
La memoria se desarrolla más cuando ya no se ve Ahora puedo dictar conferencias de treinta o cuarenta minutos sin acudir a notas. — decía Borges—He sido profesor de inglés y dictaba mis cursos sin notas. Después, cuando he perdido la vista, el tiempo discurre de una forma distinta. Quisiera uno leer todo el tiempo, por ejemplo durante un viaje en ferrocarril. Yo también hacía eso hace años. Ahora sueño. Soy un poco distraído para aquello que me rodea y apenas veo: no distingo una forma ni un color, si es gris o azul. Respecto a dictar, eso me obliga a estar muy atento. Mi madre, por ejemplo, a la cual yo dicto mucho, tiene gustos literarios y hace falta que yo le explique que esto que le estoy dictando no es más que un borrador y que lo voy a mejorar. Por eso me gusta más dictar a las jóvenes secretarias de la Biblioteca Nacional: ellas no dicen nada, quizá piensan que aquello debía estar mejor, pero no dicen nada. Escribo poemas en cualquier parte, en el metro, en mi casa, en la Biblioteca de Buenos Aires… Y cuando los poemas están ya acabados y compuestos, entonces los dicto.
José Julio Perlado

imágenes -wikipedia