
Ayer en la tertulia se enzarzaron a discutir Stanislas Lem con Ray Bradbury y con Karel Čapek sobre el tema de la ciencia ficción. Bradbury decía que en la eternidad ya no hay ciencia ficción, todo es realidad, y esto nos lo decía desde su casa en Manhattan dentro de la eternidad, que se conserva igual que cuando vivía en la tierra, aunque ahora se sube por una rampa a través de una escalera interior que sale del techo, y por allí Bradbury nos acompañó a todos, levantó una trampilla, y enseguida vimos y pudimos tocar las nieves del Klimanjaro, que estaban húmedas, y que pertenecen a una montaña nevada famosa por un cuento de Hemingway y también por una película de amores y pasiones.

Entonces allí,en la nieve, Bradbury que ha leído mucho, nos explicó los antecedentes de la ciencia ficción, unos antecedentes curiosos, por ejemplo el viaje a la luna de Cyrano de Bergerac, otro viaje de Salgari, un relato de Julio Verne y muchas cosas más. Karel Čapek nos habló de la guerra con las salamandras, que es uno de los libros que escribió en su vida, pero todos estábamos muy interesados en cambio por el efecto de la nieve que estaba cayendo sobre la casa de Bradbury en Manhattan y que cubría los objetos de la mesa de Bradbury, sus cuadernos de trabajo, sus personajes y los libros preparados y amontonados antes de que el fuego los devorase.

Bradbury nos habló de la capacidad de asombrarse que se estaba perdiendo en el mundo, por ejemplo la aspiración, dijo, de crear un día un “western” de marcianos, con sus revólveres desenfundados de las estrellas y los caballos alados galopando en el tiempo. Hay que seguir, nos dijo Bradbury, esa estela que trazaron Aristóteles, Platón y Lucrecio, pasando por los científicos deslumbrados por la ficción. Por eso es tan lógico que la nieve caiga aquí sobre mi despacho y que el Klimanjaro sea la única lámpara que ilumina mi estudio. Así he escrito siempre. La nieve ha salvado mis libros del fuego y ha cubierto todo mi cuarto de blancura, para que ahora, con solo levantar esta trampilla que habéis visto, uno pueda tocar el gran monte y los árboles sin moverse de su sitio.
Así estuvimos durante mucho tiempo en la tertulia charlando sentados encima de la nieve y viendo Manhattan debajo de nuestros pies, todos atentos a lo que nos estaban diciendo.
José Julio Perlado

Imágenes- 1- Kimanjaro/ 2- Manhattan/ 3 – Bradbury/ 4- nieve- wikipedia)