EL RUIDO DEL VIENTO

 

”Tengo que acordarme del ruido del viento, de la angustia singular que experimentamos cuando sopla el viento — escribe Katherine Mansfield el 23 de enero de 1922 en su “Diario’ —. Luego el viento de la primavera, tibio y dulce, que nos escudriña el corazón. El viento que yo llamo el Anciano de los Días, el que sopla aquí, al anochecer. Y aquel otro que sacude el jardín por las noches, cuando salimos corriendo.

Polvo. Andar de espaldas al viento pesado e impetuoso. Andar por la Explanada cuando la cubre el agua del mar, traída por el viento. El viento veraniego, tan juguetón, que se columpiaba, que se mecía aquí en estos árboles. Y el viento que pasa por la hierba y la estremece. Todo esto me conmueve de un modo que no he entendido nunca. Veo siempre  un  prado, un potro y una joven danesa rubia que me cuenta algo de su padre político. . La muchacha se llama Elsa Bagge.”

(Imagen — Jean Francois Millet)

CUANDO YO ERA UN NIÑO PEQUEÑÍN

 


“Cuando yo era un niño pequeñín,

do, re, mi, do, hay viento y lloverá,

una trastada sólo hacía reír,

pues un día y otro lloverá.

Mas cuando la edad de hombre yo alcancé,

do, re, mi, do, hay viento y lloverá,

a los granujas no quería ni ver,

pues un día y otro lloverá.

Mas cuando, ! ay de mí! , me vine yo a casar,

do, re, mi, do, hay viento y lloverá,

con las bravatas no podía medrar,

pues un día y otro lloverá.

Mas cuando por fin llegué a la vejez,

do, re, mi, do, hay viento y lloverá,

con bebedores yo me emborraché,

pues un día y otro lloverá.

Mil siglos hará que el mundo comenzó,

do, re, mi, do, hay viento y lloverá,

pero da igual, la obra terminó,

y agradaros cada día es nuestro afán.”

William Shakespeare- “Hay viento y lloverá” ( “Noche de Reyes” ) ( traducción de Ángel-Luis Pujante)

 

 

(Imágenes—1– Boyko Kolev/ 2-Jean Francois Millet— museo nacional de Gales)

LA CAMA DE VAN GOGH

 

van-gogh-yt-google-art-projet-wikipedia

 

Se busca estos días la cama de Van Gogh, célebre en su famosa habitación. «El suelo de tarima – recordaban Steven Naifeh y Gregory White Smith en su «Van Gogh» al describir «La habitación» – es como un libro abierto que contuviera la alegría de vivir; una cama lo suficientemente grande para dos personas, hecha de  madera de pino color naranja, tan maciza como un barco, y un par de sillas. Sobre el cabezal, el humo turquesa del fumador y su sombrero de paja colgando de un clavo. Sobre la cama, los retratos del desaparecido Boch y de un Millet a punto de irse. La luz amarilla del sol se colaba por entre las contraventanas cerradas arrojando una luz color limón sobre las fundas de las almohadas y las sábanas. Las desafiantes pinceladas de color que Vincent había utilizado para las páginas de la Biblia, escapan de su prisión de gris y llenan el lienzo de un cúmulo de contrastes: una palangana azul sobre una encimera naranja, un suelo rosa con algo de verde; el fondo amarillo y las puertas color lila, una toalla verde menta apoyada contra una pared turquesa y, sobre la cama, una colcha color escarlata. En la parte trasera de la pequeña habitación, junto a la ventana, colgaba de la pared un pequeño espejo para afeitarse».

Toda la multitud de ojos de los museos del mundo que se han asomado a este umbral se han llevado para siempre este recuerdo vivo en color de una de las habitaciones más irrepetibles, un cuarto que nunca olvidarán. Esta es una de las grandes habitaciones de la Pintura. Es la habitación de Van Gogh.

(Imagen: La habitación-google art projet- Wikipedia)

PRIMAVERA 2011 (1) : EL VIENTO DE MARZO

«Bella es la primavera, pues ahora la tierra contempla,

con ojos de amado, la cara del sol;

más largo se hace el día, y la esperanza se adentra

en los acres que dan fruto con renovado esplendor.

Qué dulce es ahora divagar por la tierra,

entre pájaros y flores y todos los animales;

amor encuentra amor, y no hay guerra

en tu corazón o el mío, pues sanan todos los males.

De pueblo en pueblo, por oteros y sembrados,

alegres hemos rodado todo el día;

pero ahora el crepúsuculo ha llegado,

y sobre la iglesia gris, gris es la atardecida.

(…)

¡Escucha, el viento toca el olmo! De Londres viene,

y habla de oro, de esperanza y desazón;

de un poder impotente; del saber que se tiene

y que nada enseña que mejore nuestra condición.

(…)

¡Escucha! El viento de marzo nos habla de la gente;

de vidas que fueron tristes y en pobreza,

y si nuestro amor entre ellos fuera residente,

menor sería mi afecto, menor fuera tu belleza.

Vuelve a la posada, amor, a la luz y al fuego,

y al canto del violín y al ruido de pisadas;

pues allí habrá deseo y sosiego,

y dulce será nuestro despertar a la mañana-

Y así, amor, en nuestro andar, el viento nos sopla a la espalda,

y la última historia de hoy nos relata,

y así en primavera el mensaje nos encuentra;

y esa esperanza oculta ahora se revela.

(…)

Pero mira, la vieja posada, las luces, el fuego,

el canto del violín y el ruido de pisadas;

pronto tendremos silencio, deseo y sosiego,

y dulce será nuesto despertar a los hechos de mañana».

William Morris : «El mensaje del viento de marzo»

(Imágenes:-1.-Joaquim Mir.-almendros en flor/2.-Joaquim Mir.-prmavera.-Montserrat/3.-Jean-Francois Millet.-1817- 1873.- golpe de viento.-Museo Nacional de Gales)

REFUGIOS DE ARTISTAS

 

Barbizon.-8.-camino en el bosque de Fontaineblau.-Theodore Rousseau.-arnet

«Aquel que no ha visto bailar al padre Corot no puede hacerse de él más que una idea incompleta – escribe en 18881  Menard en «El mundo visto por los artistas» -. Es Camille Corot el que nos muestra cómo se practica la danza de las botellas. Se colocan botellas vacías en el suelo separadas irregularmente pero bastante alejadas entre sí para que pueda pasarse entre ellas sin volcarlas; únicamente, el espacio debe ser exacto. Cada uno se pone en fila, hombres y mujeres a continuación uno del otro, y al sonido de un rústico violón Corot abre la marcha. Al principio el movimiento es lento, pero después se acelera cada vez más hasta acabar siendo una galopada carrera; se trata de no hacer caer nunca las botellas para no ser expulsado del juego. El vencedor, en premio a sus habilidades, recibe una flor de manos de la recien casada«.

Son ocios y  diversiones a los que se entregan muchos artistas a mitad del siglo XlX en su refugio de Barbizon, junto al bosque de Fontainebleau, no muy lejos de París. Las casas aldeanas blanquedas de cal, los árboles cercanos, los caminos perdidos bajo las luces o las tormentas quedarán fijos en los paisajes de Théodore Rousseau, Millet o Díaz. Es la escuela de Barbizon , en el que el objetivo era reproducir exactamente la vida campesina en toda su crudeza. Rousseau diría que deseaba conservar intacta «la impresión virgen de la naturaleza«, y Baudelaire, sin embargo, reprocharía a Millet que «en lugar de extraer simplemente la poesía natural de su tema, se empeña en añadirle algo«.

En mis años de vida en París fuí en más de una ocasión a Barbizon y visité aquel refugio natural de artistas, las casas de la naturaleza y del cielo, los muros de los árboles, ventanas al atardecer. Asomándose a las nubes se comprobaba cuántos recintos propios construyen para sí mismos los creadores, páginas que son casas en el cuaderno de Auster o habitaciones que Patricia  Highsmith cerraba con llaves de aislamiento para proteger en soledad su escritura. Todo son casas, refugios, cuartos, bosques o cuadernos. Todos son árboles y caminos de letras, frases y pinceles andando a la vera del sol o de las sombras. Todo son cuestas y llanuras y jardines interiores como los que quiso hacerse para sí mismo el chileno Donoso en el silencio de Calaceite.Brabizon.-3.-Mujeres.-por Millet.-1857.-Museo de Orsay.-wikipedia

(Imágenes.-1.-Camino en el bosque de Fontainebleau.- Théodore Rousseau.- arnet/ 2.-Las espigadoras.-Millet.-1857.-Musée d´Orsay)