RETRATO DE JOHN HUSTON

John Huston — escribe Truman Capote — tiene una cortesía de jugador de barco fluvial revestida de un barniz de baladronadas de rufián; de su risa sincera pero melancólica que se eleva sin alcanzar nunca sus ojos nada tiernos y rodeados de cordiales arrugas, unos ojos aburridos como lagartos  tomando el sol; la resuelta seducción de sus miradas confidenciales y de su viril camaradería, dirigidas tanto a sí mismo como a su público, para camuflar una gélida ausencia de emociones, ya que, como sucede con todo seductor clásico — o encantador, si se prefiere —,  el éxito de su poder de seducción depende de que jamás exprese emociones, de que jamás se involucre emocionalmente, pues hacerlo significaría perder el control de la situación de la “película”;  así que Huston es un hombre de obsesiones más que de pasiones,  y un cínico romántico que cree que todo esfuerzo, virtuoso o malvado, o simplemente perseverante, recibe el mismo premio: un cheque cuyo importe es cero. ¿Pero qué tiene que ver todo esto con su obra? Algo.  Tomemos, por ejemplo, la trama de su primera —  y aún su mejor— película como realizador, “El halcón maltés”,  en la que el argumento gira alrededor de una valiosa joya con forma de halcón, un tesoro por el que los principales protagonistas se traicionan unos a otros ,matan y mueren…  para acabar descubriendo que el halcón no es el auténtico y enjoyado objeto sino una falsificación de plomo, un fraude. Y resulta que éstos son el tema y el desenlace de muchas de las películas de Huston, de “El tesoro de Sierra Madre” en la que el viento se lleva el oro reunido por el buscador y que tantas muertes ha causado, de “La jungla de asfalto” y ,por supuesto, de “Moby Dick”, esa desesperanzada plasmación de la derrota del hombre. De hecho, Huston parece haberse sentido atraído en muy raras ocasiones por argumentos que no vean el destino humano como una broma pesada, como una estafa sin paliativos. Como muchas obras de arte, las suyas—  cuando quiere, puede ser un artista — son en gran medida el resultado compensatorio de una carencia del creador: ese vacío emocional que le lleva a ver la vida como una estafa( porque el estafador también es estafado)  es el cuerpo irritante que provoca la gestación de la perla; y el tributo que ha tenido que pagar Huston ha sido ser él mismo, en términos humanos, algo parecido a un halcón maltés.

José Julio Perlado


FELIZ 2024 A CUANTOS LEEN “MI SIGLO!

 Imágenes- wikipedia

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