ÁRBOLES DE MONDRIAN

 

 

“El caso Mondrian” se presentó los días pasados en reflexión virtual en la Fundación March de Madrid y a su vez el museo Reina Sofía dedica a Mondrian una importante exposición. Al nombre de Mondrian nos acercamos hasta sus árboles tan únicos y distintos y nos quedamos asombrados de sus ramas y  de sus raíces. A las raíces del árbol — recordaba Cirlot en su “Diccionario de símbolos” — corresponden los dragones y serpientes; al tronco, animales como el león, el unicornio y el ciervo, que expresan la idea de elevación, agresión y penetración. A la copa, aves y pájaros o cuerpos celestes. Y las correspondencias de color son : raíces, negro; tronco, blanco; copa, rojo. Pero Mondrian hace sus árboles propios: el árbol rojo, en 1908; el árbol azul, entre 1909 y 1910; el árbol gris, en 1911; el “manzano en flor”, en 1912.

 

 

El gran crítico de arte italiano, Renato Barilli, es uno de los estudiosos que ha querido comentar esta “serie del árbol” de Mondrian, “ una de las series más emocionantes de todo el arte contemporáneo por la regularidad — dice— y el carácter irresistible de progresión. En ella el artista desarrolla dos ciclos contiguos y sin embargo distintos: por una parte, el de la abstracción, en el sentido pleno de la palabra, según el cual se trata de simplificar y reducir el motivo de la naturaleza, y por otra parte, el ciclo de la concreción, que consiste en pasar a la ofensiva, en rehacer la realidad, en reestructurar la naturaleza.”

 

 

“El árbol rojo — dice Barilli— ofrece el dato sobresaliente  del desarrollo frondoso y explosivo del follaje que hace chasquear lazos, ojales, oleajes.”

 

“El árbol azul presenta una abstracción creciente, una estilización más elegante.”

 

 

“El árbol gris testimonia  el estadio en suspenso entre lo abstracto y lo concreto.”

Árboles de Mondrian, que pasan de la abstracción a la concreción. Siempre únicos. Siempre sorprendentes.

 

 

 

(Imågenes-— 1, – árbol rojo/ 2 – árbol azul /  3 – árbol gris/ 4 y  5 – Mondrian- árboles/  6 – Mondrian, pintado por Simon Maris- 1903)

PASEANTES DE MUSEOS

 

Ahora, con la pandemia globalizada, la preocupación de los directores de museos en todos los países lógicamente se ha acentuado en busca de espectadores del mundo. Los pasos de los paseantes de las salas se han reducido enormemente  y la contemplación de las obras intenta hacerse a través de métodos distintos, trasladando, en la medida de lo posible, las artes y los artistas hasta la intimidad de los hogares ¿ Los turistas, entonces, visitaban hasta ahora colecciones o  visitaban recintos? Es una pregunta que se han hecho muchos observadores, y que entre ellos se la quiso plantear también Félix de Azúa en su “Diccionario de las artes”. “Los turistas—afirmaba Azúa—no ven piezas maestras de todos los tiempos o las vanguardias del siglo XX, sino “el Guggenheim”, el Reina – Sofia – de Nouvel” o la “Tate Modern”

 

“La última vuelta de tuerca se produjo cuando, a mediados del siglo XX, los museos pasaron a ser centros turísticos de notable interés económico y, por lo tanto, anexos a la ingeniería del ocio, el turismo y la diversión. (…) Los técnicos del ocio deberían considerar seriamente — opinaba Azúa —la posibilidad de mantener vacío alguno de estos edificios para aproximarse a una representación artística y apropiada de nuestra actual apetencia de museos entretenidos. Se cumpliría entonces la función mágica de las artes, su capacidad para ser “obra” sin estar presentes, en tanto que espacio sagrado donde “se produce” lo artístico. (…) En los espacios vacíos del arte, la presencia del paseante sería la obra de arte misma., como el silencio es música en las composiciones de Cage o las páginas en blanco son obra en el catálogo de Klein. De ese modo, las artes se habrían arrancado la última máscara y mostrarían un rostro sin rasgos, mondo, liso, un enorme huevo asombrosamente coincidente con el espíritu del tiempo.”

Mientras tanto, en esta transformación total que estamos viviendo estos meses en el mundo, los pasos de los paseantes imaginarios por los museos online nos transmiten un sonido distinto.

 

(Imágenes—1-Pere Borrell -1874/ 2- Eliot Erwitt/ 3- museo Sorolla en Madrid)

LEER IMÁGENES

 

fotografía- bbvvn- Ortiz Echague- Siroco en el Sahara- mil novecientos sesenta y cinco- abc es

 

«Había simplemente que aprender a leer las imágenes – recuerda Jacques Bonnet en su «Bibliotecas llenas de fantasmas»  (Anagrama) – igual que había aprendido  a leer las palabras – para poder disfrutar de ellas (…) Las imágenes tienen diversas funciones. Pueden acompañar una exposición teórica o histórica o pueden ser el interés principal del libro.» Y muchas veces esas imágenes realzan una obra y la acompañan como ocurre con las fotografías, entre otros, de Ramón Masats,

 

fotos Palazuelo-vbby-enrique Palazuelo- fotografias al minuto- Camilo José Cela- todocoleccion net

 

Catalá Roca, Enrique Palazuelo, Oriol Maspons y Julio Ubiña ( Palazuelo en  «Nuevas escenas matritenses» de Cela  y Maspons + Ubiña en la edición de Lumen de «Poeta en Nueva York«) . Ahora lo recuerda todo esto y muchas cosas más diversas exposiciones que sobre Photo España y  la historia del fotolibro se celebran en Madrid.

Leer libros acompañados de excelentes imágenes enriquece la visión y contemplar imágenes mientras se lee complementa la lectura. Son lecturas distintas pero

 

 

fotografía- bbhyt-Joan Villatobà- photoEspaña dos mil catorce

 

muchas veces una explica a la otra. » Leer imágenes» (Alianza)  es el título de un interesante libro de Alberto Manguel y en él desciende el autor a detalles significativos, como por ejemplo la fotografía de Tina Modotti retratando los pies de un campesino mexicano vestido con ropa blanca de faena, las uñas rotas y la piel encostrada de tierra. Si en la historia del arte se había dedicado un penetrante estudio al papel privilegiado del dedo índice de la mano a través de la pintura ( así

 

fotografía- coouuj-Tina Modotti- sin título- mil novecientos veintisiete- cinereverso org

 

 

lo hace André Chastel en «El gesto en el arte» (Siruela) ) , al hablar de la fotografía Manguel se detiene en la representación de los pies y en cómo cambian de significado a lo largo de la pintura. «Cuando Modotti dice Mangueldecidió retratar con amor el par de pies vetustos, cansados de la vida, ubicaba (conscientemente o no) a su campesino mexicano dentro de la larga tradición de afligidos y de conquistadores atados a la tierra, unos ilustres y muchos otros anónimos como su campesino, pero todos ellos profundamente humanos en su apego al polvo, al cual, se nos dice, hemos de regresar.»

Lecturas de imágenes que nos hacen pensar.

 

fotografía-  beerm- puesta de sol en Madrid desde la puerta del Sol- abril  mil ochocientos cincuenta y nueve- Biblioteca Nacional- culyura elpais

 

(Imágenes.-1.-José Ortiz Echagüe– Siroco en en Sahara- 1965- abc.es/ 2.-Enrique Palazuelo- «ilustración en «Nuevas escenas matritenses» de Cela- todocoleccion/ 3.-Joan Vilatobà– PhotoEspaña.-2014/4.-Tina Modotti- sin título- 1927-cineverso.org/ 5.-puesta de sol en la Puerta del Sol- 1859- Biblioteca Nacional-elpais.com)

 

 

MARÍA BLANCHARD

«Apenas si yo había visto algún cuadro de María Blanchard antes de la ocasión de su personal conocimiento – decía Eugenio D´Ors en «Mis Salones», en 1945 -; nadie hasta entonces me había dado conocimiento de su existencia. (…) La que de pronto me apareció sentada – y demorando indefinidamente al levantarse – a la elegante mesa parisina de Jules Supervielle, era una criatura de inquietud tan vibrátilmente agitada, que producía la impresión de extraída de un medio no solo habitual, sino al mismo tiempo virtualmente necesario: la impresión de una mariposa en la mano, de un pez momentáneamente alejado del agua, de una rata que se acaba de apresar, de una extraña puesta al aire

en una operación quirúrgica. Ante una pintura suya presentada, María Blanchard lanzaba un gemido. Ante su propia imagen reflejada en un espejo, una carcajada, que hacía daño de oír. Pero nada de esto, que trabó en miserias su vivir, se reflejaba en su obra. Una vez aislada, una vez lejos de la pintura anterior y de la imagen en el espejo, se cambiaba el subjetivo temblor en una casi mineral ataraxia. Si viviendo era como un caballo que hostigan las moscas, pintando era como un caballo de cartón».

Esta artista «trágica y atormentada – como la sintetizaría Juan Eduardo Cirlot que creó una obra en la que, de modo ejemplar, auténtico y muy humano, se utilizan refundidos los recursos del cubismo y del expresionismo» expone ahora sus obras en el Museo Reina Sofía de Madrid y parecen llegar hasta nosotros las palabras de Lorca en el Ateneo de Madrid, en 1932:

» Querida María Blanchard: dos puntos… dos puntos, un mundo, la almohada oscurísima donde descansa tu cabeza…
La lucha del ángel y el demonio estaba expresada de manera matemática en tu cuerpo.


Si los niños te vieran de espaldas – seguía diciendo Lorca – exclamarían: «¡la bruja, ahí va la bruja!«. Si un muchacho ve tu cabeza asomada sola en una de esas diminutas ventanas de Castilla exclamaría: «¡el hada, mirad el hada!». Bruja y hada, fuiste ejemplo respetable del llanto y claridad espiritual. Todos te elogian ahora, elogian tu obra los críticos y tu vida tus amigos. Yo quiero ser galante contigo en el doble sentido de hombre y de poeta, y quisiera decir en esta pequeña elegía, algo muy antiguo, algo, como la palabra serenata, aunque naturalmente sin ironía, ni esa frase que usan los falsos nuevos de «estar de vuelta». No. Con toda sinceridad. Te he llamado jorobada constantemente y no he dicho nada de tus hermosos ojos, que se llenaban de lágrimas, con el mismo ritmo que sube el mercurio por el termómetro, ni he hablado de tus manos magistrales. Pero hablo de tu cabellera y la elogio, y digo aquí que tenías una mata de pelo tan generosa y tan bella que quería cubrir tu cuerpo, como la palmera cubrió al niño que tú amabas en la huída a Egipto. Porque eras jorobada, ¿y qué? Los hombres entienden poco las cosas y yo te digo, María Blanchard, como amigo de tu sombra, que tú tenías la mata de pelo más hermosa que ha habido en España.»

voces de Lorca sobre María Blanchard, voces de Gerardo Diego…, «pintura indudablemente femenina diría Gaya Nuño, pero realizada por una mujer tenaz que se iba dejando un jirón de vida en cada cuadro».

La mayor de las pintoras españolas del siglo XX.

(Imágenes:- María Blanchard: 1.-mujer con abanico.-1916/2.-la echadora de cartas.-1926/3.-composición cubista.-1916-1919/ 4.-la cocinera.-1923/5.-el carrito de helado.-1924)

VIAJES EN EL ARTE Y EL TIEMPO

«El tiempo vuela, y nosotros con él», decía Basho. El tiempo vuela y a los costados de nuestra maleta se van prendiendo los restos de las flores, las alas de las mariposas que se cruzaron con nosotros, las algas de nuestros sueños submarinos, los pájaros que se estrellaron en vuelo. «El sol y la luna -seguía diciendo Bashoson eternos caminantes: así son también las estaciones, que vienen y van, año tras año. Para aquellos que pasan su vida en un barco y para los que envejecen agarrados a la brida de un caballo, viajar es su ocupación diaria, su forma de vivir«.

Viajamos también entre sueños. No reconocemos las figuras que ruedan iluminadas en la oscuridad, nos asombran y nos alteran hasta la vigilia. «Azotado por el viento – decía Saigyo -, el humo del monte Fuji se pierde en la lejanía. ¿Quién conoce el destino de mis pensamientos que se van con él?».

Viajamos igualmente por extrañas habitaciones, dentro de cajas de recuerdos. «Para nosotros – recordaba Tanizaki en «El elogio de la sombra» -, las paredes enlucidas deben ser recubiertas de un color uniforme para no perturbar esa claridad; aunque el color de fondo puede variar ligeramente de una habitación a otra, la diferencia en todo caso sólo puede ser ínfima. No será una diferencia de tinte, sino más bien una variación de intensidad, poco más que un cambio de humor en la persona que mira«.

Viajamos por superficies de pinturas,

Viajamos entre culebras dibujadas,

Y de pronto nos mira con fijeza desde el fondo de sus pinturas esta artista del arte moderno.

(Pequeño apunte sobre Yayoi Kusama, cuya exposición acaba de abrirse en el Museo Reina Sofía de Madrid)

Imágenes:- 1-Yayoi Kusama.-bolso con flores.-1998.-cortesía de Robert Miller Gallery-Nueva York/ 2.- Yayoi Kusama.-Obssesion.- Grande Halle de la Villette.- París.-2008.- contemporart voila.net/ 3.- Yayoi Kusama.- Mirror Room.-1991.- colección Hara Museum.- Tokio/.- 4 y 5.-Yayoi Kusama.-Museo Reina Sofía/ 6.- Yayoi Kusama.-sequoiamiller wordpress)

SENTIDOS DE JUAN MUÑOZ

munoz-6-una-figura-2000-foto-bernardo-diaz-elmundoes

La mirada.  ¿Quién de verdad soy yo?munoz-9-figura-que-escucha-elmundoes

El oído. ¿A quién de verdad escucho?munoz1elmundoes

La lengua. ¿Qué palabras salen de mi boca?munoz-8-ventilocuo-mirando-un-doble-interior-1988-2001-elmiundo-es¿Qué miro del mundo, qué observo, qué pienso?munoz-b-pieza-de-conversacion-1994-foto-bernardo-diaz-elmndoes

¿Cómo es la sociedad en que vivo?

Todos estas preguntas y muchas otras parece que se hicieran continuamente las figuras de Juan Muñoz,  en la retrospectiva que se abre estos días en Madrid, en el Reina Sofía, cuando se cumplen 25 años de su primera exposición, en la galería de Fernando Vijande.

(Imágenes:  esculturas de Juan Muñoz :1.-Una figura.-2000/ 2.-Figura que escucha/ 3.-«Two Seated on the Wall».-2000/ 4.-Ventrílocuo mirando un doble interior.-1988-2001/5.-Pieza de conversación.-1994/ fotografías Bernardo Díaz.-elmundo.es)