ENSOR Y LAS PALABRAS

«¡Cuánto me gusta dibujar palabras bonitas- dijo James Ensor -, como si fueran trompetas de luz…! Os adoro, palabras que sois sensibles a nuestros sufrimientos, palabras rojas y amarillo limón, palabras de color acero de algunos insectos, palabras cargadas de perfume de las sedas crujientes, palabras sutiles de las rocas embalsamadas y las algas, palabras picantes de las avispas en el cielo azul, palabras fuertes en la garganta, palabras de herminia

inmaculada, palabras esculpidas por las arenas del mar, palabras más verdes que el toisón de Cirene, palabras discretas cuchicheadas por los peces en la orejas rosas de las conchas, palabras amargas, palabras de flor de lis y de amapolas flamencas, palabras dulces de timbre pictórico, palabras plañideras de caballos apaleados, palabras malas, palabras festivas, palabras unidas a los tornados y las tormentas, palabras buenas, palabras sabias de los niños, palabras de lluvia y de lágrimas, palabras sin rima ni razón, ¡ os amo, os adoro!».

Los pintores toman a veces las palabras como pinceles, se enamoran de las palabras y las palabras adquieren color deslizándose sobre el  lienzo.

(Imágenes:- 1.-James Ensor.-1876/2.-James Ensor.-La intriga.-1890/ 3.-James Ensor.-White and Red Clowns Evolving of painting image.-stevearthallery.com/ 4.-James Ensor.-La señorita triste)

¿QUÉ SOÑARÉ MAÑANA?

«Es asombroso – evocaba Paul Groussac – que cada mañana nos despertemos cuerdos después de haber pasado por esa zona de sombras, por esos laberintos de sueños». Kafka, el 6 de julio de 1916, contaba en su Diario: «Sueño con el Dr. Hanzal; está sentado detrás de su mesa de escritorio, a la vez, no sé cómo, recostado e inclinado hacia delante, ojos claros como el agua, desarrolla lenta y exactamente a su manera una clara argumentación, apenas oigo ni siquiera en el sueño algo de sus palabras, solo sigo la línea metódica que las sostiene. Luego yo estaba también con su mujer, ella llevaba mucho equipaje. jugueteaba asombrosamente con los dedos de mi mano; un trozo del grueso fieltro de su manga estaba arrancado, y esa manga, que sus brazos ocupaban en mínima parte, estaba repleta de frambuesas».

Las caras de los sueños nos esperan detrás de las sombras y suelen despertarse en muchas pinturas de Odilon Redon. ¿El sueño que soñé anoche merece ser contado? ¿Y el de mañana? ¿Y el del año que viene? Anticipándose, algunos escritores y pintores nos ofrecen los sueños que aún no han sido soñados y que aguardan con los párpados abiertos a que cerremos los nuestros y que durmamos.

Al hablar de Redon Mario De Micheli recuerda que sus dibujos «estaban al margen de todo: en su mayor parte saltaban más allá de los límites de la pintura, inauguraban una especialísima fantasía, una fantasía de enfermedad y de delirio….Una técnica consumadísima, una fantasía alucinada, dominada por una lógica abstracta y por una inteligencia rigurosa de lo absurdo, daban vida a imágenes de playas tropicales invadidas de voraz vegetación, a plantas desérticas, áridas y lunares, a fragosas montañas de lava…«.

Odilon Redon aseguraba una y otra vez que sus cuadros fantásticos eran solo posibles gracias a su contacto con la realidad, es decir, que de la realidad iban surgiendo las ficciones y las pesadillas, lo real se diluia en lo onírico.

¿Qué soñaré mañana?, podría uno preguntarse.

Tumbado en el mar rojo del silencio llegan los sueños hasta nosotros:  los acercan los pintores a través de sus lienzos, los anuncian la literatura con sus escritos.

(evocando la actual exposición sobre Odilon Redon abierta en Madrid)

(imágenes_.-1.-Odilon Redon.-Flower Clouds-1903.- The Art Institute of Chicago/ 2.-Odilon Redon/ 3,.Odilon Redon.- «Los ojos cerrados».-1890.-Museo d`Orsay/4.-Odilon Redon.-vacaciones en el mar rojo.-1905/ Odilon Redon.-busto de un hombre dormido entre las flores.-odilon-redon.org)