VISITAS AL MUSEO DEL PRADO

pintores.-rvttb.-Goya.-los fusilamientos del 2 de mayo.-Museo del Prado

» He aquí al villano – dice Eugenio D`Ors – que, en la noche de Los fusilamientos, se yergue con los dos brazos en alto, la luz del farol en la camisa. Velludo, casi negro, grotesco y sublime, monigote y arcángel, anónimo e inmortal – este madrileño rebelde es, para nosotros, la Revolución -. No quiero decir la Revolución política, únicamente. Esta es, pero también la otra, la de la cultura, la del arte, la revolución que el Pasado intenta fusilar y no puede. ¿Qué vemos, anecdóticamente, en este cuadro? Una ejecución. ¿Qué vemos, ideológicamente? Al contrario, una apoteosis. Un grito triunfal de la libertad. Jamás se ha pintado con tanta libertad- – sigue diciendo D`Ors en sus «Tres horas en el Museo del Prado» (Aguilar) -. Jamás se ha roto tan descarada, tan violentamente, con cualquier tradición. Late aquí, desnudamente, irracionalmente, la vida misma».

D`Ors publica esto en 1922 y narra su paseo por el Museo, acompañado – dice – de un amigo ideal, joven, inteligente, de buen gusto instintivo. Años después, María Zambrano, acompañada también de un amigo de juventud, estudiante de Historia del Arte, a quien denomina Ulises por haberle guiado en sus crisis y dudas juveniles, se detiene en El Prado ante el mismo cuadro. «… Y en cuanto al pueblo… – escribe en 1955, ahora recogido en «Algunos lugares de la pintura»

pintores.-eyu.-Goya.-Los fusilamientos.-detallle.-Museo del Prado

(Eutelequia) – moriría como el hombre aquel de la camisa blanca, figura central del cuadro de Goya Los fusilamientos de la Moncloa, que venían de ver y ante el cual habían pasado sin decir palabra; aquel hombre que abre los brazos en cruz, en lugar de apretarlos sobre su pecho desamparado, en un gesto antinatural, más allá del miedo instintivo de todo animal frente a la muerte, dando esa su alma que se le sale antes de que las balas lo alcancen; el alma entera con sus brazos clamando al cielo, abrazando al mundo, maldiciendo, bendiciendo. Y en sus ojos que se salen también antes de ser alcanzados y en ese grito… ¿qué nos grita ese celtíbero de camisa inmaculada, que da su alma? Ese grito, España, de tu animal, de su alma volcándose por encima de la muerte, no va a parar al mar del morir, sino a verterse en vida que no acaba».

Nos quedamos en silencio detrás de D `Ors, detrás de María Zambrano, en estas horas de tiempo del Museo – amigos de ambos escritores – absortos en muda contemplación.

(Imágenes.-1 y 2.-Francisco de Goya.-«Los fusilamientos del 3 de mayo».-Museo del Prado)