UNA MEMORIA DE ELEFANTE


Cuenta Roberto Benigni en “Mi Dante”, su versión recitada del gran poeta, que el profesor Umberto Eco aconsejó a los estudiantes que aprendiesen de nuevo las poesías de memoria. De este modo, además de la palabra, te llega dentro el sonido, que es como una música bellísima. Me lo decía siempre mi madre — seguía Benigni—:

—¡Aprende de memoria! ¿ Ves a Dante? Era tremendo. Tienes que ser como él, lo sabía todo de memoria, lo conocía todo.

Y me contaba la famosa anécdota de la piedra…

Dante está sentado en una piedra delante del Duomo de Florencia. Llega un señor y le dice:

—¿Cúal es el mejor bocado?

Dante contesta:

— ¡El huevo!

El tipo se va.

Un año después, el mismo señor vuelve al mismo lugar donde Dante está sentado en la misma piedra y le pregunta a bocajarro:

— ¿ Con qué?

Dante contesta:

—¡Con sal!

Mi madre me repetía siempre esta anécdota — decía Benigni—para que comprendiera que Dante disponía de una memoria de elefante, y que también yo debería tener la memoria de elefante que tenía Dante. Asimismo, mi padre deseaba que desarrollase la memoria, y para ello, me obligaba a salir al escenario con los troveros para que compitiese con ellos improvisando rimas.”

(Imágenes— 1- Boticelli- Divina Comedia- clivejames com/ 2-dibujos para la Divina Comedia)