¿CREES QUE TÚ MISMA PUEDES ESCRIBIR UN LIBRO?

escritores.-tyhh.-Karen Blixen.-Isak Dinesen.-1920

«Entre los somalíes, entre los masai – así se lee en la entrevista a Isak Dinesen que recogió «The Paris Review»  -, la baronesa fue una gran doctora, una cazadora merecedora del título de «Reina Leona»  pero a quien se sospechaba incapaz de escribir un libro. La duda era dirigida por su joven criado Kamante:

«- Msabu, ¿crees que tú misma puedes escribir un libro?

Le respondí que no lo sabía.

Para figurarse una conversación con Kamante hay que imaginarse una pausa larga y grávida antes de cada frase, como si tuviera una profunda

responsabilidad. Todos los nativos son maestros en el arte de las pausas y de este modo dan perspectiva a una discusión. Kamante hizo una pausa así,  y luego dijo:

– Yo no lo creo.

escritores,.44fvv.-Isak Dinesen -Karen Blixen y Kamante.-artnet

Yo no tenía a nadie con quien hablar de mi libro: así que dejé a un lado mi papel y le pregunté por qué no. Descubrí que había estado pensando en aquella conversación previamente y que se había preparado para ella; tenía detrás suyo la mismísima Odisea y la depositó sobre la mesa.

– Mira, Msabu, éste es un buen libro. Está unido de un extremo a otro. Hasta si lo levantas y lo sacudes con fuerza no se hace pedazos. El hombre que lo ha escrito es muy listo. Pero lo que escribes – prosiguió con una mezcla de desprecio y de amable compasión – está un poco ahí y otro poco allá. Cuando la gente se olvida de cerrar la puerta, el viento lo mueve, se cae al suelo y entonces te enfadas. No será un buen libro.

Le expliqué que en Europa lo juntarían todo».

«De lo que Kamante verdaderamente dudaba es de que un blanco pudiera crear una narrativa como la propia, oral, con la complicidad del viento».

escritores.-ttb.-Peter Beard sobre Karen Blixen,-. artnet

«Todo se convertía en un pretexto para inventar una historia – decía de Karen Blixen su sobrina Ingeborg, y así lo relata Sandra Petrignani en «La escritora vive aquí» (Siruela) – . Y siempre era muy clara y precisa. Nunca aburrida. Una mujer especial, yo la adoraba. Tenía unos ojos muy oscuros, muy bonitos. Le venían de su madre. Sus estados de ánimo me sorprendían, pero no los temía como les sucedía a casi todos. Era sarcástica, y si se aburría, se convertía en una hiena. «Diviérteme, dime todo lo que ha pasado. ¿Has estado en alguna fiesta? ¿Quién estaba? ¿De qué habéis hablado? ¿Quién estaba sentado a tu lado? No podías responder de manera vaga o distraída. Ella quería todos los detalles. Pero todo ese interés hacía que te sintieras importante.(…) Uno de los criados a quien más cariño cogió en África, Kamante, resultó ser cocinero original y de gran clase».

Isak Dinesen.-rdvv,.Peter Beard.-Fahey.-Klein Gallery.-artnet

«Los leones – decía -, cuyo rugido es como «el tronar de los rifles en la oscuridad«, se convertirían para ella en el símbolo del físico perfecto. En «Memorias de África» mira fascinada sus cuerpos desollados: «ni una sola partícula de grasa superflua«, sólo músculos tensos y potentes. «Elegantes hasta los huesos». Y sobre los elefantes escribió en «Daguerrotipos«: «es fútil preguntarse para qué sirve un elefante: se cumple en sí mismo, con su cola delante y detrás».

«En realidad – le había respondido ya a Clara Svendsen en una entrevista – tengo tres mil años, y he cenado con Sócrates«, como ya hace tiempo recordé  en Mi Siglo.

(Imágenes.-1.- Karen Blixen.-1920.-caribarao.org/ 2.-Karen Blixen y Kamante.-artnet/ 3 y 4.- Peter Beard.-artnet) Peter Beard.-Fahey/ Klein Gallery.-artnet)

ESQUINAS DE IRVING PENN

IRVIN PENN.-LL.-Truman Capote.-New York 1948.-foto Irving Penn.-Morgan Library Museum.-The New York Times.Esquinas, ojos, planos.

 Aquí, otras voces, otros ámbitos. Truman Capote, el hombre que literariamente retratara a Isak Dinesen, a Coco Chanel, a John Huston y a tantos más, es retratado en 1948, en Nueva York, en la esquina de una esquina de la fama.

IRVING PENN.-GG.-Marcel Duchamp..New York 1948.-foto Irving Penn.-Morgan Library Musem.-The New York Times

Otra esquina más. Marcel Duchamp y su pipa, el ajedrez, la invención, la provocación.

Irving PENN.-CC.-Stravinsky.-New York 1948.-foto Irving Penn.- Conde Nast Publications.-The New York Times

Aún una tercera esquina. El oído de Stravinsky escucha cuanto le dice la música, aquello que aún no le ha dicho la música, aquello que él va a decir a la música en cuanto se ponga a componer.

IRVING PENN ZZ.-Picasso -Cannes 1957.-foto Irving Penn.-Morgan Library Museum.- The New York Times

El ojo de Picasso.

IRVING PENN.-DD.-Francis Bacon.-Londres 1962.-foto Irving Penn.-Conde Nast Publications.-The New York Times

Los ojos de Francis Bacon.

IRVING PENN.-FF.-Jean Cocteau.-París 1948.-foto Irving Penn.-Conde Nast Publications.-The New York Times

Y luego está el plano de Cocteau, el autor del gran monólogo «La voz humana«. Correspondencia de las artes, flexibilidad, facilidad, estética.

(En memoria del gran fotógrafo Irving Penn que acaba de morir)

(Imágenes:-1.-Truman Capote.-Nueva York, 1948.-foto Irving Penn/Morgan Librery & Museum.-The New York Times/2.-Marcel Duchamp.-Nueva York 1948.-foto Irving Penn/Morgan Librery& Museum.-The New York Times/ 3.-Igor Stravinsky.-Nueva York, 1948.-foto Irving Penn/ Conde Nast Publications.-The New York Times/4.-Pablo Picasso.-Cannes,1957.-foto Irving Penn/Morgan Librery & Museum.-The New York Times/5.-Francis Bacon Londres 1962.-foto Irving Penn/Conde Nast Publications.-The New York Times/6.-Jean Cocteau, París 1948.-foto Irving Penn/Conde Nast Publications.-The New York Times)