PRIMAVERA 2011 (3) : GERARDO DIEGO

«Ayer

Los días niños cantan en mi  ventana

Las casas son todas de papel

y van y vienen las golondrinas

doblando y desdoblando esquinas

Violadores de rosas

Gozadores perpetuos del marfil de las cosas

Ya tenéis aquí el nido

que en la más bella grúa se os ha construido

Y desde él cantaréis todos

en las manos del viento

Mi vida es un limón

pero no es amarilla mi canción

Limones y planetas

en las ramas del sol

Cuántas veces cobijasteis

la sombra verde de mi amor

la sombre verde de mi amor

La primavera nace

y en su cuerpo de luz la lluvia pace

El arco iris brota de la cárcel

Y sobre los tejados

mi mano blanca es un hotel

para palomas de mi cielo infiel».

Gerardo Diego: «Primavera«.- «Manual de espumas«

(Imágenes: 1.- Grant Wood.-.-primavera en el campo.-1930/ 2.- Joseph Felix Bouchor.-1900)

PRIMAVERA 2011 (2) : LUIS CERNUDA

«Este año no conoces el despertar de la primavera por aquellos campos, cuando bajo el cielo gris, bien temprano a la mañana, oías los silbos impacientes de los pájaros, extrañando en las ramas aún secas la hojarasca espesura húmeda de rocío que ya debía cobijarles. En lugar se praderas sembradas por las corolas del azafrán, tienes el asfalto sucio de estas calles; y no es el aire marceño de tibieza prematura, sino el frío retrasado quien te asalta en tu deambular, helándote a cada esquina.

Abstraído en este imaginar, marchas con nostalgia por la avenida del parque, donde revuela espectral a ras de tierra y te precede, fugitiva ala terrosa, una hoja del otoño último. Tan reseca es y oscura, que se diría muerta años atrás; imposible su verdor y frescura idos, como la juventud de aquel viejo, inmóvil allá, traspuesta la reja, hombros encogidos, manos en los bolsillos, aguardando no sabes qué.

Al acercarte luego, hallas que el viejo tiene a sus pies manojos de flores tempranas, asfodelos, jacintos, tulipanes, de vívidos colores increíbles en esta atmósfera aterida. Casi da pena verlas así, expuestas en mercado norteño, como si ellas también sintieran su hermosura indefensa ante la hostilidad sombría del ambiente.

Pero la primavera está ahí, loca y generosa. Llama a tus sentidos, y a través de ellos a tu corazón, adonde entra templando tu sangre e iluminando tu mente; quienes a la invocación mágica, a pesar del frío, lo sórdido, la carencia de luz, no pueden contener el júbilo vernal que estas flores, como promesa suya, te han traído e infundido en tu miedo, tu desesperanza y tu apatía».

Luis Cernuda: «La primavera».-«Ocnos«.

(Imágenes:-1.-The Christian Science Monitor/ 2.-Lowell Nesbitt Blair.-1965.-Clarke Gallery.-still life quick heart)

HISTORIAS QUE SON AHORA DEL PASADO

Cosas que no hacen más que pasarrecuerda «El libro de la almohada» de Sei Shônagonal que ya me referí en Mi Siglo:

El barco cuando la vela va izada.

La edad de las gentes.

La primavera, el otoño, el verano, el invierno.

Las cosas pasan sobre los periódicos y los periódicos sobre las cosas. Las noticias son cubiertas por nuevas imágenes y las imágenes por nuevas noticias.

Pasan las cosas:

Cosas que llevan a la melancolía.

Cosas que contienen una gracia refinada.

Cosas que llenan el alma de tristeza.

También las cosas más bellas del mundo.

«En primavera – sigue diciendo Sei Shônagon – es la aurora lo que yo prefiero. La cima de los montes se vuelve poco a poco distinta y se aclara fácilmente. Nubes violáceas se alargan. En verano, es la noche. Admiro, naturalmente, el claro de luna; pero también la oscuridad en la que vuelan cruzándose las luciérnagas. Incluso si llueve, me encanta la noche de verano. En otoño, la tarde. Las puestas de sol lanzan sus rayos brillantes y se aproximan a la cresta de las montañas. Entonces los cuervos van a dormir, y se les ve pasar tres, cuatro, dos, y se siente uno deliciosamente triste. Y cuando las largas filas de ocas salvajes aparecen tan pequeñas todo aún es más bonito. Después, cuando el sol ha desaparecido, el ruido del viento y la música de los insectos posee una melancolía que me encanta. En invierno, en cambio, amo la mañana desde muy temprano. No hay palabras para hablar de la belleza de la nieve; pero me agrada igualmente la pureza extrema del hielo blanco o simplementre del frío extremo; muy pronto, se enciende el fuego, se acerca el carbón de madera incandescente: es eso lo que conviene a la estación. Sin embargo, al aproximarse el mediodía, el frío se relaja y no es agradable que el fuego de los braseros se cubra de cenizas blancas».

Pasa Sei Shônagon.

Pasan los siglos.

Los periodicos pasan sobre las cosas y las cosas sobre los periódicos. A las noticias las cubren nuevas imágenes y a las imágenes las cubren nuevas noticias.

(Imágenes:-1–japanese.art/2 .Kano Eitoku -wikipedia/3.-Utagawa Hiroshige.- lluvia en el puente Atake.-wikipedia)

PRIMAVERA 2011 (1) : EL VIENTO DE MARZO

«Bella es la primavera, pues ahora la tierra contempla,

con ojos de amado, la cara del sol;

más largo se hace el día, y la esperanza se adentra

en los acres que dan fruto con renovado esplendor.

Qué dulce es ahora divagar por la tierra,

entre pájaros y flores y todos los animales;

amor encuentra amor, y no hay guerra

en tu corazón o el mío, pues sanan todos los males.

De pueblo en pueblo, por oteros y sembrados,

alegres hemos rodado todo el día;

pero ahora el crepúsuculo ha llegado,

y sobre la iglesia gris, gris es la atardecida.

(…)

¡Escucha, el viento toca el olmo! De Londres viene,

y habla de oro, de esperanza y desazón;

de un poder impotente; del saber que se tiene

y que nada enseña que mejore nuestra condición.

(…)

¡Escucha! El viento de marzo nos habla de la gente;

de vidas que fueron tristes y en pobreza,

y si nuestro amor entre ellos fuera residente,

menor sería mi afecto, menor fuera tu belleza.

Vuelve a la posada, amor, a la luz y al fuego,

y al canto del violín y al ruido de pisadas;

pues allí habrá deseo y sosiego,

y dulce será nuestro despertar a la mañana-

Y así, amor, en nuestro andar, el viento nos sopla a la espalda,

y la última historia de hoy nos relata,

y así en primavera el mensaje nos encuentra;

y esa esperanza oculta ahora se revela.

(…)

Pero mira, la vieja posada, las luces, el fuego,

el canto del violín y el ruido de pisadas;

pronto tendremos silencio, deseo y sosiego,

y dulce será nuesto despertar a los hechos de mañana».

William Morris : «El mensaje del viento de marzo»

(Imágenes:-1.-Joaquim Mir.-almendros en flor/2.-Joaquim Mir.-prmavera.-Montserrat/3.-Jean-Francois Millet.-1817- 1873.- golpe de viento.-Museo Nacional de Gales)

OTOÑO 2010 (5) : HAN YÜ

«Todo resuena, apenas se rompe el equilibrio de las cosas. Los árboles y las yerbas son silenciosas; el viento las agita y resuenan. El agua está callada: el aire la mueve y resuena; las olas mugen: algo las oprime; la cascada se precipita: le falta suelo; el lago hierve: algo lo calienta. Son mudos los metales y las piedras, pero si algo los golpea, resuenan. Así el hombre. Si habla, es que no puede contenerse; si se emociona, canta; si sufre, se lamenta. Todo lo que sale de su boca en forma de sonido se debe a una ruptura de su equilibrio.

La núsica nos sirve para desplegar los sentimientos comprimidos en nuestro fuero interno. Escogemos los materiales que más fácilmente resuenen y con ellos fabricamos instrumentos sonoros: metal y piedra, bambú y seda, calabazas y arcilla, piel y madera. El cielo no procede de otro modo. También él escoge aquello que más fácilmente resuena: los pájaros en la primavera; el trueno en verano; los insectos en otoño; el viento en invierno. Una tras otra, las cuatro estaciones se persiguen en una cacería que no tiene fin. Y su continuo transcurrir, ¿no es también una prueba de que el equilibrio cósmico se ha roto?

Lo mismo sucede entre los hombres; el más perfecto de los sonidos humanos es la palabra; la literatura, a su vez, es la forma más perfecta de la palabra. Y así, cuando el equilibrio se rompe, el cielo escoge entre los hombres a aquellos que son más sensibles, y los hace resonar».

Han Yü (768-824) : «Misión de la literatura» ( traducción de Octavio Paz)

(Imagen: foto Kurasovas Olegas.-The National Geographic)

UNO DE ABRIL

«Cuando el sol va a estudiar viene en mi ayuda;

algo tiene hoy la luz interminable;

¡deja que el sol en tu silencio hable,

el sol que en primavera se desnuda!

Un viento casi escrito, una menuda

expectación de vida  irreparable

y esta visión melódica y probable

del aire, al fin, en primavera muda.

Todo empieza a vibrar en la distancia,

y hay un olor de tierra hacia la infancia,

hay tibiezas de miel y establo viejo;

ya es nuestro el corazón, la sangre gira,

y en el latir del cielo abril se mira

igual que una violeta en un espejo».

Luis Rosales: «De cómo vino alegremente la primavera» («Sonetos de abril«) («La estatua de sal» 1935-1939)


(Imágenes:-1 y 2.-Jasmina Danowski-.2008 y 2009 .-Sapnierman  Modern.-Nueva York.-artnet)

AL ENTRAR LA PRIMAVERA

«Cuatro estaciones colman la dimensión del año;

cuatro estaciones obran en la mente del hombre:

su intensa primavera, cuando la fantasía

recoge en su amplio seno todo lo que es belleza;

su verano, en que gusta rumiar plácidamente

ideas juveniles como alimento dulce

de primavera, y estos ensueños le aproximan

lo más cerca del cielo; tranquilas ensenadas

tiene el alma en su otoño, cuando, desocupado,

cierrra el hombre sus alas, contento ante la vista

de las brumas, y deja pasar inadvertidas

las cosas bellas como cuando fluye un arroyo

junto a su puerta. Y tiene su invierno deformado,

pues su naturaleza mortal así lo exige».

John Keats: «Las estaciones humanas»

(Imagen.-«La Primavera».-vidriera.-Eugène Grasset.-cartón Félix Gaudin.-París 1894.-Les Arts Décoratifs)

LA NUBE DISTRIBUYE LA LLUVIA

estaciones.-mn56.-Berta-Lumn.org«La nube distribuye la lluvia con imparcialidad, pero una gota cae sobre el bosque en llamas, y vuelve a la nube  revestida de gloria. Otra cae en el pantano, adonde nadie irá a beber: vivirá el instante, ese punto geométrico, ese gozne de la realidad. Al llegar la Primavera, rechazando un mundo inaceptable en el cual, para evitar males mayores, será preciso arrojarse en la más hipócrita bestialidad, la apestada se construirá un mundo en el que pueda vivir, la flor del estío, por ejemplo. Entonces, el coro alterno de un mundo creado y un mundo rechazado, ese combate en la sombra, esa indestructible sinfonía, esas heridas y esas sonrisas se deslizarán lentamente hacia la oscuridad y la soledad. En otoño, los horizontes desaparecen, la tierra se ara y nos damos cuenta de que el mundo ha cambiado».

Maurice Blanchard: «La nube distribuye la lluvia»

(Imagen: Bertha-lum.org)

MAYO

flores-1

 Todas las rosas son la misma rosa,

amor, la única rosa.

Y todo queda contenido en ella,

breve imagen del mundo,

¡amor!, la única rosa.

 

Rosa, la rosa…(Pero aquella rosa…)

La primavera vuelve

con la rosa

grana, rosa, amarilla, blanca, grana;

y todos se embriagan con la rosa,

la rosa igual a la otra rosa.

¿Igual es una rosa que otra rosa?

¿Todas las rosas son la misma rosa?

Sí. (Pero aquella rosa…)

 

La rosa que se aisla en una mano,

que se huele hasta el fondo de ella y uno,

la rosa para el seno del amor,

para la boca del amor y el alma.

(…Y para el alma era aquella rosa

que se escondía, dulce entre las rosas,

y que una tarde ya no se vio más.

¿De qué amarillo aquella fresca rosa?)

 

Todo, de rosa en rosa, loco vive,

la luz, el ala, el aire,

la honda y la mujer,

y el hombre, y la mujer y el hombre.

La rosa pende, bella

y delicada, para todos,

su cuerpo sin penumbra y sin secreto,

a un tiempo lleno y suave,

íntimo y evidente, ardiente y dulce.

Esta rosa, esa rosa, la otra rosa…

Sí. (Pero aquella rosa…)

Juan Ramón Jiménez: «Rosa íntima».flores-trpb-por-alessandro-twombly-2008-artnet (Imagen: Alessandro Twombly.-2008.-artnet)

PRIMER DÍA DE PRIMAVERA

flores-ttuuy-por-alessandro-twomlbly-2006-artnet

«Me dijo un alba de la primavera:

Yo florecí en tu corazón sombrío

ha muchos años, caminante viejo

que no cortas las flores del camino.

 

Tu corazón de sombra, ¿acaso guarda

el viejo aroma de mis viejos lirios?

¿Perfuman aún mis rosas la alba frente

del hada de tu sueño adamantino?

 

Respondí a la mañana:

Sólo tienen cristal los sueños míos.

Yo no conozco el hada de mis sueños;

no sé si está mi corazón florido.

 

Pero si aguardas la mañana pura

que ha de romper el vaso cristalino,

quizás el hada te dará tus rosas,

mi corazón tus lirios».

Antonio Machado: «Del camino».

(Imagen: «The Twist» de  Alessandro Twombly.-2006.-artnet)