HABITACIONES DE HOTEL

interiores.-rvgy.-hoteles.-Paul G. Oxborough.-en el Hotel Warwick

 

Los hoteles y la literatura han tenido siempre excelentes relaciones. Escogiendo algunas de ellas, ahí están los hoteles de Agatha Christie o los hoteles provincianos de Maigret, las divagaciones de Paul Auster, las «estancias tenebrosas» de Julien Gracq o los best-sellers antiguos como el del «Grand Hotel» de Vicky Baum. Olivier Rolin (el llamado Georges Perec de las habitaciones de hotel), al escribir sobre el hotel Crystal, anota dimensiones, muros, techos, pinturas, muebles, objetos, cortinas, radiadores, grabados, y luego avanza lentamente sobre piezas anexas, cuartos de baño, ventanas, vistas, y  todo ello con un propósito exhaustivo y preciso, para que sus recuerdos no salgan nunca de estos recintos.

 

interiores- vddtt-Edward Hopper- Hotel Lobby - mil novecientos cuarenta y tres

 

Ahora algún periódico ha querido resucitar los personajes y la historia de  ciertos hoteles célebres de Madrid. Y cuando atravesamos los vestíbulos, subimos a los ascensores, caminamos por las alfombras de los pasillos y metemos la llave en la hendidura de la puerta he aquí que encontramos, por ejemplo en el Palace madrileño,  a Borges y a Alejo Carpentier, a Sinclair Lewis, Emil Ludwig, Keyserling, Paul Morand, Spengler, Brodsky, Dürrenmatt o Hemingway entre tantos otros.

 

periódicos.-879.-Hopper.-1932.-habitación de hotel

 

En los interiores de hoteles pequeños o grandes han transcurrido vidas de paso, retazos de conversaciones y silencios que inmortalizara Hopper, pasillos con pensamientos furtivos

 

interiores.- 53ddv.- Auguste Chabaud.- pasilllo de hotel

 

y vistas desde ventanales irreales con ciudades al fondo que se dejaban contemplar.

 

ciudades.-55tt,--.Boston.-antigua casa de la Aduana de Boston desde la habitacón del hotel.-Abelardo Morell

 

(Imágenes.- 1.- Paul G Oxborugh en el Hotel Warwick/ 2-Edward Hopper- 1943/3.- Edward Hopper- 1932/ 4.-Auguste Chabaud/ 5.-Abelardo Morell)

LAS VOCES DEL LIBRO

libros.-rrecss.-Van Gogh.-1887

 

«No sé – ¡oh, tú, que me estás leyendo! – si tienes derecho al título que te doy en el de este Prólogo – escribe Tirso de Molina en la presentación de los «Cigarrales de Toledo» en 1621 – (…) Anda, léeme, no se te dé nada (…) Ya  me has abierto (…) Ya juzgarás, por lo dicho, que me vendo, soberbio ( así sigue hablando el  libro) . Pero  ni te engañas en todo, ni en todo aciertas. Mira: toda arrogante presunción es locura, y todo abatimiento de sí mismo, que no se ejercita por Dios, es pusilanimidad (…)  Desta suerte salí del vientre de mi madre – si puedo dar este nombre a la imaginativa que me concibió y a la pluma que me sacó a luz -. De los defectos que en mí hallares, parte tiene la culpa mi progenitor, y parte el ama que me enseñó a hacer pinitos (….) ¡ Ocho meses ha que estoy en las mantillas de una imprenta, donde, como niño dado a criar en la aldea, me enseñaron los malos resabios que en mí descubrieres : mentiras de un ignorante compositor que tal vez añadía palabras, tal sisaba letras!  (…)

El día que salí de la tienda ( continúa hablando el libro) entré a servir a quien me compró; y desde entonces ya no corre por cuenta de quien me dio el ser mi defensa, sino del señor a quien reconozco».

 

libros.-8gugm.-marilenaferrari-frm it

 

Así  le habla el libro al lector en el siglo XVll y tres siglos después, a través de la pluma de Italo Calvino, será un tono distinto, no la voz del libro sino una voz situada entre el lector y el libro, una voz que se introduce en la habitación y se acerca al que lee para disponerlo a la grata lectura: » Relájate – le invita en » Si una noche de invierno un viajero» – . Recójete. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre está la televisión encendida. Dilo en seguida, a los demás: «¡No, no quiero ver la televisión! » Alza la voz si no te oyen :» ¡ Estoy leyendo! ¡No quiero que me molesten!».

Entonces la voz del libro empieza a articular poco a poco palabras, como ocurría en Tirso de Molina y como ocurre siempre. Es una voz de voces, voz quizá de omnisciencia, voz de personaje-narrador, voces simultáneas, voz de monólogo interior, voz de flujo de conciencia. En la habitación empieza por ejemplo a hablarnos Balzac,  al que pronto Conrad le quita la palabra, al que Faulkner interrumpirá, la voz tal vez pasará a Proust y éste cederá la palabra a Camus y éste a su vez acaso a Durrell. Todas las voces parece que no pudieran contenerse en un solo libro pero cada libro nos viene hablando con su propia voz. Escuchamos desde nuestra edad y abierto siempre nuestro ánimo.

 

libros.-4dvb.-Abelardo Morell.-1993

 

(Imágenes.- 1-Van Gogh- 1887/ 2.-marilenaferrari. it/ 3.-Abelardo Morell- 1993)

 

EN LA FLORISTERÍA

(c) John Hitchens (son); Supplied by The Public Catalogue Foundation

«Un hombre entra en una floristería

y elige unas flores.

La florista envuelve las flores.

El hombre introduce la mano en su bolsillo

para buscar el dinero,

– el dinero para pagar las flores –

pero al mismo tiempo se lleva

repentinamente

la mano a su corazón

y cae.

flores.-ttggbb.-amapolas.-Martiros Sarian.-.1958.-colección privada

Y al tiempo que se desploma,

rueda el dinero por el suelo,

y luego caen las flores

al mismo tiempo que el hombre,

al mismo tiempo que el dinero.

Y la florista se queda allí,

con el dinero que rueda,

con las flores que se estropean,

con el hombre que muere.

Evidentemente todo esto es muy triste,

y ella, la florista, debe hacer algo,

pero no sabe qué hacer,

no sabe

por dónde empezar.

Hay tantas cosas que hacer

con este hombre que se muere,

con estas flores que se echan a perder

y este dinero,

este dinero que rueda

y que no para de rodar.»

Jaques Prévert: «En la floristería» (traducción de Juan Bravo Castillo)

dinero.-er7y.-Abelardo Morell.-Falling Coins.-2006

(Imagen:-Ivon Hitchens.– 1942/2.- Martiros Sarian.-1958.-colección privada/2.-Abelardo Morell.-Falling Coins.-2006)

LORCA Y NUEVA YORK

escritores.- uu6y-Lorca

Ahora que ve la luz «Poeta en Nueva York» tal como Lorca lo concibió, las impresiones que marcaron al autor del libro en tal ocasión vuelven a ser rememoradas. «Estamos ahora en Nueva Yorkrecordaba Dámaso Alonso glosando a Lorca en «Poetas españoles contemporáneos»– en una wild party por el capricho de un millonario americano: dispersión total por los amplios salones en pequeños grupos gesticulantes, donde los brebajes empiezan a producir su efecto. De repente, aquella masa alocada y disgregada se polariza hacia un piano. ¿Qué ha ocurrido? Federico se ha puesto a tocar y cantar canciones españolas. Aquella gente no sabe español ni tiene la menor idea de España. Pero es tal la fuerza de expresión, que en aquellos cerebros tan lejanos se abre la luz que no han visto nunca y en sus corazones muerde el suave amargo que no han conocido.»

ciudades.-3rty.-Nueva York.-Manhattam--,-Abelardo Morell

Vivió Lorca como estudiante en Columbia University el año 1929 -1930, y visitó y se asombró ante muchos barrios célebres. Sobre todo ante el barrio negro de Harlem  que quiso comentar en varias entrevistas: «El negro – dijo entonces  -, que está tan cerca de la naturaleza humana pura y de la otra naturaleza. ¡Ese negro que se saca música hasta de los bolsillos! Fuera del arte negro no queda en los Estados Unidos más que mecánica y automatismo». E igualmente en una conferencia – y también en otras entrevistas – quiso resumir así parte de sus vivencias: «Los dos elementos que el viajero capta en la gran ciudad son: arquitectura extrahumana y ritmo furioso. Geometría y angustia. En una primera ojeada, el ritmo puede parecer alegría, pero cuando se observa el mecanismo de la vida social y la esclavitud dolorosa de hombre y máquina juntos, se comprende aquella trágica angustia vacía que hace perdonable por evasión hasta el crimen y el bandidaje».

ciudades.-6y90.-Nueva York.-Erich Hartmann.-1949.-Magnum Photos

«Odian la sombra del pájaro – había escrito en «Norma y paraíso de los negros«

sobre el pleamar de la blanca mejilla

y el conflicto de luz y viento

en el salón de la nieve fría.

Odian la flecha sin cuerpo,

el pañuelo exacto de la despedida,

la aguja que mantiene presión y rosa

en el gramíneo rubor de la sonrisa.

Aman el azul desierto,

las vacilantes expresiones bovinas,

la mentirosa luna de los polos,

la danza curva del agua en la orilla». (…)

harlem.-rcf.-Sid Grossman.-Harlem.-Nueva York.-del Documento de Harlem.-1936

Aún quiso rememorar Lorca muchas más cosas sobre la gran ciudad: «Las aristas suben al cielo sin voluntad de nube, ni voluntad de gloria. Las aristas góticas manan del corazón de los viejos muertos enterrados, éstas ascienden frías con una belleza sin raíces, ni ansia final, torpemente seguras sin lograr vencer y superar como en la arquitectura espiritual sucede la intención siempre inferior del arquitecto. Nada más poético y terrible que la lucha de los rascacielos con el cielo que los cubre. Nieves, lluvias y nieblas subrayan, mojan, tapan, las inmensas torres, pero éstas, ciegas a todo juego, expresan su intención fría enemiga de misterio y cortan los cabellos a la lluvia, o hacen visibles sus tres mil espadas a través del cisne suave de la niebla.»

Lorca.-rgb--

Como tantas otras ciudades del mundo, Nueva York esperaba al poeta y el poeta se acercó a Nueva York transformado por una nueva realidad. 

Lorca.-87bn.-Lorca con José Bello y otros compañeros en la Residencia de Estudiantes.-elcultural.es

(Imágenes:- 1.- Federico García Lorca/ 2.- Nueva York.- Abelardo  Morell/3.-Nueva York.- Eric Hartmann -1949.-Magnum Photos/4 .-Sid Grossman.-Harlem.-del Doumento de Harlem.-1936/ 5 -manuscrito de «Poema doble del Lago Edem» -de «Poeta en Nueva York».-elpais.com/6.-García Lorca con Bello y otros compañeros en la Residencia de Estudiantes, en Madrid)

EN MI FIN ESTÁ MI PRINCIPIO

Aunque hace dos días cité en Mi Siglo a Eliot, hoy vuelvo a tomar el recorrido que va haciendo Cees Nooteboom a lo largo del mundo en sus «Tumbas de poetas y pensadores» y acompañándole en sus minuciosas y enamoradas visitas, me detengo, admirado como siempre, ante estos versos del gran poeta inglés:

«En mi principio está mi fin. Las casas

se suceden: se levantan y caen,

se derrumban, se amplían y trasladan,

se destruyen, se restauran, ocupa

su lugar el campo abierto, una fábrica,

el camino. Vieja piedra al edificio

nuevo, leña vieja a los nuevos fuegos,

fuegos de antaño a la ceniza

y las cenizas a la tierra, carne ya,

pelo y excremento, hueso de hombre

y bestia, hoja y tallo de maíz.

Las casas viven, mueren: hay un tiempo

para edificar y para la vida

y la generación y un tiempo

para que el viento rompa el vidrio suelto,

sacuda el zócalo por donde trota

el ratón y el andrajoso tapiz

donde tejieron callada leyenda

(…)

El hogar es el punto del que partimos. Vuélvese

más extraño el mundo a medida que envejecemos,

más complicada la trama de muertos y vivos.

No el vívido instante aislado sin después ni antes,

sino el arder constante de una vida,

y no la sola vida de un hombre, sino de viejas

piedras que nadie sabe descifrar. Hay un tiempo

para la noche bajo la luz de las estrellas

y un tiempo para la noche a la luz de la lámpara

(noche del álbum de fotografías).

Es más él mismo el amor cuando aquí

y ahora deja de importar.

Los viejos deberían ser

exploradores, aquí y allí

no importa, debemos quedarnos quietos

y movernos hacia otra intensidad

para lograr mayor unión, una comunión

más profunda en la fría desolación oscura,

entre los gritos del viento y la ola,

en las aguas inmensas del petrel

y la marsopa. En mi fin está mi principio».

T. S. Eliot.- «East Coker» (traducción de Esteban Pujals Gesalí)

Después de la muerte de Eliot en enero de 1965 – como así lo cuenta su biógrafo Peter Ackroyd – su viuda, Valerie Eliot, declaró que «creía que había pagado un precio demasiado alto para ser poeta, que había sufrido demasiado». Y dos años antes de su muerte ella le dijo al excelente crítico literario y artístico Herbert Read que la mejor parte de su poesía le había costado mucho en términos de experiencia.

Una experiencia que tocó muchas veces las fibras del alma.

(Imágenes.-1.-T-S Eliot- answers .com -Getty Images. Inc/ 2.-Londres-.foto-Keystone.- Hulton Archive.-Getty images.-diciembre 1952/ 3.-Londres .enero 1947 –Hans Wild/ 4.-.-Abelardo Morell.-Camera obscura imagen del Támesis en el interior de la oficina.-2001.-Bonni Benrubi Gallery-bonnibenrubi.com)