos, cargadores de carbón, barrenderos, organilleros, vendedores de canciones, obreros cansados de todas clases y todo este turbión moviéndose en medio de un recinto atronador y de una desordenada vivacidad, que irritaba el oído con sus discordancias y producía una sensación dolorosa en los ojos.”

 

 

(Imágenes —1-Robert Doisneau – 1969/ 2/ Giacometti  1948/ – 3- Hannes Kilian -1965)

GEORGE STEINER (1) : SUS PASIONES

 

 

 

“Mis primera pasión es la música. Que es, con las matemáticas, la única lengua universal. — decía Steiner —. Significante hasta el más alto punto, la música rechaza toda paráfrasis, toda traducción. Por encima del bien y del mal, ella encarna un sentido del sentido indecible y el índice de lo transcendente.

 

 

 

 

Otra pasión: la montaña, forma platónica  por excelencia, abordable sólo para un pequeño número mientras que el mar es tan democrático, tan sensible a la polución.

 

 

El ajedrez. Yo soy demasiado impaciente para ser un jugador de clase. Pero este insondable entretenimiento me ha proporcionado ricas horas y me entristece profundamente la superioridad  por otro lado implacable del ordenador.

 

 

Mis perros y mis perras. Dueños de nuestra casa, hogares de buen humor y de preocupaciones. Está cerca de la condenación quien maltrata a un animal ( o a un niño) . Es en la mirada de un animal, como en la música, donde se abren las puertas del infinito.

Y luego, otros lugares de afinidades electivas: la gran plaza de Marraqués, los ruidos de los pasos en la Galería de Milán, las calles de Jerusalén a primera hora de la mañana”.

 

 


(en recuerdo de George Steiner recientemente fallecido.)

Descanse  en paz.

 

(Imágenes —1- Giancarlo Rado/2-Edward Weston – 1938/ 3-Robert Doisneau-1950/ 4- Keith Cárter/ 5- Jerusalén – Wikipedia)

RECORDAR LA INFANCIA

 

 

“Hay dos tipos de autores —dice Bárbara Jacobs —: los que deciden hablar de su infancia, de este modo o del otro, más apegados a la realidad o más a la fantasía, y los que deciden no hacerlo. Casi podría asegurar que a estos últimos su infancia se les colará en el momento en que lo crea oportuno, a pesar de la resistencia razonable o no que ellos le opongan. Y se colará, se hará presente, en una frase, en una palabra, por la sencilla razón de que ellos no son quienes son sino sólo a partir de ella. Lo cierto es que apenas un autor llama a su infancia y ella aparece, ha empezado el recuerdo.

Cuando un autor escribe acerca de su infancia, la relee, la recorre en la memoria, mira por primera vez el niño que fue, y del que es hijo, y entonces le  pregunta cuanto ese niño le habría preguntado a él, si él hubiera sido su padre; y ese niño, a la hora del recuerdo, resulta que conoce las respuestas y se las dicta, con naturalidad, al autor que, de niño, nunca las supo. Eso es el recuerdo.

 

 

Y si un autor redacta con fidelidad ese recuerdo individual, real y a un tiempo imaginario, la  historia se vuelve hospitalaria: recibe a cuantos llegan a ella y les dice, pasen, siéntense, ésta es también su casa. Y no hay más que un tipo de casa; o más bien: a los infinitos tipos de casas los habita un único ambiente; o más bien: los infinitos tipos de ambientes llevan a un componente inconfundible que los une, que los hace ser el mismo, siempre el mismo, y este componente con un sabor adaptable a todo paladar, nombrable o identificable por cada paladar según su propia naturaleza, es el de la nostalgia.

Cuando un autor recuerda su infancia, cuando escribe lo que su recuerdo le dicta; cuando un lector lee esta memoria con forma y la hace suya; cuando uno visita esta ciudad, esta novela, lo que experimenta es nostalgia. Puesto a recordar, un autor advierte, además, que la ciudad de su infancia, la novela de su infancia, recorrida igual que la brisa por la precisa nostalgia, es inagotable.

(…) El recuerdo, la recreación de este recuerdo, no es una recuperación de la infancia; es afianzar el hecho de que la infancia, esa ciudad, esa novela, se ha dejado atrás. Es el tiempo de llorar. Es el tiempo de regalar nuestras tallas pequeñas al fuego; las cenizas volarán como el polen y, como el polen, rozarán los dientes de león de los campos y se posarán sobre todas y cada una de las margaritas blancas y amarillas para que, ahora sí,  uno pueda jugar entre ellos con toda libertad: en la noche, a la hora de soñar; ante las hojas encima del escritorio, a la hora de sentarse a recordar.”

 


 

(Imágenes—1-Eugene Smith/ 2-Vynn Bullock/ 3- Robert Doisneau)

LA AUTOPISTA DEL SUR

 

 

“Cuando escribi ese cuento, La autopista del sur” – lo recordaba Cortázar en sus clases de literatura dadas en Berkeley, en 1980 – jamás había estado metido en un embotellamiento en una autopista de Francia ni en ningún país del mundo, o sea que fue un trabajo absolutamente imaginativo. Cinco meses después me vi metido en un embotellamiento en Borgoña, en Francia, cerca de la ciudad de Tournus, y aunque afortunadamente no duró tanto como el de mi cuento, duró de todas maneras seis horas bajo el sol, con una inmensa cantidad de automóviles detenidos y sin la menor posibilidad de salir por un lado o por el otro…”

 

 

Varias veces Cortázar ha comentado las vicisitudes de este cuento. En conversaciones con Evelyn Picon Garfield en “Cortázar por Cortázar el escritor argentino confesó que, tras acabar de escribir el cuento, cambió su final. “Era muy pesimista. Sobre todo el final es trágico porque es la dispersión fatal de gentes que finalmente habrían terminado por encontrarse y formar una pequeña sociedad, un pequeño grupo. Luego, cuando las condiciones que habían obligado a ese grupo se cortan, cada uno desaparece. El hecho de que de golpe se rompe el bloqueo y salen así, y cada uno se da cuenta de que no va a volver a encontrarse con el otro, en ese sentido es sumamente pesimista. Se terminaba el embotellamiento, el bloqueo. Pero el final era muy mecánico. Cuando lo releí sentí que las dos o tres páginas eran un poco geométricas, eran un poco duras.”

Es curiosa toda esta relación entre imaginación y realidad, entre invención y vida. “Cuando me pasó lo de mi embotellamiento tenía mi cuento en la memoria muy fresquito – decía Cortázar en Berkeley -, lo acababa de terminar, y me planteé problemas de escritor. “Ahora vas a ver si lo que escribiste está más o menos bien o si, como decimos los argentinos, has estado macaneando”.  Estoy seguro de que si alguno ha tenido esa experiencia de un largo embotellamiento en un camino, algunos aspectos de mi cuento los van a reconocer como una experiencia también vivida.”

Cortázar describe y escribe el embotellamiento sin saber que dentro de unos meses va a sufrir uno. Cuando lo viva personalmente, ajustará la realidad y la ficción.

 

 

(Imágenes- 1- Cortázar- foto Sara Facio – 1967- wikipedia/ 2-Robert Doisneau – 1969/ 3- foto Alex Prager-Michel Hoppel contemporary)

SINFONÍA DE LOS SALMOS

 

 

“Yo miré aquella tarde el perfil, a muy pocos metros de donde yo estaba, de Igor Stravinski que a sus 81 años de entonces, con la mano en el mentón y en la butaca que le habían dispuesto, se abandonaba con ojos semicerrados al breve preludio de la “Sinfonía de los Salmos, aquella obra suya escrita hacía más de treinta años en Echarvines, en los Alpes franceses, entre bosques, cumbres, cielos y naturaleza, y que ahora iniciaba el sonido de los primeros oboes y fagotes, mientras se extendía la oscuridad en la sala de conciertos y no creo equivocarme al decir que ese fue el momento en que comenzaron a sobrevolar ante él los recuerdos conforme escuchaba en latín “yo soy como un sordo, no quiero oír, como un mudo, no abro la boca; soy como un hombre que no oye, ni tiene réplica en su boca”, aquel Salmo 38 sobre el que él había trabajado tanto en sus manuscritos caligrafiados con plumas diferentes, algunas de tinta roja, que para el compositor fabricaban especialmente.

 

 

E igualmente para mí no era nada arriesgado indagar en ese proceso de creación y pensar que Stravinski seguiría evocando en aquel momento todos sus numerosos cuartos de trabajo en distintos países, sus incontables viajes en avión, las servilletas que había ido pidiendo a las azafatas y en las que él componía rápidamente los primeros rasgos de un puzzle que luego iría pegando en los hoteles, un puzzle musical sobre su mesa de trabajo bajo la mirada del pequeño icono ruso que siempre le acompañaba, aquella atmósfera tan propia del compositor, las interrupciones e invitaciones de repente para dirigir conciertos en cualquier parte del mundo, su batuta en el aire, su batuta en zigzag, su batuta pausada ante la orquesta, aquella maestría que, según él, no tenía nada de prodigioso al dirigir porque era el simple acompañamiento de medidas y de ritmos, sin arriesgar demasiado, con un mínimo de seguridad y de aplomo. Pero en aquel momento recuerdo que también avanzaban de nuevo desde el fondo del escenario el poderío de las trompas, y comenzaron a sonar cuatro trompetas y tres trombones, se alternaban timbales, bombo y arpa con los dos pianos, y muy poco después violonchelos y contrabajos dejaron entrar un coro infantil en cuatro voces que fueron levantando los salmos en el escenario (“me sacó del pozo de la miseria – cantaban los niños en latín -, del fango cenagoso, asentó mis pies sobre roca y consolidó mis pasos”), aquel Salmo 39 que era toda una mezcla de suavidad y de aspereza, mientras el coro y la orquesta lo conducían desde la plegaria hasta el profundo agradecimiento y desde el profundo agradecimiento hasta la seguridad de la respuesta.

 

 

Aquello lo había compuesto, ahora lo recordaba él bien, en su habitación de Echarvines por las mañanas, ya que las mañanas para Stravinski tenían distinta fuerza que las tardes, por las mañanas pensamos, lo había dicho él muchas veces, de modo diferente a como lo hacemos por la tarde. Cuando tropiezo con una dificultad, había añadido, espero al día siguiente. Soy capaz de esperar lo mismo que es capaz de esperar un insecto. Y así había esperado absolutamente inmóvil la “Sinfonía de los Salmos” en aquella habitación de los Alpes, y luego en el jardín, sentado con su pantalón y su camisa blanca en la escalera exterior de la casa dejando que la tarde se consumiera, llegara la noche y volviera otra vez la mañana para componer.”

José Julio Perlado – (del libro “Relámpagos”) (texto inédito)

 

 

(Imágenes:- 1- Stravinsky – Irving Penn- 1948 – The New York Times/ 2- Stravinski – Thomas Oboe Le/  3-  Stravinski- Retrato de Jacques Emile Blanche /4- Robert Doisneau- 1957 – all art)

LOS GUSTOS Y LAS ARTES

 

 

«La escultura de Oceanía, los relieves jemeres, las tallas esquimales, la primitiva polifonía medieval pueden entrar en nuestros hogares con sólo pulsar – literalmente – un botón. La «gran» pintura se reproduce sin fin; existen hasta treinta grabaciones de la misma obra de Beethoven o Chaikovski; los «clásicos» aparecen en múltiples ediciones»‘.

Así lo va recordando George Steiner en «Presencias reales» iluminando  el tema de los gustos y las artes. » Como nunca antes, los «grandes libros», las obras preeminentes de los maestros de la música y las artes, son accesibles y ampliamente comunicados. Sin embargo, esta accesibilidad y este consenso disminuyen el potencial de encuentro inmediato con la experiencia estética. En cualquier sociedad concreta es pequeño el número de seres humanos que se preocupan en profundidad por la literatura, la música y las artes;  para quienes semejante preocupación comporta una inversión y una apertura del ser verdaderamente personales (…) El visitante  medio de museo, el lector intermitente de poesía o de prosa exigente, el asistente al concierto de música clásica y contemporánea tal como se interpretan, emiten o graban, participan en un rito de encuentro y respuesta que, tras el período de educación secundaria y, posiblemente, terciaria, en la cual a semejante encuentro le pueden haber sido asignadas sus funciones culturales y sociales, pertenece menos a la esfera del compromiso que a la del decoro. Además, en numerosas sociedades, incluso esta participación selecciona sólo a los privilegiados. En caso de gozar de libertad de voto el grueso de la humanidad elegirá el fútbol, la serie televisiva de sobremesa y el bingo por encima de Esquilo«.

 

 

(Imágenes – 1- Guy Péne Du Bois– 1926/ 2.- Robert Doisneau- 1950)

PARÍS Y LOS BISTROTS

 

 

«Los lugares están ahí – escribe el antropólogo  Marc Augé  en su «Elogio del bistrot» (Gallo Nero) – y sólo piden ser explorados, a un margen del río y al otro. De Saint- Germain- des Pres a la Contraescarpe, podréis ir de bistrot en bistrot por la rue Tournon, la rue Vaugirard, la place Edmond- Rostand, la rue Soufflot y la rue Mouffetard. Del museo Grévin a la Ópera podéis coger por la rue Vivienne, por la place de la Bourse y la rue Quatre -Septembre. Dos trayectos, dos itinerarios entre otros mil posibles, que, por mucha curiosidad que tengáis, no conseguiréis agotarlos, ni siquiera si os paráis en cada uno de los bistrot que os salgan al paso. Os aseguro que allí encontraréis con qué acariciar vuestro paladar, pero también con qué estimular vuestra curiosidad de sociólogos, si tenéis este tipo de curiosidad, o de poeta, si la belleza de las ciudades os conmueven – de aventurero,  en cualquier caso, sabiendo que ninguna de vuestras paradas anticipará la siguiente y que a cincuenta metros de distancia os espera otro mundo que desea acogeros y atraparos…

 

 

Escritores de todos los orígenes, caminad por París, en solitario, o en pequeños grupos. Invadid la capital. Liberadnos  de la costumbre. Liberadnos de nuestra pereza. Del miedo y del hastío. Liberadnos de la memoria y del olvido. Del presente y del pasado. Cread el futuro con palabras nuevas. También con ideas e imágenes. Devolvednos la capacidad de lanzarnos a la aventura (… ) ¡ Que cada uno  de los bistrot que os encontréis sea uno de vuestros objetivos en esta guerra relámpago y que algunos den nombre, en calidad de fortalezas reconquistadas, a vuestras victorias de hoy y de siempre!».

Simenon, en «Maigret se equivoca» habla, como en tantas otras ocasiones, de los bistrots: «Ellos habían frecuentado muchas veces este género de restaurantes, muy numerosos en el pasado. Típicos de París, se encontraban casi en cada calle y se les llamaba los restaurantes de los conductores. En el fondo, allí se comía bien, porque los dueños venían todos de sus provincias, Bretones, Normandos, etc, y ellos habían conservado, no solamente las tradiciones de sus lugares, sino también contactos, y hacían venir de sus provincias jamones y charcutería, e incluso a veces el pan del campo».

Robert Doisneau, Villy Ronis y tantos otros fotógrafos famosos se asomaban a sus mostradores, a la puerta de sus cocinas, a los vasos de vino, a los cristales bajo la lluvia, a las sillas alineadas, y se acercaban hasta aquellos hombres que comían su plato de sopa en el bistrot leyendo el periódico doblado hasta lograr inmortalizarlos.

 

 

(Imágenes- 1-John Talbotts/ 2-foto David Henry/ 3.cuadro de Jean Béraud. denominado «El bistró»- Wikipedia)

BOB DYLAN : UNA FUERTE LLUVIA VA A CAER

 

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«¿Dónde has estado mi hijo de los ojos azules?

¿Dónde has estado mi pequeño querido?

He tropezado en el costado de doce montañas nubladas

He caminado y gateado en seis autopistas inclinadas

Me he parado en el medio de siete forestas tristes

He estado afuera de frente a una docena de océanos muertos

He estado diez mil millas en la boca de una tumbs

Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte

Y es una fuerte lluvia la que va a caer

 

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¿Qué has visto mi hijo de los ojos azules?

¿Qué has visto mi pequeño querido?

Vi un niño recién nacido con lobos salvajes a su alrededor

Vi una carretera de oro sin nadie en ella

Vi una rama negra con sangre que seguía cayendo

Vi un cuarto lleno de hombres con martillos ensangrentados

Vi una blanca escala toda cubierta de agua

Vi diez mil  conversadores con las lenguas todas rotas

Vi revólveres y espadas afiladas en las manos de pequeñuelos

Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte,

Y es una fuerte lluvia la que va a caer.

 

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(…)

¿Qué harás ahora mi hijo de los ojos azules?

¿Qué harás ahora mi pequeño querido?

Me voy afuera antes que la lluvia comience a caer

Caminaré hacia las profundidades de la foresta oscura más profunda

Donde la gente es numerosa y sus manos están vacías

Donde las píldoras de veneno están inundando sus aguas

Donde la casa del valle  encuentra la prisión húmeda y sucia

 

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(…)

Entonces me pararé sobre el océano hasta empezar a hundirme

Pero sabré bien mi canción antes de empezar a cantar

Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte,

Y es una fuerte lluvia la que va a caer».

Boy DylanUna fuerte lluvia va a caer» ( traducción Marcelo Covián)

 

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(Imágenes.-1.-magic spelldust/ 2-William Edouard Scott- 1912/3.- Edouard Boubat- 1950/4.- Robert Doisneau- 1981/ Bob Dylan-jot down)

EL NIÑO QUE FUI

infancia.-33iu.-Sebastiäo Salgado

 

«El niño que fui asoma furtivo

desde mis ojos al rincón del paisaje.

Entre la dureza austera de los edificios

y la amplia sonrisa colorida de las ventanas

aquel rincón que queda del paisaje

pertenece intacto al niño que fui entonces

y el niño que fui entonces desciende

alborozado de mis ojos, se desliza

entre los juncos, tira piedras a las lagartijas

y salta sobre viejas hojas de zinc

herrumbroso, en un escenario perfecto de girasoles

antiguos. Salgo entonces de allí

y el niño que fui regresa extenuado

y se duerme a la sombra de mis ojos».

Rui_Knopfli«Baldío».- (traducción de Luis Maria Marina)

 

infancia.-45ggb.-Robert Doisneau.-Saint Denis 1945

 

(Imágenes. 1-Sebastiao Salgado/ 2.-Robert Doisneau- 1945)

PARÍS, AZNAVOUR

 

París-beewx-fotografía- Robert Doisneau

París

 

ciudades.-77h.-París.- Willy Ronis..- 1957

París…

 

ciudades-vvbuu-París-Robert Doisneau- mil novecientos cincuenta y tres

París…

 

París-vyuu-París mil novecientos cincuenta-Ursula Seitz-Gray

París…

 

ciudades.-tyyu.-París.-isla de San Luis 1946.-Izis Bidermanas

París…

 

París-fvff-Adolfo Kaminsky- mil novecientos cincuenta y tres

 

París…

 

ciudades-vgy- Emile Gos- rue de la Seine- París mil novecientos once

París…

 

ciudades.-5ynh.-París.-1950-René Maltête

París…

París-yhh-Robert Doisneau

 

París…

 

 

(En los noventa años de Charles Aznavour)

(Imágenes.-1.- Robert Doisneau/ 2.- Willy Ronis- 1957/ 3.-Robert Doisneau- 1953/ 4.-Ursula Seitz- Gray/ 5.-Izis Bidermanas- 1946/ 6-Adolfo Kaminsky- 1953/ 7.-Emile Goss- 1911/ 8.-París 1950/ 9.-Robert Doisneau)

DESPERTAR DE OLIVER SACKS

 

rostros- eded-Robert Doisneu

 

«Hester Y. –cuenta Oliver Sacks en «Despertar» – sufría los últimos efectos de la enfermedad del sueño. En los momentos normales era encantadora e inteligente; pero, sin aviso previo, se detenía como una imagen de televisión «helada». Permanecía así, clavada en el sitio, durante un segundo o una hora, sin que sus esfuerzos lograran romper la inmovilidad. Contó a su médico que el mundo adquiría para ella, en tales accesos, una calidad fantasmagórica. «Todo se me antoja definido, plano y geométrico, como si fuera un mosaico o un vitral; el tiempo y el espacio no existen entonces. A veces, esas «imágenes fijas» se presentan a la manera de visión parpadeante, como una película rodada demasiado lentamente».

«He salido del espacio -le dijo otra paciente al neurólogo – porque mi espacio no se parece en absoluto al de usted». Pero de lo que estas desventuradas se habían escapado – añade Sacks – era del tiempo».

 

rostros.-5ggb.-Nina Ai-Artyan.-nin-a-com

 

Ahora Oliver Sacks confiesa que se encuentra en el último tramo de su vida. Hay varias frases que destacan en su reciente declaración: «De pronto me siento centrado y clarividente. No tengo tiemo para nada que sea superfluo (…) No puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es la gratitud. He amado y he sido amado; he recibido mucho y he dado algo a cambio (…) Y sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta, y eso, por sí solo, ha sido un enorme privilegio y una aventura».

 

sueño-bbgu-dormir-Pietro Antonio Rotari

 

Es el sueño de una vida – la vida es sueño en el teatro clásico -y tras ese sueño, el acercamiento al despertar.

Antonio Machado lo quiso expresar en varias ocasiones:

«Si vivir es bueno,

es mejor soñar,

y mejor que todo,

madre, despertar».

 

«Tras el vivir y el soñar

está lo que más importa:

despertar».

 

mujer-uggnn-rostros- gentes- Stanislaw Wyspianski- mil novecientos dos

 

 

(Imágenes.-1.-Robert Doisneau/ 2.-Nina Ai- artyan/ 3.-Pietro Antonio Rotari/ 4.-Stanislaw Wyspianski.-1902)

 

 

OTOÑO 2014 (2) : VIEJOS CABALLOS DEL TIOVIVO

infancia.-66h.-juegos.-caballos.-Izis Bidermanas

 

«A mí dadme los viejos, los viejos caballos del tiovivo.

No, no me entusiasman esas ferias elegantes, con sus cinematógrafos y sus barracas espléndidas y lujosas. No me encantan esos orquestiones grandes, como retablos de iglesia, pintados, dorados, charolados. Son exageradamente científicos. Mirad esas columnas salomónicas que se retuercen como lombrices, mirad esas figuras de señoritas de casaca y calzón corto que llevan el compás dando con un martillito en una campana, mientras mueven la cabeza con coquetería; mirad esas bailarinas que dan vueltas graciosas sobre un pie, con una guirnalda entre las manos. Oíd la música, chillona, estrepitosa, complicada de platillos, flautas, bombos, que sale del interior del aparato. Yo no quiero quitarles su mérito, pero…

A mí dadme los viejos, los viejos caballlos del tiovivo.

 

ciudades. 3dfvb.- París.- infancia.- 1955.- Robert Doisneau

 

No son mis predilectos esos tiovivos modernistas, movidos a vapor, atestados de espejos, de luces, de arcos voltaicos, que giran arrastrando coches llenos de adornos, elefantes de trompa erguida y cerdos blancos y desvergonzados que suben y bajan con un movimiento cínico y burlesco. No les niego el mérito a esas montañas rusas cuyo vagón pasa vertiginosamente, con un estrépito de hierro y una algarabía de chillidos de  mujer, pero…

A mí dadme los viejos, los viejos caballos del tiovivo.

 

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Dadme el tiovivo clásico, el tiovivo con que se sueña en la infancia; aquel que veíamos entre la barraca de la mujer-cañón y la de las figuras de cera. Diréis que es feo, que sus caballos azules, encarnados, amarillos, no tienen color de caballo; ¿pero eso qué importa, si la imaginación infantil lo suple todo?  Contemplad la actitud de estos buenos, de estos nobles caballos de cartón. Son tripudos, es verdad, pero fieros y gallardos como pocos. Llevan la cabeza levantada, sin falso orgullo; miran con sus ojos vivos y permanecen aguardando a que se les monte en una postura elegantemente incómoda. Diréis que no suben y bajan, que no tienen grandes habilidades, pero…

A mí dadme los viejos, los viejos caballos del tiovivo.

tiovivo-omn-ideesgo com

 

¡Oh nobles caballos! ¡Amables y honrados caballos! Os quieren los chicos, las niñeras, los soldados. ¿Quién puede aborreceros, si bajo el manto de vuestra fiereza se esconde vuestro buen corazón? Allí donde vais reina la alegría. Cuando aparecéis por los pueblos formados en círculo, colgando por una barra del chirriante aparato, todo el mundo sonríe, todo el mundo se regocija. Y, sin embargo, vuestro sino es cruel; cruel, porque lo mismo que los hombres, corréis, corréis desesperadamente y sin descanso, y lo mismo que los hombres corréis sin objeto y sin fin…

Y a mí dadme los viejos, los viejos caballos del tiovivo.»

Pío Baroja.-«Elogio de los viejos caballos del tiovivo»

 

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(Imágenes.-1.-Izis Bidermanas/ 2.-Robert Doisneau/3-world.tixalia.com/4.-ideesgo.com/ 5.-1 de 3 com)

 

GEORGES BRAQUE

 

Braque-bnnm-Guitarra- mil novecientos doce- colección particular Georges Braque- foto Leiris SAS- VEGAP- Bilbao dos mil catorce

 

Cuenta el escritor francés Jean Paulhany lo recoge Eugenio D´Ors en sus «Artistas del XX» (Elba) – «cómo pasando por la calle de la Boétie, vio, de la otra parte de la calle «del lado de los números pares», una tela, muda, espesa, sin nada deslizante ni fluido, con una langosta y unos limones, en conjunto más bien opaco. Pero de tal suerte imperiosa que, en adelante, al encontrarse el transeúnte delante de otras más elocuentes, sentía que lo eran por alusión a la langosta y los limones de Braque. Esto bien debía de ser por una manera de  objetividad aplomada en la pintura de Braque y que le otorga lo que merece llamarse una autoridad

 

pintores- vvssv- Georges Braque en Varangeville- Francia- mil novecientos cincuenta y tres- Robert Doisneau

 

Ahora el Museo Guggenheim de Bilbao presenta una gran exposición sobre Braque y a la vez aparece «El día y la noche» (Acantilado), su serie de notas sobre la pintura que publicara en 1917.

Braque-nveew- peces negros- mil novecientos cuarenta y dos- Centro Pompidou. foto Philippe Migeat- VEGAP- Bilbao

«Descubrir una cosa es darle vida», afirma el pintor en una de esas notas. «Escribir no es describir, pintar no es retratar.»

 

pintores.-8jjjj.-Georges Braque.-en su estudio.-1912.-fotos Archivos Laurens

 

«No soy un pintor revolucionario – prosigue – no busco la exaltación: me basta el fervor.» «El progreso en arte no consiste en ampliar sus límites, sino en conocerlos mejor.»

Braque-noun- la mesa de billar-mil novecientos cuarenta y cinco-VEGAP -Bilbao

«No puede llevarse siempre el sombrero en la mano, de ahí que se inventara la percha. Yo encontré en la pintura un clavo para colgar mis ideas, lo cual me permite cambiarlas y evitar su obsesión.»

 

pintores.-390j.-Georges Braque en su mesa de trabajo.-París marzo 1946.-foto Brassai.-photo rmn fr

 

«Antaño la herramienta era la prolongación del brazo, pero el maquinismo ha convertido el brazo en la prolongación de la herramienta.»

Braque-bohhu-naturaleza muerta con mantel rojo- mil novecientos treinta y cuatro-colección particular GeorgesvBraque- foto Leiris SAS- VEGAP.-Bilbao

Y en  1964: «Hay un aspecto del arte descuidado por los críticos, más profundo que el puro hecho estético. Nunca se ha pensado en el papel que representaba el arte en la vida. Si yo fuera un escritor, me gustaría escribir de esto.»

pintores,.gk11m.-Georges Braque -.Normandía 1953.-por Robert Doisneau.-all-art.org

» La pintura de los maestros del siglo XVl da testimonio del artista. Pero nuestra época duda, prefiere descubrir al hombre. Creo que lo debemos a Cézanne. Nunca se ha dicho que Cézanne tuviera talento. Lo que es bello en su pintura es su heróico empeñarse a fondo. Me gustan los artistas que todo lo discuten…»

 

 

Braque-bute- frutero y cartas- mil novecientos trece- Centro Pompidou- foto Georges Meguerditchi- VEGAP- Bilbao

 

Kahnweiler en «El camino hacia el cubismo» evocó la relación entre Picasso y Braque: «de sus conversaciones amistosas y fraternales –dijo – brotó más de un impulso para esta nueva forma de expresión, no sin antes haberla experimentado el uno o el otro, en la creación pictórica de sus obras. A ambos les corresponde el mérito. Los dos son artistas grandes y admirables, cada cual a su modo. El arte de Braque es más reposado que la obra nerviosa y discordante de  Picasso. Junto al sereno francés Braque se encontraba Picasso, el fanático buscador español.»

 

Braque-nnbvr- el  viaducto de L Éstaque mil novecientos ocho-Centro Pompidou- foto Georges Meguerditchian- VEGAP - Bilbao

 

(Imágenes.- 1.-Braque.-1912-colección particular- VEGAP- Bilbao/ 2.-Georges Braque en Varengville- Francia- 1953- Robert Doisneau/ 3.-Braque- peces negros- 1942- foto Phillippe Migeat. Bilbao/ 4.-Georges Braque en su estudio- 1912- archivos Laurens/ 5.- mesa de billar- 1845-VEGAP- Bilbao/ 6-Georges Braque en su mesa de trabajo.-1946. Brassaï/ 7.-Braque- naturaleza muerta con mantel rojo- 1934- colección particular- foto Leiris SAS- VEGAP-Bilbao/ 8.-Georges Braque en Normandía- Robert Doisneau/ 9.- Braque- frutero y cartas- 1913- Musee National d´art moderne/ 10.- Braque-viaducto -1908- VEGAP-Bilbao)

 

 

 

LOS CUATRO MEJORES CREPÚSCULOS DEL AÑO

Castilla la Vieja-dcd-Miguel Zaballa-fotocommunity

l

«Tornasoles verdes,

viento sobre mieses.

Es Castilla la Vieja,

y marzo. Encima de esa

cama, la tarde muere,

sangrienta.

cielos.-por Lisa Kereszi.-2002.-Yancey Richardson Gallerry.-New Yorlj.-artnet

ll

Junio en steamer,

derrotas de Noruega.

Gaviotas blancas y negras

mudan, de tanto que vuelan,

el ámbar de las nueve horas

en unas diez horas perla.

paisajes.-47uuu.-Dorothy Bohm.-Italia 1960lll

Las viñas toscanas

prolongan la ottobrata.

La noche, esta vez, era

pitagórica y serena.

Sobre los cinco cipreses,

entre las veintiún estrellas,

violeta.

ciudades.. uu5tg.- París 1954.- Robert Doisneau

lV

Frío tiempo de Adviento.

París y Altolaguirre

en un taxi me encierran.

Fuera, a las cuatro apenas,

la noche cae, disuelta,

en una tinta china

sepia.»

Eugenio D´Ors«Los cuatro mejores crepúsculos del año»

(Imágenes.- 1.-Castilla la Vieja.-Miguel Zaballa– fotocommunity.es/ 2.-Lisa Kereszi –Yancey Richardson Gallery/3.- Dorothy Bohm– Italia 1960/4.- París- 1954.- Robert Doisneau)

PATIOS INFANTILES

«El niño casi siempre sabe a qué jugar, el problema es dónde – escribe la gran poeta Wislawa Szymborska en «Más lecturas no obligatorias» (Alfabia) -Dado que es prácticamente imposible hacer excursiones diarias fuera de la ciudad, solo nos queda el patio. Los urbanistas intentan que los patios sean espaciosos, estén llenos de parterres y que tengan un foso de arena. (…) Por desgracia, para realizar juegos infantiles es mucho más útil un espantoso cobertizo que el más hermoso de los jardines que no se pueda pisar. De igual

forma en casa: es mucho más interesante un desván atestado de cosas que un escondrijo casero ordenado con elegancia. En los edificios de nueva construcción ya ni siquiera hay desván. De igual forma queda eliminado el misterioso sótano, y la llave que lo abre está bien guardada, porque todas las madres quieren que sus hijos vuelvan a casa tan limpios como se fueron. Por lo

que volvemos de nuevo a los patios. Antaño eran abominables angosturas tapiadas, pero los Sioux del vecindario hacían la asamblea en el patio y ese día solo una casa escuchaba su sonido infernal. Hoy son patios interiores comunitarios ceñidos por coronas de bloques de pisos en donde los cuatrocientos vecinos oyen la algarabía a la vez. Por lo que se acalla a los niños. Los señores de la pradera están obligados a entenderse a media voz. Y si probaran de construirse una cabaña de ramas en ese hermoso patio o levantar un fuerte de tierra con un foso y atalayas, y después tomarlo al asalto, rápidamente se metería por medio la administración de los bloques».

En esos patios se ha jugado con maderas, cuerdas y palos durante años, las grupas curvadas de los niños agachados se han inclinado ante la sucesiva procesión de saltos impetuosos, las canciones recitadas  en corro han iluminado el anochecer:

«A la una, andaba la mula.

A las dos, la coz.

A las tres, los tres brinquitos de San Andrés: Pedro, Juan y Andrés.

A las cuatro, brinco y salto.

A las cinco, salto y brinco.

A las seis, cabeza buey.

A las siete, salto y planto mi gran caperucete.

A las ocho, lo recojo.

A las nueve, empina la bota y bebe.

A las diez, borriquito, borriquito es.

A las once, llaman al conde con campanillas de bronce».

(…)

Luego llega la noche. Pasan los días. Esas niñas y niños de los patios se refugiarán en las pantallas, se concentrarán en los móviles, casi vivirán en Internet.

(Imágenes: 1.-Alexis Perevoschikov/ 2.-Enzo Sellerio.-Sicilia,/ 3.-Robert Doisneau/ 4.-André Kertész.-1918/ Walter Mori.-1956)