SOBRE EL FUTURO PAPEL DE LOS PERIODISTAS

» El diario La Nación de Buenos Aires publicó el pasado 15 de diciembre una interesante entrevista de Luisa Corradini con Marcel Gauchet – Director de la École des hautes études en sciences sociales de París – sobre el periodismo y los periódicos».
Copio de Paperpapers algunas de las preguntas y respuestas:
– «¿Qué es ahora el periodista?


«En medio del ruido mediático, el periodista se ha transformado en un amplificador anónimo. Ese anonimato pasó de la televisión a la radio y de esta a la prensa escrita. La televisión definió e impuso un cierto tipo de información: sensacional, emocional y consensual. Todos los medios de comunicación se alinearon sobre ese patrón, por eso se tiene la impresión de que todos los periodistas dicen lo mismo. En pocas palabras el crecimiento de lo que se ha dado en llamar the media (medios audiovisuales) se acompaña con la desaparición del periodismo tradicional.

Estamos en un momento de auténtica crisis, en el cual el papel del periodista perdió la claridad de antes y en el que, al mismo tiempo, las expectativas de la sociedad y del público no son todavía muy claras. Esto es lo asombroso en todas las redacciones del mundo: la incertidumbre sobre lo que pide el público, lo que realmente espera y necesita»

 

Que se cristaliza en el debate online o papel…

-«Exactamente. Ese debate es parte de la confusión actual porque la abundancia informativa pasa en gran parte por internet y esto modifica completamente el perímetro de la reflexión. La llegada del online contribuyó mucho a confundir la figura del periodista. Después de todo ¿qué distingue un artículo que llega por el sitio de un gran periódico y otro que está escrito por un internauta de base, que lo pone en línea y que, por el milagro de la indexación, puede encontrarse propulsado a la primera línea de la pantalla?»

-Los únicos que conocen esta diferencia son los periodistas. Pero esto es un magro consuelo.

– «Así es. Hay dos formas de acercarse al problema. Por el lado de los periodistas, porque están obligados a hallar su lugar en este nuevo espacio público y democrático, donde no se les pide más su opinión. La otra manera de mirar es desde el punto de vista del público, que no sabe actualmente lo que realmente quiere: por un lado tiene la necesidad de dar su opinión sobre todo -y no siempre con sentido común, como se puede ver en comentarios, blogs y foros en línea- y, por otra parte, busca un punto de vista lógico, competente, que permita hacer una selección entre la masa de cosas aberrantes o sin significado que circulan por el mundo. Porque es verdad que hay una cantidad enorme de información. Pero, ¿a quién le importa la mayor parte?
….
Llegados a este punto debo decir que, si bien es posible que haya diarios en papel que desaparezcan arrastrados por la crisis, estoy totalmente convencido de que la función del periodista se verá restablecida e incluso reforzada con el tiempo, pero en un papel totalmente diferente. Ante la cacofonía informativa, el periodista será aquel que pueda señalar, individualizar o producir un análisis con sentido, con verdadera profundidad, autorizado, basado en un trabajo de investigación y reflexión. Esa será la evolución de la profesión. En esta nueva etapa, el papel de los periodistas será muy diferente del que conocimos, pero mucho más crucial».


 

-¿Usted ve un futuro para la prensa?

-«¡Ah, sí! No es una evolución que me resulte muy simpática, pero así será. El futuro para la prensa en papel existe, pero estoy convencido de que se transformará en un producto de lujo, con menos tirada y costos mucho más elevados. Es fácil verlo hoy en día. Los únicos medios que tienen éxito son aquellos que tienen excelentes periodistas, capaces de analizar la actualidad y de ayudar a la gente a pensar: The EconomistFinancial Times... ¿Por qué la gente compra esos periódicos? No para leer lo mismo que pueden encontrar en internet. La gente quiere, por ejemplo, saber la opinión de Martin Wolf (analista de FT) sobre la política de la Fed o del Banco Central Europeo. Son los diarios populares los que sufrirán las consecuencias de este cambio profundo. Es el público que se reduce cada vez más. Los periódicos de élite, de muy alto nivel, tendrán un excelente futuro. Naturalmente, serán mucho más caros. Pero como su público tiene medios para comprarlo, el problema no está allí».

Varias veces he tratado en Mi Siglo del periodismo, los periodistas y el futuro. Aquí he querido poner en negrita algunas frases que me parecen importantes.

Sobre este tema siempre hay algo que añadir.

(Imágenes: 1- Ava Gardner leyendo el periódico.-1959.-1978.-Ampas/Samford Roth/2.-en el metro de Nueva York.- 1914.-Luis Francisco Mora (1874-1940).-NYPL Digital Gallery.-nypl.org/3.-webdeapple.com)

¿HACIA DÓNDE VA EL PERIODISMO?

Copio de Scriptor org estas interesantes declaraciones:

«Toni Piqué dice cosas muy interesantes en una entrevista en Venezuela, de las que él mismo destaca en Paper Papers («La actitud insular de las redacciones») la idea que aquí resume el titular de esta anotación: que el proceso informativo o el trabajo profesional del comunicador (del periodista, en este caso) no acaba en la publicación de algo, ni mucho menos en que ésta tenga lugar en uno u otro soporte material.

Algo que, dicho así, sin más, o entendido superficialmente, puede parecer obvio. Pero es algo que implica la patología profesional de darlo interesadamente por sobrentendido, con presunta inocencia, entre quienes se dedican a la comunicación pública, al no quedar todo lo destacadas y explícitas que precisan las razones que mueven a la publicación de algo, y del modo y manera en que se hace.

Coincido con él en que el busilis de la comunicación pública, y por tanto del periodismo, está más bien en el diálogo cívico o –como dice Toni– en el debate social que se genera a partir de la oferta en los medios de asuntos que merecen ser tomados como relevantes y hacer ver del mejor modo posible qué razones y juicios hay para otorgar el tipo y la relevancia que se les da, y no otros.

Esta es la pregunta y respuesta que hace al caso:

  • -¿Cuáles son las grandes resistencias que ha identificado en los procesos de integración de redacciones?
  • Lo más difícil es el estado mental, esa actitud de resistencia; pensar que la decadencia del papel implica la decadencia del periodismo, y que ajustar su proceso significa matar al propio periodismo.
  • Lo peor es ese ambiente insular que hay en muchas redacciones; y de éste, lo más perjudicial es considerar despreciable al público, a los ciudadanos. Se desprecia su colaboración y se mingonea [ningunea] la posibilidad de que participe en el proceso informativo. Hay maneras de superar esa actitud insular. Yo no conozco ninguna redacción que no quiera hacer buen periodismo; y en cuanto comprenden el proceso, se lanzan como tigres, porque a los periodistas les gusta el periodismo.
  • Hay una frase de Von Clausewitz, un maestro de la estrategia militar, que dice: “En tiempo de guerra, la tradición es el peor enemigo del comandante”. Es decir, no se puede hacer esta guerra con las mismas armas con las que hicimos la anterior. No nos estamos jugando el papel o no el papel. Nos jugamos el periodismo.
  • En las redacciones de los diarios, en general, hay muchas rutinas establecidas que a los propios periodistas nos parece que son parte del periodismo. Pues no. Son simplemente rutinas que ahora tenemos que cambiar.
  • La publicación ya no es el final del proceso informativo; probablemente no es más que el principio. Uno publica y a partir de allí se genera un debate social. Aquí lo importante es el periodismo como debía haberse definido desde siempre: la capacidad de editar y valorar lo que es relevante y darle una expresión adecuada para el público al que el medio se dirige».

A veces en un blog no es necesario añadir nada más.

(Imagen: «El sillón».-1960- Bernard Fleetwood Walker.-Dudley Museo y Galería de Arte