VERANO 2019 (2) : RETIRO Y SOLEDAD

 

 

“Hemos de reservarnos una trastienda muy nuestra, libre — dice Montaigne —, en la que establezcamos  nuestra verdadera libertad y nuestro principal retiro y soledad.  En ella se ha de tener ordinaria charla con uno mismo y tan privada que ninguna relación o comunicación extraña halle en ella lugar; discurrir y reír allí como si se careciera de mujer, hijos y bienes, escolta y criados, para que cuando acaezca el momento de la pérdida, no sea nuevo para nosotros prescindir de todo ello. Tenemos un alma capaz de volverse sobre sí misma; puede hacerse compañía;  tiene con qué atacar y con qué defenderse, algo que recibir y algo que dar; no temamos languidecer en esa tediosa soledad.”

(Imagen – reaktorplayes)

ESCRIBIR SIN LEER

Sobre San Juan de la Cruz dice Dámaso Alonso: “Artista extraordinario, quizá único en la historia del mundo, – y se pregunta enseguida -: ¿qué se propuso este poeta exquisito e intenso?”. George Steiner en sus “Gramáticas de la creación” habla de “la faceta nocturna de la soledad creadora” y yo me imagino a muchos escritores del mundo, en la noche de sus creadoras soledades, iluminados por la luz de la pantalla de sus despachos, con el pasillo de su casa silencioso y oscuro, acercándose quizás al lejano olor de las tierras profundas pero sobre todo acercándose al hondo olor de la poesía esencial. Rodeado de libros, ese escritor en la noche se queda asombrado – como nos ha pasado a tantos otros –  de que Juan de la Cruz, para escribir, no necesitara ningún libro.

 Fray Juan Evangelista – que anduvo y vivió con el Santo once años – asegura que para componer sus obras, Juan de la Cruz no leyó libro alguno: “los cuales libros le vi componer – dice su compañero -, y jamás le vi abrir un libro para ello”. Dámaso insiste en ello: “durante la época de su producción, San Juan  de la Cruz no leía. Su producción intelectual derivó, pues, ante todo de su divina contemplación; luego, de la Biblia; en fin, de estudio antiguo, sedimentado, asimilado; del ambiente, de su pueblo, de la literatura popular, viva a su alrededor”. Es decir, de la interior contemplación de su espíritu y de la exterior contemplación sosegada de aquellas tierras ante las que él tanto meditó y escribió.

(Imágenes:- 1.-Gustave Klimt.-1914/ 2.-Paolo Pagnini/ 3.-Egon Schielle.-artisthepicture)