HERTA MÜLLER, RUMANÍA, CHINA Y LA LIBERTAD

herta Müller.-en 2004.-foto Ap.-elmundo.es

 Copio el texto de Alejandro Navas que recoge «Scriptor org«:

«Del 14 al 18 de octubre se ha celebrado la Feria de Frankfurt, la más importante del mundo con sus 400.000 libros presentados por 7.000 editoriales de cien países. Constituye, por tanto, una oportunidad privilegiada para tomar el pulso al mundo del libro.

Este año se ha dado, además, una feliz coincidencia, no prevista por los organizadores: la elección de China como país invitado con la concesión del premio Nobel a Herta Müller. Los méritos literarios de la escritora rumano-alemana parecen indudables, y aunque no era una favorita de primera línea en los pronósticos, su designación ha sido bien recibida por la crítica.

Se ha destacado el doble carácter de esa elección, literario y político, en el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín y del comunismo europeo en general. La biografía de Herta Müller impresiona y conmueve, y testimonios como el suyo nos hacen mucha falta para que no olvidemos lo que significa la opresión de las libertades más elementales. Veinte años no son muchos, pero pueden bastar para que mucha gente, de modo especial la más joven, deje de apreciar lo que significa la libertad: como tantas veces en la vida, uno aprende a valorarla cuando la pierde.

Lo peor de la Rumanía de Ceaucescu-y de cualquier otro régimen totalitario, pues en este punto no hay multiculturalismo que valga y todos parecen cortados por idéntico patrón- no eran las represalias físicas, los interrogatorios humillantes y agotadores o la pérdida del puesto de trabajo. Lo más temible resultaba el terror psicológico, que podía revestir formas brutales o presentarse como amedrentamiento cruel y sutil: Herta Müller cuenta, por ejemplo, de una piel de zorro que decoraba el suelo de su casa en Temeswar. Esbirros de la Securitate allanaban la vivienda a escondidas y fueron cortándole sucesivamente la cola, las patas y, finalmente, la cabeza. El mensaje estaba claro: una vivienda particular no ofrecía seguridad alguna frente a la maquinaria represora.

Herta MÜller.-3.-foto Reuters.-europa press

El paralelismo con China salta a la vista. También se han cumplido ahora veinte años de la represión estudiantil en la plaza de Tianamen, suceso que el gobierno chino ha eliminado del debate público. Tanto los organizadores de la Feria como las autoridades presentes en la inauguración, encabezadas por la canciller Angela Merkel y el vicepresidente Xin Jinping, han pasado de puntillas sobre ese avispero, para no molestar al invitado. “La Feria no es la ONU”, declaraba su director, Jürgen Boos.

El país más poblado del mundo sigue gobernado por un régimen que no ha abjurado de su condición comunista, y la apertura al capitalismo, incluso al más salvaje en algunas de las regiones meridionales, no ha traído consigo la libertad de expresión o la democracia, como estaba previsto por los analistas: la libertad económica tiraría de modo inexorable de la libertad política. El modo en que el gobierno está castigando a los “culpables” del levantamiento uigur de julio pasado en la región de Xinjiang -condenas a muerte tras juicios sumarios-, mientras evita cualquier debate en torno a las causas de esos desórdenes, es bien representativo.

El experimento chino está lejos de haber concluido, por lo que puede resultar prematuro formular juicios definitivos, pero hasta el momento predominan los motivos para la inquietud. Por ejemplo, los intentos del gobierno por controlar la circulación de noticias y mensajes a través de Internet constituyen un caso único en el mundo, por lo descomunal del propósito y la enormidad de las dificultades técnicas, pero eso no arredra en lo más mínimo a los censores.

La policía de Internet aumenta sus efectivos, y como aun así no da abasto, en la mejor tradición comunista estimula el colaboracionismo de los particulares, que reciben una gratificación económica por la denuncia de páginas inconvenientes o “antipatrióticas”. No menos patético resulta el papel desempeñado por los grandes portales y compañías de software occidentales, que olvidan con facilidad los principios a cambio de la benevolencia del gobierno chino y la expectativa de suculentos beneficios en el mercado más grande del mundo.

herta Müller.-2.-dickinson.edu

Algunos críticos venían reprochando a Herta Müller el carácter excesivamente monotemático de su creación literaria: –Ya está bien de tanto trauma debido a la opresión de un régimen despótico, la autora debería cambiar de registro y ampliar su repertorio, venían a decir.

En términos estrictamente literarios puede tratarse de una crítica pertinente, pero la causa de la libertad, siempre tan frágil y amenazada, necesita que sus valedores no se cansen de levantar la voz en su defensa. Por eso, estamos en deuda con Herta Müller, también en las democracias occidentales».

A veces en un blog no es necesario más que copiar.

(Imágenes: Herta Müller.-1: foto Ap.- elmundo.es/ 2.-foto Reuters.-europa press/ 3.-foto tomada de Dickinson. edu)

LA INTERNACIONAL DEL SUEÑO

Me cuentan que hace unas noches, algo pasadas las doce y media, se deslizó en una cama de París, en el cerebro de un hombre que dormía plácidamente con la cabeza sobre su almohada, el cuerpo cilíndrico de un sueño recubierto por escamas de vivos colores y anillos alternantes, entrando ese sopor tan silenciosa y sinuosamente que apenas lo sintió, y al transportarlo con sosegada mansedumbre, lo llevó por estancias oníricas sin él casi darse cuenta, tal y como si visitara una realidad mágica, una realidad que jamás existiría. Poco tiempo después, hacia las dos menos veinte de la madrugada, ese mismo sueño salió furtivamente de aquel hombre y de la ciudad de París, y entró con rapidez en el cerebro de Marko Popovic, un hombre que dormía en un hotel de Belgrado y lo condujo a través de iluminadas habitaciones haciéndole creer que estaba consciente y que en cualquier momento iba a despertar
Pero a las tres y cuarto -siguen contándome – el mismo sueño de Belgrado y de París hizo una fulgurante cabriola y se introdujo ahora en el cerebro de Achille Mariën, un viejo profesor belga que dormía en su casa de Bruselas. También lo arrastró suavemente por galerías de espejos que iban multiplicando al infinito cada rostro de la realidad.
Estuvo el sueño en la ciudad de Bruselas desde las tres y cuarto hasta las cinco y diez. A esa hora, escapando de Bélgica y pasando con celeridad a Rumania, se introdujo veloz en el cerebro del investigador Gellu Luca que acababa de cambiar de postura en su cama de Bucarest. Allí permaneció agazapado un muy largo rato, sin apenas moverse, conduciendo sin embargo a quien soñaba por pasillos de imágenes. Pero aún tuvo tiempo de salir hacia las seis y veinte y el mismo sueño se metió dentro de la cabeza dormida del poeta-pintor Karel Nezval, en su casa de las afueras de Praga.
Luego ya amaneció. El surrealismo iluminó poco a poco el mundo, y ampliando su abertura nasal, absorbió de improviso ese sueño para siempre.