ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN

Días como relámpagos

un llamear de instantes

que en el sueño, en las altas

barandas al vacío

y en un lento desfile

de instantáneas borrosas

acabarán sepultos

en el álbum de cuero

allá al fondo del mueble.

Y, en tanto que las larvas

reconocen el género,

acaso ya una ninfa

va trasminando seda.”

Antonio Martínez Sarrión- “Ejercicio sobre Rilke” 1988

(en memoria del poeta que acaba de morir) Descanse en paz.

(Imagen- Robert Henderson)

ES EL DE SIEMPRE

 

 

“Por el tiempo no pasan los años .Es admirable cómo se conserva, a su edad. El tiempo está ahí desde hace mucho, probablemente desde la noche de los tiempos, y no se inmuta cuando sus huéspedes temporales le cambian de nombre. Siempre ha ido a lo suyo y no a lo nuestro, que es pasar.  (“Envejecer, morir, es el único argumento de la obra”, dijo alguien que murió sin llegar a viejo),  A mí me pasa lo contrario: he llegado a viejo sin morir en el intento, aunque bien sabe Dios y algunos “barmans” que no ha sido por cuidarme mucho.

Desde ayer el tiempo se llama de otra manera. No puede engañarme porque le he visto emplear la misma estrategia setenta y tantas veces. Siempre, desde que perdí el uso del misterio y gané el uso de razón, una ráfaga melancólica  se me ha colado durante estas fiestas por las rendijas del alma a pesar de tenerla en mi almario. Lo que pasa es que hay que disimular, para no ser un aguafiestas. Además, eso le ocurre a mucha gente en Navidad y en Nochevieja. Nos da por hacer balance, cosa siempre peligrosísima, porque obliga a mirar hacia atrás. El riesgo no estriba en la posibilidad de convertirnos en estatua de sal, que eso pasó sólo una vez, según dicen, sino en coger una tortícolis.

 

 

Los que menos se deprimen  por estas fechas son los psiquiatras:    tienen la consulta llena de personas deprimidas y ven aumentar su negocio, lo que siempre produce alegría. En cualquier caso, no hay que confundir la depresión con la melancolía, que es un sentimiento sosegado, que acompaña mucho. Hasta el punto que creo que nadie puede ser aproximadamente feliz sin tener buenos momentos melancólicos que le deparen la ocasión de superarlos.

Bastante me molesta a mí ser, desde ayer, un tal poeta y gacetillero del siglo pasado. Me consuela saber que el tiempo es el de siempre: un asesino invisible que nos persigue por los calendarios y que al final nos mata a todos, aunque a veces, como carece de prisa, se tome su tiempo.”

Manuel Alcántara -“El Correo” , 2 de enero de 2001

(pequeña evocación del gran articulista y columnista español que acaba de morir)

DESCANSE EN PAZ

 

 

(Imágenes-1-Neeta Madahar -2005- Howard  Yezerski gallerie – artnet/ 2-Emmanuel Sougez/ 3- Yunphotonet)

BERTOLUCCI : ¿QUÉ ES EL CINE?

 

 

“Parece ser que el cine – decía Bertolucci – es la plasmación de una idea en imágenes. Sin embargo, en el fondo, para mí siempre ha sido un modo de explorar algo más personal y más abstracto. Mis películas siempre acaban muy distintas de lo que me había imaginado al principio. Por consiguiente, es un proceso progresivo. Suelo comparar un film con un barco pirata. Es imposible saber dónde irá a parar si le das  la libertad de seguir los vientos de la creatividad; sobre todo, con alguien como yo, que le encanta soplar en direccción contraria.

Cuando empecé a hacer películas en los años sesenta, había algo que los cineastas denominaban la pregunta Bazin: ¿qué es el cine? Era una especie de interrogante  perpetuo que acababa convirtiéndose en el tema de todas las películas. Y, después, dejamos de planteárnoslo, porque las cosas cambiaron. Sin embargo, tengo la sensación de que el cine supone experimentar ese tipo de trastornos tan intensos en un momento dado y perder gran parte de su singularidad, de modo que la pregunta Bazin vuelve a convertirse en un tópico y estamos obligados a preguntarnos una vez más qué es el cine.

 


 

Yo no he ido a una escuela de cine. Tuve la suerte de poder trabajar, de joven, como ayudante en las películas de Pier Paolo Passolini y así aprendí a dirigir. Durante años me he sentido orgulloso de esta falta de formación teórica y sigo creyendo que la mejor escuela de cine es el plató. Además, soy consciente de que no todo el mundo tiene esta oportunidad y aún hay otra cosa : en mi opinión, para aprender a hacer películas, no sólo tienes que hacer películas, sino ver tantas como puedas. Estas dos consideraciones tienen la misma importancia. Y tal vez sea ésta la única razón por la que aconsejaría a alguien que acudiera a la escuela de cine hoy en día: es una oportunidad para descubrir todo tipo de películas que nunca tendrás ocasión de ver en salas de cine.

Sin embargo, si alguien me pidiera que enseñara dirección, sinceramente, no sabría qué hacer. No creo que supiera por dónde empezar. Tal vez me contentaría  simplemente con enseñar películas. Y, sin duda alguna, la que escogería por encima de cualquier otra sería “La regla del juego”, de 1939, de Jean Renoir. Enseñaría a los estudiantes cómo, en esa película, Renoir consigue crear un vínculo de unión entre el impresionismo, el arte de su padre, y el cine, su propio arte. Trataría de demostrar cómo esta película alcanza el objetivo que todo film debería luchar por alcanzar:  transportarnos a un lugar diferente.”

(en el día del fallecimiento de Bertolucci)

Descanse en paz.


 

(Imágenes- 1-Bertolucci- variety/ 2- El último emperador/ 3-.Bertolucci- ABC es)

 

JOHN BERGER

figuras-ui-sipho-mabona-dos-mil-catorce

 

En numerosas ocasiones he hablado aquí de John Berger, el crítico, ensayista y novelista que acaba de morir. Repasando sus libros encuentro sus frases sobre la mirada que yo quise comentar en «El ojo y la palabra». «Uno tiene la impresión – decía Berger – de que las imágenes publicitarias están pasando continuamente ante nosotros, como expresos en camino hacia alguna estación remota. Nosotros estáticos; ellas dinámicas (…) La mirada publicitaria nos propone a cada uno de nosotros que nos transformemos, o transformemos nuestras vidas, comprando alguna cosa más (…) Nos convence para que realicemos tal transformación mostrándonos personas aparentemente transformadas y, como consecuencia de ello, envidiables (…) Ser envidiado es una forma solitaria de reafirmación, que depende precisamente de que no compartes tu experiencia con los que te envidian. Eres observado con interés, pero tú no observas con interés, pues si lo hicieras, resultarías menos envidiable (…) Esto explica en la publicidad la mirada ausente, perdida, de tantas imágenes fascinantes. Miran «por encima» de las miradas de envidia que las sostienen».

Palabras certeras de su obra » Modos de ver’ (Gustavo Gili) que en estos momentos y ante la desaparición de Berger me vuelven a la memoria.

Descanse en paz.

( Imagen – Sipho Mabona – 2014)

TE ACOSTARÁS SOBRE LA TIERRA

cielos- nhu- Emil Nolde- mil novecientos treinta

 

«Te acostarás sobre la tierra sencilla,

¿quién te dijo que te pertenecía?

Desde el cielo inmutable, la luz errante

volverá a comenzar la eterna mañana.

Creerás renacer con las horas profundas

del fuego negado, del fuego mal extinguido.

Pero el ángel vendrá con sus manos de ceniza

para calmar la fiebre del día que nace».

Yves Bonnefoy.- «Te acostarás sobre la tierra»

(evocación ante la muerte ayer del poeta francés) Descanse en paz.

(Imagen.- Emil Nolde – 1930)

MARK STRAND

ángeles.-123.- old- world

 

» Estoy seguro de que esto te parecería neblinoso,

con muchas casitas de piedra muy necesitadas de reforma.

Grupos de almas, envueltas en capas, se sientan en los campos

o pasean por los sinuosos caminos sin asfaltar. Son educados,

y no les preocupa su cuerpo, que el viento atraviesa,

con un chitón. No hace mucho,

me paré a descansar en un lugar donde una niebla

especialmente espesa subía del río. Alguien,

que afirmaba haberme conocido años atrás,

se me acercó, y dijo que había muchos poetas

vagando por ahí que deseaban volver a vivir. Estaban dispuestos

a decir las palabras que habían sido incapaces de decir,

palabras cuya ausencia había sido el silencio del amor,

del dolor, e incluso del placer. Luego se juntó con un grupito

congregado junto al fuego. Creo que reconocí

algunas caras, pero al acercarme escondieron

la cabeza bajo el agua. Aparté la mirada hacia las colinas

que había sobre el río, donde las luces doradas del ocaso

y el amanecer son una y la misma, y vi algo que volaba

de un lado a otro, batiendo las alas. Se quedó flotando.

Era un ángel, uno de los buenos, a punto de cantar.»

Mark Strand (traducción de Damià Alou)

(pequeño recuerdo de Mark Strand fallecido el 29 de noviembre)

Descanse en paz.

 

ángeles.-67nnj.-Ángel de las aguas.-Bethesda Terrace.-Central Park2

 

 (Imágenes.-1.-ángeles- old-world/ 2.-ángel- Central Park)

ANA MARÍA MATUTE

 

 

Ana María Matute- ybg- vivirextremadura es

 

«Olvidado Rey Gudú» – confesaba Ana María Matute  – es el libro de mi vida, el que siempre deseé escribir», y reconocía que «aunque transcurre en el siglo X, todo lo que ocurre es absolutamente vigente, y hasta resulta cotidiano.» «Lo fantástico de mi obra tiene toda la intencionalidad de la realidad. La parte fundamental de «Olvidado Rey Gudú» es cuando su madre, siendo aún niño, le quita la capacidad de amar. Ella ha sido una víctima del amor, porque solamente se ha tratado en su vida con un anciano. ¿Cómo se enamora una muchacha de trece años de un hombre viejo? Resulta que el hombre que tiene que atraerla es un hombre con experiencia. Y es ella quien lo paga muy caro porque el viejo no se enamora de ella, es ella quien se enamora. Y la trata mal (… ) Como yo dije alguna vez «el amor es una maravillosa equivocación.»

 

Ana María Matute- vvddtr- clubdelecturazamora com

 

Conocí a Ana María Matute en Barcelona, en 1962. Estaba aún casada con Ramón Eugenio de Goicoechea y le contó a Manuel del Arco en una de aquellas entrevistas brevísimas como fogonazos que ella siempre escribía para sí misma. A Salvador Paniker le confesó que escribía a máquina «porque la máquina es una cosa fría que se parece a la imprenta y que permite apreciar mejor los defectos.» A la vez, que escribía por las mañanas «porque estoy medio dormida, lo cual para escribir va muy bien. Pongo música bajito, de manera que casi no la oiga, y procuro no mirar el papel blanco, porque si lo veo quedo aterrada. El papel blanco es el principal enemigo del escritor. Yo no quiero verlo. Pienso en el libro, y a medida que

 

 

Ana María Matute 14 Mayo 2010

 

lo pienso lo escribo. Soy una escritora más intuitiva que reflexiva. Un libro igual puede durarme seis meses que  un año, o dos, o tres. Lo que más me cuesta es encontrar el tono. Cada libro requiere el suyo (…) Escribo en una holandesa a doble espacio; anima más que el folio. Yo, para comenzar, suelo escribir unas páginas llenas de estupideces; ya sé que son estupideces, pero las escribo porque son muy útiles para afinar el tono. Ahora bien, una vez el tono afinado, me paso horas escribiendo sin parar, ya no tengo la angustia del papel blanco y voy llenando hojas de una manera, digamos, torrencial.»

 

Ana María Matute- vnnb- en su casa de Sitges- mil novecientos setenta- publico es

 

» Mi forma deseada de escribir – contestaba a Valerie Milles en «Mil bosques en una bellota» – hace parte de la magia, de la magia de la literatura, de la literatura como invención (….) No me he limitado a contar, a narrar. Yo imagino. Invento (…)  La infancia es algo que no se pierde nunca. La infancia marca. He insistido bastante en que la infancia, el niño o la niña que fuimos, la llevamos dentro para siempre y es un lugar muy rico para la imaginación y la invención.»

Ana María Matute-boouu-eldia es

 

Hoy ha muerto Ana María Matute.

Descanse en paz.

(Imágenes.-1.- Ana María Matute- vivirextremadura.es/ 2.-Ana María Matute- clubdelecturazamora/ 3.-Ana María Matute- participaradio5-rtv/ 4.-Ana María Matute en su casa de Sitges, en 1970- publico.es/ 5.-Ana María Matute- eldia.es)

MARIENBAD, RESNAIS

«La historia se desarrolla – escribía Robbe- Grillet– en un gran hotel, una especie de palace internacional, inmenso, barroco, con una decoración fastuosa pero fría: un universo de mármoles, columnas, ramajes estucados, artesonados dorados, estatuas, criados en actitudes rígidas. Una clientela anónima, educada, rica sin duda, ociosa, practica seriamente, pero sin pasión, las estrictas reglas de los juegos de sociedad ( cartas, dominós…), de los bailes mundanos, de la conversación huera o del tiro de pistola. Dentro de este mundo cerrado y agobiante, hombres y cosas parecen, por igual, víctimas de algún hechizo, como en los sueños en que uno se siente guiado por una ley fatal, cuyos más pequeños detalles sería tan vano pretender modificar como intentar evadir.

cine-eern-Alain Resnais y John Gielgud- eldiario.es

Un desconocido vaga de sala en sala – ora llena de gente en actitudes afectadas, ora desiertas -, traspone puertas, tropieza con espejos, recorre interminables pasillos. Su oído capta algunos trozos de frases, al azar. Su mirada pasa de un rostro anónimo a otro rostro anónimo. Pero siempre vuelve sobre el de una mujer, hermosa prisionera, tal vez todavía viva, de esta jaula de oro. Y he aquí que le ofrece lo imposible, lo que en este laberinto, en donde, por lo visto, el tiempo se ha abolido, parece lo más imposible: le ofrece un pasado, un porvenir y la libertad. Le dice que se encontraron ya, hace un año, que se amaron, que él comparece ahora a la cita que ella le dio y que va a llevársela consigo.»

cine-rrfg-Alain ResnaisEscribí aquí hace ya tiempo de «El año pasado en Marienbad»

Estos días se anuncia la desaparición de Alain Resnais.

Descanse en paz.

(Imágenes.-1.-Alain Resnais y John Gielgud.-eldiario.es/ 2.-Alain Resnais dirigiendo)

SOBRE LA LUNA

«La superficie de la Luna es suave y polvorienta – relataba Neil Amstrong el 21 de julio de 1969 -; puedo… puedo removerla sin dificultad con la punta del pie. Se adhiere en finas capas como tiza en polvo a la suela y los costados de mis botas. Tan sólo puedo moverme centímetros, o tal vez una fracción de centímetro; pero puedo ver las huellas de mis botas en las finas partículas arenosas…No parece existir demasiada dificultad para moverse de un lado a otro, tal como imaginábamos… Nos encontramos en un lugar llano, muy llano, de hecho». Así lo transmitía Peter Fairley, el entonces corresponsal científico de las Independent Television News.

En varias ocasiones he hablado de la Luna en Mi Siglo. Recordando mi conversación en París con Gabriel Marcel y evocando lo que sobre la Luna comenta el novelista inglés Kingsley Amis y lo que muchos autores han escrito sobre ella.

 La Luna ha sido atracción constante para generaciones y sus misterios siempre provocaron preguntas.

Cuando el gran periodista italiano Enzo Biagial que ya me referí aquí – le interrogó a uno de los científicos más notables, el físico y matemático Tullio Regge, sobre la existencia de posibles colonias lunares, éste le contestó: » A mí me parece que hablar de estas colonias es ocioso e inútil. Costaría mucho menos colonizar la Antártida que ir en busca de aventuras por el espacio. Con menos gasto irrigaríamos también el desierto del Sahara. No veo de qué forma la Luna pueda constituir la base natural de una colonia humana. Ante todo, si bien es cierto que resulta fácil llegar a ella, salir es difícil, porque para ello se necesitaría mucha energía. Una colonia humana sería mucho más natural en un asteroide, donde las distintas fuerzas de gravedad se anulan. Si uno recoge minerales en la Luna y quiere llevarlos a la Tierra, tiene que levantar el peso en órbita y emplear mucha fuerza. Lo que supone potencia malgastada. Si uno encuentra el mismo mineral en un asteroide, la velocidad de fuga para traerlo es mínima y el esfuerzo despreciable; bastan veinte kilómetros por hora, lo que significa que si se da una patada a una piedra, la piedra entra en órbita».

Sobre La Luna – enaltecida en tantas poesías y observada desde tantas ventanas –  puso el pie Neil Amstrong , el hombre que acaba de morir.

Descanse en paz.

(Imágenes.- 1.-Lisa Falzon/ 2.- Luna llena en Kansas City.-MO (AP/Charlie Riedel)/ 3.-Max Ernst.-1970/ 4.-Shannon Stamey.-pichaus.com)

TÀPIES

«¿ Me preguntas si mi obra se halla en la corrientes vigentes y actuales? –decía Tàpies en una entrevista en 1968 -. Pero ¿ de qué vigencias hablas? Porque me imagino que los criterios, pongamos por caso, de un funcionario oficial de Bellas Artes, deben ser muy distintos a los que pueda tener, por ejemplo, un crítico independiente. Yo poco sé de corrientes pictóricas y de vigencias. Siempre he sentido una gran alergia por los viajes en rebaño y por lo que se dice que está de moda en un momento dado. Nada más fugaz que las modas. Es un mundo más propio de campañas comerciales, de las tan a la moda «promociones de ventas», que naturalmente necesitan proclamar a los cuatro vientos que sus productos son el último grito.

Pero esto es lo accesorio. Lo importante reside en otro punto: en este imprevisible saber qué pasará el día de mañana en mi taller o en el taller de los artistas más jóvenes, como es imprescindible en los manejos de un laboratorio conocer de antemano un descubrimiento científico. Confiamos en que algo pasará, pero no sabemos qué. Además, los cambios no son gratuitos – insisto en mi poca confianza en los cambios bruscos de la moda -, sino que están en función de las evoluciones ideológicas y de los acontecimientos que se suceden en el mundo en general…

(…) El antagonismo entre la pintura figurativa y la abstraccionista ha sido siempre para mí un falso problema. Yo no sé qué es el «minimal art» y estoy de acuerdo en lo del falso problema entre la pintura figurativa y la nebulosista: puede ser tan mala una marina relamida como un conglomerado de manchas funerarias. El problema está en la limitación del hombre. El lenguaje abstracto es limitado y encogido. Como el lírico o el místico. Intentar reflejar con ellos una manifestación estética o una sensación anímica o vtal, requiere forzosamente, si se pretende hacerlo sin adocenamiento, un punto de genialismo, de originalidad candente y poderosa en el artista o en el místico, en el poeta. Debe crear una obra grande con materiales breves. Si el lenguaje escogido, en cambio, responde a la realidad – un rostro crispado… -, toda la carga dramática, toda la plenitud física, todo el complejo material e inmaterial que conforma esta realidad y alienta en ella, son el cañamazo rico y grávido sobre el cual puede proyectarse la potestad creadora del pintor, y, de la conjunción, puede salir un cuerpo artístico de resonancias más vastas que la de un cuerpo estrictamente informal».

(Pequeño recordatorio de Antoni Tàpies en el día de su muerte)

(Imágenes.-1 y 2.-obras de Tàpies.-elconfidencial.com)