EL LENGUAJE TAURINO

toros.-768.-Las Ventas-2006.-Esteban Pastorino Diaz.-PDNB photografie.-NOT BEN Gallery.-photogtafie.-artnet

 

Ahora – y sin duda con motivo de la Feria de San Isidro -, vuelve a evocarse  la incidencia del vocabulario taurino en el lenguaje popular -«cortarse la coleta», «ver los toros desde la barrera», «coger el toro por los cuernos», «no hay quinto malo», «entrar a matar», «recibir un rejón», «embestir como un miura», «estar para el arrastre», «hasta el rabo todo es toro», «salir por la Puerta Grande», «al hilo», «a toro pasado», «ponerse el mundo por montera», «entregar los trastos», «acoso y derribo», «rematar la faena», «dar la puntilla», «saltar a la torera», «echar un capote», «más cornás da el hambre», «cambiar el tercio» y varias expresiones más – y uno retorna al sobresaliente y preciso estilo de Pepe- Hillo en su «Tauromaquia o el arte de torear»( 1796) donde puede leerse:

«La suerte de frente, o a la verónica es la que se hace de cara al toro, situándose el diestro en la rectitud de su terreno. Es la más lucida y segura que se

 

toros- bfe- Pepe Hillo- cogida de Pepe Hillo- Goya- grabado número treinta y tres de La tauromaquia- wikipedia

 

ejecuta; y sus reglas son a proporción de los toros (…) Se debe dejar venir por su terreno, y cuando llegue a jurisdicción cargarle la suerte y sacarla, y a este acto, parará el diestro los pies, para echarle cuantas suertes quiera, procurando siempre que quede la res derecha y no atravesada (…)

El toro bravucón  prosigue Pepe-Hillo -, se llama así aquel que salió manso, y después embiste alguna cosa,  o el que desde luego parte poco. Estos toros se burlan con facilidad; pero para sortearlos será muy bueno prevenirles siempre el terreno de afuera; lo uno, porque estando ya en el engaño suelen rebrincarse, y si el diestro ocupa todavía su terreno, podrá darle una cogida; y lo otro, porque muchas veces se quedan en el centro sin hacer suerte: bien que en este último caso será más oportuno, que el diestro forme nueva suerte, adelantando el terreno».

 

toros- bbhy- Pepe Hillo- portada de la primera edición de Tauromaquia- mil setecientos noventa y seis- wikipedia

 

 

Es una prosa que va y viene entre los capotes y las advertencias, entre el movimiento de los caballos y la experiencia, entre el lucimiento de los engaños y los consejos. «Es regla general en todos los toros cuando usan la acción ofensiva – escribe Pepe- Hillo -, que parten precipitadamente a coger el objeto que se les presenta; y como que las armas que esgrimen las llevan en la cabeza, cuando quieren ofender la humillan, tirando una cabezada, la que repiten si se quedan sin objeto. Esto lo hacen todos, y lo harán siempre por ser cualidad natural de que no pueden prescindir; y véase ya cómo con este fundamento solo se descubre la seguridad de las suertes; porque si el toro, para ofender corre al objeto con precipitación, y le tira una cabezada para cogerlo, ¿ qué cosa más natural y cierta para burlarlo, que reducirlo a mismo objeto, y luego que llegue, quitárselo delante? Este es el constitutivo esencial de la suerte, y principio elemental con que se forman todas las que se conocen»,

 

toros-nhui-Pepe Hillo- cogida mortal del torero en la Plaza de Madrid- Goya- serie Tauromaquia- wikipedia

 

Hay un lenguaje, un léxico y un estilo en torno a la corrida, y ese lenguaje no sólo está en la arena y en la descripción de lo que en ella ocurre sino también en los ojos del tendido que pedirán más tarde una crítica certera. El 28 de julio de 1828, en el «Correo literario y mercantil« un aficionado exigía para la crítica taurina «mucha inteligencia en la materia, mucho manejo de las voces tauromáquicas, saber marcar edades, pelos y señales del toro, y mucho ojo durante la corrida para no dejar en el tintero un suceso, el más mínimo, y lo que es más, conocer las suertes y dar razones que convenzan de por qué el lidiador hizo ésta o aquélla».

 

toros-unng-Pepe-Hillo haciendo un recorte al toro- grabado de Goya- wikipedia

 

La prosa en torno a los toros se abre a veces a todo un vasto ambiente. «Negro, triste. frío, desolado – escribía en «El Imparcial» su crónica López Barbadillo -(propio de la estación acuosa y melancólica que pronto se inaugura) se le presenta al pueblo de Madrid el horizonte de la otoñal temporada taurina. Es cosa de echarse a llorar (…) Tristeza, frío, desolación sin los tres altos héroes- Pastor, Gallito y Belmonte – ausentes este otoño de la plaza. Para mayor dolor, por las gradas del circo corría ayer, como un treno jeremíaco, la horrible afirmación de que es verdadera, real, cierta, positiva, la retirada de Juan el Trainero, tal vez aún no mediado el año próximo, tal vez en la madrileña feria Sevilla, tal vez, sin que Madrid vuelva a temblar de miedo y de emoción al ver sus proezas».

 

toros-ness- Juan Belmonte - junto a Joselito El Gallo- Murcia- abril mil novecientos veinte- wikipedia

 

El toro y la prosa, la prosa y el toro.

 

toros-nnju-Juan Belmonte- por Julio Romero de Torres- wikipedia

 

(Imágenes.- 1.-Esteban Pastorino Díez- photografie not ben gallery- artnet/2.- Francisco de Goya- cogida de Pepe-Hillo- grabado de la Tauromaquia de Goya/3.-portada de la primera edición de la Tauromaquia- 1796/4.- Goya- cogida mortal de Pepe- Hillo- grabado de la Tauromaquia de Goya/ 5.-Goya- Pepe- Hillo haciendo un recorte al toro- grabado de la Tauromaquia de Goya/ 6.-Juan Belmonte junto a Joselito «El Gallo», en Murcia, abril 1920- Wikipedia/ 7.- Juan Belmonte por Julio Romero de Torres)

GOYA : CARTONES Y TAPICES

 

Goya-unnng-perros en traílla- museo del Prado

 

Cuenta Gudiol en su «Goya» que el 13 de abril de 1791 el director de la Real Fabrica de Tapices envió un memorial al Rey dando cuenta de que los obreros estaban parados por falta de originales de los dos pintores titulares, Goya y Ramón Bayeu. La orden real fue inmediata y terminante: » Que se le diga a Goya que se ocupe en estos dibujos». Y Goya dio comienzo a la pintura de los bocetos para los cartones de los tapices destinados a decorar el despacho del monarca en El Escorial. En una carta muy posiblemente de diciembre de 1791 – continúa GudiolGoya le comunica a Zapater su visita al Rey, que lo recibió: « Muy alegre…y me ha apretado la mano y se ha puesto a tocar el violín…«. La primera mitad de 1792 debió dedicarla a pintar los cartones correspondientes a los bocetos realizados el año anterior.

 

Goya-ytrr-La gallina ciega- museo del Prado

 

Ahora se exponen en el Prado los dibujos para cartones de Goya y parece que – entre tantas valiosas interpretaciones de la Historia – oyéramos también la voz singular de Ramón Gómez de la Serna contemplando «El juego de la gallina ciega»: «¡Qué movimiento el del tal corro de jugadores! Todos tienen el ladeo del juego, mientras el cucharón del arroz de la merendola busca una cabeza con la que tropezar, para hacer que otro se quede envuelto en oscuridad de pañuelo, oyendo sólo la claridad del valle».

 

Goya-uvvv-La cometa- museo del Prado

 

Cuando Ramón dos siglos después de estos tapices se quede igualmente boquiabierto ante «La cometa» otra pirueta de sus «comentarios-greguerías» se atreverá a decir: « los que lanzan una cometa son sobre el montículo como los primeros interesados en la aviación, pues los que lanzaban una cometa se iban tras ella, se remontaban en su estrella. De la emoción del tiempo esa cometa, que se remonta mientras la contemplaban algunos entretenidos de la vacación de las afueras, que se ve que aún no saben fumar, pues están en los primeros cigarros que fuman los siglos.»

 

Goya-ubbf-el majo de la guitarra- museo del Prado

 

Son las interpretaciones de Ramón, tan personales, cuyo ojo recorre estos cartones con mirada singular y se fija en el fondo de los azules: «Goya encuentra en el azul lo único tolerante y acogedor de aquella vida española llena de supersticiones y humos de vela y candil (…) En sus cuadros dichosos, cuando se escapa de las brujerías y las pesadillas, triunfa en sus lienzos ese azul (…) Ese azul claro de Goya, en juego con los ambientes que pinta, es música de su pintura, jaleo alegre, reflejo de más intensos cielos en el bouquet de sus confabulaciones.»

 

Goya-ybbg-La nevada- museo del Prado

 

«En el momento en que Goya es llamado a trabajar para la Fábrica de Tapices recuerdan Gassier y Wilson -, su inexperiencia en este género de pintura decorativa es, al parecer, total (…) Será, pues, naturalmente su cuñado quien le inicie en la técnica especial del cartón para tapices». Comentando «La merienda» y «El baile a orillas del Manzanares» añadirán que «todo el encanto de la vida española surge de golpe en su obra; se percibe que pinta a su gusto: los personajes viven  sin trabas en «su» paisaje, donde incluso aparece a lo lejos la cúpula recién terminada de San Francisco el Grande; los grupos se coordinan armoniosamente, la composición es fluida, sin ser dispersa, y la paleta, con su brillantez, refleja una alegría de vivir que no es fingida. Por vez primera Goya ha encontrado su estilo, y muy pronto, en esta producción abundante de la Real Fábrica, se impone como el mejor, el único pintor de su tiempo.»
Goya-uuyyb-baile a orillas del Manzanares- mil setecientos setenta y seis- setenta y siete- Museo del Prado

 

(Imágenes.-Museo del Prado : 1.-perros en traílla/ 2.-la gallina ciega/ 3.-la cometa/ 4.-el majo de la guitarra/5.-la nevada/ 6.-baile a orillas del Manzanares)

 

TALLER DE ESCRITURA J.J. PERLADO

libros.- 32se.- bibliotheque.tumblr

Unas palabras escritas por Goya y colocadas en el monumento que le dedicara Vaquero Turcios en el madrileño Parque del Oeste, muy cerca ya del río, siempre me han servido de orientación y aliento para mis clases:

“En la enseñanza de la pintura/

 hay que dejar en plena libertad

 correr el genio del alumno/

 sin oprimirlo/

 ni torcer su inclinación/

 a éste o a aquel estilo/

No hay regla en la pintura:/

lo mismo que la poesía/

 Escoge en el universo/

 aquello que encuentra/

 más apropiado a sus fines”.

escribir.-23cc.-bibliotheque tumblr

 

 Tal ha sido mi primer convencimiento y mi primera lección.

Durante catorce años he impartido clases o talleres de escritura – tanto en Madrid como en México – y recuerdo muy bien aquella mañana en la Universidad de Villahermosa, al sur de México –al aire libre, muy temprano, a causa del calor – cuando intentando explicar cómo mejorar o enriquecer la creación a una decena de jóvenes escritores mexicanos comenzó a cruzar lentamente por una alta y gruesa rama colocada sobre mi mesa de trabajo un silencioso mapache proveniente de un hermoso parque natural muy cercano. No se inmutaron los alumnos que estaban tomando apuntes y sólo muchos de ellos, al ver al animal en su elegante paseo sobre la rama, exclamaron exaltados : “Mire profesor, ¡un cuento, un cuento!”. No veían ya al animal sino que veían que el animal era un posible cuento caminando en las alturas. Para ellos , era la transformación de la realidad.  Ese día encargué a cada uno un relato sobre aquel tema concreto– un relato que me tenían que entregar en la clase siguiente – y no se me olvidará el mini-relato que uno de ellos me hizo llegar:

“Cuando se fue el escritor, el ambiente quedó saturado de un cauteloso hedor a mapache”.

libros.- 8he.- bibliotheque.tumblr

 Son los milagros de la creación. Durante años he intentado que esa transformación de la realidad traspasase cualquier frontera y que un rostro o una frase fuera motivo para poder inventar y para poder crear.

libros.- ty7jm.- bibliotheque. tumblr

Ahora comienzo un nuevo taller de escritura online – tanto de escritura creativa como interpretativa -que tendrá lugar durante el curso 2103-2104, y se inicia el próximo 1 de diciembre hasta el 31 de junio de 2014.

Bienvenidos todos los interesados en el tema.

libros.-6hhn.-wordpainting tumblr

(Imágenes:- 1, 2, 3 y 4.-biblioteque.tumblr/ 4.-wordpainting.tumblr) 

VIEJO MADRID ( 39) : RÍO MANZANARES

Manzanares-fgh- Aureliano de Beruete- orillas del Manzanares- Museo del Prado

En más de una ocasión he hablado aquí del Manzanares. Pero cuando se lee a José María Cuadrado en sus «Recuerdos y bellezas de España» (Consejo de Investigaciones Científicas), el río parece cobrar nueva vida e historia :»Al oeste de Madrid – nos va diciendo Cuadrado en el siglo XlX – corre un río de caudal tan escaso como sonora nombradía, y con todo es increíble la amenidad y provecho que derrama por aquel lado. El terreno quebrado en pintorescas ondulaciones, los sotos cubiertos de arboleda, el serpear de las aguas, los húmedos vapores dorados a la caída del sol, frecuentes huertas y casitas aparecen a la izquierda entre los corpulentos troncos del paseo de la Florida desde la puerta de San Vicente hasta más allá de la linda ermita de San Antonio. Más sombría e impenetrable casi a los rayos solares sobre la margen del mismo río, ensánchase en varias calles la alameda de la Virgen del Puerto; sitios frondosísimos, abandonados habitualmente a las lavanderas, y en los días festivos a las meriendas del vulgo.

Manzanares-fgj- Aureliano de Beruete- Museo del Prado

(…) En los siglo XVl y XVll, las orillas y deleitosa vega del río atraían con preferencia la flor y nata de la corte, las justas y cabalgatas, las cenas y bailes, las citas y galanteos y demás incidentes fielmente retratados en las comedias de entonces. Allí, en la mañana de San Juan bajaban las damas a coger el trébol, allí se acampaba todo un pueblo en las noches de verbena. (…) Una sola vez al año ve todavía el Manzanares al vecindario en masa atravesar el puente de Segovia y trasladarse a la ermita erigida a San Isidro sobre una altura por la esposa de Carlos V, y en 1724 renovada: confúndense allí en un común movimiento y alegría

Madrid-fgh-José María Avrial y Flores- Madrid desde la casa de Campo

las clases todas y condiciones sociales, y de la fusión de tantos y tan variados matices resulta el carácter original de la romería del 15 de mayo. Superando aquellos cerros hacia la izquierda, están los lugares que han usurpado a las riberas del río con notable desventaja el privilegio de divertir a los madrileños. (…) Sigue el Manzanares su curso hacia mediodía alejándose de la población, no sin tropezar antes con otro grandioso puente también de nueve arcos, reedificado en 1735 (…) Desde el puente de Toledo desangra el río un hondo canal abierto bajo los benéficos auspicios de Carlos lll, que por espacio de tres leguas conduce sus aguas hasta muy cerca de su confluente con el Jarama a la sombra de álamos y moreras, reflejando a trechos en su quieta superficie los puentes, esclusas y molinos. Junto al embarcadero corre por sus orillas un dilatado cuanto frondoso paseo, cuyos dos extremos enlazan con la puerta de Atocha, formando triángulo, las pobladas alamedas de las Delicias alineadas en tres calles y cortadas por circulares plazoletas.»

Manzanares-rfg-Goya-baile a orllas del Manzanares- 1777- museo del Prado

El Manzanares atrajo a grandes pintoresGoya pinta «El baile a orillas del río Manzanares» en 1777, segundo cartón de la serie que se le encargó para el comedor de los príncipes de Asturias del palacio del Pardo. Danzan majos y majas armoniosamente a orillas del río y en la lejanía se ve la cúpula de la iglesia de San Francisco el Grande, recientemente concluida. Pinceladas fluidas y colorido brillante, relatan los expertos. Arte ligero que a Goya le gusta. 

Manzanares.fgh-Goya.Pradera de San Isidro- museo del Prado

También las orillas del Manzanares aparecen en «La pradera de San Isidro«, de 1788, boceto de Goya para uno de los cartones de tapices destinados a decorar el dormitorio de los infantes en el palacio del Pardo, boceto realizado de un tirón: vibra en el aire leve el mes de mayo y la hormigueante multitud de personajes festeja a su santo patrón.

Viejo Manzanares y viejo Madrid, cantado tantas veces por historiadores, pintores y poetas.

(Imágenes:- 1.- orillas del Manzanares.- Aureliano de Beruete.-Museo del Prado/ 2.-el río Manzanares.- Aureliano de Beruete.- Museo del Prado/ 3.-Madrid desde la Casa de Campo.-José María Avrial y Flores/ 4.- «El baile a orillas del Manzanares».-1777.- Francisco de Goya.- Museo del Prado/ 4.-«La pradera de San Isidro».-1788.-Francisco de Goya.- Museo del Prado)

VIEJO MADRID (36) : EL «DOS DE MAYO» VISTO POR UN NIÑO

Goya.- 4455t.- el tres de mayo de 1808.- los fusilamientos en la montaña del Principe Pio

«Las diez poco más o menos, serían de ella, cuando se dejó sentir en la modesta calle del Olivo la agitación popular y el paso de los grupos de paisanos armados, que con voces atronadoras decían: «¡ Vecinos, armarse! ¡Viva Fernando Vll !» Toda la gente de casa corrió presurosa a los balcones, y yo con tan mala suerte, que al querer franquear el dintel con mis piernecillas, fuí a estrellarme la frente en los hierros de la barandilla, causándome una terrible herida, que me privó de sentido y me inundó en sangre toda la cara. Mis padres y hermanitos, acudieron presurosos al peligro más inmediato, me arrancaron del balcón, me rociaron, supongo con agua y vinagre (árnica de aquellos tiempos), me cubrieron con yesca y una pieza de dos cuartos la herida y me colocaron en un canapé, a donde volví entre ayes y quejidos lastimeros.»

Sorolla.- ttyyh.- defensa del Parque de Monteleón.- Joaquín Sorolla

Quien cuenta todo esto es el gran escritor costumbrista español Ramón de Mesonero Romanos en sus «Memorias de un setentón«. Tenía Mesonero entonces – el Dos de Mayo de 1808 – cinco años. «Tal vez ningún cronista de ninguna época-  escribí yo al prologar hace años esas «Memorias»– se hubiera atrevido a trasladar una fecha tan señalada de la Historia de España haciendo uso casi únicamente de impresiones subjetivas – hasta para algunos limitadísimas – como son los coloquios familiares escuchados por un pequeño niño. Y, sin embargo, Mesonero escoge precisamente esa fórmula de expresión para dar fe del dramático alzamiento. Los diálogos y las acaloradas disputas de sobremesa que en casa de Mesonero se sucedían, aparecen tan jugosa y naturalmente vertidos, que ellos mismos nos ofrecen una nítida imagen del apasionante suceso. Como digo, tenía entonces el escritor cinco años, y como infante que era, no podía lógicamente interpretar ni comprender el alcance del acontecimiento. Pero su memoria nos ha dejado intactos muy diversos rasgos ambientales que nos ayudan en forma sorprendente a conocer el interior del hecho: gritos, coplas, tumultuosos debates y carreras y confusión por doquier nos retratan vigorosamente, como en una película trepidante, la vibración de ese día; la Historia está observada desde un rincón minimizado, a través de una minúscula pupila, y sin embargo captando en cada instante lo más preciso y lo más pintoresco. Mesonero, acabando el capítulo, se verá obligado a exclamar: «¡ Qué noche, Santo Dios! Setenta años se cumplen cuando escribo estas líneas y siglos enteros no bastarían a borrarla de mi memoria!»

Goya.- rrtth.- el Dos de Mayo e 1908.- la carga de los mamelucos.- Francisco de Goya.-1814.-Museo del Prado

Y poco después, al describir el inquieto rostro del nuevo día, su pluma, frente a la mañana del 3 de mayo de 1808, cobra otra vez un ardiente fulgor: tomando el hilo de la atropellada narración que en aquellas horas daba a conocer a toda la familia el amanuense de su padre,  («decía haber visto a las mujeres por bajo de los caballos para hundir en sus vientres las navajas, y encaramarse a los hombres a la grupa de los mismos para hacer a los jinetes el propio agasajo») ,  llegan los recuerdos de Mesonero a Palacio, bajan a la Puerta del Sol, entran hasta el Parque de Monteleón, donde se precipitan las horribles venganzas, y en fin, dejan para siempre plasmado un Madrid desconcertante y atroz: ese Madrid inmortalizado por la paleta de Goya, que asomará entre las páginas de estas «Memorias» como un gran cuadro literario, de crudo colorido, en el que permanece abierta la herida de una revolución.»

Goya.- 4gguui.- versión de El tres de mayo de 1808 en Madrid- en grafiti en Madrid.- wikipedia

(Imágenes:- 1.- Francisco de Goya.- tres de mayo de 1808.-los fusilamientos en la Montaña del Príncipe Pío.- Museo del Prado/ 2.- Joaquín Sorolla.- Defensa  del Parque de Monteleón.- obtuvo en 1884  una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes/ 3.- Goya.- el dos de  mayo de 1808.- la carga de los mamelucos.- Museo del Prado / 4.- el 3 de mayo de 1808 en Madrid.- grafiti en Madrid.- wikipedia)

ENTREVISTA A CERVANTES

dibujos.-tiij.-Franccisco de Goya.-Don Quijote acosado por monstruos.-The British Museum

(Copio aquí el artículo que hace algunos años publiqué en Alenarterevista.- Mi pequeña evocación y recuerdo al ilustre académico y gran especialista de EL Quijote, Martín de Riquer, que acaba de fallecer. Descanse en paz)

-”Yo apostaré  – dijo  Sancho – que antes de mucho tiempo no ha de haber bodegón, venta ni mesón, o tienda de barbero, donde no ande pintada la historia de nuestras hazañas”.

Y así ha sido, así se ha cumplido esa sentencia de Sancho que asoma en la Segunda Parte del Quijote, en el capítulo setenta y uno.

Las dos figuras – Don Quijote y Sancho – asaltan los caminos desde anuncios inesperados, bailan sus carteles en puertas de restaurantes y tahonas, presiden  plazas del  mundo,  con su nombre son bautizados enclaves decisivos y quedan dibujados en portadas y en  cuadernos. Como dice Edward C. Riley, uno de los más reconocidos estudiosos cervantistas, si uno puede vender literalmente su imagen, es porque ha alcanzado las condiciones para la celebridad en el siglo XX. Ahora, nosotros añadiríamos, también  en el siglo  XXl.

¿Quiere esto decir que se lee “El Quijote” lo mismo que se  reconocen a distancia sus figuras de forma inmediata? Lamentablemente no. Si Cervantes ha realizado el sueño de cualquier publicista – crear un símbolo ampliamente reconocido para su producto – no ha conseguido que se le lea con la misma amplitud.

Yo me he ido esta noche a  conversar con él, a entrevistarle  – como solía hacer  Papini sin salir de su casa pero a la vez saliendo de ella  para escribir su “Gog” -,  he atravesado el gran portón,  he aderezado mi rocinante andariego y me he ido a buscar  a Cervantes a campo abierto, más allá de las ventas y entre molinos, preguntándole bajo el cielo raso cuestiones que a muchos interesan  y atendiendo a  lo que Don Miguel me iba diciendo, sobre todo en lo referente a libros.

Deseaba  su opinión sobre las traducciones que  han hecho de sus obras y así me ha contestado:

-”Me parece que traducir de una lengua en otra -me ha dicho mientras cabalgaba -, como no sea de las reinas de las lenguas, griega y latina, es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, son llenas de hilos que las oscurecen y no se ven con la lisura y tez de  la  haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel; y no por esto quiero inferir que no sea loable este ejercicio del traducir, porque en otras cosas peores se podría ocupar el hombre y que menos provecho le trajesen”.

Viajamos los dos despacio, Cervantes y yo cambiando de vez en cuando de animal, él montado a veces en mi  Rocinante y yo en su mulo, otras se sube él al lomo flaco que llevaba  Sancho y yo me encaramo de nuevo a los huesos del bisnieto de Babieca.

-Y entonces, Don Miguel, – le pregunto -,  ahora que se publica  tanto y que se lee tan poco, ¿es que  todos deben escribir?

-”Bien sé – me dice Don Miguel –  lo que son tentaciones del demonio, y que una de las mayores es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer e imprimir un libro con que gane tanta fama como dineros, y tantos dineros cuanta fama”.

Doblamos por un campo entre unos cabreros. Cervantes y yo marchamos solitarios tras el olor de unos tasajos.

-¿Y qué me dice de los críticos?  – le pregunto a Don  Miguel en una de las revueltas.

– “Las obras impresas se miran despacio – me contesta -,  fácilmente se ven sus faltas, y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que las compuso. Los hombres famosos por sus ingenios, los grandes poetas, los ilustres historiadores, siempre, o las más veces, son envidiados de aquellos que tienen por gusto y por particular entretenimiento juzgar los escritos ajenos, sin haber dado algunos propios a la luz del mundo”.

Después pasamos por un prado en el bosque y entramos ya  por un camino real.

– Don Miguel, y ahora que estamos todos en Internet y hay otro tipo de atención, ¿cree que se aprende como antes?

– “Las lecciones de los libros hacen más cierta la experiencia de las cosas que no la tienen los mismos que las han visto, a causa que el que lee con atención repara una y muchas veces en lo que va leyendo, y el que mira sin ella no repara en nada; y con esto, excede la lección a la vista”.

Lo más curioso de este viaje es que el tiempo se  nos va pasando entre montañuelas, nos abre a las entrañas de Sierra Morena, atravesamos las llanuras  y los mozos de mulas de la realidad se cruzan con otros venteros de la imaginación.

Le insisto a Cervantes sobre la enorme cantidad  de novedades que hoy pueblan las librerías y sobre esa desmesura de tantas publicaciones, y estoy atento a ver qué me dice.

-”Decir gracias y escribir donaires – me responde,  poniendo mucho cuidado de que su cabalgadura no se dañe en las piedras – es de grande ingenio; la más discreta figura de la comedia es la de bobo, porque no la ha de ser el que quiere dar a entender que es simple. La historia es cosa sagrada; porque ha de ser verdadera, y donde está la verdad, está Dios, en cuanto a verdad; pero, no obstante esto, hay algunos que así componen y arrojan libros de sí como si fuesen buñuelos”.

 ( Don Quijote vestido de fiesta. Ed. F. Rico)

Ahora ya estamos en la Parte Segunda de nuestro viaje, camino del Toboso. Cruzamos por un prado y cerca de una cueva.

-”El que lee mucho y anda mucho  – oigo murmurar a Cervantes  pensativo -, va mucho y sabe mucho”.

Guardo silencio para no interrumpirle  y aún le oigo meditar en voz alta:

-”El ver mucho y el leer mucho aviva los ingenios de los hombres”.

Luego marchamos camino del Ebro, hacia Zaragoza. Se ve que Don Miguel aún le da vueltas a lo de los escritores y los críticos porque me  habla  un momento de los fallos y aciertos en la composición.

-”Considere – me dice hablando del escritor – lo mucho que estuvo despierto, por dar la luz de su obra con las menos sombras que pudiese; y quizá podría ser que lo que a ellos les parece mal fuesen lunares, que a las veces acrecientan la hermosura del rostro que los tiene; y así, digo que es grandísimo el riesgo a que se pone el que imprime un libro, siendo de toda imposibilidad  componerle tal, que satisfaga y contente a todos los que le leyeren”.

Después ya cabalgamos otro rato silenciosos.  Palacios, ínsulas y  aldeas. Por los atajos, hacia Barcelona. Posadas. Llega la hora de nuestro retorno.

-”Nunca la lanza embotó la pluma,  ni la pluma la lanza”.- oigo decir a Cervantes.

Aún quiero preguntarle si es gran trabajo escribir un libro.

-”¿Pensarán vuesas mercedes ahora que es poco trabajo hinchar un perro? ¿Pensará vuesa merced ahora que es poco trabajo hacer un libro? Para componer historias y libros, de cualquier suerte que sean, es menester un gran juicio y un maduro entendimiento”.

Ya nos vamos a casa de Don Quijote pues anochece. Hay pesadumbre. Acude el médico. Recobra Don Quijote el juicio. Retorna a la realidad. Se siente a punto de muerte y quiere morir de modo que resalte la bondad de su vida. Cervantes y yo nos acercamos al lecho. Ordena su alma confesando. Arregla su hacienda dictando testamento. Pide perdón por el error de sus locuras.

Luego nos vamos.

Al volver, aún escucho a un locutor de radio: “Molinos, viejales antiguos a lomos de caballos raquíticos”.

lectura.-tynnj.-Don Quijote.-Richard Parkes Bonington.-1825

(Imágenes:- 1.- Francisco de Goya.- Don Quijote acosado por monstruos.- The British Museum/ 2, 3 y 4.- imágenes procedentes de Alenarterevista/ 5,- Don Quijote.– Richard Parkes Bonnigton.- 1825)

VISITAS AL MUSEO DEL PRADO

pintores.-rvttb.-Goya.-los fusilamientos del 2 de mayo.-Museo del Prado

» He aquí al villano – dice Eugenio D`Ors – que, en la noche de Los fusilamientos, se yergue con los dos brazos en alto, la luz del farol en la camisa. Velludo, casi negro, grotesco y sublime, monigote y arcángel, anónimo e inmortal – este madrileño rebelde es, para nosotros, la Revolución -. No quiero decir la Revolución política, únicamente. Esta es, pero también la otra, la de la cultura, la del arte, la revolución que el Pasado intenta fusilar y no puede. ¿Qué vemos, anecdóticamente, en este cuadro? Una ejecución. ¿Qué vemos, ideológicamente? Al contrario, una apoteosis. Un grito triunfal de la libertad. Jamás se ha pintado con tanta libertad- – sigue diciendo D`Ors en sus «Tres horas en el Museo del Prado» (Aguilar) -. Jamás se ha roto tan descarada, tan violentamente, con cualquier tradición. Late aquí, desnudamente, irracionalmente, la vida misma».

D`Ors publica esto en 1922 y narra su paseo por el Museo, acompañado – dice – de un amigo ideal, joven, inteligente, de buen gusto instintivo. Años después, María Zambrano, acompañada también de un amigo de juventud, estudiante de Historia del Arte, a quien denomina Ulises por haberle guiado en sus crisis y dudas juveniles, se detiene en El Prado ante el mismo cuadro. «… Y en cuanto al pueblo… – escribe en 1955, ahora recogido en «Algunos lugares de la pintura»

pintores.-eyu.-Goya.-Los fusilamientos.-detallle.-Museo del Prado

(Eutelequia) – moriría como el hombre aquel de la camisa blanca, figura central del cuadro de Goya Los fusilamientos de la Moncloa, que venían de ver y ante el cual habían pasado sin decir palabra; aquel hombre que abre los brazos en cruz, en lugar de apretarlos sobre su pecho desamparado, en un gesto antinatural, más allá del miedo instintivo de todo animal frente a la muerte, dando esa su alma que se le sale antes de que las balas lo alcancen; el alma entera con sus brazos clamando al cielo, abrazando al mundo, maldiciendo, bendiciendo. Y en sus ojos que se salen también antes de ser alcanzados y en ese grito… ¿qué nos grita ese celtíbero de camisa inmaculada, que da su alma? Ese grito, España, de tu animal, de su alma volcándose por encima de la muerte, no va a parar al mar del morir, sino a verterse en vida que no acaba».

Nos quedamos en silencio detrás de D `Ors, detrás de María Zambrano, en estas horas de tiempo del Museo – amigos de ambos escritores – absortos en muda contemplación.

(Imágenes.-1 y 2.-Francisco de Goya.-«Los fusilamientos del 3 de mayo».-Museo del Prado)

VOCES EN LAS CALLES

Entre 1808 y 1812 y en la madrileña esquina del tiempo, ve Francisco de  Goya a este afilador que vocea, se fija en sus mangas remangadas, observa su pecho descubierto y contempla cómo levanta la pierna derecha para hacer girar la muela. Desde la calle mira el afilador fijamente a Goya y Goya  desde su estudio mira fijamente al afilador. Después lo pinta. Lo hace con un naturalismo marcado, dejando en primer plano la gran muela montada en la carretilla, realizando «la obra bien hecha» como pintor que recoge «la obra bien hecha» de este experto en su oficio.

Más de dos siglos antes – en 1568 – otro afilador, antepasado del de Goya, cantaba en otra esquina de una calle europea:

«Afilo hirientes espadas y cuchillos

puliendo todo hierro con hábil mano.

Aquí venga deprisa el barbero a quien no le funciona la navaja

o se le ha quedado sin punta por el paso de los años.

Aquí venga deprisa aquel cuyas tenazas de dos brazos están llenas

de hollín, o a quien una hoz sin afilar retrasa.

Aquí venga corriendo aquel cuya espada podrida de herrumbre

tiembla, y cuyo puñal sin punta no vale.

Afilando con talento todo esto lo arreglaré

para que se pueda cortar lo más duro con cualquier espada».

Lo recogía en sus poemas Hartmann Schopper para «El libro de los oficios» pero sobre todo dejaba de ello constancia el gran grabador alemán Jost Amman con testimonio preciso.

Muchas voces de las calles han sido pintadas o grabadas en los siglos. Son voces que ya apenas oímos, voces solitarias que hoy aplasta el tumulto de coches y de ruidos. Afilaban hace tiempo su lengua y sus tijeras como silbido penetrante en el silencio de la mañana. Ahora – las poquísimas que quedan- viajan en bici o en motocicleta,  pero cuando andaban y roturaban caminos por esos mundos de Dios y asomaban puntuales en el cruce de las ciudades, los pintores se asomaban a las ventanas y los grabadores afanaban su arte intentando dejarlas para la posteridad.

(Imágenes: 1.-El afilador.-Francisco de Goya.-1808-1810-Museo de Budapest.-wikipedia/2.-poemas de «El Libro de los oficios».-Hartmann Schopper.-grabados de Jost Amman.-edición facsímil de la primera latina.-(Fráncfort del Meno, 1568).-Altabán Ediciones, 2006/3.-grabados de Jost Amman/ 4.-el afilador.-wikipedia)

¿ESCUELAS DE ESCRITORES?

diario.-1«Cuando estuve en Berlín hace cuatro años – decía el escritor polaco Witold Gombrowicz en su última entrevista grabada para la emisión«La Bibliothéque de Poche» en 1969 – me invitaron a una escuela para escritores; y me pidieron que pronunciase un discurso. Dije:»Lo primero que tenéis que hacer, si es que queréis ser escritores, es salir de aquí por las puertas o por las ventanas, da igual, pero huid en seguida, porque no se puede aprender a ser escritor y no se os puede dar ningún consejo, como tampoco se pueda dar instrucción a un escritor… El escritor no existe, todo el mundo es escritor, todo el mundo sabe escribir. Si se escribe una carta a la novia, se hace literatura; incluso diré más: cuando se habla o se cuenta una anécdota, se hace literatura, siempre es lo mismo. Por lo tanto, pensar que la literatura es una especialidad, una profesión, es una inexactitud. Todos somos escritores. Hay personas que no han escrito en toda su vida y, de golpe, hacen su obra maestra. Los otros son profesionales, que escriben cuatro libros al año y publican cosas horribles. Un poeta polaco decía: «A veces me sucede que soy poeta». Creo que la frase es acertada y que debiera decir: «A veces me sucede que soy artista». Pero no entiendo qué quiere decir artista o escritor de profesión. El hombre se expresa y lo hace por todos los medios, baila o canta, o pinta o hace literatura. Lo que importa es ser alguien, para expresar lo que uno es, ¿no creen? Pero la profesión de escritor, no, no existe…Hoy las cosas se han complicado falsamente, es un intelectualismo para mí de poca calidad, que busca las cosas, las paradojas, las novedades y todo lo que se quiera, pero que olvida las cosas esenciales. Creo que la literatura debiera volver a su forma de vida de hace, tal vez, cuarenta o cincuenta años, porque todo lo que se ha hecho desde entonces es muy sospechoso y ha dado muy malos resultados». («Autobiografía sucinta, textos y entrevistas») ( Cuadernos Anagrama).

escribir VALIDO.-j78.-por Tetsuya Noda.-Andrew Bae Gallery.-Chicago.-USA.-artnet

Estas palabras quizá sorprendentes, quizá sensatas y sabias, equilibran los platillos de la balanza sobre la asignatura del «aprender a escribir». Como he recordado en un artículo reciente, esta asignatura se imparte hoy en muy diversos lugares.» En la Universidad de Columbia, por ejemplo – decía allí -, hay todo un curso para creadores que abarca desde Homero y Sófocles hasta Virginia Woolf y cualquier lectura reposada de un aspirante a escritor le mostrará hasta dónde llegó la sensibilidad y qué formas exteriores se aplicaron para narrar la esencia de la vida». Tabucchi, entre muchos otros, ha confesado que «escribir no es una profesión, pero es seguramente un oficio, en su acepción más artesanal del término. Hay escritores que mitifican el talento, la inspiración y, seguramente, todo esto, junto al deseo y la imaginación, son cosas muy importantes. Pero la verdad  también es que es necesario estar sentado mucho tiempo, es necesario escribir, trabajar, hacerlo como el relojero que instala la pieza minúscula en el mecanismo del reloj que fabrica. Y cuando jóvenes escritores me piden consejo, me niego a dárselo. O más bien, les doy uno solo: si hay algún artesano en vuestro barrio, pasad por la tarde antes de que cierre y miradle cómo trabaja…»

escribir.-22vvb0.-por Giovanni Carnovali .-1840.-Glleria nazionale d´arte moderna

En las clases de creación que he impartido durante años siempre me gustó hablar desde el principio de libertad creadora. Y leía estas palabras escritas por Goya y colocadas en el monumento que le dedicara Vaquero Turcios, situado en el Parque del Oeste de Madrid, cerca del río.

«En la enseñanza de la pintura/

hay que dejar en plena libertad

correr el genio del alumno/

sin oprimirlo/

ni torcer su inclinación/

a éste o aquel estilo/

No hay regla en la pintura: /

lo mismo que la poesía/

Escoge en el universo/

aquello que encuentra/

más apropiado a sus fines«.

Creo que ésta es la primera lección.

(Imágenes:- 2.- 295  Diary: Aug 12 th.-1984.-Tetsuya Noda.-Andrew Bae Gallery.-Chicago.-artnet/ 3.-» Ritratto d´uomo in atto di scrivere» .-Giovanni Carnovali.-1840.-Galleria Nazionale d´arte moderna)

VER Y NO VER LOS TOROS

 

toros-www-escena-de-toros-por-francisco-de-goya-1824-museum-syindicate

Hoy que empiezan en Madrid las corridas de San Isidro, desde el siglo XVlll  hasta el XXl aún nos siguen llegando los ecos de los aplausos desde los tendidos y los desplantes y decepciones en las calles, los barullos de los antitaurinos como Eugenio Noel y los pros y contras cruzados que siempre congregaron en torno a sí la fiesta de  los toros. Diego de Torres Villarroel  lo recordaba desde Salamanca en 1752:

«PINTA, ANTES DE VERLA, LA FIESTA DE TOROS EN MADRID, Y DICE A UN AMIGO EL MOTIVO DE NO QUERER VERLOS

Supongo que ya estoy en talanquera

y que en el sitio dos doblones dejo,

por que me tueste el sol todo el pellejo

y me haga chicharrones la sesera;

 

doy por vista la célebre quimera

del que en la plaza se nombró despejo,

 que he visto de la guardia el entrecejo,

y desaguar las mulas la trasera.

 

Sale la Majestad, pisa la alfombra;

sale el bruto, se clava el rejoncillo;

ya pasó la función, nada me asombra;

 

vaya usted a coger un tabardillo,

mientra que yo en mi cuarto y a la sombra

corro en mi fantasía este torillo»

Entretenimientos del numen…», Salamanca, 1752)toros-rr-muerte-de-un-picador-francisco-de-goya-1794-museum-syindicate

Ver o no ver los toros. Los vieron desde la poesía Lope, Góngora, Quevedo, Vélez de Guevara, el Duque de Rivas, Zorrilla, Darío, Manuel Machado, Villaespesa, Villalón, Lorca, Gerardo Diego, Rafael Morales entre muchos. Otros no los vieron o se negaron a verlos.

«Iba en alto «Magritas» – se leía describiendo la figura de un torero en un periódico de Madrid, en 1950 -. Ya no iba de plata. De corto y de gris, iba muy pulido y cenceño, y siempre sonriente, como fue por su vida de postín sin postín. Yo esta tarde había visto, otra vez, otro gesto de «Magritas» en trance de entrar a banderillas, y que se me ha pasado antes al describir su estilo: cuando al abrir los palos para elevar los brazos, les miraba un momento los arpones. Ahora, ustedes lo añaden.

Vean ustedes a «Magritas«, ya en los medios, mirar los arponcillos al separar los palos. ¡Ya sale «Magritas»!  Bajando y subiendo los brazos con los rehiletes muy parejos, con las muñecas sueltas y pajarero el paso…¡Qué bien va!».

(R. Capdevila (Celestino Espinosa).-«Arriba«, 1950)

(Imágenes: 1.-Francisco de Goya: «Escena de Toros».-1824.-Museum Syndicate/ 2.-Francisco de Goya:»Muerte de un picador».-1794.-Museum Syndicate)