CUADERNOS Y LIBERTAD

escribir-ffvvy-cuadernos- Arnaud Maggs- mil novecientos noventa y siete   «Yo he escrito mis primeras palabras ante un muro, a los diecinueve años, en una prisión militar. Estaba sentado sobre el cemento helado de una celda y trazaba mis primeras palabras en un cuaderno, parecido a otro que reposaba en un taburete.

Había tres cosas en aquella celda, un taburete, una plancha apoyada en un muro para dormir y un orinal que yo iba a vaciar cada mañana al final del patio y del paseo.

Seis meses en aquella fortaleza. Yo escribía la palabra árbol y veía el árbol, escribía la palabra viento y sentía el viento, la palabra luz hacía entrar en el cielo puntos de humedad. Y los caminos rojizos de Provenza se abrían ante mis ojos desde el momento en que la tinta sobre la página dibujaban la huida. Yo me he evadido durante seis meses por un camino de palabras. Tomaba mi pluma y el mundo entero entraba en ella. Nunca me he sentido solo tras los altos muros de aquella fortaleza, abría mi cuaderno y lo veía todo.

Yo tengo siempre un cuaderno a mi lado. Hace cuarenta años que compro cuadernos de finas líneas rojas, violetas y azules. Pocas veces tomo el tren y aún menos el avión, entro en mis cuadernos como se empuja la verja de un parque, de un territorio mágico. Son ruidosos los arboles, el viento, las ciudades y la luz. Cada página es ruidosa como una estación o como un puerto. Cuando me despierto por la noche, no enciendo, no me muevo, escribo bajo mis párpados, dibujo palabras de luz sobre la página oscura del insomnio».

René Frégni

 

escribir-nbbg-escritores- Samuel Beckett- cuaderno de notas

 

(Imágenes.- 1.-Arnaud Maggs– 1997/ 2.- cuaderno de notas de Samuel Beckett)

LO QUE MÁS AMO DE LA VIDA

«La vida humana está hecha de amar, respirar, beber, hablar…. hablar mucho juntos. Amo ver cómo sale el sol, pero también cómo se pone, dos  cosas bellísimas…No me canso de la vida misma en todos sus componentes. Me gusta acostarme por la noche, pienso con alegría en el desayuno de la mañana siguiente…Hasta la lluvia es bella, no sé separar todas estas cosas…amo la vida en su complejidad. ¿Lo que más odio? La coacción, cualquier tipo de coacción, casi es algo patológico».

Heinrich Böll.Los escritores frente al poder»

(Imagen.- la muchedumbre en Egipto.-foto Suhaib Salem/ Reuters.-The New York Times)

HERTA MÜLLER, RUMANÍA, CHINA Y LA LIBERTAD

herta Müller.-en 2004.-foto Ap.-elmundo.es

 Copio el texto de Alejandro Navas que recoge «Scriptor org«:

«Del 14 al 18 de octubre se ha celebrado la Feria de Frankfurt, la más importante del mundo con sus 400.000 libros presentados por 7.000 editoriales de cien países. Constituye, por tanto, una oportunidad privilegiada para tomar el pulso al mundo del libro.

Este año se ha dado, además, una feliz coincidencia, no prevista por los organizadores: la elección de China como país invitado con la concesión del premio Nobel a Herta Müller. Los méritos literarios de la escritora rumano-alemana parecen indudables, y aunque no era una favorita de primera línea en los pronósticos, su designación ha sido bien recibida por la crítica.

Se ha destacado el doble carácter de esa elección, literario y político, en el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín y del comunismo europeo en general. La biografía de Herta Müller impresiona y conmueve, y testimonios como el suyo nos hacen mucha falta para que no olvidemos lo que significa la opresión de las libertades más elementales. Veinte años no son muchos, pero pueden bastar para que mucha gente, de modo especial la más joven, deje de apreciar lo que significa la libertad: como tantas veces en la vida, uno aprende a valorarla cuando la pierde.

Lo peor de la Rumanía de Ceaucescu-y de cualquier otro régimen totalitario, pues en este punto no hay multiculturalismo que valga y todos parecen cortados por idéntico patrón- no eran las represalias físicas, los interrogatorios humillantes y agotadores o la pérdida del puesto de trabajo. Lo más temible resultaba el terror psicológico, que podía revestir formas brutales o presentarse como amedrentamiento cruel y sutil: Herta Müller cuenta, por ejemplo, de una piel de zorro que decoraba el suelo de su casa en Temeswar. Esbirros de la Securitate allanaban la vivienda a escondidas y fueron cortándole sucesivamente la cola, las patas y, finalmente, la cabeza. El mensaje estaba claro: una vivienda particular no ofrecía seguridad alguna frente a la maquinaria represora.

Herta MÜller.-3.-foto Reuters.-europa press

El paralelismo con China salta a la vista. También se han cumplido ahora veinte años de la represión estudiantil en la plaza de Tianamen, suceso que el gobierno chino ha eliminado del debate público. Tanto los organizadores de la Feria como las autoridades presentes en la inauguración, encabezadas por la canciller Angela Merkel y el vicepresidente Xin Jinping, han pasado de puntillas sobre ese avispero, para no molestar al invitado. “La Feria no es la ONU”, declaraba su director, Jürgen Boos.

El país más poblado del mundo sigue gobernado por un régimen que no ha abjurado de su condición comunista, y la apertura al capitalismo, incluso al más salvaje en algunas de las regiones meridionales, no ha traído consigo la libertad de expresión o la democracia, como estaba previsto por los analistas: la libertad económica tiraría de modo inexorable de la libertad política. El modo en que el gobierno está castigando a los “culpables” del levantamiento uigur de julio pasado en la región de Xinjiang -condenas a muerte tras juicios sumarios-, mientras evita cualquier debate en torno a las causas de esos desórdenes, es bien representativo.

El experimento chino está lejos de haber concluido, por lo que puede resultar prematuro formular juicios definitivos, pero hasta el momento predominan los motivos para la inquietud. Por ejemplo, los intentos del gobierno por controlar la circulación de noticias y mensajes a través de Internet constituyen un caso único en el mundo, por lo descomunal del propósito y la enormidad de las dificultades técnicas, pero eso no arredra en lo más mínimo a los censores.

La policía de Internet aumenta sus efectivos, y como aun así no da abasto, en la mejor tradición comunista estimula el colaboracionismo de los particulares, que reciben una gratificación económica por la denuncia de páginas inconvenientes o “antipatrióticas”. No menos patético resulta el papel desempeñado por los grandes portales y compañías de software occidentales, que olvidan con facilidad los principios a cambio de la benevolencia del gobierno chino y la expectativa de suculentos beneficios en el mercado más grande del mundo.

herta Müller.-2.-dickinson.edu

Algunos críticos venían reprochando a Herta Müller el carácter excesivamente monotemático de su creación literaria: –Ya está bien de tanto trauma debido a la opresión de un régimen despótico, la autora debería cambiar de registro y ampliar su repertorio, venían a decir.

En términos estrictamente literarios puede tratarse de una crítica pertinente, pero la causa de la libertad, siempre tan frágil y amenazada, necesita que sus valedores no se cansen de levantar la voz en su defensa. Por eso, estamos en deuda con Herta Müller, también en las democracias occidentales».

A veces en un blog no es necesario más que copiar.

(Imágenes: Herta Müller.-1: foto Ap.- elmundo.es/ 2.-foto Reuters.-europa press/ 3.-foto tomada de Dickinson. edu)

TARKOVSKI

Tarkovski.-GG.-solaris.-uv.es

«El pesimismo tiene muy poca relación con el arte – escribía Andreï Tarkovski en su Diario del 9 de septiembre de 197oJournal 1970-1986«) (Cahiers du cinema) – La literatura, como el arte en general, es de esencia religiosa. En sus más altas manifestaciones, ella da fuerzas, inspira la esperanza frente al mundo moderno tan monstruosamente cruel y que, en su desatino, llega al absurdo. El verdadero arte moderno tiene la necesidad de una catarsis que purifique a los hombres ante las catástrofes ( o la catrástofe) que vayan a llegar. Tanto peor si esta esperanza es un señuelo, pero ella da la fuerza de vivir y de amar lo bello. Sin esperanza, el hombre muere. Conviene, en el arte, mostrar este horror en el que viven los hombres, pero solamente para encontrar un medio de expresar la Fe y la Esperanza. ¿En qué? En que, a pesar de todo, el hombre está lleno de buena voluntad y del sentimiento de su dignidad. Justo ante la muerte. En que él nunca traicionará su ideal, su milagro, su vocación de hombre».

Tarkovski.-C.-Nostalghia.-applescript.extracts.de

«La humanidad – escribía el mismo día – ha hecho todo para destruirse. En primer lugar moralmente – y la muerte física no es más que el resultado. Como los hombres son pequeños, lamentables y sin defensa, cuando ellos piensan en el «pan», y solamente en el pan, no ven que esta manera de ser sólo les conduce a la muerte. (…) La hora de la virtud personal ha sonado. Es el banquete en los tiempos de la peste. No se puede salvar a los otros sin salvarse uno mismo. En el sentido espiritual, naturalmente. Los esfuerzos colectivos son estériles. Somos hombres y hemos perdido el instinto de conservación de la especie que poseen las hormigas y las abejas. En cambio, hermos recibido un alma inmortal – pero la humanidad escupe encima de ella con una alegría malsana. El instinto no nos salvará. ¡Y nosotros hemos escupido sobre las bases espirituales y morales!».

Tarkoski

Varias veces he hablado de Tarkovski en Mi Siglo. De «Nosthalgia«. De «Solaris«. De «Sacrificio«. Y de las relaciones indirectas de la epoca de Stalin con el gran director ruso. En este Diario que tantas aportaciones interesantes ofrece, Tarkovski anota el día 8 de marzo de 1982 los problemas que ha tenido el día anterior en la aduana de Cheremetievo antes de salir para Roma para preparar «Nosthalgia«: «En la aduana he tenido mucho miedo. El funcionario me ordena abrir mi maleta y extrae uno de mis carnets. Inmediatamente lo pasa a su superior para que lo examine. Yo desconocía que se necesitaba una autorización especial para transportar manuscritos: no la tenía. Entonces se aleja un poco y en ese momento su colega, hojeando mi cuaderno, descubre la foto de Soljenitsin con su hijo. Yo le aclaro, puesto que ellos exigen muchas explicaciones, que esa foto se encuentra ahí por casualidad. Él la vuelve a guardar y cierra mi cuaderno. El primer funcionario vuelve entonces – el segundo no dice nada- para preguntarme si yo llevo iconos. Le he contestado que no tenía nada de eso, aunque él ciertamente ha visto mi crucifjo con su detector. Y ya no me pregunta nada más…¡He tenido suerte!».

Nos olvidamos quizá de cómo eran algunos férreos sistemas políticos no hace muchos años. Así intentaba salir hacia Italia el director de «Stalker» y de «Andreï Roublev«, cuyas últimas notas de «Diario» están fechadas el 15 de diciembre de 1986 en París.

(Imágenes:-1-Kelvin (Donatas Banionis) y Hari (Natacha Bondartchouk) en «Solaris»/2.-una escena de «Nosthalgia»/3.-Andreï Tarkovski)

VIAJE ALREDEDOR DE MI CUARTO

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«He emprendido y llevado a cabo un viaje de cuarenta y dos días alrededor de mi cuarto.(…) El placer que encuentra uno en viajar por su cuarto está al abrigo de la envidia inquieta de los hombres; es independiente de la fortuna.(…) Mi cuarto está situado bajo el grado cuarenta y cinco de latitud, con arreglo a las medidas del padre Beccaria; su orientación es de Levante a Poniente; forma un cuadrilátero alargado que tiene treinta y seis pasos de perímetro siguiendo la rasante del muro. Mi viaje será más largo aún que esta medida, pues con frecuencia atravesaré la habitación a lo largo y a lo ancho o la cruzaré diagonalmente sin sujección a regla ni método. Incluso haré zig-zags y recorreré todas las líneas posibles en geometría si la necesidad lo exigiera. No me gustan las personas que son tan dueñas de sus pasos y de sus ideas, y que dicen: «Hoy haré tres visitas, escribiré cuatro cartas y terminaré este trabajo que he empezado«. No, no hay ninguno más atrayente, a mi modo de ver, que seguir la pista a las ideas, como el cazador persigue la pieza sin seguir un determinado camino. Por eso, cuando viajo por mi cuarto, difícilmente sigo una línea recta; voy desde mi mesa hacia un cuadro colocado en un rincón; desde allí me dirijo oblicuamente para ir a la puerta; pero aunque mi intención al partir sea la de llegar hasta allí, si encuentro mi butaca en el camino, no titubeo entonces y me acomodo en ella inmediatamente».

Así continúa describiendo Xavier de Maistre en 1794 sus reducidos y a la vez imaginativos paseos en «Viaje alrededor de mi cuarto» que ahora lanza en una nueva edición Funambulista. Al releerlos se comprende que haya escapatorias de memoria y de fantasía, de creación cerebral de puertas y salidas en muchos seres humanos privados de libertad. Los ejemplos son múltiples, siempre lamentables, y algunos muy recientes.  Xavier de Maistre nos va mostrando la importancia de salir mentalmente de un cuarto sin abandonarlo, urdiendo cómo abandonarlo, como hizo Bresson en el cine con Un condenado a muerte se ha escapado.bresson-un-condenado-a-muerte-se-ha-escapado-spcfotologsnet

La imaginación, la voluntad de evadirse y de emprender un viaje exterior desde el interior, las astucias para contemplar el cuarto como si fuera el mundo y avanzar sobre ese mundo que aún no vemos como si ya fuera nuestro, son agudos resortes que nos abren el balcón de la libertad. El cuarto es un estrecho sótano o una selva de Colombia.  Aún no tenemos libertad y sin embargo ya la tenemos. Nadie sabe que tenemos libertad porque nos ven encerrados. Viajamos alrededor del encierro y cada paso que damos es libre. Nadie nos quitará ya la libertad.

(Imágenes: Maasten  Kolj.-foto: Miep Jukkema-press.-designacademy.nl/ escena de «Un condenado a muerte se ha escapado» de Robert Bresson)

RINOCERONTES

Cenamos anoche en la plaza del Callao, en una mesita al aire libre, el chileno Jaime Antúnez, gran entrevistador, y Ionesco que está de paso por Madrid.
Bajo el cielo otoñal Ionesco nos confiesa:
-Los rinocerontes son los totalitarios, los comunistas, los fascistas; pero también son los seguidores de ideas ajenas o recibidas. Y eso ocurre, por ejemplo, con la falta de libertad frente a la moda.
De repente pasa en tropel por la Gran Vía un grupo enorme de rinocerontes negros con su hocico abierto y sus dos cuernos, la piel de color pizarra, llena de pliegues y sin pelo. Vienen del día escondido, de la vegetación de la época, de los arbustos de las discusiones, de los destrozos de la apatía. Son de comportamiento imprevisible y caprichoso, levantan una nube de polvo y provocan un ruido temible con su carga violenta.
Ionesco no se inmuta al verlos pasar y sólo comenta entristecido:
-Es grave, cuando todos siguen una determinada línea de pensamiento, decirse: «¿Cómo puedo tener derecho a pensar lo que los otros no piensan, cómo atreverme a no pensar como los otros?».
Luego la Gran Vía se queda desierta, llena de polvareda, como todo Madrid, como tantos países.
Ionesco y quienes le acompañamos volvemos sin decirnos nada, buscando el silencio.