COCINAS REALES

comer.-mjutgb.-letaldinstudio com

 

Se anuncia estos días que las cocinas del Palacio Real de Madrid van a ser abiertas al público de modo excepcional, como así ocurre en muy contadas ocasiones. Las cocinas se encuentran en el sótano, a varios tramos de escalera por debajo del comedor de gala; disponen de los clásicos fogones de carbón ; en un extremo de las cocinas se encuentra el depósito de este combustible, y puede verse la carretilla con que se traslada. Aparecen varias pilas de piedra y centenares de utensilios de cocina de cobre – fuentes, moldes de repostería, etc-, así como varios morteros gigantes, paelleras gigantes y varios calientaplatos decorados con el escudo real que intentan mantener el calor de los alimentos dada la distancia entre las cocinas y el comedor. Hay igualmente una nevera que funciona con grandes bloques de hielo. Y un enorme horno del tamaño suficiente como para asar corderos o terneras enteros.

 

comer-ubbnn-Claude Monet

 

Contemplando ese enorme horno y remontándonos con él en la Historia, el siglo XVlll nos evoca un instrumento nuevo que significará mucho para la revolución gastronómica: será el gran horno llamado «hortelano«, provisto de doce a quince fuegos. Con un escalonamiento en la intensidad de los fuegos, con él se podía lograr la cocción lenta, la cocción viva, las largas ebulliciones o la espera a fuego dulce. Asimismo permitía la preparación simultánea de los platos y  Jean -Francois Revel, cuando compendia la historia literaria de la sensibilidad gastronómica, recuerda que a partir de esa época, la redacción de las recetas cambia. El horno permitía entregarse a nuevos preparativos, mientras una primera batería del plato iniciado empezaba a hacerse. El plato, incluso cocido a fuego lento, deja de ser una especie de receptáculo de cocción único, al que se añaden más o menos progresivamente cosas, sino que se prepara eventualmente en varias cacerolas y por separado.

 

comer.-ttggb.-Helene Schjerfbeck

 

 

«La cocina – sintetizará Revel – es un perfeccionamiento de la alimentación, la gastronomía es un perfeccionamiento de la cocina misma» y destacará y elogiará el prólogo a la obra de Francois Marin (1739), cocinero de Mme de Grèsves, en la que puede leerse: «la ciencia del cocinero consiste en descomponer, en hacer digerir y en quintaesenciar las viandas, en extraer los jugos alimenticios, sin embargo ligeros, en mezclarlos y fundirlos juntos, de manera que nada domine y todo se aprecie, en conseguir por último esa unión que los pintores dan a los colores para homogeneizarlos, de tal forma que de distintos sabores no resulte más que un gusto fino  picante, y aún me atrevo a decir una armonía de todos los gustos conjuntados. En esto radica la finalidad de este oficio y la gran obra relacionada con la cocina«.

 

comer.-5fvvb.-interiores.-Dick Ket

 

(Imágenes.- 1.-letaldinstudio com/2.-Claude Monet/ 3.-Helene Schjerfberck/ 4.- Dick Ket)

INNUMERABLES JARDINES

 

jardines.- 6yhyu.- flores.- Theodore Earl Butler

 

Londres tiene casi cuatro millones de jardines. Inglaterra es un jardín, escribía Kipling –  así lo recuerda Ignacio Peyró en «Pompa y circunstancia» (Fórcola), el Diccionario sentimental de la cultura inglesa -. «La comparación del jardín inglés con la jardinería francesa sigue siendo un lugar común. Frente a la domesticación absoluta de la naturaleza por parte de los franceses, los ingleses preferirán su recreación. Frente a la simetría, la línea y la perspectiva, amarán la irregularidad, la curva y el marco. Frente al grand projet y el orden supremo, el apego a una belleza aparentemente casual, accidental, sobrevenida, natural, con su punto de «magnífico descuido», como decía la jardinera Vita Sackville-West. Así, mejor el culebreo de un arroyo que un canal rectlineo, mejor un boscaje de robles que una sucesión de setos recortados».

 

jardines.- 44rtty.- Spencer Gore .-inglés 1909.- 1878-1914

 

Es la «creación artificiosa del desdén»- no menos costosa, por cierto, que las grandes allées a la francesa, ni menos cercana a la mano del hombre». Peyró pasea sobre la piel de la Historia acompañado de célebres autores que glosaron de mil modos los jardines. George Orwell, por ejemplo, afirmaba que una de las cosas que más sorprendía al recién llegado al país era el amor tan ubicuo por las flores; Francis Bacon veía en el jardín el más puro de los placeres de los hombres y el doctor Johnson lo juzgaba como el entretenimiento de la razón».

 

 

jardines-uybb-dormir- Felice Casorati- mil novecientos trece

 

 

Umberto Eco en su «Historia de la Belleza»  recuerda que el jardín inglés “no crea de nuevo, sino que refleja la belleza de la naturaleza, no encanta en exceso, sino con la composición armoniosa de los escenarios”. Numerosas opiniones en torno a jardines y diversas visiones ante jardines  innumerables. Cuando en Francia Octave Mirbeau se acerca al otoño que rodea a la casa de Monet en su retiro de Giverny describe cómo «las anémonas del Japón, con actitudes litúrgicas, balancean sus corolas esbeltas y blancas igual que cofias; los flox sonríen, cándidos corimbos, con la multitud de sus ojillos ingenuos;

 

jardines.-67ddc.-Pierre Auguste Renoir

 

 

los gladiolos rezagados despliegan sus suntuosos cálices y tienden sus cuellos liliáceos hacia el vuelo enamorado de las abejas. Y, en el aire lleno de todos estos reflejos, de todos estos estremecimientos, de todos estos pólenes, los vertiginosos girasoles hacen girar sus discos amarillos, llamean y rutilan, y las altas matas de los harpalium vierten el oro continuo de su inagotable floración».

 

Z 115

 

(Imágenes.-1-Theodore Carl Butler/ 2.-Spencer Gore- 1914/ 3.-Felice Casorati- 1913/4- Pierre Auguste Renoir/ 5-Wilhelm Kühling)

HOJAS ANTIGUAS DE CALENDARIO (2) : JARDINES

jardines-obuf-Claude Monet- mil novecientos

 

«Entra el curioso jardinero después de alguna borrasca o ventisquera a pasear sus jardines, tiende los ojos a una parte y luego a otra, mira no sin grande dolor el estrago general que ha hecho el yelo.

 

jardines-ttff-Emil Nolde

 

Ve a una parte las flores echadas por  tierra, marchitos los tornasoles, las azucenas destroncadas, las rosas perdido su buen color y lustre, y finalmente todas las yerbas regaladas destruidas; si acaso mirando este estrago topa una mata o dos de claveles, que por estar guardadas del cierzo se le escaparon al yelo, aunque se entristece de ver las demás destruidas, en que tenía puesto su regalo, pero con aquellas pocas, que le han quedado, se regala y enternece, y da por ellas gracias al cielo.»

Diego de la Vega.- 1612

 

jardines.-rgy.-flores.-Max Liebermann.-1923

 

(Imágenes.-1- Claude Monet- 1900/ 2.-Emil Nolde/ 3.- Max Liedermann- 1923)

Y, SIN EMBARGO, BOSQUES …

bosques-rggb-árboles- Renoir

 

«Y, sin embargo, bosques, y sin embargo, mares,

no estamos solos, nunca

nadie está solo, sino

aquellos que están muertos de verdad en la vida,

con la sangre y los ojos y el corazón cerrados

a las profundas luces y sombras que los ciñen.

Yo os pueblo, mares, de mis cosas. Bosques,

de mis cosas también yo os pueblo. Sombras

no son. Mirad esa muchacha. Vedla

cómo marcha a mi lado entre los troncos

y sale al mar, entrándome en las olas.

Y, sin embargo, bosques, y sin embargo, mares,

parecéis que estáis solos,

como yo lo parezco también hoy

tan distante de vuestros verdes ámbitos.»

Rafael Alberti. «Y, sin embargo, bosques…» («Poesía de España») (1960)

 

árboles- buyy-bosques- Monet- mil novecientos diecinueve

 

(Imágenes.- 1.- Renoir/ 3.-Monet.-1919)

HISTORIA DE UN CAMINO

 

jardines.-6hhn.-Claude Monet.-camino a Pourville.- 1882

 

«Seguido alegremente de árboles musicales

se escapó de los bosques un camino aldeano

que, llamando a la puerta de las casas, corría,

corría de una a otra dejándoles un árbol.

Los hombres arrojaron sus piedras al camino.

Los niños arrojaron sus pedruscos al árbol.

Los pájaros huyeron. El camino dio vueltas,

y vestido de verde fue a esconderse en el campo.»

José Sebastián Tallon.-«Historia de un camino»

 

camino- vwaq.T Enami- mil novecientos cinco- Punjapit wordpress

(Imágenes.-1.- Claude Monet- camino a Pourville- 18882/ e.- T. Enami-1905.-Punjapit wordpress)

 

SONETO ESCRITO EN SECRETO

ciudades.- 4rr3e.- París.- Paul Maze.. 1887-1979.- Pont de Louvre

«Vi de nuevo a París, sus estatuas con sangre,

su cielo de color de alas de avión

bajo el sol de la tarde, y oí de nuevo un canto

lejano, parecido a un diluvio de chispas.

¡Amé por tanto tiempo hace ya tanto tiempo,

a París, en mi oscuro cuarto con sus paredes

color de viejo aurora! En el hielo empañado

del espejo un severo rostro meditabundo.

Los muebles, de caoba. Una flauta en el mármol.

A través de los vidrios emplomados, los árboles

(castaños) dibujaban su follaje, tan verde.

Y yo estaba de pie, cerca de la ventana;

y el asfalto cantaba con un ruido de fiesta,

una fiesta de todos los días, como el mar.»

Jean Cassou. «Soneto escrito en secreto» ( traducción de Leopoldo Rodríguez Alcalde)

París-dsg-Claude Monet- Parque Monceau.-1878

(Imágenes:- 1- Paul Maze– Pont de Louvre/2.-Claude Monet– parque Monceau- 1878)

TE LO HE DICHO PARA LAS NUBES

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«Te lo he dicho para las nubes

te lo he dicho para el árbol del mar

para cada ola para los pájaros en las hojas

para los guijarros del ruido

para las manos familiares

para los ojos que se transforman en rostros o paisajes

y a quien el sueño devuelve el cielo de su color

para toda la noche bebida

para la verja de los caminos

para la ventana abierta para una frente descubierta

te lo he dicho para tus palabras

Toda caricia toda confianza se sobreviven».

Paul Eluard.-«Te lo he dicho…»

paisajes.-58hy.-Edgar Degas.-1869

(Imágenes:-1. Claude Monet/ 2.-Edgar Degas.-1869)

«EL POEMA GOURMAND»

«Para…

Comer

Saborear

Almorzar

Deleitarse

Limpiar

Cocer a fuego lento

Vestir.

Sin olvidar…

Salar

Perfumar

Pimentar

Sazonar

Aromatizar

Vinagrear

Especiar

Aceitar

Acomodar

Realzar.

Con precisión…

Cortar

Tallar

Picar

Escalopar

Recortar

Rallar.

Y luego hacer…

Cocer

Freír

Asar

Hervir

Cocer lento

Saltear

Brasear

Dorar

Rustir

Pasar

Revolver

Guisar

Colorear

Hacer sudar

Flambear

Confitar

Blanquear

Reducir

Ahora sólo falta…

Cubrir

Disponer

Convidar

Invitar

Acoger

Recibir

Instalar

Colocar

Sentarse a la mesa

Servir

Compartir.

Sin olvidar…

Decorar

Poner flores

Disponer

Iluminar

Adornar

Amenizar

Embellecer

Aclarar.

Y entonces…

Sentarse

Oler

Cerrar los ojos

Sonreir

Degustar

Ser feliz

Degustarlo».

Alain Ducasse.- «El poema Gourmand»

(Imágenes.-1.- Pieter Aersten.-escena de mercado,.1550.-Alta Pinacoteca de Munich/.-2.-Claude Monet.-El almuerzo.-1873/ 3.-Giuseppe de Nittis/ 4.-Edouard Manet.-almuerzo en el taller.-1868)

ALEJARSE DE LA CREACIÓN

» – Entonces, ¿usted jamás pinta ante el modelo? –le preguntaron a Bonnard en 1943 .

– Sí, pero me aparto de él  de vez en cuando, examino la pintura, regreso, vuelvo a marcharme más tarde, y no me dejo absorber por el objeto en sí mismo; todo lo hago en mi estudio. En resumen, que se produce un conflicto entre la idea inicial, que es la buena, la del pintor, y el mundo variable y variado del objeto, del tema que ha sido origen de la primera inspiración».

En alguna ocasión he hablado en Mi Siglo de Pierre Bonnard y en varios momentos me he referido también a ese «paso atrás» en la creación – es decir, alejarse, tomar perspectiva -, tan esencial en el trabajo de escritores y artistas.

«Los pintores que han podido enfrentarse directamente al modelo son escasos – seguía diciendo Bonnard -, y los que han podido escapar a él lo hicieron gracias a sus métodos personales de autodefensa. Cézanne, puesto ante el modelo, tenía una idea sólida de lo que quería hacer, y no tomaba de la naturaleza más que lo que estaba en relación con su idea. A menudo le ocurría que se quedaba quieto, tomando el sol como una lagartija, sin siquiera tocar un pincel. Y así lograba esperar a que las cosas volvieran a ser tal como habían entrado inicialmente en su concepción».

«Renoir pintaba ante todo Renoirscontinuaba explicando Bonnard -. A menudo tenía modelos de piel grisácea, en absoluto anacarada, y él se la pintaba anacarada. Se servía del modelo para un movimiento, para una forma, pero no copiaba; jamás perdió la idea de lo que podia hacer. Me paseaba un día con él, y me dijo: «Bonnard, hay que embellecer».

«Monet, en cambio, pintaba el modelo, pero durante los primeros diez minutos. No daba tiempo al modelo para que llegara a apoderarse de él. Y se incorporaba al trabajo cuando la luz correspondía con lo de su primera visión. Sabía esperar: tenía siempre varios cuadros comenzados».

Apartarse de la creación, alejarse de la obra en curso,  adquirir perspectiva, volver luego a ella. Saber esperar. Grandes lecciones para grandes trabajos. Cuestiones quizá para no olvidar.

(Imágenes.-1.-Pierre Bonnard.-un rincón de París.-1905/ 2.-Pierre Bonnard.-taller con mimosa/ 3.-Pierre Bonnard.-Saint Tropez.-1909/ 4.-Pierre Bonnard.-1910/ 5.-Pierre Bonnard/ 7.- Pierre Bonnard en su estudio.-Henti Cartier- Bresson.–1944)

NYMPHÉAS

«Nada está más «construido» que el impresionismo – decía el filósofo Paul Ricoeur al contemplar las «Nymphéas» -. Es el mayor desprecio que se puede cometer concerniente a Monet. Si él ha tenido al principio impresiones sensoriales, todo lo demás ha sido construido. Pensemos en el intervalo de la pena, del dolor, del trabajo que hay entre las impresiones recibidas del mundo, y después esta construcción de impresiones. Cerca de diez años de sufrimientos psíquicos. Monet está prácticamente ciego, se ha operado muchas veces de los ojos sin éxito: ya no ve los colores. Él está como Beethoven que, sordo, construye en su cabeza la  tonalidad de los colores.

Estos colores que vemos han sido construidos en principio «cerebralmente» y proyectados después sobre la tela. La pintura – proseguía Ricoeur – no plantea un problema diferente de la narración, por ejemplo, porque cada vez existe la recreación del mundo, de un mundo completo. Miremos el cielo, el agua, el vegetal.  No sabemos ya cuál es el reflejo del cielo en el agua, cuál es la recepción del cielo por el agua… Los nenúfares forman la totalidad de un mundo porque podría decirse: es el mundo tal y como yo no lo he visto jamás.

En este sentido, nada sería más engañoso que decir que aquí tenemos simplemente una imagen, es decir, algo que es menos que lo real. Aquí tenemos en cambio algo más que lo real. En este sentido, podría decirse que es un «su realismo«, si la palabra no hubiera sido empleada en otro contexto. Como acabo de decir, es el mundo tal como yo no lo he visto jamás, pero que, al mismo tiempo, podemos habitar. Este lugar que a la vez es cerrado nos lanza al mismo tiempo fuera de sus propios límites. Es como un «horizonte» de percepción y no como un «objeto» de percepción».

Pupilas de filósofo mirando las flores, mirando el agua: contemplando cómo el agua se refleja en las flores.

(Imágenes.-Monet.-«Nympheas».-en l´Orangerie.-

CHAGALL Y PARÍS

«Llegué a París como empujado por el destino. Afluían a mi boca palabras llegadas del corazón, y casi me ahogaba. Tartamudeaba. Las palabras pugnaban por salir al exterior, ansiosas de iluminarse con la luz de París, de engalanarse con ella. Llegué con los pensamientos y los sueños que no pueden tenerse más que a los veinte años, pero quizá esos sueños se han parado en mí para mucho más tiempo».

Así evocaba Chagall su vida y la rememoraba en 1943 en una conferencia que hacía revivir su pasado.»Normalmente, podría decirse – continuaba – que nadie va a París con el equipaje ya hecho. Se va allí deslastrado, para estudiar, y se regresa con el equipaje algunas veces. Ciertamente, yo podía expresarme en mi ciudad lejana y en el círculo de mis amigos, pero aspiraba a ver por mis propios ojos aquello de que había oído hablar tan lejanamente: esta revolución de lo visual, esta rotación de colores, que espontáneamente se funden uno con otro en un chorro de líneas pensadas, cual quería Cézanne, o en dominio libre, com lo ha mostrado Matisse. Esto es lo que no se veia en mi pueblo. El sol del arte no brillaba entonces sino en París, y me parecía y me sigue pareciendo que no hay mayor revolución de lo visual que la que encontré en 1910 al llegar a París».

«Los paisajes y las figuras de Cézanne, Manet, Monet, Seurat, Renoir, Van Gogh, el fauvismo de Matisse y de tantos otros me dejaron estupefacto. Me trajeron como un fenómeno de la naturaleza. Lejos de mi país natal, sus cercados se perfilaban en mi imaginación sobre el fondo de sus casas. Yo no veía allí ninguno de los colores de Renoir, sino dos o tres manchas sombrías. Y al lado de ellas se hubiera podido vivir una vida sin la esperanza de encontrar este lenguaje artístico libertado que debe respirar por sí mismo, como respira un hombre».

«No frecuenté en París ni academias, ni profesores. Los encontraba en la propia ciudad a cada paso, por doquier».

«Eran los tenderos del mercado, los mozos de café, los porteros, los campesinos, los obreros».

«En torno a ellos planeaba esta sorprendente «luz-libertad» que no he visto en ninguna otra parte».

«Y esta luz pasaba fácilmente por las telas de los grandes maestros franceses y renacía en el arte».

«Yo no podía por menos de pensar que esta «luz-libertad» sola más luminosa que todas las fuentes de luz artificial puede hacer nacer semejantes cuadros relucientes en los que las revoluciones de la técnica son tan naturales como la lengua, el gesto y el trabajo de los que pasan por la calle».

Luminoso Chagall. Maritain dijo de él en «Fronteras de la poesía» que » cada composición suya – verdadera descarga de poesía, misterio en la más sana claridad – tiene a la vez un realismo y un espiritualismo intenso. Le ocurre con sus juguetes, que los abre para ver qué tienen dentro. Y eso porque los ama. Sabe que en el cerebro de la vaca está sentada la granjerita, sabe que el mundo naufraga alrededor de los amantes, bucólico y desastroso. Se ha ganado la amistad de la creación, y pasea sus parejas por el cielo con el asentimiento de las aldeas. Uno se pregunta qué ciencia, segurísima y casi dolorosa de perspicacia, le permite ser tan fiel a la vida en tan completa libertad. No cabe engaño sobre el amor de las cosas, de los animales, de la realidad total, – amor demasiado nostálgico para ser panteista -, que anima y alimenta semejante ciencia».

(Pequeña evocación sobre Chagall  cuando se acaba de inaugurar una nueva exposición sobre su obra en Madrid)

(Imágenes.- 1.-Chagall: «El violinista».-1912-1913/ 2.-Marc Chagall.-1934.-por Horacio Coppola/ 3.-Chagall: París a través de la ventana.-1913.-Mueso Solomon R Gugenheim/ 4.-Chagall: sobrevolando Vitebsk/ 5.-Chagall en su estudio/6.-La Virgen de la Aldea.-1938-1942/ 7.-Marc Chagall yBella.- París 1933.- foto André Kertész/ 8.- «Soledad».-1933.-Museo de Arte de Tel Aviv.-regalo del artista.-1953/ 9.-Marc Chagall en 1965.-foto Yousuf Karsh)

VERANO 2011 (1) : SOL DE LOS INSOMNES…

«¡Oh sol de los insomnes! ¡ Melancólica estrella

de luz atormentada, lejana y temblorosa,

encendida en la noche, callada e invencible

como un recuerdo suave, clavado en la memoria!

Así brilla el pasado, aurora de otros días;

brillo exento de fuego, ceniciento fulgor;

rayo en la oscura noche, crepuscular tristeza

remota. tibia y clara, de frío resplandor…»

Lord Byron

(Imágenes:- 1.«L `Ombrelle Rouge».-1905-Max Svabinsky.- / 2.» La costa salvaje de Belle-Ile».–Claude Monet.- 1886.-Musée d`Orsay)

UN PASEO CON MONET POR GIVERNY

La paleta de Monet se componía de blanco de cerusita, amarillo de cadmio (claro, oscuro y limón), amarillo limón de ultramar, bermellón, violeta de cobalto (claro), ultramar superfluo y verde esmeralda. Así quedó reseñado en el «Bulletin de la vie artistique» del 15 de julio de 1923. Pero la paleta  de Monet, cuando ahora se camina por los jardines de Giverny, parece quedar diluida dando paso a cuantos colores de la belleza el pintor señala. «Cuando salgas a pintar – aconsejaba-, trata de olvidar los objetos que tienes ante ti, un árbol, una casa, un campo, o lo que sea. Piensa solamente: he aquí un cuadradito azul, un óvalo rosa, una franja amarilla, y píntalos tal como los ves, con el color y la forma exactas, hasta que obtengas tu propia e ingenua impresión de la escena que tienes delante».

Así, desde la mesa de comedor de hoy en Giverny, parece que los viejos tiempos nos hablaran. Recuerda Sue Roe, varias veces citada en Mi Siglo al comentar la vida privada de los impresionistas, que «a la casa se llegaba por un sendero bordeado de pinos y abrigado por enrejados cubiertos de rosas. El jardín, un espacio vasto y escondido, estaba parcialmente adornado de boj. Había dos parterres yertos que discurrían en paralelo a un amplio camino bordeado de cipreses (…) Monet y Alice quitaron inmediatamente el boj, que no les gustaba a ninguno de los dos, e iniciaron una discusión, que duraría dos décadas, sobre los cipreses».

«Pronto Monet sigue evocando Roe -empezó a ser admirado en Giverny. Los lugareños lo observaban mientras iba por el pueblo impartiendo órdenes con su voz clara y metálica (…) Monet mandó contruir una nave junto al río para que albergase sus barcas y almacenara sus caballetes y lienzos».

«Entretanto, metió la pinturas en el granero y amarró las barcas en una islita cercana, donde el Epte se une al Sena. Ayudado de sus dos hijos pequeños, ataba las barcas a los espesos troncos de los sauces ribereños y todos juntos volvían a la casa al atardecer, con sonido de los barcos de vapor que remolcaban las gabarras por el Sena«.

«Me gusta ver a este hombre – dice Octave Mirbeau en «Claude Monet y Giverny» (Centellas) – en el intervalo de sus trabajos, en mangas de camisa, con las manos negras de mantillo, el rostro tostado por el sol, feliz de sembrar semillas, en su jardín siempre resplandeciente de flores, sobre el fondo risueño y discreto de su pequeña casa revestida de mortero rosa».

Y luego, sentado ya en el jardín con su sombrero blanco, dejaba venir poco a poco sus recuerdos ante Thiébault- Sisson en una de las escasas entrevistas que concedió en su vida: «No volví a ver a Manet  – evocaba- hasta 1869, pero fue para entrar en su intimidad enseguida. Ya en el primer encuentro me invitó a ir a verle todos los días a un café de Batignolles donde sus amigos y él se reunían para conversar al salir del taller. Allí encontré a Fantin-Latour y Cézanne, Degas, que llegó poco después de Italia, el crítico de arte Duranty, Émile Zola, que debutaba entonces en las letras, y otros más. Yo mismo llevé a Sisley, Bazille y Renoir.  No había nada más interesante que esas tertulias, con su choque de opiniones perpetuo. Se estaba allí con la inteligencia en vilo, nos animábamos mutuamente a la búsqueda desinteresada y sincera, y uno acumulaba provisiones de entusiasmo que, durante semanas y semanas, le sostenían hasta que conseguía dar forma definitiva a la idea».

Lejos, esperaba la casa de Giverny a que los recuerdos volvieran.

(Imágenes:-1.- Claude Monet.-Nympheas,.1915/ 2.- comedor en casa de Monet en Giverny.-Fondation Claude Monet/ 3.- jardines de Giverny.-Fondation Claude Monet/ 4.- taller de Monet en Giverny.-Fonfation Claude Monet/ 5.- jardines de Giverny.-Fondation Claude Monet/ 6.- Claude Monet en su jardín de Giverny.-1915.-por Sacha Guitry.-chagalov/ 7.- casa de Monet en Giverny.-Fondation Claude Monet)