VERANO 2016 (10) : T S ELIOT

 

escritores-nmm-T S Eliot- galleryhip com

 

«Envejezco…envejezco…

Tendré que llevar vueltas en los bajos de los pantalones.

¿Me peinaré hacia atrás? ¿Me atrevo a comerme un melocotón?

Me pondré pantalones blancos de franela, y pasearé por la playa.

He oído a las sirenas cantándose unas a otras.

No creo que canten para mí.

Las he visto cabalgar en las olas mar adentro

peinando el blanco pelo de las olas agitadas

cuando el viento sopla el agua hasta ponerla blanca y negra.

Nos hemos demorado en las cámaras del mar

junto a ondinas enguirnaldadas de algas rojas y marrones

hasta que nos despierten voces humanas, y nos ahoguemos».

T S  EliotLa canción de amor de J Alfred Prufrok»

(Imagen.- T. S. Eliot – galleryhip com)

VERANO 2016 (9) : UNO MÁS UNO

 

figuras- yre- Roy Lichtenstein- mil novecientos sesenta y cinco

 

«Uno más uno, decimos. Y pensamos:

una manzana más una manzana,

un vaso más un vaso,

siempre cosas iguales.

Qué cambio cuando

uno más uno sea un puritano

más un gamelán,

un jazmín más un árabe,

una monja y un acantilado,

un canto y una máscara,

otra vez una guarnición y una doncella,

la esperanza de alguien

más el sueño de otro».

Ida Vitale .- «Sumas»

(Imagen.- Roy Lichtenstein– 1965)

VERANO 2016 ( 7 ) : MUELLE

 

mar-unng-puertos- Erich Heckel- mil novecientos cuatro

 

«Iba confirmando con las manos la baranda, sus uniones

de metal, las cuerdas de las trampas de cangrejos

atadas a las cornamusas oxidadas. Los cangrejos merodeaban

de noche los restos de pescado eviscerado, tripas

que rodaban en el fondo marino

o se enroscaban como serpientes en las pilastras del muelle.

Escuchaba la suave embestida de las olas

en el costado de los pequeños botes

que en las madrugadas salían a recoger redes

cruzando entre los buques de guerra estacionados en la bahía.

Un perro abandonado en el fondo de un bote, tan ciego

como yo, gemía»

José Watanabe

(Imagen.- Erich Heckel.- 1904)

VERANO 2016 (6) : INSOMNIO

 

dormir-unnn-sueño- Albert Gleizes- el hombre en la hamaca- mil novecientos trece

 

«A veces me parece ver el Sueño,

monstruo enorme, impalpable,

que sobre mí está dispuesto a devorarme

y en ese mismo instante soy su presa.

Qué tremenda, desgarradora guerra,

es la que yo he entablado

con él, frecuentemente.

Al Sueño me refiero. Y paso delirando

las horas que son suyas.

Larva inquieta, durmiente, que camina

y va soñando y cree estar despierto».

Vincenzo Cardarelli.- «Insomnio»

(Imagen.- Albert Gleizes.- 1913)

VERANO 2016 (4) : LECTURA

 

lectura- nuio- Marie Laurencin- mil novecientos trece

 

«Penetro en otras vidas.

Llevo días leyendo, pero ahora

alzo los ojos porque me doy cuenta

de que apenas sé nada de quien escribió el libro.

Me avergüenza no conocer

más que su lucidez. Toda supervivencia

es esta especie de conversación

silenciosa y sin tiempo. Es algo aterrador

y ocurre en el abismo de la mente,

un frío cielo azul en el que el amor es

la única forma de posteridad».

Joan Margarit – «No estaba lejos, no era difícil» (2010)

(Imagen.-Marie Laurencin -1913)

EL MAR Y EL HUMOR

mar-uybbh-Winifred Nicholson- mil novecientos treinta y cinco

 

«Algunos amigos me han escrito desde Madrid – decía Julio Camba en uno de sus artículos –  pidiéndome mi opinión acerca del mar – ¿ Es muy grande?- me pregunta uno de ellos. Honradamente debo contestarle que no lo sé, porque no lo he visto todo; vi un trozo en la ría de Arosa, otro en la de Marín y otro en la de Vigo. El mismo amigo me ruega le diga si el mar es bonito, y esta salida me pone en un aprieto. El mar – tal como se le ve – no es ni mucho más bonito ni mucho mayor que el estanque del Retiro. Agua, agua salada que no sirve para beber: he aquí el mar.

El mar debe de ser un hermoso espectáculo – me dice uno de mis amigos -. Con toda franqueza confieso que prefiero una sesión de cinematógrafo. Me he pasado muchas horas fumando frente al mar, y no me he divertido nada. El mar no tiene gracia, fantasía y emoción. Los naufragios están muy mal organizados, y yo no he visto ninguno. El coro de gaviotas, regular. El coro de marineros, malísimo. Estos marineros están muy mal ensayados (…) El mar es muy inferior a su fama. Si vale algo es en el sentido industrial, como pescadería y como vía de comunicación. Los peces marinos, en efecto, son mejores

 

mar-uuhh-paisajes-Akseli Gallen-Kallela

 

que esos que fabrican en Madrid y que luego sirven en los cafés con salsa tártara o mayonesa. Pero, líricamente, el mar no tiene importancia alguna. Al mar, como a muchos hombres, lo está perdiendo el afàn de cambiar los negocios por la poesía.

Yo he ido por el mar en un vaporcito desde Marín a Vigo. He visto Marín, Sanjenjo, Portonovo, las islas Cíes… ¡Qué hermoso mar – exclamó un amigo que iba conmigo. Era igual que si al recorrer en tren un paisaje suizo le dijese a uno – ¡Qué hermosos ríeles! – Sin embargo – observó mi amigo -, toda esta hermosura es hija del mar, sin el mar, como medio de vida, no se hubiese construido aquí ni una sola casa ni un solo pueblo. El mar sostiene a estas gentes y las procura una temperatura apacible, sin esos cambios violentos que le han descompuesto a usted los nervios en Madrid…

Era posible. Yo, mientras hablaba mi amigo, me mareé un poco, cumpliendo así un deber elemental de todo el que se embarca y a fin de darle verdadero carácter a aquella excursión marítima.

¡El mar! ¡La inmensidad! ¿Y la tierra? ¿ No es también otra inmensidad?».

 

mar-nnnhu-playa- Sir Kyffin Williams

 

(Imágenes.- 1-Winifred Niholson- 1935/ 2.- Akseli Gallen- Kallela/ 3.-Sir Kyffin Williams)

VERANO 2016 (2) : EL RÍO DEL OLVIDO

 

ríos-boyt- William Robnson Leigh

 

«No entiendo, no, por qué el río del olvido ha sido traído a esta tierra antigua, de tan sereno y apacible rostro. Comienzo por no entender – añadía Álvaro Cunqueiro  – por qué conviene a la economía de los humanos mitos el que haya un río, unas aguas lentas y oscuras, para olvidar. A mí nunca se me ha pasado por mientes beber vino para olvidar; si lo he bebido, habrá sido para todo lo contrario, para acercar aún más las islas de la nostalgia a mi corazón. Enrique von Kleist tenía una copa de plata que decía, en verso latino, «bebo porque así te veo». Olvidar, desasirse hasta de la propia memoria, soltarse de sí mismo, es cosa que no comprendo que se desee. Se lo decía al Limia, siguiéndole el camino por más de una larga legua, para poder recordarlo un día. Para poder recordar la puente y los álamos y las junqueras. Filosofaba así camino de Ginzo, y me gustaba citar a Ulises, esa memoria errabunda y patética, dejando los ojos perderse por la abierta gándara. El camino por donde viajaba cruzaba unos liñares, medio encharcados por la lluvia, y en un prado vecino podía ver el negro ganado vacuno de la Limia. Llovía mansamente sobre Ginzo de Limia, y yo quise entrar en la iglesia de Santa Mariña a pedirle a la santa que me conservase la memoria, la memoria de la tierra y la memoria de la lengua con que contarla, la memoria de las mañanas y las tardes y esa otra memoria siempre fugitiva que los hombres llaman los sueños».

(Imagen.-William Robinson  Leigh)

VERANO 2016 (1) : LOS DOS ÁRBOLES

 

árboles- bytr- Jane Fulton Alt

 

Cuenta Sileno personaje entregado a la búsqueda de la sabiduría y dotado del don de la profecía según relata Claudio Eliano en sus «Historias curiosas» (Valdemar) – que en el borde de determinado territorio hay un lugar llamado «Sin retorno». Dos ríos corren  por esta región, uno llamado Placer, el otro Dolor. En las orillas de cada uno de estos ríos hay árboles del tamaño de grandes plátanos. Los árboles que crecen junto al río Dolor producen frutos de la siguiente naturaleza. Si alguien los prueba, deja caer tantas lágrimas que consume todo el resto de su vida, hasta la muerte, en lamentos. Los otros árboles, los que han crecido junto al río Placer, producen frutos de características opuestas. Pues quien los prueba, cesa en todos sus anteriores deseos e, incluso si amaba a alguien, también de esa persona se olvida. Se va volviendo poco a poco más joven y va recuperando, hacia atrás, el tiempo que ya había vivido y aquellas edades por las que atravesó. Y así, tras abandonar la vejez, retorna a la madurez y, después, a la juventud para, a continuación, convertirse en un niño y después en un recién nacido. Tras todo ese recorrido, se consume».

 

árboles- ngr- Vincent van Gogh

 

(Imágenes.- 1.-Jane Fulton Alt/ 2.- Vicent van Gogh)