VERANO 2018 (3) : JUAN RAMÓN

 

 

“El campo bajo todo negro,

sin una luz.

Arriba,

el camino celeste de Santiago,

las estrellas purísimas.

Vamos hacia otra tierra,

yo no sé si mejor…¡ Mejor! ¿Qué dicha

aguarda? ¿De  qué dicha me despido,

buscándola… otra vez?

¡Melancolía

de este vaivén constante y disgustado

que se llama “mi vida”!

¡No importa!  Tengo siempre

la vuelta. En la tranquila

soledad de la noche de verano,

la eternidad serena y sin salida

—única, novia fiel,

madre, hermana y amiga —

camina a todas partes

conmigo, siempre idéntica y divina.”

Juan Ramón Jiménez -“Viaje”-“Estío” (1915)

 

 

(Imágenes -1- David Inshaw- 1974/ 2- Claude Monet- 1880)

UN VERANO CON MONTAIGNE

 

”La lectura acompaña toda mi vida – decía Montaigne -, y me asiste por todas partes. Me consuela en la vejez y en la soledad. Me descarga del peso de una molesta ociosidad, y me libra, a cualquier hora, de las compañías que me fastidian. Sofoca las punzadas del dolor, cuando no es del todo extremo y dominante. Para distraerme de una imaginación importuna, no tengo más que recurrir a los libros; me desvían fácilmente en su dirección, y me la arrebatan. Y, además, no se rebelan por ver que no los busco sino a falta de los demás bienes, más reales, vivos y naturales. Me reciben siempre con el mismo semblante”.

 

 

En el verano de 2012 y a través de la emisora francesa France Inter, el escritor y profesor en el Collège de France y en la Universidad de Columbia, Antoine Compagnon, dedicó unos minutos cada día a hablar de Montaigne. El éxito de sus reflexiones se convertiría después en un libro, “Un verano con Montaigne” (Paidós), que pronto se transformó en una obra enormemente comentada y apreciada. Se unían, pues, el verano y la lectura, exactamente los ecos de la lectura de un clásico : “la gente – confesaba algo asombrado Compagnon –  estaría tumbada en la playa o tomando un aperitivo antes de comer, y oiría hablar de Montaigne por la radio.” Nunca es tarde para leer un clásico. Los veranos bien pudieran ser tiempos de reelectura. Veranos quizá con sorbos de Pascal, con máximas y consejos, con poemas casi olvidados y ahora recobrados, con pensamientos célebres. Montaigne lo demostró en su día a través de la radio, en medio de las playas y los campos, y abrió una caja de sorpresas.

”La lectura de todo buen libro –así lo recordaba Descartes– es como una conversación con los hombres que lo han escrito, lo más esclarecedor de los siglos pasados; una conversación selecta en la cual no nos descubren sino sus mejores pensamientos.”

 


 

(Imágenes -1- Ferdinando Scianna/ 2- foto Patrick Andrade – New York Times/ 3- Claude Monet – 1886)

¿POR QUÉ SE ME DIO LA VIDA?

 

 

“ ¿Por qué se me dio la vida?

¿Para adelantar como un rayo

a todos en el carro del triunfo

inalcanzable y veloz como el destino,

sin razón ni voluntad,

y tener ansias de más?

 

 

¿Por qué se me dio la vida?

¿Para asir con las manos enjoyadas

el cuenco reluciente,

evocado en conjuros,

y tener sed de más?

 

 

¿Por qué  se me dio la vida?

¿Para ir de mano en mano

como un libro mágico

ardiendo por todas las almas,

flotando como un fuego en la ceniza,

y tener sed de más?”

Edith Södergran – “La lira de septiembre” (1918) – (traducción de Neila García)

 

 

(Imágenes- 1- jardines/2- Claude Monet – 1915/ 3- the christian sciencie monitor / 4- Claude Monet – 1897)

VIAJE POR ESPAÑA (16) : VIAJE DE VIAJES

 

 

“Está por hacer – recuerda Sánchez Cantón en susItinerarios de arte” – un “Viaje de viajes” que describa a España con noticias sacadas de todos ellos; el retrato no saldría fiel, pero sí muy divertido. Para dibujar el mapa podría servir el barón de Rosmithal, que vio a Inglaterra en la ría de Vigo, y para hablar de las modas, nadie mejor  que madame D Aulnoy, la cual refiere que las “niñas bien” de San Sebastián, en el reinado de Carlos ll, llevaban al paseo cerditos a guisa de perros falderos.

No eran tan amenos los “Viajes” del siglo XVlll; pero sus pretensiones de seriedad hacían más dolorosas para los españoles las críticas y las leyendas que difundían (Mister  Clarke se admiraba de que no le entendiesen cuando preguntaba algo en francés o en latín por los caminos de España. Swinburne perdió durante dos días a su ayuda de cámara porque le habían encerrado para peinar la peluca de una imagen de la Virgen; “Fígaro” cuenta cómo cerca de Zaragoza hay una gran taberna servida por monjes bernardos, y describe así un dormitorio de madrileños acomodados : “ El amo duerme sobre un banco; madame, en el mismo o sobre otro; los hijos, sobre una estera; los criados, en el suelo; por el verano en el patio, y cuando es invierno, en la caballeriza”)

 

 

Se comenzó a estudiar nuestra tierra, nuestra historia y nuestro arte. Fue forzoso recorrer España para bien conocerla, y “viajes” son muchas de las empresas memorables de entonces – El “Viaje botánico” de Cavanilles, el “Viaje literario a las iglesias de España de Villanueva, el “Viaje” de Ponz.

Una nota esencial diferencia a estos viajeros de los “pelegrinos curiosos” anteriores: los anhelos devotos de otras épocas se truecan en ansias de averiguar y en deseos de ver. Tiene el castellano palabra definidora de estos “peregrinos laicos”, la registra el Diccionario académico, mas nunca fue usual. Tres son las causas que mueven a viajar: necesidad, oficio y gusto. Se llama “viajero” el sujeto de la primera acción; “viajante”, el de la segunda, y el de la tercera, “viajador”, vocablo que debiera difundirse para destierro de “turista”, que es feo galicismo.

El viajador español por excelencia del siglo XVlll fue don Antonio Ponz”.

 

 

(Imágenes-1- Pejman Shoajei/ 2- Slim Aarons 1965/ 3- Monet -1864)

EL SÉPTIMO DÍA INVENTARON LA NIEVE

 

 

“El séptimo día inventaron la nieve. Y la nieve se acomodó a descansar en sí misma, tal como ellos habían pensado. Cuando la nieve se hubo posado, probaron si se podía caminar por ella. Se podía fácilmente. Cuando andaban se hundían un poco, pero no tanto como para que tuviese importancia. Y vieron que quedaban marcas en la nieve. Cada paso que daban dejaba una marca en la nieve. Las llamaron pisadas. Ahora podían ver con más facilidad por dónde habían andado. Eso estaba bien. Y no habían descubierto el viento y la lluvia, así que las huellas se quedaban donde estaban. De esa manera otros podían seguirlas. Si había alguien que tenía ganas de hacerlo. Y eso sería bueno, claro. Así es que ya el séptimo día dejaron muchas huellas en la nieve, se sentaron a descansar y a alegrarse del resultado de sus esfuerzos. Contemplaban la interminable superficie y se la describían mutuamente. Y cuando habían terminado de describírsela mutuamente y no tenían nada más que decirse, ni sobre la nieve ni sobre las numerosas huellas que habían dejado en la interminable superficie, vieron que todo estaba cubierto de nieve. Todo saldrá a la vista por sí solo, decían, cuando se derrita la nieve”.

Inger Christensen – “El texto- 7”-  “Eso”(traducción de Francisco J. Uriz)

 

 

(Imágenes -1- foto: Peter Zeglis/ 2- Claude Monet-1869)

VIAJES POR EL MUNDO (11) : LA TORRE DE LONDRES

 

 

«Cuando la contemplo desde el lamado «Puente de la Torre», alzándose, ante mis ojos, allí, al otro lado del Támesisescribe el japonés Natsume Sōseki -, me pierdo en la intensidad de la mirada, preguntándome si soy una persona del presente o pertenezco yo también a los tiempos antiguos. Aunque de hecho estemos ya a comienzos del invierno, hace un día apacible. El cielo tiene un color de lejía mezclada con agua, y las nubes cuelgan bajas por encima de la Torre. Las aguas del Támesis muestran un color blanquecino, como si se las hubiera mezclado con yeso, y la corriente no produce ondulaciones perceptibles ni hace tampoco el menor ruido, aun moviéndose con rapidez. Una barca pasa con la vela izada por delante de la Torre. Navegando sobre un río sin viento, parece un ala blanca, de forma triangular, constantemente en reposo, siempre en el mismo punto. Dos grandes barcazas se deslizan río arriba. Un barquero solitario maneja un remo con lentos movimientos en la popa. En torno a la balaustrada del Puente de la Torre se agita una forma blanca, probablemente una gaviota. Todo lo que puedo observar está en calma. Todo parece lánguido y adormecido ; todo estå lleno de una sensación de pasado. Y en el centro, irguiéndose con frialdad, como derramando su desdén sobre el siglo XX, está la Torre de Londres. Allí se levanta, como diciendo; «Pasan los trenes de vapor, pasan los trenes eléctricos, pero mientras haya historia, sólo yo permaneceré para siempre».

 

 

(…) Giro a la izquierda y entro por la puerta de la Torre Sangrienta. En tiempos antiguos, aquí se recluyó a un número incontable de personas en la Guerra de las Rosas. Aquí, en esta Torre, se segó la vida de hombres y mujeres como si fueran hierba, aquí se hizo una carnicería con seres humanos como si fueran animales, aquí se apilaron cadáveres como si fueran salmón seco. No sin razón, pues, se le ha llamado la Torre Sangrienta.

(…) Me quedo mirando la Torre, envuelto por un aire saturado de humedad teñido de sepia, la contemplo boquiabierto. El Londres del siglo XX desaparece gradualmente del fondo de mi mente y, al mismo tiempo, la imagen de la Torre comienza a esbozar ante mis ojos, la historia del pasado en mi cerebro. Tengo una sensación como si el vapor que salía del té que he bebido a sorbos por la mañana, después de levantarme, hubiera prolongado un sueño dejado atrás al despertarme».

 

 

(Imágenes- 1- John Atkinson Grimshaw/ 2- Albert Goodwim/ 3- Claude Monet – 1871)

IMPRESIÓN : AMANECER

 

 

«En 1874, Edmond, el hermano de Renoir que publicó el catálogo de la exposición inaugurada ese año en París,  le pidió a Monet que le diera una lista de todos los títulos. Para su cuadro del amanecer en Le Havre  pintado en 1872 Monet sugirió, sin duda algo distraído – según recuerda Sue Roe en «La vida privada de los impresionistas» -, el título de «impresión». El cuadro apareció con el título de «Impresión : Amanecer ( Impression soleil levant).

El crítico Louis Leroy, de la revista satírica «Le Charivari», escribió un artículo a modo de parodia, y cuando a lo largo de la exposición llegó ante la contemplación del  cuadro de Monet, preguntó :

– ¿Qué representa eso? ¿Qué dice el catálogo?.

Su acompañante  le contestó:

Impresión : Amanecer»

– Ah, claro, impresión. Debe de haber una impresión en algún lugar, aquí metida. ¡Qué libertad!, ¡qué flexibilidad de estilo! – dijo irónicamente – El empapelado en sus prineras fases estaba mucho más terminado que eso».

Bela Lázár describió así este famoso cuadro: «El sol se eleva sobre las casas de la orilla ; su luz tiembla en zigzag en el espejo de las aguas del río. Por encima de las casas y del agua se extiende un aire azul, en el cual surgen, como luminosas manchas, las siluetas de los campanarios y de los barcos que cruzan el río. El cuadro representa la pugna entre la niebla y la luz del sol, entre los valores cromáticos del cielo y del agua, así como la compenetración y mutua influencia de sus colores. Los matices se funden, las formas se hacen insensibles. El pintor toma, como punto de partida, un efecto real: la observación de las relaciones que existen entre las masas de color y el ambiente inundado por ellas. Tales son sus motivos».

 

 

Ahora el Museo de Arte Moma en Le Havre expone este cuadro y lo rodea de célebres amaneceres o atardeceres, entre otros, de  Eugene Boudin, Turner, Raoul Dufy o Gustave Le Gray

 

 

«Impresión: Amanecer» , la palabra de donde surgirá después el «impresionismo», y sobre cuyo estilo Whistler, el impresionista norteamericano, quiso comentar : » cuando la niebla del crepúsculo tiende sobre las márgenes del río el velo de la poesía, y las pobres viviendas parecen flotar en el cielo turbio; cuando las elevadas chimeneas se convierten en esbeltos campanarios y los bazares fulguran en la noche tenebrosa como si fueran palacios y toda la ciudad parece colgar del cielo, transportándonos a un mundo fabuloso…»

 

 

Distintos amaneceres y atardeceres mostrándonos la mirada del artista.

 

 

Impresiones de luz y pinceladas, sombras y enfoques.

Fotografía y pintura.

 

 

(Imágenes -1- Monet – «Impresión: Amanecer» – museo Marmotan/ 2- Eugène Boudin- 1882 – colección particular/ 3- Turner – 1834 – tate – Londres/ 4- Raoul Dufy – 1925 – museo de  Bellas Artes de Nancy/ 5-. Gustave Le Gray – Le Havre -1856/ 6- Eugène Boudin- Le Havre- 1888 – Muma – Le Havre)

LA INFANCIA EN El ARTE (2)

 

 

He aquí este rostro que nos mira  – apoyado el codo en el piano – , el de Julie Manet, hija de Berthe Morisot y de Eugène Manet, hermano del pintor. La tarde entra hasta el frescor luminoso de este cuarto y los dedos rozan las teclas en este pastel hoy guardado en una colección particular. La infancia en el arte nos brinda la intimidad de la música, aunque en este momento aún no pueda desvelarse lo que será esta niña, relacionada en el futuro con tantos artistas, y que escribirá un Diario en torno a muchos creadores. La tarde se queda en la puerta contemplando esta escena y la mirada soñadora de Julie no sabe aún cuánto le espera, todo lo que le va a suceder en la vida.

 

 

Mármol blanco para este busto de Camille Claudel que ha tomado como modelo a Madeleine Boyer, hija de los propietarios del Castillo de l Islette de Touraine. Ojos elevados al cielo, ondulaciones del cabello, mirada fija en la esperanza. Se acercaba hasta esta escultura Claude Debussy para admirarla y comentó en voz baja:  » una de las más graciosas evocaciones que han inspirado a un poeta del mármol: la llamada con la cual  un niño interroga a lo desconocido».

 

 

Refugiados los ojos en un rincón de la habitación, esta niña en azul de 1918 de Amedeo Modigliani observa y espera. Así lo hará siempre mientras nos mira. Ojos que hablan. Ojos que retratan. » Muchos de estos ojos – dirá un crítico once años después – nos miran desde los lienzos, pensativamente conscientes de su vida frágil, angosta, con su propia miseria o su mórbida sensibilidad desvelada». Esta niña graba en las pupilas todo cuanto ocurre, pero también su mirada se alarga sobre cuanto nosotros escondemos, sobre cuanto queremos que siga oculto. Singular notario infantil que nada olvida.

(Imágenes.- 1- Berthe Morisot -Le Piano – 1888 -colección particular/ 2-Camille Claudel -le Petite Châtelaine- 1896- Roubaix, La Piscine, museo del arte y la industria/ 3 – Amedeo Modigliani -Fillette en bleu -1918 -colección particular)

JARDINES EN GIVERNY

 

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«Los rábanos silvestres acaban de exhalar sus íntimos aromas; las peonías se han marchitado; muertos están los jacintos. Es primavera. Los lirios levantan sus pétalos curvados, extraños, adornados de blanco, de malva, de lila, de amarillo y de azul, estriados con manchas pardas y puntuaciones purpúreas, que evocan, en su revés complicado, analogías misteriosas, sueños tentadores y perversos, semejantes a los que flotan alrededor de las turbadoras orquídeas…

Así va recorriendo el crítico de arte francés Octave Mirbeau el campo y el mapa de las flores del pintor en  «Claude Monet y Giverny« (Centellas). La primavera da paso al verano, continúa, y entonces «las multicolores capuchinas se desploman, a cada lado de la calle

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de arena, en cascadas deslumbradoras. En los grandes arriates que cubren a los lirios ajados se agita la sorprendente maravilla de las adormideras; una extraordinaria maraña de tonos, una orgía de matices claros, una mezcla resplandeciente y musical de blanco, de rosa, de amarillo, de malva; un increíble amasijo de carnes rubias sobre las que estallan los anaranjados, suenan las fanfarrias de los colores ardientes, sangran y se encienden los rojos, se alegran los violetas, se iluminan con fuego los púrpuras negros.

De esta forma he seguido los pasos de Mirbeau ante las flores de Monet en el documental «Pintando el jardín moderno» que se ha proyectado estos días en muchos cines de España. Así ha ido entrando también el otoño en el jardín: «las capuchinas han invadido la calle, y sus flores multiplicadas hasta el infinito, más brillantes, han devorado el follaje que amarillea.

 

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Al hechizo de las adormideras le sucede el hechizo de las fastuosas dalias; gorgueras encañonadas, preciosamente ribeteadas de oro fino, de púrpura sangrante, de lila enternecido; borlas imbricadas de todos los colores vivos y de todos sus matices discretos; estrellas que tiemblan y titilan en lo alto de los tallos débiles, ramificadas, encantadoras con su gracia ligera y atrevida; o bien, festones de sedas antiguas, de tonos acentuados, con bordados marchitos deliciosamente, o bien monstruosos penachos cuyos pétalos se deshilachan, se desparraman, se tuercen en crines escarlata».

 

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«Es aquí – concluye Mirbeau -, en esta perpetua fiesta de los ojos, donde vive Claude Monet. Y este es realmente el medio que uno imagina para este prodigioso pintor de la vida espléndida del color».

 

Monet- yvbr- spanisharts com

 

(Imágenes.- Monet : cuadros sobre el tema de Giverny)

EN TORNO AL AGUA (1)

 

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En torno al agua se han reunido siempre poetas y pintores de todos los tiempos asomándose a su espejo. «El que se inclina sobre el borde de una barca lenta, sobre el seno de un agua tranquila- escribía, por ejemplo, el romántico inglés Wordsworth -, complaciéndose en lo que su ojo descubre en el fondo de las aguas, ve mil cosas bellas – hierbas, peces, flores, grutas, guijarros, raíces de árboles – e imagina aún más. A menudo queda perplejo y no siempre puede separar la sombra de la sustancia, distinguir las rocas y el cielo, los montes y las nubes, reflejados en las profundidades de la corriente clara». Claudel afirmaba que «todo lo que el corazón desea puede reducirse siempre a la figura del agua». Y así, aguas maternales y aguas femeninas, aguas dulces y violentas, aguas durmientes, muertas, profundas, aguas primaverales y aguas corrientes, aguas enamoradas que atraen el rostro de quienes las miran hasta querer devorarlas, han fascinado a los artistas.

 

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Edgar Allan Poe, en Las aventuras de Arthur Gordon Pymdescribe un agua misteriosa: «En razón del carácter de esta agua – dice -, nos negamos a probarla, suponiendo que estaba corrompida y sólo un poco más tarde llegamos a comprender que tal era el aspecto de todas las corrientes en todo este archipiélago (…) Aunque esta agua corría con rapidez en cualquier pendiente, como haría cualquier agua común, sin embargo nunca tenía, salvo que se tratara de una caída o de una cascada, la apariencia habitual de la limpidez. Sin embargo, tengo que decir que era tan limpia como cualquier agua calcárea que exista, y la diferencia era sólo aparente. A primera vista, y sobre todo en los casos en que el declive era poco sensible, se parecía un poco, en cuanto a la consistencia, a una espesa disolución de goma arábiga en agua común. Pero esa era la menos notable de sus extraordinarias cualidades. No era incolora; tampoco era de un color uniforme, cualquiera que fuese, y al correr ofrecía a la vista todas las variedades de la púrpura, como tornasoles y reflejos

 

agua-yyrrc-pantano-paisajes-Gustav Klimt- mil novecientos

 

de seda cambiante… Al llenar un recipiente con esta agua y al dejarla asentarse y nivelarse, observábamos que toda la masa de líquido estaba hecha de una cantidad de vetas distintas, cada una de un color; que esas vetas no se mezclaban y que su cohesión era perfecta en relación con las moléculas que las formaban e imperfecta en relación con las vecinas. Pasando la punta de un cuchillo a través de las partes, el agua se volvía a cerrar inmediatamente sobre la punta, y al retirarla, los rastros del paso de la hoja se borraban en seguida. Pero si la hoja se interponía cuidadosamente entre dos vetas, se producía una separación perfecta que el poder de cohesión no rectificaba inmediatamente. Los fenómenos de esta agua constituyeron el primer anillo definido de esta vasta cadena de milagros aparentes que a la larga debería rodearme».

 

paisajes.-4ewc.-agua.-luna.-Granville Redmond.-americano.-1916

 

Aguas misteriosas aquí en Poe, pero también aguas bellas en otras partes, millones de gotas que se suicidan desde lo alto de las cataratas y asimismo aguas subterráneas, cercadas por mil colores de sus habitantes profundos: aguas del mundo submarino. En el texto más antiguo de la India, el Rig-Veda, se habla en uno de sus himnos del padre de las aguas: «Agni, el padre de las aguas, respira entre las aguas como un cisne; se despierta al alba. ¿Quién de vosotros distingue a Agni cuando se esconde en medio de las aguas? Apareciendo entre las aguas, el brillante Agni crece elevándose por encima de las llamas agitadas y expandiendo su gloria; el cielo y la tierra se alarman cuando el radiante Agni aparece… Asociado en el firmamento con las aguas, toma una forma excelente y brillante; el sabio, apoyo de todas las cosas, barre la fuente de las lluvias».

 

jardines.-4rfb.-agua.-Kay Bradner.-Charles Campbell Gallery

 

Aguas tranquilas entre los nenúfares de Monet, aguas tumultuosas bajo las nubes de Turner.

 

animales.-5rrf.-agua.- Giuseppe Archimboldo.-1566

 

(Imágenes.-1-trumblr goodnilght/ 2.-Claude Monet- 1907/ 3.-Gustav Klimt/ 4.-Granville Redmond– 1916/ 5.-Kay Bradner- Charles Campbell gallerie/ 6.- Agua- Giuseppe Archimboldo)

VIAJEROS OCIOSOS Y VIAJEROS SENTIMENTALES

 

ciudades-nnhu- Londres- John Atkinson Grimshaw

 

«Los designaré por su nombre – escribe el irlandés Laurence Sterne -: hay simples viajeros, pero hay también viajeros ociosos, viajeros curiosos, viajeros embusteros, viajeros vanidosos, viajeros melancólicos, y, tras ellos, vienen los viajeros de necesidad: viajeros felones y delincuentes, viajeros inocente e infortunados. Y, finalmente, el viajero sentimental (o sea yo), y que ha viajado por imperio de la necesidad y por el deseo de viajar en igual grado que cualquiera de los incluidos anteriormente (…)

Hablando sobre las causas eficientes y las causas finales del viajar, existe toda esa gente ociosa que abandona su país natal por el extranjero, y que tiene su razón o razones, sea por enfermedad del cuerpo, imbecilidad de la mente o necesidad inevitable.

 

ciudades-ybbb-puentes-Claude Monet- mil novecientos tres

 

Las dos primeras clases comprenden a todos los que viajan por mar y por tierra, sea por orgullo, vanidad o melancolía, subdivididos y combinados hasta el infinito. La tercera clase comprende el numeroso ejército de los mártires peregrinos y  los delincuentes, que viajan bajo la dirección de las autoridades, por exhorto del magistrado. Todavía hay una cuarta clase. Me refiero a los que cruzan el mar y se establecen en tierra extraña, con el fin de ahorrar dinero, por varias razones y bajo pretextos cualesquiera».

 

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Así va desmenuzando Sterne las características de quienes van y vienen por el mundo en su «Viaje sentimental por Francia e Italia«. Javier Marías, en sus «Vidas escritas«, al hablar de Sterne, recuerda que tanto gusto tomaron los Sterne a esos países y a sus climas que su mujer Elizabeth y su hija Lydia se quedaron a vivir en el sur del primero, sancionando así de hecho la separación oficiosa entre los esposos. Sterne, anota Marías, «era un hombre bondadoso y ligero, que una vez quiso «heredar» los dos niños que dejaba a su muerte una viuda indigente (…) Él puso de moda en la sociedad de su tiempo ahuyentar suavemente a las moscas en vez de matarlas cuando molestaban».

Viajes sentimentales muchas veces que a uno le gusta recordar.

 

ciudades-tccff- Robert Spencer- mil novecientos veintitres

 

(Imágenes.- 1.-John Atkinson/ 2.-Claude Monet- 1903/ 3.-Amsterdam- Oscar Kokoschka– 1925/ 4.-Robert Spencer- 1923)

PROUST Y LAS GOTAS DE LLUVIA

 

lluvia.- 67hhu.- Gustave Caillebotte

 

«Pero otras veces empezaba a llover y se cumplía la amenaza del capuchino que tenía el óptico en su escaparate; las gotas de agua, como los pájaros migratorios que se echan a volar todos juntos, bajaban del cielo en apretadas filas. No se separan, no van a la ventura en esa rápida travesía; cada una guarda el puesto que le corresponde, llama junto a ella a la que sigue, y el cielo se ennegrece más que cuando parten las golondrinas. Nos refugiábamos en el bosque. Ya su viaje parecía cumplido, y todavía seguían llegando algunas más débiles y calmosas. Pero salíamos de nuestro refugio, porque el follaje agrada mucho a las gotas, y ya estaba la tierra casi seca cuando todavía más de una se rezagaba jugando con las molduras de una hoja, y colgada de su punta descansaba, brillando al sol: de pronto se dejaba deslizar desde lo alto de la rama y nos caía en la nariz».

Marcel Proust.- «Por el camino de Swann»

 

paisajes.- 44fr,.- Claude Monet.- mañana en el Sena en la lluvia

 

(Imágenes.- 1.-Gustave Caillebotte/ 2- Claude Monet)

DURAND – RUEL Y LOS IMPRESIONISTAS

 

Durand Ruel- mnnu--- Renoir- mil novecientos diez

 

«Era una morada sorprendente para un marchante de cuadros decimonónico – anota uno de los hermanos Goncourt al visitar a Durand -Ruel en 1892 -: un inmenso piso situado en la calle Rome, plagado de cuadros de Renoir, Monet, Degas y tantos más. En la alcoba tenía un crucifijo sobre la cabecera de la cama y en el comedor había una mesa preparada para dieciocho invitados, cada uno de los cuales tenía delante seis vasos de vino que recordaban a la Flauta de Pan«. Era el tiempo en que Durand-Ruel había inaugurado ya la primera galería en Estados Unidos, mantenía dos galerías en París, y la época también en que estuvo viajando entre ambas orillas del Atlántico a fin de consolidar su presencia en Nueva York.

 

Pisarro.-effv.-puesta de sol - Bazincourt.-wikipaintings. com

 

Ahora distintas salas de cine españolas han ofrecido el gran documental «Inventando el Impresionsmo. Durand-Ruel y el mercado del arte moderno» de la National Gallery. Contemplamos en esas imágenes el recorrido vital del célebre marchante que animó, compró, ayudó y convivió con tantos impresionistas. En una carta de Pisarro a Durand-Ruel en 1886 el pintor le confiaba: » quiero buscar la síntesis moderna mediante recursos basados en la ciencia, los cuales se basarán en la teoría de los colores (…) es decir, la descomposición de los tonos en sus elementos constitutivos, porque esa mezcla óptica suscita luminosidades mucho más intensas que la mezcla de los pigmentos».

 

Londres-nnhhu-Claude Monet- mil ochocientos setenta y uno

 

Las profundas amistades y las agrias desavenencias se entrecruzaron muchas veces entre artistas y marchante. Monet, hacia 1886, disputaba con Durand- Ruel y le devolvía un adelanto de dinero, diciendo que a partir de entonces sólo quería tratar con él al contado. Le comunicó asimismo que ya sólo le vendería la mitad de sus últimas telas, explicándole que prefería guardar las restantes, ya que Durand-Ruel enviaba todas sus obras a América.

 

Monet- La gare Saint- Lazare- vikipedia org

 

En 1877 Monet pintó la estación de Saint-Lazare. Se presentó en las oficinas de los Ferrocarriles del Oeste y le dijo al responsable: «He decidido pintar su estación. Durante cierto tiempo, he estado dudando entre ésta y la Gare du Nord, pero creo que la suya tiene más carácter». La historiadora Sue Roe recuerda que se detuvieron todos los trenes y se despejaron los andenes. Las máquinas de los trenes se atiborraron de carbón para que soltaran la mayor cantidad de humo posible. Monet se marchó finalmente, llevándose aproximadamente media docena de cuadros recién hechos. Todo el personal, con el jefe de estación a la cabeza, lo despidió cortésmente. Durand -Ruel compró todos los cuadros de la estación Saint-Lazare.

 

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Experto en subastas, organizador de históricas exposiciones, eficaz negociante, cuando Durand- Ruel muere en 1922 a la edad de noventa años su vida queda ya unida permanentemente al arte. Como recuerda el crítico John Rewald «vivió lo bastante para ver cómo sus pintores entraban en la gloria, una gloria tal que los propios artistas nunca habían imaginado, como tampoco el marchante que más de medio siglo antes, con un instinto infalible, había defendido su causa aparentemente sin esperanza».

 

estaciones-jffg-invierno-niebla-Alfred Sisley- Museo d`Orsay- mil ochocientos setenta y cuatro

 

(Imágenes.- 1.-Durand-Ruel- Renoir. 1910/ 2.-Pisarro- wikipainting/ 3.-Monet- 1871/4.- Monet- estación Saint-Lazare- 1877- vikipedia/ 5 -Degas- 1859/ 6 .-Sisley- 1874)

CARLOS BOUSOÑO

Bousoño- nhy-fpa es

 

Conocí a Carlos Bousoño en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid al final de los años cincuenta. Eran sus clases, enlazadas con las de Ynduráin y Dámaso Alonso, una intensa inmersión en la esencia de la poesía. En aquellas aulas, a mi lado, le escuchaba también el gran poeta Claudio Rodríguez y juntos oímos muchas veces a Bousoño adentrarse en certeros análisis poéticos, que él reflejaría luego en libros importantes, como el dedicado a la obra de Vicente Aleixandre.

 

campos-yuun-paisajes-Rob van Hoek

 

«¿Sabe usted – le decía Pedro Salinas a Dámaso (y él lo reproduce en «Poetas españoles contemporáneos«) – que el libro de Bousoño sobre Vicente es auténticamente bueno?». «En «Historia del corazón» – escribía Bousoño prologando a Aleixandre -,  puede este libro situar la contemplación de la mano amada, y más aún, del poro de su piel, invisible al ojo normal. Parece como si el autor hubiese acercado una lupa al cuerpo de la persona querida y observase a su través con pausado deleite cada mínimo pormenor de su realidad física. En otras ocasiones son las propias reacciones psicológicas las sorprendidas en su minuciosidad. La imagen de la lupa no nos vendría bien aquí; en cambio, la técnica cinematográfica nos brinda otra inmejorable de entre su repertorio de procedimientos. Aludo a la «cámara lenta». Aleixandre capta, en ciertos instantes, a cámara lenta su movimiento psíquico, alargándolo en otro acusadamente más despacioso que el normal».

Hasta aquí el Bousoño estudioso, el analista preciso. Pero cuando Bousoño abre los ojos de su sueño y contempla España en su poesía nos entrega esta otra creación y esta otra luz:

 

paisajes-hhy-árboles- Vu Cong Dien- mil novecientos setenta y cinco

 

«Desde aquí yo contemplo, tendido,  sin memoria

el campo. Piedra y campo, y cielo, y lejanía.

Mis ojos miran montes donde sembró la historia

el dulce sueño amargo que sueñan todavía.

Pero el amor fundido en piedra día a día;

pero el amor mezclado con monte, o con escoria,

es duradero, y te amo, oh patria, oh serranía

crespa, que te levantas bajo el cielo, ilusoria.

Campos que yo conozco, cielos donde he existido;

piedras donde he amasado mi corazón pequeño;

bosques donde he cantado: sueños que he padecido.

Os amo, os amo, campos, montañas, terco empeño

de mi vivir, sabiendo que es vano mi latido

de amor.  Mas te amo, patria, vapor, fantasma, sueño».

Carlos Bousoño.-«España en el sueño«.-(«Hacia otra luz», 1952)

(Descanse en paz Carlos Bousoño que murió ayer)

 

paisajes-bbhu-Claude Monet

 

(Imágenes.- 1.-Carlos Bousoño- fpa/ 2.-Rob van Hoek/ 3.-Vu Cong Dien-1975/ 4.-Claude Monet)

VERANO 2015 (1) : EL PUERTO PINTADO

 

mar.-uy78.-la salida de los barcos.-por Claude Monet.-missfolly tumblr - copia

 

«Allí se labró un puerto circular, para el atraque

frente al mar sin gobierno, con estaño fundido que imitaba

el baño de las olas. Dos delfines de plata, resoplando,

se daban un banquete de esturiones; bajo estos, unos peces de bronce

huían asustados. En los acantilados se sentaba

alguien que parecía un pescador; en las manos llevaba

una red con pescados que se diría a punto

de arrojar a las aguas».

Hesíodo.-«El puerto pintado»- «Escudo»

 

mar-tffv-peces- Max Ernst

 

 

((Imágenes.-1.-Claude Monet/ 2- Max Ernst)

JARDINES

jardines-ccdff-Henri Le Sidaner-mil novecientos treinta y uno

 

«La belleza más importante de todo jardín- escribe Horace Walpole al hablar de los jardines modernos (Siruela) – es la perspectiva y los puntos de vista atractivos; el arte de un pintor nos cansa cuando faltan esos toques finales. Los motivos más hermosos que dependen de sí mismos hastían cuando se ven a menudo. El pórtico dórico, el puente de Palladio, la pagoda china, que sorprenden al extraño, pierden en seguida su encanto para el saciado dueño. El

 

jardines.-tgedd.-Henri Le Sidaner.-1916

 

lago que inunda el valle es aún más inanimado, y su señor rara vez disfruta del gasto, salvo cuando lo muestra a su visitante.  Pero el ornamento que primero pierde atractivo es la ermita, o el escenario adaptado para la meditación. Es casi cómico reservar una cuarta parte de nuestro jardín para estar melancólico en él.

 

jardines.-t8ujj.-Henri Le Sidaner

 

La perspectiva, la perspectiva animada, es siempre el lugar más frecuentado. Antes las perspectivas se sacrificaban a la comodidad y al abrigo (…) Nuestros antepasados, que vivían la mayor parte del año en sus mansiones campestres, y algunos durante dos años seguidos o más, tenían en cuenta en primer lugar la

 

jardines.- 4fbnn.- Edouard Manet

 

comodidad, antes que el gusto. Sus enormes mansiones acogían a todas las ramas jóvenes, a las viudas y tías solteronas, así como a otras familias que les hacían visitas de un mes entero. La forma de vida ha cambiado hoy totalmente; sin embargo, aún se levantan los mismos soberbios palacios, que se convierten en

 

jardines-uuubb-flores-Edouard Manet- mil ochocientos setenta y nueve

 

pomposa soledad para el dueño, y en albergue transitorio para unos pocos viajeros.

Si algo hay capaz de eliminar o restringir el estilo de la moderna jardinería, es esa circunstancia de la soledad. Cuanto más grande es el escenario, más lejos estará probablemente de la capital, en cuyas cercanías la tierra es demasiado cara para

 

jardines- nggu- John Singer Sargent- mil ochocientos ochenta y seis

 

disponer de una extensión considerable de propiedad. Los hombres se cansan de un gasto que solo disfrutan unos pocos espectadores. Sin embargo, hay un peligro aún más inminente que amenaza el gusto actual, como lo ha amenazado siempre. Me refiero a la persecución de la variedad».

 

jardines-onn-Claude Monet- mil ochocientos ochenta y dos

 

(Imágenes.- 1.-Henri Le Sidaner/ 2.-Henri Le Sidaner- 1931/ 3.- Henri Le Sidaner.-1916/ 4.-Edouard Manet/ 5.- Edouard  Manet- 1869/ 6.- John Singer Sargent- 1886/ 7.- Claude Monet- 1882)