LA MÚSICA

música.-trrvb.-Stanislav Brusilov

«Amo anhelantemente la música divina,

es una flor marchita mi corazón sediento;

vierte el sonido en él, cual un vino encantado

que derrama sus notas como lluvia de plata.

Suspiro y desfallezco porque ellas me despierten,

como un árido llano por el agua suspira.

música.-tedc. el violinista -Edmund Charles Tarbell.- 1890

Deja que beba el agua de ese suave sonido

más, más aún; estoy todavía sediento.

Él me libra de esa serpiente que la angustia

ata a mi  corazón, con deseo de ahogarlo.

La melodía lánguida se transmite al cerebro,

y llega al corazón, a través de mis venas.

música.-5ggb.-José DeCamp.-la joven del violín.-1902

Igual que una violeta de marchito perfume,

que crecía en la orilla de un lago plateado,

y ha secado el ardiente mediodía su cáliz

de rocío, y no hay vaho que su sed calmar pueda,

y se troncha la flor, cuando el aroma huye

en las alas del viento sobre el agua azulada…

música.-677hh.-Hans Thoma.-el violinista.-revista Pan.-1895-1896

Igual que alguien que bebe una mágica copa

de vino bullidor, con chispeante espuma,

servida por alguna poderosa Hechicera

que le invita al amor con su beso divino…

Percy B. Shelley.– «La música» (traducción de Vicente Gaos)

flores.-ttrrv.-música.- Aurél Bernáth.-Hungría.-1895-1982

(Imágenes:- 1.-Stanislas Brusilov /2.- Edmund Charles Tarbell.– 1890/ 3.-Joseph De Camp– 1911/ 4.- Hans Thoma.- Revista Pan.- vol l .- Berlín.- 1895/ 5.- Aurél Bernáth)

¿ASí ES LA ROSA?

El verso de Juan Ramón Jiménez «No le toques ya más, que así es la rosa «(«Piedra y cielo», 1919) nos podría llevar de algúna forma hasta las fronteras sobre cuántas y cuáles pueden ser las modificaciones de estilo en la creación. ¿Hasta dónde se debe retocar un texto? ¿Hasta qué grado debe corregirse lo que se escribe’? Jean-Ives Tadié, uno de los mayores especialistas en Proust, comenta en el número de abril de  «Le Magazine Littéraire» «que ciertos artistas han perjudicado su obra inicial. Claudel, por ejemplo – añade como opinión -, ha logrado de la versión última de «Partición del mediodía» una obra mucho menos bella que la primera. Lo mismo ocurre con las diversas versiones de «La Anunciación hecha a María«.Claudeldice Tadié – perjudicó su obra al retocarla. Por el contrario, se puede decir que Proust no se equivoca nunca. Suprime poco, pero enriquece mucho, y ésto hasta la última página del Tiempo recobrado. No cesa de trabajar su última frase hasta que encuentra una soberbia metáfora. Este enriquecimiento hace que yo prefiera las postreras versiones».

Es una opinión más. Del «paso atrás en la creación«, gracias al cual siempre se adquiere la necesaria perspectiva para poder corregir, he hablado varias veces en Mi Siglo. Anthony Burgess, en su estudio sobre «Hemingway y su mundo» (Ultramar) recuerda que «El viejo y el mar» presenta uno de los misterios del proceso creativo, que se demuestra «en la circunstancia de que Hemingway pudiera escribir tan soberbiamente en una época en que estaba escribiendo tan mediocremente. (…) Como ejercicio de simple prosa «declarativa», no ha sido superado en la obra de Hemingway. Cada palabra es significativa y no sobra ninguna palabra».

¿ Cúando sobran o no sobran palabras? Augusto Monterroso declaraba que él conseguía una escritura concisa y breve tachando. «Tres renglones tachados valen más que uno añadido. Los adornos y las reiteraciones no son ni elegantes ni necesarios. Julio César inventó el telégrafo 2000 años antes que Morse con su mensaje: » Vine, vi, vencí«. Y es seguro que lo escribió por razones literarias de ritmo. En realidad, las dos primeras palabras sobran; pero César conocía su oficio de escritor y no prescindió de ellas en honor del ritmo y de la frase».

Por eso hay que preguntarse hasta qué punto se tacha y hasta qué punto se añade.  El primer verso, siempre se ha dicho, ha sido dictado, ha sido dado. Se ha recibido desde lo alto o desde lo profundo y es necesario escribirlo así. Pero el primer verso de Juan Ramón también dictado desde lo alto – le señala al poeta: «no le toques ya más, que así es la rosa». Permanece la rosa plena y encendida en ese único verso.»Juan Ramón – recordaba Vicente Gaos no recomienda que el poema no se toque, sino que no se toque ya más, lo cual implica previas manipulaciones«.

La rosa espera mirando al poeta deseando únicamente seguir siendo la rosa.

(Imágenes:-1.-manuscrito de Marcel Proust.-Universidad d´ Urbana.-Champion de Illionis/.-2.-Hemingway.-foto de Ken Heyman.-stateoftheart. pophoto.com/3.-Juan Ramón Jiménez.-por Daniel Vázquez Díaz)