SOY UN GRAN EMBAUCADOR

 


“La memoria es un componente misterioso, casi indescifrable, que nos une a cosas que nosotros no recordamos haber vivido y nos plantea continuamente entrar en contacto con otras dimensiones,  acontecimientos, sensaciones que nosotros no sabemos definir pero que confusamente sabemos  que han existido.— decía Fellini en1992, en la película de Damien Pettigrew —. Yo tengo una tendencia natural a inventarme una juventud, una relación con mi familia, una relación con la vida. Tengo la impresión de que lo he inventado todo. Para mi, las cosas que nunca han sucedido pero que yo he inventado son mucho más verdaderas. Es el caso, por ejemplo, de mi villa natal; la verdadera Rimini es la  que aparece en dos películas : “I Vitelloni” y “Amarcord”. Me parece que estas dos reconstrucciones pertenecen mucho más a mi vida que la otra, la Rimini topográfica. En resumen, soy un gran enbaucador”.

 

Me gustaría recordar quienes son mis padres espirituales — decía en otra ocasión —: Pinocho, Dickens, “La isla del tesoro”, Edgar Allan Poe, Verne y Simenon, con el cual he tenido una gran amistad y al que yo admiro enormemente. Había otro escritor de novelas –  Yambo — ¿ quién se acuerda de él ?,  que las ilustraba con dibujos que a mí me han parecido siempre muy bellos. Entre muchos otros, él inventó un personaje que se llamaba Mestolino. Era verdaderamente  mi retrato: un muchacho delgado, incapaz de decir la verdad. Yo no tengo grandes recuerdos, todos los he entregados en mis películas. Abandonándolos al público, ya no sé distinguir lo que realmente ha sucedido y lo que yo he inventado.”

( a los cíen años del nacimiento de Fellini)

 

(Imágenes— 1-“La Strada”/ 2-preparando “Amarcord”/ 3- Fellini con Anouk Aimé)

SUEÑOS DE CINE

cine.-5rwwe.-Akira Kurosawa y Toshiro Mifune en Venecia en 1960«No puedo olvidar cómo jugaba con mi hermana en el Festival de Muñecos del tres de marzo. – recuerda en su «Autobiografía» Akira Kurosawa  (Fundamentos) -. En mi familia habíamos heredado unos muñecos para el festival que representaban al emperador y la emperatriz. (…) Cuando apagábamos la luz caían los suaves destellos de las llamas de los farolillos sobre los cinco muñecos puestos en hilera en el escenario de madera, cubierto de fieltro colorado. Con ese misterioso destello se veían tan reales, que parecía que fuesen a empezar a hablar en cualquier momento. Esa belleza tan exquisita me asustaba un poquitín. Mi pequeña hermana mayor me llamaba para que me sentase frente al escenario, me ponía una de las bandejas, y me ofrecía el brasero. Me invitaba a un poco de sake blanco dulce en una de las pequeñas tazas del tamaño de las muñecas».

Así se iniciaría la fascinación del director japonés por el cine que culminaría en 1990 con «Los sueños de Kurosawa».

Los sueños siempre han acompañado – como en tantos otros artistas – a muchos directores cinematográficos.

«En el sueño – decía Fellini al hablar de «Giulietta degli spiriti» – el color es idea, concepto, sentimiento, como en la pintura verdaderamente grande. La pregunta

Fellini, Rome, 1940 -nd

que tantos hacen ¿sueñas en blanco y negro o en color? es ociosa: ¿cómo preguntar si en el canto hay sonidos, cuando todos saben que el sonido es el modo de expresión del canto? El que sueña puede ver un prado rojo, un caballo verde, un cielo amarillo; y no son cosas absurdas. Son imágenes empapadas del sentimiento que las inspira». «He soñado tres veces con Picasso confesó Fellini en otra ocasión, en 1972 -. En el primer sueño – atravesaba por aquel entonces un período de grave depresión, de inseguridad total – recuerdo que estábamos en una cocina repleta de comida, de cuadros, de colores. Hablamos toda la noche. La segunda vez – también en esta ocasión atravesaba un momento de gran confusión e incertidumbre – soñé que él iba a caballo, al galope, y saltaba los obstáculos con una ligereza increíble, con una elegancia y gracia infinitas. Volví a soñar puntualmente con él en otro momento de profundo desaliento. Esta vez había un

cine,.77hh.-Federico Felllini.- Tazio Secchiaroli.-1963

mar enorme que me recordaba al que se ve desde el puerto de Rimini: un cielo oscuro, tormentoso, verdes olas, lívidas, encrespadas y espumosas como en los días de temporal. Delante de mí un hombre nadaba a grandes brazadas, su calva surgía del agua, apenas se apreciaba una ligera pelusa blanca en su nuca. De repente el hombre se dio la vuelta hacia mí: era Picasso y me hacía señas de que le siguiera hacia un lugar donde podríamos encontrar un pescado excelente».

cine.-3www.-Ingmar Bergman.-1951.-Louis Huch

Son sueños de cine, sueños de directores de cine, sueños que alguna vez podrían transformarse en escenas de películas. En cualquier caso lo onírico está  presente en lo más oculto de la creación y cuando la creación despierta el sueño se yergue iluminando la página o la secuencia. Son tráficos de sueños que pueden comprarse, venderse o robarse, como así literariamente lo contó  Arthur Waley y a los que ya aludí  aquí. «No sé si alguna vez os ha sucedido – decía Ingmar Bergman al comentar uno de sus films– que soñáis que queréis hablar y sois incapaces de lanzar un sonido o habláis tan bajo que nadie puede entender lo que decís. ¿Os ha ocurrido alguna vez? Pues fue uno de de esos sueños lo que me dio la idea de tratar el sonido de esa manera».

http://youtu.be/A6J8dZKZwbc

Son sueños de infancia en Bergman recorriendo los caminos de las fresas salvajes.

Son sueños de infancia en Kurosawa asomando sus ojos de niño entre los árboles.

(Imñagenes.-1.-Akira Kurosawa y Toshiro Mifune en Venecia.-1960/2.-Federico Fellini en 1940.-foto Gideon Bachmann.-Boletín mensual de cine – primavera 1964/3.-Ingmar Bergman.-foto Louis Huch/4.-Federico Fellini.-foto Mary Ellen Mark/ 5.-Federico Fellini.-foto Tazio Secchiaroli.-1963/

TONINO GUERRA

«En el otoño de 1972, Federico Fellini telefonea a Tonino Guerra -así lo recuerda Benito Merlino en su estudio sobre el gran director italiano – al que conoce desde hace largo tiempo; son de la misma edad y hablan el mismo dialecto. Nacido el 16 de marzo de 1920 en Sant´Arcangelo, un pueblo que se encuentra a nueve kilómetros de Rimini, hijo de un pescador, Tonino Guerra es un poeta dialectal muy conocido. Empieza a escribir para distraer a sus compañeros de deportación, en el campo de Troisdorf, en Alemania. Desde 1953 se establece en Roma y trabaja con Giuseppe de Santis, Elio Petri, Vittorio De Sica, Mario Monicelli, Francesco Rossi, Wim Wenders, Theo Angelopoulos, los hermanos Taviani, Andreï Tarkovski y Michelángelo Antonioni. Es amigo también, y consejero artístico de Marcello Mastroiani, al cual orienta en todas sus películas».

A Tonino Guerra he aludido alguna vez en Mi Siglo y el Diario de Tarkovski ( 1970-1986) (Cahiers du Cinema) está lógicamente salpicado de referencias a él. «Tonino – dice por ejemplo Tarkovski el 8 de junio de 1980 –¡ qué hombre tierno y bueno, e ingenuo como un niño!«.

«Durante su infancia y adolescencia – sigue diciendo Benito Merlino -, Tonino Guerra y Federico Fellini casi han vivido las mismas historias en los mismos paisajes; están impregnados de las mismas tradiciones, con personajes que padecen las mismas locuras, iguales ignorancias, idénticas ridiculeces. A dos voces – podría decirse que a dos memorias – los dos se esfuerzan por trazar un retrato del mundo provinciano italiano. Federico dibuja y Tonino escribe. Es en el restaurante Cesarina, el preferido por Federico, cuando Fellini encuentra el título de su película. Se llamará «Amarcord» («Me acuerdo»):

«Lo sé, lo sé, lo sé,

que un hombre a los cincuenta años

tiene siempre las manos limpias

y yo me las lavo dos o tres veces al día;

pero sólo me veo las manos sucias

me acuerdo

de cuando era mozo».

http://youtu.be/JnAvpT3mVXI

(Pequeña evocación sobre el gran guionista italiano que acaba de morir)

(Imágenes:- 1.-Tonino Guerra.-ravennaedintorni. it/ 2.-Tonino Guerra.-ilrestodelcarlino.it/ 3.-Tonino Guerra con la viuda de Antonioni.-it ibtimes.com)

ENSAYOS DE FEDERICO FELLINI

ensayos con la mirada junto a Magali Noël,

ensayos con dedos y manos junto a Anouk Aimée,

ensayos con sonrisas junto a Claudia Cardinale,

 ensayos y ensayos, paseando en bici, rodando sobre la fantasía,

 ensayos con las caras, con las expresiones, con los personajes,

ensayos oníricos de extravagancias, ensayos de sueños, ensayos para intentar dormir. «Quiero contar lo que me sucedía cuanto tenía siete u ocho años – decía Fellini en 1965 -. Había bautizado las cuatro esquinas de mi cama con los nombres de los cuatro cines de Rímini: Fulgor, Ópera Nacional, Balilla, Saboya – ¿Cómo se llamaba el otro? – Sultán. Irme a acostar era entonces una fiesta. (…) Cerraba los ojos, esperaba pacientemente conteniendo el aliento y con el corazón acelerado hasta que, de golpe, comenzaba el espectáculo. Un espectáculo de los más extraordinarios. ¿En qué consistía? Es difícil de contar: era un mundo, una fantasmagoría rutilante, una galaxia de puntos luminosos, esferas, círculos brillantísimos, estrellas, llamas, vidrios de colores, un cosmos nocturno y centelleante que primero se mostraba inmóvil, después en un movimiento cada vez más amplio y envolvente, como un remolino inmenso, una espiral cegadora».

Fue en aquel 1965 cuando yo le conocí. Lo he contado en varias ocasiones en MI SIGLO. Eran los tiempos de «Giulietta de los espíritus«. Ensayos y ensayos en los estudios Rizzoli, en Cinecittá. «Mis experiencias, mis viajes, mis amistales, mis relaciones comienzan y acaban en los estudios de Cinecittá. Todo aquello que existe al otro lado de las verjas de Cinecittá es un afluente, ciertamente irremplazable, una reserva inmensa y maravillosa para visitar, para apropiarse y llevársela al interior de Cinecittá y hacerlo ávidamente. incansablemente. Yo no sé si todo esto es un privilegio o una servidumbre, pero es una forma de ser«.

Ahora que vuelven las películas perdidas de Fellini, los recuerdos de aquellos ensayos y de aquellos diálogos nos acompañan.

(Imágenes:- 1–Magali Noël y Federico Fellini ensayando «Amarcord»/ 2.-Anouk Aimée y Fellini ensayando «La dolce vita»/ 3.-Claudia Cardinale y Federico Fellini ensayando/ 4.-Federico Fellini.- durante el rodaje de «Amarcord».- foto: Mary Ellen Mark/ 5.-Giulietta Masina, Anthony Quinn y Aldo Silvani en «La Strada»/ 6.-Sandra Milo y Giulietta Masina en «Giulietta de los espíritus»/ 7.-Marcello Mastroiani caracterizado como violonchelista mientras rueda Federico Fellini «El viaje de Mastorna».-elpais.com)