RESEÑAS Y CRÍTICAS LITERARIAS

“ A quien lee una reseña lo que le interesa es cómo escribe el crítico, sin que necesariamente salga corriendo de su casa a comprarse el libro comentado —dice un consumado crítico de “La Vanguardia” tras muchos años de experiencia —. Reseñar un libro cada semana puede ser agobiante. Y es también estimulante. Es imprescindible que pienses en cada uno de los lectores, por distintos que sean uno de otro. Que hay que respetar al lector.  Convendría recordar que el crítico no está formado como tal, es siempre autodidacta.  La crítica literaria es casi inexistente en las universidades y sólo se comentan los autores consagrados, que no exigen opinión sino erudición.

No toda la crítica que escribimos es para los periódicos. Casi todos nos especializamos en algún terreno y colaboramos en revistas más o menos académicas. Y el inevitable rigor que uno utiliza al profundizar en un tema, repercute positivamente a la hora de exigirnos el mismo rigor como reseñistas. Cualquier actividad literaria que hagamos en un terreno repercute en otros terrenos. ¿Cuál es el crítico literario más completo? El que sabe varios idiomas y no se limita a leer traducciones. (Es significativo que los críticos españoles muy raramente comenten la traducción; a veces ni siquiera aparece el nombre del traductor). El que ha traducido, para penetrar en los misterios del lenguaje y de la creación misma. El que ha sido profesor y experimenta de primera mano qué es la comunicación. El que además de crítico es poeta o narrador. El que se interesa por otras expresiones artísticas, como la música o la pintura. El que ha viajado. El que conoce y lee con frecuencia periódicos que no son los suyos, y aquí se incluyen los extranjeros, algo muy fácil desde que podemos leer la prensa en Internet.

Ejercer de crítico te obliga a conocer a otros críticos. Muchas veces creemos que según la tendencia ideológica del periódico lo serán las críticas que en él se publiquen. No es así. Y afortunadamente los críticos condicionados por una ideología son muy pocos.

El problema de la crítica literaria española es muy otro. Es la incapacidad de apoyarse en un aparato crítico teórico e incluso de construir su propia base teórica o que refleje un modo de pensar, no sólo de interpretar y juzgar. Y esto nos ocurre porque en nuestra cultura faltan filósofos y grandes ensayistas. Todo esto lleva a cierta banalización y frivolización que, por desgracia, está a la altura de lo que es el país.”

 

 

(Imágenes—1-Alain Pontecorvo/ 2- Adolfo Kaminsky- journal de la photographie)

HISTORIA Y PERIODISMO

 

Prácticamente todo cuanto está escrito en el periódico de hoy es historia, lo que aparezca en cualquier jornada sea cual sea el diario, la revista y su periodicidad, la grabación televisiva o radiofónica, muchos de los textos distribuidos por las nuevas tecnologías, todo ello es utensilio capital en el taller del historiador. El historiador investiga, rastrea los hechos ocurridos, compara, coteja versiones, acumula y selecciona, complementa lagunas, descubre indicios reveladores y, entre mil operaciones más, a veces se queda con la incógnita en el aire, tal y como si el enigma, a pesar de los datos, no consiguiera desvelarse.

Recordaba todo esto cuando hace algún tiempo leí el libro de Raymond CartierHitler:  al asalto del Poder”. Allí aparecía un párrafo inicial del doctor judío Eduard Bloch: “En mis cuarenta años de práctica médica nunca había visto un dolor tan desgarrador como el del joven Hitler”. Naturalmente, Adolfo Hitler tenía en ese momento diecinueve años y la fecha era el 23 de diciembre de 1908. Acababa de enterrar a su madre en el cementerio de Leonding.

 

 

Cartier intentaba culminar una obra de histora ayudándose con el amplio bagaje del periodismo. Se le había proporcionado la documentación que provenía de multitud de fuentes en gran número de países, especialmente de archivos privados y de colecciones de diarios y revistas del mundo entero. Flor de un día parecía una noticia en cualquier periódico del mundo, pero no era así. La noticia y sus variadas interpretaciones, las omisiones y deformaciones, así como las fidelidades a la verdad se entrecruzaban continuamente. El periodismo, a veces sin darse mucha cuenta, lleva consigo el peso enorme de una responsabilidad inmediata, asimismo proyectada hacia el futuro. El pasado se va reconstruyendo pieza a pieza por el historiador que puede ir hasta el escondite de los archivos secretos cuyo sello en silencio el tiempo desvela y hasta hace poco consultaba esas hemerotecas quizá ya polvorientas y hoy sustituidas por bancos de imágenes.

Cartier, como tantos otros grandes periodistas, entregaba en aquel libro su gran caudal de amplios estudios y lo hacía con la minuciosidad y el rigor que une al periodismo con la Historia, reflejada en una de sus frases: “Nunca he tenido otra profesión que la de periodista”. Y sin embargo era con esa profesión cuando cruzaba el umbral del historiador.

 

 

(Imágenes- 1- webdeapplecom 2- Stuart Davis- 1924 -artnet/3- Alain Pontecorvo)

LA VIDA, MODELO PARA ARMAR

 

 

“Estamos aprendiendo a convencernos – denunciaba el dramaturgo norteamericano David Mamet – de que no necesitamos sabiduría, comunidad, provocación, sugestión, escarmientos, ilustración…, que nos basta con tener información, lo que puede aplicarse a todo el mundo, como si la vida fuera un modelo para armar y nosotros, como consumidores,  solo precisásemos las instrucciones de montaje.

Los medios de comunicación de masas corrompen la necesidad que tiene el ser humano de cultura ( una mezcla de arte, religión, desfiles, teatro…: una celebración de la vida que compartimos) para convertirla en puro entretenimiento, de tal manera  que marginan todo lo que carece de un atractivo inmediato para las masas por estar “podrido de cultura” o poseer una “atraccción limitada”… La gran autopista de la información promete a todas luces diversidad, pero no hace sino eliminar, marginar y trivializar todo lo que no atrae a las masas de modo instantáneo.”

(Imagen- Arman- 1969artnet)

EL DETALLE EN EL ARTÍCULO

 

«Al escribir en la prensa o en Internet siempre los temas están ahí, en la vida, en las pequeñas cosas de la vida cotidiana, en las grandes cuestiones eternas con las que se enfrenta al ser humano (vistas generalmente, sin embargo, desde un ángulo significativo, desde un detalle preciso, como una pequeña puerta que se abre a la amplia consideración del artículo).

«Ese detalle, el hallazgo inesperado de ese detalle, no es fácil encontrarlo. Se requiere ir con los ojos abiertos, una apertura que se llama atención. “Para hacer un periodismo real y tangible ‑recordaba Plaes indispensable una curiosidad, un interés por las cosas de la historia y de la vida”. Sin esa curiosidad se camina con los ojos cerrados y aplicándolo a este oficio del periodismo esa ceguera lleva a la destrucción. No se es periodista ‑ni siquiera se disfruta como ser humano‑ porque la vida aparece como un muro, una masa compacta y rutinaria en donde no cabe el asombro. “Yo he sido periodista toda la vida ‑seguía diciendo Pla‑, porque he tenido toda la curiosidad que me ha permitido la existencia y porque me gusta comunicar a los conciudadanos lo que, por una razón u otra, he podido observar.”

 

 

Pero el detalle está ahí, hay infinitos detalles escondidos en las arrugas de un rostro, en el brillo de unas pupilas, en los giros de una mano, en una modulada entonación, en la manera como un político le señala el cielo a otro político, porque los dos aún no saben de qué hablar y de alguna forma ese color del día, de la temperatura del día los une, les hace sonreír forzada y protocolariamente, y les ayuda a romper el hielo… Todo está lleno de detalles en las individuales existencias y en las grandes cuestiones del mundo. El periodista ‑el articulista‑ va en busca de esos detalles y en esos detalles encontrará muy posiblemente sus temas.

“No se cansará este cronista ‑ha escrito González Ruano‑ de dar gracias a las agencias periodísticas que recogen noticias mínimas y pintorescas con las que los periódicos llenan huequecitos de poca importancia pero necesarios en la confección de sus páginas. Muchas de estas pequeñas noticias, que pocos leen, son para este cronista la base de sus artículos. Lo más difícil en una colaboración de muchos tentáculos y de una sistematización bien ordenada no es la materialidad de escibir, sino encontrar un tema que tenga siquiera condición de pretexto, y que vaya medianamente con nuestros gustos y preferencias.”

 

 

El gallego Álvaro Cunqueiro, por otra parte, tomaba de las fotografías de agencias que se publicaban en la última página de Faro de Vigo motivo para sus comentarios. A veces no buscaba los temas, simplemente los encontraba. Se surtía para escribir sus textos de lo que veía en televisión o escuchaba por la radio, o simplemente de lo surgido en las conversaciones con los amigos. “Un amigo ‑escribía por ejemplo en Faro de Vigo en 1974‑ que escuchó un artículo mío en Radio Nacional de España, en el que yo decía que ya no se encontraban en el país gallego gentes que hubiesen visto la Santa Compaña (…) se muestra conforme conmigo (…) pero me asegura que sueltos, cada uno por su lado, andan por los caminos unos cuantos inquietos. (…) Pero a mi amigo, lo que le preocupan son esos secretos, casi niebla, figura de viento, que andan por ahí, pasajeros vespertinos silenciosos, y sin duda difuntos. Cuando me despido de él, me retiene por un brazo (…) y me dice que también habría mucho que hablar del cadáver de Evita. (…) Lo del traslado del cadáver de Evita desde la quinta peronista de Madrid al ‘altar de la patria’ en Buenos Aires, es operación política”. “Ayer ‑comentaba en otra ocasión el mismo Cunqueiro‑ estaba viendo, después de almorzar, la televisión. Y daban en ella un reportaje sobre la visita de los reyes de los belgas al Japón. Fabiola y Balduino iban a ver una representación de ‘kabuki’ ‑el locutor de la televisión le llamaba ‘kiburi’; por televisión se oyen siempre muchos disparates de este tipo, (…)‑ El drama que vieron Balduino y Fabiola era ‘La muerte de Susiku una mañana de viento’ (…) La hermosa Susiku fue muerta por Nakko (…).” Y así Cunqueiro proseguía con su cultura y erudición caminando a través de una prosa mágica y personal como la que él tenía hasta cubrir por entero uno de sus textos.

 

 

Camba, a su vez, procedía de forma parecida. “Leía yo recientemente una estadística del doctor Rokeby sobre el tiempo que pierden los hombres en hacerse el nudo de la corbata ‑escribía en su artículo Una estadística impresionante, en 1944‑. Suponiendo que, por término medio, pierdan tan sólo un minuto, ello arrojaría por cada millón de hombres el total de un millón de minutos, lo que, en un país como España, se elevaría en seguida a la fabulosa cantidad de doscientas mil horas diarias, o sea veinticinco mil jornadas de ocho horas. Es decir, que invirtiendo en otras actividades el tiempo que emplean en anudarse la corbata, los españoles, según el doctor Rokeby, podrían hacerse muy fácilmente cada mes un túnel, un rascacielos, un puente, una carretera, un buque o un aeródromo.”

José Julio Perlado – «El artículo literario y periodístico – Paisajes y personajes», págs 24-26

 

 

(Imágenes -1-Jacek Malczewski– 1907/ 2-Vincent Giarrano/ 3-Bernard Lamotte- 1940/ 4- Georges Dambier– 1952/ 5- David Lyle)

CÓMO SE VENDE UN PRESIDENTE

periódicos-vvewd-Wang Du- dos mil uno

«Joe McGuinniss en «Cómo se vende un Presidente»así lo recordaba Tom Wolfe en «El nuevo periodismo» – recurre a una estrategia que exige un nervio considerable. Presenta al lector la imagen de Richard Nixon a través de cinco tomas completas de un film político, cinco tomas completas de un segundo film, y dos tomas completas de un tercero. Creo que muchos escritores se habrían contentado con describir dos o tres tomas y luego añadir sencillamente que Nixon repitió este tedioso proceso nueve o diez veces más… por miedo de que el lector desertase ante la monotonía.

Nixon-ergg-Joe McGinniss- dish andrewsulivan. com

La táctica de McGinniss de insistir en la descripción una y otra vez, desde la primera palabra hasta la última, me recuerda un poco una estrategia similar de Mark Twain en sus conferencias. Si contaba un chiste que no hacía gracia, simplemente lo volvía a contar otra vez … y otra vez… y otra vez… hasta media docena de veces… hasta que el público soltaba la carcajada, no ya por el chiste, desde luego, sino por lo absurdo de la repetición.

Bicentennial Poster U.S.A., 1976screenprint on paper

Algo parecido ocurre aquí. McGuinniss se arriesgó a perder todos sus lectores en el primer capítulo, pero el envite fue un éxito: se gana finalmente al lector. El proceso mismo de la realización de films políticos, el sentido de cálculo implícito en las repeticiones, devienen el eje de la historia, y no simplemente una anécdota o una ilustración.»

A Joe McGinniss me referí indirectamente aquí hace ya tiempo. En estos días ha llegado la noticia de su fallecimiento. Descanse en paz.

(Imágenes.-1.-Wang Du.-2001/ 2.-cubierta del libro de McGinnis/ 3.-Milton Glaser- Massimo Vignelli.-1976-designindada.com)

EL DIARIO A DIARIO

periódicos.-5gyyh.-German Lorca.-1951

«Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo.

Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee, y lo deja, convertido en un montón de hojas impresas.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis.»

Julio Cortázar.- «El diario a diario».– «Historias de cronopios y de famas»

periódicos.- rgyy.- Tshang- Yeul KIM.- pintor coreano-,. 1986

(Imágenes:- 1- German Lorca-1951/2.–Kim Tshang Yeul.- 1986/

TÀPIES Y LO COTIDIANO MISTERIOSO

Tapies.- 6huu.- e7hu.- pila de periódicos.- 1970.- foto Jason Vallis.- Barcelona VEGAP.- Bilbao 2013

«Los hogares en los que pasamos tan poco tiempo están llenos de objetos –comentaba Deyan Sudjic en «El lenguaje de las cosas» (Turner) : apilamos montones de zapatos en nuestros armarios, tenemos estanterías de discos; poseemos aparatos de gimnasia con los que nunca hacemos ejercicio, mesas de comedor en las que nunca nos sentamos a comer(…) Los objetos, para mucha gente, son parte incontestable de su realidad cotidiana.» En varias ocasiones he hablado aquí de los objetos. De sus vidas, sus lenguajes y sus mundos misteriosos. Ahora una exposición de Antoni Tàpies«Del objeto a la escultura» – nos acerca a lo cotidiano que le rodeaba a él y a su época: pilas de periódicos, 

Tapies.-4ftt.- la cama.- esmalte sobre tierra  chamoteada.-1988.- foto Rearich- Maxime and Starst Frankel. - Foundation forArt.- Fundació Tapies

butacas, camas, colchones, armarios, platos, bañeras. Sobre todos estos objetos se ha vertido numerosa reflexión y literatura.  «Las camas – recordaba, por ejemplo, el checo Vilém Flusser en su «Filosofía del diseño» (Síntesis) – son moradas en sentido riguroso y estricto. En sentido riguroso y estricto moramos en camas. Moramos en la estrechez y el rigor de las camas. (…) Elijo los siguientes mundos cuyo centro es la cama: el nacimiento, el acto de leer, el sueño, el amor, el insomnio, la enfermedad y la muerte.» Y ante el insomnio evocaba. «Estoy 

Tapies.- rvtt.- escultura.- museo Gugenhein

tumbado en la cama, decidido a dormir. Hace ya una eternidad que decidí dormir. Estoy totalmente abierto en dirección al sueño. Pero él no ha venido. Hace una eternidad que espero, y, alrededor de mí, el tiempo se petrifica en eternidad.»

Tapies.- edrr.- la butaca.- escultura.- museo Gugenhein

Si a la silla le ha dedicado Sudjic numerosas páginas – («la silla, y su antecedente el taburete – dice – lleva con nosotros al menos tres milenios, tiempo más que suficiente para haber asumido una autoridad propia y diferenciada, al margen de las personas que puedan ocuparla en un momento dado; la silla es, evidentemente, un objeto útil, pero aún así, se considera un significante cultural, puesto que, en su larga historia, ha estado asociada a multitud de proyectos que van mucho más allá de la utilidad.») – a la butaca también se le han consagrado textos íntimos y emocionales. «La butaca, con estar siempre en el mismo sitio – decía González Ruano – es, en cierto modo, volante. Cuando se es viejo, la memoria, tal vez para compensar el bolsillo, es millonaria. De modo que en la butaca viajo mucho. Toca uno un timbre de los recuerdos y pone lo que quiera: Venecia, París, Atenas y también, por supuesto, otros nombres que no son de ciudades, y el color de una voz y el calor de unos ojos, e incluso completa uno argumentos sentimentales que se quedaron interrumpidos (…) La butaca me acoge y me recoge como una patria. Su fidelidad es conmovedora. A veces la acaricio con ternura. Me preocupa el que vivirá más tiempo que yo. ¿Cuál será su suerte? ¿Cuando yo no esté aquí, qué harán con ella? A lo mejor – a lo peor – se la lleva un trapero. A lo mejor – a lo peor – la arreglan y la ponen otra tapicería. ¿No entenderán que esta es su piel auténtica, la que tantas veces tuvo la temperatura de mis manos, de mi cuerpo, de mi memoria?»

Tapies.- 5gyy.- la bañera.- 1988.- Fundació Tapies

Viejos objetos que siempre nos rodean, objetos que retratan el paso del tiempo, detalles de intimidad.

(Imágenes:- 1.-Antoni Tàpies.- pila de periódicos.- 1970.-foto Jasson Vallis.- Barcelona.- VEGAP- Bilbao.-2013/ 2.- cama.- esmalte sobre tierra chamoteada.- 1988.- foto Rearich – Maxime and Starst Frankel.-Foundation for Art.- Fondació Tàpies/ 3.-escultura. Museo Guggenheim/ 4.- escultura.- Museo Guggenheim/ 5.- Antoni Tàpies.- bañera.- 1988.- Fundació Tàpies.- elpais)

SOBRE EL LEER PERIÓDICOS

periódicos.-4200.-Peter Sellers-1963.-por Bill Brandt.-1963.-Bill Brandt Archivo Ltd

«Korf, cuando ve a un amigo inquieto que se afana

por los problemas entre las naciones, le dice:

«Lea usted el periódico de pasado mañana.

Cuando los diplomáticos riñen en primavera,

basta buscar un diario del otoño y mirar

en qué fue a terminar todo, y de qué manera.

Claro que suele hacerse al contrario, más bien,

pues, de otro modo, ¡en qué quedaría el «ahora»!

Pero, de hecho,  es cuestión de costumbre, también.»

Cristian Morgenstern.- «Sobre el leer periódicos».-«Canciones de la horca»

periódicos.-r5gh.-Richard Caton Woodville.-1825-1856.-1848

(Imágnnes.-1.-Peter Sellers.-1963.-Bill Brandt.-Archivo Bill Brandt/2.- Richard Caton Woodville.-1849)

DEL CONOCIMIENTO Y LA INFORMACIÓN

«Se cierne el águila en la cumbre del cielo,

El cazador y la jauría cumplen su círculo.

¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!

¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!

¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!

El infinito ciclo de las ideas y de los actos,

infinita invención, experimento infinito,

Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;

Conocimiento del habla, pero no del silencio;

conocimiento de las palabras e ignorancia de la Palabra.

Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,

Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,

Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.

¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?

¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?

¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?».

(…)

T. S. Eliot :–  (versión de Jorge Luis Borges)

(Imágenes:- 1.- Sergei Parajanov.-1968/2.-Pamela J Crook.-Saturday.-Loch Gallery-artnet)

EL FUTURO DE LA COMUNICACIÓN

Copio de eCuaderno estas muy interesantes declaraciones de José Luis Orihuela en una entrevista concedida al Centro de Investigación de Medios y Sociedad Andes (CIMAS), de la Universidad de los Andes, con motivo de su reciente visita a Chile.

«La evolución de las tecnologías de la información, los soportes móviles y la digitalización han producido un cambio radical en los modos de gestión de la información pública. Queda fracturada buena parte de los paradigmas con los que hasta ahora hemos entendido la comunicación pública, el sentido de los medios, la propiedad intelectual, los derechos de autor, etc.

En el antiguo entorno, la figura del gatekeeper o editor, administraba de manera exclusiva en todas las industrias (música, cine, editorial y artística) la posibilidad de que los generadores de contenidos publicaran o comunicaran. En el nuevo escenario existe la posibilidad para todas las personas que generan contenido de comunicarlo públicamente sin mediación. Con lo cual todo ha cambiado en este escenario de la comunicación pública. No tiene sentido mantener, prolongar o proyectar los modelos de negocio o las formas de gestión de derechos basadas en la reproducción física de copias en un entorno en el cual podemos distribuir los contenidos independientemente de los soportes. Tampoco tiene sentido mantener un sistema de pago en un escenario en que existen productos gratuitos de calidad alternativa.

El gran desafío para los creadores es mostrar de una manera eficaz su talento, hacerse escuchar o ver en un espacio en el que todo el mundo tiene voz y así descubrir y generar modelos de negocio que hagan sostenible su actividad como artistas, escritores, productores, guionistas. Y todo esto no necesariamente proyectado desde los modelos de negocio anteriores.

A veces para un músico es mucho más eficaz que sus obras circulen libremente por la red y generar suficiente volumen de atracción y de visibilidad como para que sus conciertos resulten multitudinarios. Pueden vender entradas que a veces duplican o triplican el precio de la distribución física de su obra.

Las personas que se quieren dedicar profesionalmente a la generación de contenidos tienen una oportunidad que no ha existido nunca en la historia de hacer público su arte y talento sin ningún tipo de intermediación: ni instrumental, ni funcional, ni personal, ni mediática.

Ese escenario ha debilitado la estructura y funciones y los modos de financiación de las industrias tradicionales. Afecta a la industria de la música, del cine, la industria periodística, pero no tiene vuelta atrás. No hay ninguna posibilidad de volver a la situación anterior en la que existían instituciones, personas y empresas que administraban la comunicación pública y los contenidos generados por los artistas.

¿Cómo harán los medios tradicionales para no desaparecer como intermediarios? ¿Cuál es su futuro frente a la falta de mediación?

Creo que este tema no debería preocuparnos. Por ejemplo, ante el desarrollo del ferrocarril, la pregunta ¿qué debemos hacer para mantener la diligencia a caballo? no es la correcta, sino que ¿cómo transformamos nuestro negocio, nuestra identidad para aprovechar la aparición del ferrocarril?

Estamos frente a un tipo de innovación que deja fuera de la historia a algunas industrias. Es un proceso progresivo, no desaparecerán esas industrias en los próximos 50 años. Lo que no va a desaparecer y es importante que no desaparezca son los perfiles profesionales asociados a la gestión profesional de formación de contenidos. Tal vez los periódicos – tal cual los conocemos- o las revistas de papel y los programas de televisión y de radio dentro de 25 años hayan desaparecido o sean diferentes. Más que esto interesa ver cómo los profesionales hemos sido capaces de transformar nuestros talento, arte y oficio para desarrollarlos eficazmente utilizando las nuevas plataformas y llegando de nuevas maneras al público y a los usuarios.

Creo que esa desaparición de medios tradicionales no es un proceso inminente, es a medio o largo plazo. Se trata de un proceso más o menos inevitable, no será una desaparición absoluta porque tradicionalmente no ha habido una sustitución de medios viejos por medios nuevos, sino que ha habido una mutación. Dentro de 15 ó 20 años probablemente le llamaremos revista, libro o diario a una cosa que, físicamente no se parecen a los objetos que ahora llamamos así. Quedará sólo el nombre o sólo el nombre paulatinamente transformado. Es menos importante la pervivencia de los medios –cómo vamos a hacer para que estos medios no desaparezcan- que el cómo haremos para que siga habiendo un espacio social y cultural para la gente que se quiere dedicar de manera profesional a la comunicación, al arte o a la creación. Esto es lo crucial.


¿Habrá espacio para los periodistas?

Ese espacio ya existe. En el viejo entorno, uno se podía topar con un estudiante que se quejaba por su escasez de oportunidades para demostrar su talento en crónicas deportivas porque no conseguía publicarlas en el periódico de su ciudad. Ahora esa limitación no es real. Cómo hacerlo rentable es un problema diferente sobre el que no hay respuestas definitivas porque es un proceso que estamos viviendo ahora. Lo que es evidente es que no se podrán proyectar los viejos modelos de funcionamiento de negocios. Me parece que no hay vuelta atrás y que la necesidad de la sociedad de consumir información, cultura y ficción seguirá existiendo, sólo que será resuelta mediante otro tipo de productos, en otras plataformas y por más gente.

Con las nuevas redes se genera un problema de derechos de autor, vida privada, derecho a la propia imagen, etc.. que están sin resolver…

En este tema hay cuatro puntos importantes:

Primero, a veces el discurso de la privacidad va directamente en las plataformas, cuando debería ir primero en las personas. La gente está haciendo pública su vida privada porque quiere. Publica fotos de su boda, de sus vacaciones, de sus hijos, etc. sin que nadie le obligue a hacerlo. Estamos compartiendo nuestra vida públicamente.

Segundo, en el ámbito específico de las redes sociales hay algunas limitaciones o condicionamientos. El usuario puede determinar qué tipo de público puede tener acceso y qué contenidos publica.

Tercero, el uso por parte de los medios de comunicación tiene que ver con las condiciones de uso de las plataformas. Por ejemplo, las condiciones de uso de facebook impiden que cualquier cosa publicada salga a los medios de comunicación. En la práctica eso no se hace. Creo que no se puede hacer un uso público de lo publicado en facebook. Eso está especificado en las normas de uso de la plataforma.

Cuarto, en procesos más complicados deberíamos empezar a acostumbrarnos a especificar a los usuarios de buena voluntad con qué tipo de licencias publicamos ciertos contenidos. Esto es especialmente grave en el caso de profesionales. Cuando se publican fotos, videos o textos, hay que indicar qué se puede hacer con esos contenidos. Algunos de esos contenidos interesa que sean reproducidos en medios de comunicación, siempre citando la fuente. Esta conciencia de indicar un tipo de licencia específica para cada contenido ayuda a proteger el trabajo.

Es importante entender que lo nuevo en el ámbito de las comunicaciones y de los medios no es un problema, sino una oportunidad. El análisis de lo nuevo como un problema se suele realizar cuando se mira lo nuevo con los paradigmas de lo viejo. Si queremos entender y participar en la cultura que están generando estas nuevas herramientas y nuevas formas de la tecnología tenemos que pensarlas en términos de oportunidad, de la maravillosa oportunidad que supone para una institución universitaria tener acceso a contenidos de investigaciones publicadas en universidades de todo el mundo, a publicar los trabajos de nuestros estudiantes, y muchísimas otras ventajas».

(La negrita es mía)

( A veces en un blog no hay nada más que añadir)

(Imágenes:-1.-Arman.- La acumulación informativa.-1969.-artnet/2.-Larry Fink -artnet)

EL SIGLO XlX Y LA SONRISA

«El sombrerero Fulano de Tal, deseando acabar cuanto antes con su corta existencia, se propone dar sus sombreros más baratos», recogía Larra en su artículo «El café«.

«Se venden sombreros para niños de paja; medias para clérigos de lana y cajas para difuntos completos y de medio herraje; zapatos para hombres rusos hechos en Madrid, y camas de matrimonio con su cópula correspondiente», recordaba Mesonero Romanos en «Escenas matritenses«.

Ramón Gómez de la Serna decía que «el humorismo es el glóbulo amarillo de la circulación», pero aquí no hay humorismo consciente sino errores gramaticales en los periódicos de la época que critican con rapidez tanto Mesonero como Larra. Puede leerse en la prensa de entonces que se «venden zapatos para muchachos rusos, pantalones para hombres lisos, escarpines de mujer de cabra, elásticos de hombre de algodón». Se han cambiado las palabras, se ha hecho prestidigitación con los vocablos: «el lunes 8 del corriente, por la tarde, se perdió un librito encuadernado en papel de poesías alemanas, titulado Charitas, 20 de octubre»; «el miércoles 10 del corriente se extraviaron del palco bajo número 8, en el Teatro de la Cruz, unos anteojos dobles, su autor Lemiere, metidos en una caja de tafilete encarnado, 16 de octubre».

El ojo lector que recorre la prensa de entonces se asombra de que todas aquellas piedrecillas fueran sembrando los caminos. Hoy, a pesar de los avances, muchas veces ocurre igual.  Nadie en un períódico se dedicó a corregir en el XlX los errores enviados por los particulares. Por eso se leía que «en la calle del Baño, número 16, cuarto segundo, se venden desde hoy hasta el 12 del corriente, desde las diez de la mañana hasta el anochecer, pinturas originales de los pintores más clásicos y de varios tamaños, a precios equitativos».

Aquello no era humor sino torpeza gramatical que al fin provocaba la indignación envuelta en la sonrisa. Otro tipo de fino humor, en cambio, lo mostrará también en ese siglo, y entre otros escritores, Galdós en «Miau«, al retratar a los cursis: «Anoche me contó Bibiana Cuevas que en el Paraíso del Real nos han puesto un mote: nos llaman las de «Miau» o los «Miaus», porque dicen que parecemos tres gatitos, sí, gatitos de porcelana de esos con que se adornan ahora las rinconeras. Y Bibiana creía que yo me iba a enfadar por el apodo. ¡Qué tonta es!… ¿ Somos la risa de la gente?… Somos unas pobres cursis. Los cursis nacen y no hay fuerza humana que les quite el sello… Seré mujer de otro cursi y tendré hijos cursis a quienes el mundo llamará «los Michitos».

(Imagen:-1.- Objet (Soap Bubble Set).-1941.-Joseph Cornell.-artnet/2.-gato.-Pierre Bonnard.- 1903.-Olga s Gallery)

PERIODISMO ¿ Y FUTURO ?

 

periódicos.-por André Derain.-1914.-Museum Syindicate

Copio de unas declaraciones del periodista Bru Rovira:

» El periodista debe analizar el tiempo en el que le toca vivir: primero definir, luego discutir”.» En esta “fiesta de fin de curso del pasado“, el periodismo y la democracia deben ir de la mano. “Si no molestamos, nos convertiremos en una sociedad totalitaria. No somos inocentes, vivimos en el conflicto permanente y tenemos que tomar posición”.

 “Hemos querido hacer periodismo, ir a los sitios, explicar las cosas, privilegiar la información… pero la empresa nos ha ahogado, nos ha convertido en funcionarios.”

 “Se ha acabado esto, esto se ha acabado, los medios están comprados. El periodismo ha ido perdiendo el contexto, el discurso de la palabra, se ha redirigido hacia las emociones y el espectáculo: es una mercancía.”

Selecciono entre más declaraciones suyas:

             Los medios de comunicación se han enamorado de la opinión y han dejado al lado la información.

El freelance se enfrenta a un problema: que en los medios no compran periodismo sino espectáculo.

Si como periodistas en el mundo global no nos interesa la gente quedaremos en manos de la propaganda. Es más creíble una persona que está un mes en Congo que otra que escribe desde la redacción. Después está la credibilidad de cada uno.

El periodismo de calidad tiene un mercado. Al final aparecen las cosas bien hechas.

En las empresas no hay debate, no hay democracia, no se discute.

El cambio, el futuro, son los periodistas que se independizan y crean un producto periodístico.

Estamos en el final de fiesta de algo, en el Titanic. La información volverá. Las sociedades necesitan el debate.

No creo que mueran los medios debido a Internet, habrá en todo caso transformación. Me gustaría que los periodistas recuperaran el control».

He ido subrayando algunas de las frases.

 No hace falta añadir mucho más.

 

(Imagen: – André Derain.-1914.-Museum Syndicate)

 

 

OJO HUMANO SOBRE EL MAL

once de septimbre.-3

«Se estrella el segundo avión secuestrado por terroristas contra la segunda de las dos Torres Gemelas de Manhattan.

once de septiembre.-5

La imagen del impacto es vista en directo por el mundo entero. El ojo humano queda hipnotizado por la incredulidad y el horror y la palabra no sale de los labios, sólo aparece el gesto.

once de septimbre.-8

El ojo humano queda imantado en la pantalla y la pupila recoge esa humareda blanca y esa bolsa de sangre incendiada que envuelve a los rascacielos.

once de septiembre.-13

Minutos después aparecen pañuelos de vidas en las ventanas despidiéndose o pidiendo auxilio a la existencia. Otras existencias caen ovillándose para siempre, rodando por el aire de la niñez al suelo, despavoridas, seguidas por el ojo humano que no las puede ayudar. El ojo de la cámara, el ojo del televisor sigue teniendo en su pupila una nube roja y blanca, una mancha o penacho en llamas que le impide ver con serenidad.

once de spetiembre.-4

Las dos Torres están llenas de vida, es decir, de proyectos, de amores, vacaciones, fiestas, paisajes, niños en las casas, colegios, deudas, créditos, preocupaciones, lágrimas y carcajadas. Pocos minutos después, al caer derrumbadas todas esas vidas, el polvo se hunde haciéndose arena y esa arena expulsa una bocanada de pavor entre las calles, aliento caótico en Manhattan que apenas se huele y que sólo el ojo contempla mientras corre hacia atrás, intentando no ser alcanzado por el televisor.

once de septeimbre.-15

Es el triunfo del ojo sobre la palabra porque la palabra aún no se pronuncia, no ha tenido tiempo de pronunciarse. Sólo el grito y el gesto dominan entre exclamaciones y los diálogos apenas se inician, mucho menos las palabras impresas. Pero las palabras impresas – primeras ediciones de periódicos – pronto aparecerán. Más tarde vendrán primeras ediciones de libros, segundas ediciones, volúmenes, palabras, palabras analizadas, palabras investigadas, encuadernadas, palabras doradas por el estilo, traducidas, bruñidas, repujadas, colocadas en estanterías, situadas en bibliotecas. El ojo no basta. La imagen no es suficiente. El ojo recibiendo imágenes no explica a sí mismo la Historia. Es excepcional, sí, como documento histórico, es importante testimonio ocular, pero visto y no visto en aquella increíble mañana neoyorquina, el ojo necesitará posarse también sobre la página, resbalar sobre el texto en papel como lo hace sobre la pantalla.

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A este día de terror no le es suficiente el ojo televisado. Este ojo tendrá que salir de esta habitación de imágenes y buscar un periódico, detenerse, volver a rebuscar entre las líneas del periódico, ávida y tenazmente, intentando encontrar el secreto bajo la tierra de las palabras. Después lo hará en el libro. Aquí sí, aquí una palabra clave vale más que mil imágenes saliendo del Vesubio de Nueva York, fantasmas de arena como esculturas de barbarie. Esas estatuas de arena que andan sobre los puentes con sus carteras de ejecutivo y sus pañuelos de ocasión escapan maquilladas del polvo del espanto como saliendo de Nínive. ¿Por qué marchan hieráticas y sobrecogidas? ¿Qué ha ocurrido en esos edificios gigantes que ahora se derrumban? ¿Por qué, por qué?once de septiembre.-FF Los porqués quedan envueltos en los gases neoyorquinos, en el misterio de la polución americana, dentro de la cúpula del consumismo occidental. Antes de caer las innumerables oficinas, los papeles despiden en el aire las facturas y los balances revolotean suicidándose. Es el cielo de millones de papeles blancos, el cielo de existencias arrojadas desde las ventanas. Los qués siguen apareciendo en las pantallas de los televisores mientras los porqués se esconden aún en los libros. Durante siglos paces y odios entre civilizaciones se han prensado entre signos apretados que los copistas se pasaron unos a otros, que los lectores leyeron primero en voz alta y luego en la intimidad. Después la lectura cambió la intensidad y el silencio por la extensión y el afán de leer. Gran parte del mundo occidental leía en el siglo XlX. Luego, al entrar las imágenes en las habitaciones del siglo XX, al sentarse los hombres ante las pantallas y quedar extasiados por sombras y luces, el libro permaneció en otro cuarto y fue alejándose poco a poco al fondo del pasillo del esfuerzo y también del placer».

El ojo humano siempre tendrá que ver – y recordar – el qué.  Y  deberá leer  – y estudiar – el porqué del mal.

El ojo y la palabra«, páginas 11-13)

(Imágenes: algunas fotos tomadas el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York por un avión militar.- Nine Eleven.- Retour sur le septembre 2001. morel michel)

EL CAMINO PARA VENIR AQUÍ

El camino para venir aquí está hecho de piedras, periódicos, hierro, neón y cristales, es un camino de arte, el camino del «arte povera«, materiales tan pobres como la madera, los tejidos, los hilos, pero los hilos me han ido tirando y atrayendo hasta esta sala, han ido atando mis pasos por Caixa Forum de Madrid hasta dejarme quieto ante esta pieza en el suelo, «El camino para venir aquí» de Mario Merz, el camino de los periodicos repetidos, la noticia solidificada, «Il Corriere della Sera» del 10 de enero de 1986 amontonado en paquetes bajo una cinta fosilizada, una hilera de periódicos iguales, la noticia siempre repetida, esa noticia «Non piu armi alla Libia» en primera página, no, no más armas a Libia ni a ningún sitio, no mandar armas nunca a nadie, ¿para qué las armas?, la noticia aparece en Primera y la Primera se repite multiplicándose en el suelo, el periódico muestra sus montones efímeros, nada más efímero que un periódico de ayer, ayer se mandaban armas a Libia y hoy se envían a otros sitios, el periódico está detenido en esta sala, es la repetición de la actualidad, la relación que Merz hacía entre cultura y naturaleza, ¿es cultura mandar armas a los hombres?, ¿se mejora la naturaleza?.
Luego he tomado la senda del hierro, del tejido, del cristal, el neón me ha guiado por Madrid, he cruzado las calles y he llegado a las teclas de este blog de Mi Siglo, me he asomado a la ventana de la pantalla y he recordado de nuevo el camino para venir aquí.
(Imagen: pintura de Mario Merz.-Flickr)