EN UNA ALDEA DE ASTURIAS

 

pájaros-rew- Teppo Tera

 

«En una aldea de Asturias

oí una voz por el aire;

Aquel pajarillo

que vuela, madre,

ayer le vi preso

(Se ha parado el aire.)

y hoy trepa el aire;

por penas que tenga,

no muera nadie;

(Me quedé mirando

las nieblas del valle…)

yo le vi entre rejas

de estrecha cárcel

aquel pajarillo,

(Se ha movido el aire.)

y hoy trepa el aire».

Blas de Otero.- «Folía popular»

(a los cien años del nacimiento del poeta: 15 de marzo 1916)

(Imagen.-teppo-tera)

MI FRAILECICO

«Conmigo está mi dueño,

leyendo su lectura silenciosa.

Mi dueño es muy pequeño,

mas tiene voz de rosa

cuando del alma el canto le rebosa.

Leyendo está mi amigo,

y yo con él, penando, vivo y muero.

«A solas, sin testigo»,

así es como le quiero,

hablándome un sentido muy de vero.

Con este frailecico,

el alma se recoge y empavesa;

¡qué importa si es tan chico,

si el alma es la que besa

y amigos son sus labios de Teresa!

Con ella, y con su voce,

no quiero otro coloquio, por ventura.

En ella está mi goce;

con ella, la Hermosura

de amor me da la fiebre y calentura.

Que si ella es, castellana

de Dios, lo que del mundo yo más quiero,

él tiene una fontana

tan rica de venero,

que en ella me adolezco y peno y muero.

Por ella yo quisiera

dormirme entre los brazos del Esposo,

muriendo de manera

tan alta, y silencioso,

que abriérame este pecho que reboso».

Blas de Otero: «Cántico espiritual».-1942

(Imagen: retrato de Juan de La Cruz)

QUIERO ESCRIBIR DE DÍA

escribir.-334vb.-por Arno Rafael Minkkinen.-2000.-artnet«Quiero escribir de día

 

De cara al hombre de la calle,

y qué

terrible si no se parase.

 

Quiero escribir de día.

 

De cara al hombre que no sabe

leer,

y ver que no escribo en balde.

 

Quiero escribir de día.

 

De los álamos tengo envidia,

de ver cómo los menea el aire».

Blas de Otero:  «Cantar de amigo«.-(«Universidad de México», 1957)

(Imagen: foto de Arno Rafael Minkkinen.-2000.-artnet)

LO ETERNO

mar-55-por-robert-adams-ngagov«Rompe el mar

en el mar, como un himen inmenso,

mecen los árboles el silencio verde,

las estrellas crepitan, yo las oigo.

(…)

Es que quiere quedar. Seguir siguiendo,

subir, a contra muerte, hasta lo eterno».

(…)

Blas de Otero: «Lo eterno» («Ángel fieramente humano»)

(Imagen: fotografía de Robert Adams.-ngagov)