VIVIMOS DE MODO TREPIDANTE

 

flores-bbve-Henri Fantin Latour- claveles- mil ochocientos setenta y cuatro

 

«Vivimos de modo trepidante.

Mas debéis tomar el paso del tiempo

como cosa sin importancia

entre lo que para siempre permanece.

Lo que transcurre aprisa

pronto ha de pasar,

tan sólo lo que queda

nos inicia.

No pongáis, oh muchachos, vuestro arrojo

en la velocidad,

ni en el empeño de volar.

Las cosas son morosas:

oscuridad y claridad,

la flor y el libro».

Rainer María Rilke ( traducción Carlos Barral)

(Imagen.- Henri Fantin Latour– 1874)

CIUDADES LITERARIAS

 

ciudades-yngg-Praga- tranvía- Jakub Schikaneder- mil novecientos diez

 

Cuando releo el delicioso libro de Nuria Amat «Viajar es muy difícil» (Anaya & Mario Muchnik) sus páginas me llevan otra vez hasta ciudades literarias de sombras, farolas y adoquines por donde transitan, al costado de Borges o de Kafka, señores con bastón y sombrero, parejas de viudas empobrecidas, empleados de banca, oficiales retirados, funcionarios esquilmados, periodistas hambrientos, oficinistas humillados, y tantos y tantos hombres y mujeres que recorren el mundo. Se cruzan con nosotros gentes que viajan para leer, como Henry James, o que viajan para escribir como Joseph Conrad. «Huidizos, expatriados y perseguidos -comenta Amat-, los escritores no tienen casa propia. Tánger, por ejemplo, es una ciudad literaria debido a los muchos escritores que la visitaron y la hicieron suya. Praga expulsa a sus escritores (Rilke, Kafka, Kundera…) ; Trieste, sin embargo, los cobija (Svevo, Joyce) y mantiene (Magris..) Y lo mismo, o parecido, puede decirse de San Petersburgo, Buenos Aires, Venecia…» En el caso de Viena, y refiriéndose más que a los escritores a los músicos, Allan Janik y Stephen Toulmin en «La Viena de Wittgenstein» recuerdan igualmente que pocas ciudades han sido menos generosas que ésta para reconocer en vida a aquellos hombres a los que proclamaría héroes culturales después de su muerte. Franz Schubert, Arnold Schönberg y Gustav Mahler – al que se celebraba como el más grande de los directores pero se le denunciaba a la vez como compositor corrompido –  vivieron con la ciudad un romance sorprendente e insólito.

 

ciudades.-55g.-Brujas.-cacmalaga org

 

Y es en varias de esas ciudades literarias extendidas en las calles del tiempo – entre cafés y personajes inesperados – donde podremos  oír al fondo el ruido de los tranvías. Nuria Amat habla de ellos. No sólo nuestra imaginación nos lleva con rapidez hasta Lisboa, sino también a otros puntos del mundo. En Buenos Aires, Borges iba y volvía en tranvía desde su casa  a la biblioteca pública de Boedo. Pero la parsimonia del tranvía hará decir a la autora que «el tranvía tiene una apariencia estética alada, celebrada por el poeta: «los suavemente tensos hacia atrás cables del tranvía», escribió Kavafis. » El tranvía también, dice Amat, es un anacronismo en sí mismo, una especie de fantasma del mundo industrial. Tan anacrónico, en fin, como la escritura».

 

ciudades.-8uuhnu.-Viena.-1960-Elfriede Mejchar

 

(Imágenes-1-Praga- Jakob Schikaneder– 1910/ 2.-Brujas -Cacmalaga -eu/ 3.- Viena –  Elfriede Mejchar– 1960)

PASTERNAK EN PEREDELKINO

 

escritores.-6wws.-Boris Pasternak.-a la izquierda, con su hermano.-pintura de su padre, Leonid Pasternak

 

«Todavía no he leído a Kafkale decía Boris Pasternak a Gerd Ruge en Peredelkino a final de los años cincuenta  -. Ahora estoy leyendo a Marcel Proust. Delicioso, en extremo delicioso; aunque a veces le encuentro falto de algo. Y si se pudiera reunir en una sola persona la fuerza de Thomas Mann y la de Rilke.., el resultado sería una obra maestra. En Thomas Mann hay un exceso de análisis psicológico experimental y también un exceso de ensayo literario periodístico. Pero su arte, unido a la fina sensibilidad, la profundidad y el sentido de lo transcendente del Rilke que escribió «Los cuadernos de Malte Laurids Brigge», sería algo extraordinario. ¡Y qué novela no sería el «Ulises», de Joyce, si tuviera la claridad de las narraciones de «Dublineses!…».

 

escritores.-5qmnm.-Boris Pasternak en Peredelkino.-1958.-foto Cornell Capa

 

Contaba todo esto Pasternak al lado del alto pupitre que utilizaba para escribir a causa de su lesión en la pierna. «No  lamento que mi obra «El doctor Jivago» se haya publicado en Occidentecontinuaba -; lo que lamento es el ruido que se ha levantado por su causa. Todos escriben sobre la novela; pero ¿ quién la ha leído propiamente? Porque, ¿qué es lo que cita de la obra? Siempre las tres mismas primeras páginas, de las setecientas que tiene el libro».

 

escritores-nnju- Pasternak- foto Cornell Capa- Peredelkino mil mvecientos cincuenta y ocho

 

«El plan de «El doctor Jivago» – explicaba Pasternak a «The Paris Review» – lo esbozan  los poemas que acompañan al libro. Esa es una de las razones por las que yo decidiera publicarlos junto con la novela. También están ahí para darle a la novela más cuerpo, más riqueza. Por la misma razón utilicé el simbolismo religioso: para darle calor al libro (…) Uno debe vivir y escribir sin descanso, con la ayuda de las reservas que la vida ofrece (…) La vida en torno nuestro cambia constantemente, y yo creo que uno debe tratar de cambiar su propia visión en forma correspondiente… cuando menos una vez cada diez años (…) Cuando escribí «El doctor Jivago» sentí que tenia contraída una deuda inmensa con mis contemporáneos. Fue un intento de pagarla (…) Yo quería dejar una constancia del pasado y honrar en ese libro los aspectos hermosos y sensitivos de la Rusia de aquellos años».

(Pequeña evocación con motivo de los cincuenta años del estreno de la película «El doctor Jivago», basada en la novela)

 

Pasternak-unng- museo de Boris Pastrnak en Peredelkino- wikipedia

 

(Imágenes.- Boris Pasternak y su hermano Alejandro hacia 1905.-pintura de Leonidas Pasternak/.- 2 y 3.-Pasternal en Peredelkino- 1958- foto Cornell Capa) / 4.- museo de Boris Pasternak en Peredelkino- Wikipedia)

LAS CARAS DE LA MULTITUD

 

gentes.-578b.-Nikolai Gorski

 

» La multitud es su elemento, como el aire para los pájaros y el agua para los peces – escribía Baudelaire -. Su pasión y su profesión lo llevan a hacerse una sola carne con la multitud. Para el perfecto flâneur, para el observador apasionado, es una alegría inmensa establecer su morada en el corazón de la multitud, entre el flujo y reflujo del movimiento, en medio de lo fugitivo y lo infinito (…) Él es un poeta que a menudo está más próximo al novelista o al moralista. Es el pintor de los momentos fugaces y abarca todas las sugerencias de la eternidad. Cada país, para su satisfacción y gloria, posee algunos pocos hombres con esta estampa.»

 

gentes-rrttgh-Maya Kapouski

 

«¿No lo he dicho ya? – escribía Rilke en «Los cuadernos de Malte Laurids Brigge» – Estoy aprendiendo a ver. Sí, este es el comienzo. Todavía no soy bueno para ello. Pero me esforzaré por serlo. Por ejemplo, nunca me había preguntado cuántas caras existen. Hay una cantidad enorme de personas, pero hay muchas más caras porque cada una tiene varias.»

 

rostros-evvb-August Sander

 

 (Imágenes.-1.-Nikolai Gorski/ 2.-Maya Kapouski- kirekei. com/ 3.- August Sander)

 

RECUERDO

 

retratos-hhnnn-Gerardo Diego- por Pelayo Ortega- bne es

 

Recuerdo, sí , lo recuerdo. Como así lo expresaba Marcello Mastroianni en sus Memorias y como así también le gustaba decir a Georges Perec. Paso con estos papeles y estas carpetas de sala en sala en la Biblioteca Nacional de Madrid y recuerdo, sí, lo recuerdo, el pasar de los dedos de Gerardo Diego sobre las teclas del piano en enero de 1966, en su casa de la calle Covarrubias cuando amablemente charlamos. Paso ahora bajo su retrato y le veo venir, alejándose del piano, para enseñarme dos versiones de su «Invocación al soneto» y hablarme de la creación en poesía. Asistí a la última lección que dio en su Instituto y recuerdo, sí, lo recuerdo, aquellas manos moviéndose en el aula, explicando la gran literatura.

 

retratos-nng- Dámaso Alonso- por Hernán Cortés- bne es

 

Recuerdo, sí, lo recuerdo. Recuerdo igualmente a Dámaso Alonso bajando las escaleras de su biblioteca con un libro suyo en las manos, «Poetas españoles contemporáneos». Nos sentamos, me lo dedicó con mucho afecto, y hablamos de clásicos y modernos, especialmente de Ernestina de Champourcin.

 

retratos-yybb-Luis Rosales- por Juan Antonio Aguirre-bn es

 

No hay ninguna vanidad en todo esto, ningún mérito personal. Han sido momentos privilegiados – buscados o no – que se han ido cruzando en mi existencia dejándome huella. Y recuerdo, sí, lo recuerdo (ahora que paso bajo el retrato de Luis Rosales en esta galería expuesta estos días en la Biblioteca Nacional) , recuerdo a Rosales en su casa de la calle de Vallehermoso, en 1977, aludiendo a Granada y a Lorca, a las palabras de Rilke: «Era poeta y odiaba lo impreciso.»

 

retratos-ytr-Onetti- por Rómulo Macció- bne es

 

Sigo pasando por estas salas en las que he escrito tanto, he escrito en el campo, bajo los árboles, en las madrugadas madrileñas, en días parisinos y romanos. Recuerdo, recuerdo lo que he escrito  también aquí, los libros elaborados en la Sala General o en la llamada de «Raros y Manuscritos».  Recuerdo al pasar bajo el retrato de Onetti, aquel febrero de 1979, en su casa de Madrid, él acodado en la cama, sus ojos mirándome tras sus gruesas gafas, desentranándome despacio el laberinto de sus personajes.

 

retratos-uuybb- José Hierro- por Rafael Cidoncha- rafaelcidoncha es

 

 

Recuerdo a Pepe Hierro en «La Estafeta Literaria», después en el autobús que nos traía a los dos desde Radio Nacional y Televisión, después en largas y gratas conversaciones sobre su poesía. Recuerdo, sí, lo recuerdo, con sus ojos muy vivos, su rompiente carcajada, hablándome de aquel bar de Madrid donde a veces, entre el ruido de tazas y cucharillas, él iba enlazando sus poemas.

 

retratos-bbhhu-Torrente Ballester- por Damián Flores Lanos- bne- es

 

Recuerdo, sí, recuerdo a Torrente Ballester en su casa madrileña, cuando acababa de fallecer su primera mujer, Josefina Malvido, a final de los años cincuenta. Recuerdo a Torrente mucho tiempo después coincidiendo en jurados de premios literarios. Recuerdo su ironía, las fatigas, la tenacidad de su trabajo.

Recuerdo, sí, lo recuerdo.

Ninguna vanidad en todo esto. Ningún mérito personal.

Paso, envuelto en recuerdos, bajo esta galería de retratos.

 

(Imágenes.-1.-Gerardo Diego.-Pelayo Ortega– bne.es/ 2.-Dámaso Alonso-Hernán Cortés-bne.es/ 3.-Luis Rosales- Juan Antonio Aguirre– bne.es/4.-Juan Carlos Onetti- Rómulo Macció.-bne.es/ 5.-José Hierro- Rafael Cidoncha- bne.es/ 6.- Gonzalo Torrente Ballester- Damián Flores Llanos– bne.es)

JUGUETES DE RILKE

 

muñecas-uuttvcm-Lotte Pritzel- librairie-fourcade com

 

«Gran alma fogosa del caballito de balancín – escribe Rilke -, alma que meces el corazón del niño en un mar de olas inducidas, agitando el aire del cuarto de jugar y haciéndolo tumultuoso como si estuvieras por encima de los célebres campos de batalla de la tierra, tú, alma orgullosa, creíble, casi visible. De qué modo hacías temblar y moverse las paredes, los marcos de las ventanas y los horizontes familiares, como si las tormentas futuras ya estuvieran arrancando estas estructuras provisionales que podían parecer tan invencibles en las tardes largas y monótonas. Ah, alma del caballito de balancín, cómo nos transportabas a una esfera inexorablemente heroica, para perecer allí en el calor y la gloria con los cabellos en el más tremendo desorden.»

 

muñecas-buur-Lotte Pritzel- mil novecientos catorce- pinterest com

 

 

Así escribe Rilke en su articulo «Muñecas: sobre las muñecas de cera de Lotte Pritzel«, con motivo de una exposición de muñecas de la artista alemana Pritzel en febrero de 1914. El misterioso universo de los juguetes atrae a Rilke, que va pasando a través de su prosa desde las muñecas a las marionetas, desde las marionetas a los diminutos  tranvías y de los tranvías a la redondez del balón. » Oh tú  – prosigue en ese texto , segura alma del tranvía, casi podías dominar cuando viajábamos alrededor de la habitación sólo con la más vaga creencia en nuestra naturaleza de tranvía. Vosotras, almas de todos aquellos juegos y aventuras solitarios – alma del balón, ingenuamente complaciente, alma en el olor de los dominós, el alma inagotable del libro ilustrado, alma de la cartera de la escuela ( una era un poco desconfiada porque con frecuencia tenía tratos con adultos), alma sorda en  el pabellón de la espléndida trompeta de hojalata -, qué cordiales  erais todas, y casi tangibles.»

 

muñecas-uyyb-Lotte Pritzel y las muñecas-atelier Madame d´Ora- The European Library

 

Lore Prizel creaba unas muñecas de alambre y cera de aspecto extravagante, no pensadas para los niños, pero que tuvieron mucho éxito y Rilke se interesó por ellas.»Las fuerzas de mi infancia – escribió el poeta en una carta – han jugado conmigo; los recuerdos han jugado conmigo, perezosos deseos han jugado conmigo; mi propia sangre no sabía qué hacer y jugaba conmigo – y como ocurre con los juguetes: esto no me ha hecho más bello como un arma largo tiempo transportada, sino más malo, esto me ha usado, justamente, como un juguete

 

muñecas-8hhggtbr de

 

Los juguetes hicieron meditar a Rilke y escribió sobre ellos en varias ocasiones. La magia de las cosas corrientes y comunes le hizo decir: «me gustaría mencionar rápidamente sólo unas cuantas cosas perfectamente simples – un atril de bordar, una rueca, un telar doméstico, un guante de novia, una taza, la encuadernación y las páginas de una biblia, por no hablar de la poderosa voluntad de un martillo, la devoción de un violín, la bondadosa impaciencia de unas gafas con montura de asta. Efectivamente, tomemos tan sólo esos naipes que se usan tan a menudo para hacer solitarios y echémoslos sobre la mesa : al instante se convierten en un punto focal para las tristes esperanzas que se han formado inesperadamente.»

Poesía, juguetes, misterio de las cosas.

(Imágenes.-1.Lotte Pritzel- muñeca-librairie fourcade/ 2.- Lotte Pritzel-muñecas- 1914 pinterest/ 3.- Lotte Priztel- atelier madame- The european librariy/ Lotte Pritzel- muñeca)

NARANJAS

fruta.-tqae.-naranjas.-William J McCloskey.-1889

«Esperad…, esto sabe…Ya se marcha.

….Taconeo, zumbido, poca música:

oh muchachas ardientes y calladas,

¡danzad el sabor de la fruta probada!

La naranja danzad. Nadie puede olvidarla,

cómo ella se defiende, hundiéndose en sí misma,

de su dulzor. Ella ha sido vuestra.

Se convirtió, delicia, a vosotras.

fruta.-44dd.-naranjas.- John William Waterhouse.-1890

La naranja danzad. ¡El cálido paisaje

arrojad de vosotras y que brille maduro

del país en los aires! Desvelad encendidas

un perfume tras otro. ¡Cread el parentesco

con la pura envoltura que se niega,

con el zumo que llena a la dichosa!»

Rainer Maria Rilke.«Soneto XV».-«Los sonetos a Orfeo» (traduccción de Eustaquio Barjau)

fruta- bammr-naranjas- William J McCloskey- mil ochoccientos noventa y siete

(Imágenes-1-William J. McCloskey.-1889- Amon Carter Museum of Art- wikimedia/ 2.-John William Watherouse.-1890/ 3.-William J. McCloskey-1897)

ESPEJOS

rostros.-tybn.-espejos.-Vivian Maier.-1950

«Espejos: nadie aún ha descrito, sabiéndolo,

qué sois en vuestro ser.

Vosotros, como intersticios del tiempo,

llenos sólo de agujeros de cedazo.

Vosotros, derrochadores aún de la sala vacía,

a la hora del crepúsculo, vastos como bosques…

Y la araña, como un ciervo de dieciséis cuernos,

pasa a través de vuestra impenetrabilidad.

A veces estáis llenos de pinturas.

Algunos parecen haber entrado en vosotros,

a otras tímidamente las mandáis pasar de largo.

Pero la más bella quedará, hasta que,

al otro lado, en la virginidad de sus mejillas

haya penetrado el claro, liberado Narciso.»

Rainer Maria Rilke.«Los sonetos a Orfeo».– Libro ll.-soneto lll

interiores-rtyy-espejos- Laura Knight- mil novecientos veintidos

(Imágenes.-1.-Vivian Maier- 1950/ 2.-Laura Knight– 1922- pinterest.com)