LA CURIOSIDAD Y EL ASOMBRO

 

 

«La curiosidad acaba desarticulando las cosas para saber cómo son —decía Rof Carballo –: quizás. en definitiva. sea lo que conduce al mundo técnico. En cambio, el asombro conduce al respeto, al maravillado respeto frente al misterio de las cosas, la belleza del mundo o el destino del hombre. Del asombro surge la veneración. El hombre del asombro es el hombre capaz de veneración, lleno a la vez de íntima mesura y de tensión religiosa, de ardor y de temor.

El hombre de la curiosidad acaba desmenuzando las cosas y viendo que  detrás de ellas no hay nada, acaba en la soberbia, en el escepticismo o en la melancolía; el hombre del asombro acaba viendo que el último saber del hombre es que nada sabe, acaba en  la cultura y en la humildad, dos cosas que pueden abrirle a una más grande, a la fe. Una de las más importantes cualidades de la personalidad madura es la de estructurar jerárquicamente la realidad. Descubrir las jerarquías de la realidad es descubrir el mundo de los valores.

El psicoterapeuta ha de ser hombre de asombro, no hombre de curiosidad.»

(Imagen –Cyrille Druart – 2018)

EL BOSCO Y SUS «INFIERNOS»

 

Bosco- nhy- El jardín de las delicias- mil quinientos cinco- museo del Prado

 

Los emblemas y los monstruos que El Bosco representa corresponden -así lo opinaba uno de sus críticos- a las obsesiones que hoy confiesan los pacientes (como hacían con toda probabilidad en la época del pintor los penitentes), y es precisamente este aspecto lo que hace sus «Infiernos» tan inquietantes y terribles. Lo cuenta Marino Gómez Santos en «La medicina en la pintura» y ese punto de los infiernos de El Bosco es tratado también por Kenneth Clark en «Civilización»: «El Boscodice el director de la National Gallery de Londres – procedía de una región de los Países Bajos que fue de las primeras en industrializarse, y de niño el resplandor de las fundiciones de hierro debe de haber añadido una imagen muy real a los horrores imaginarios que poblaban su mente. El Bosco era muy admirado en Venecia, y la fundición aparece como boca del submundo pagano. Los pintores llevaban bastante tiempo utilizando fundiciones para acrecentar el impacto imaginativo de sus obras con lo que hoy llamaríamos un efecto romántico; y las habían introducido en sus cuadros para simbolizar la boca del infierno. Y el primero en hacerlo fue El Bosco en torno a 1485″.

Kayser, en «Lo grotesco», se adentra en detalles de esos «infiernos» que el pintor presenta y al comentar su cuadro «El reino milenario», recuerda que la parte central muestra la vida terrestre en «el jardín de los placeres» y el ala derecha, el infierno. Por entre el hervidero de gente en primer plano y el paisaje de ocaso en llamas, en la parte de arriba, se destacan enseguida algunos detalles: dos orejas gigantescas que, solitarias, y sólo separadas por un cuchillo, recorren el mundo (las manchitas en ellas y alrededor de ella, son hombres), o también la cabeza aislada cuyo sombrero termina en una gaita enorme en la cual hormiguean, otra vez, cuerpos humanos».

Recuerda también Kayser que El Bosco, en su tiempo, dejó perplejos a sus contemporáneos y para unos el pintor fue «un santo ejemplar» y para otros un «hereje inteligente». En sus cuadros aparecen agujas de cristal que al crecer penetran a través de unas hojas excesivamente grandes; a partir de ellas proliferan arbustos enteros o también palos y bolas de vidrio que terminan en agujas. Alrededor de ellas brota una vida extraña: hay pájaros desconocidos, peces voladores, hombres alados que balancean bolas de vidrio o cogen peces; en resumen, una mezcla aterradora de elementos mecánicos, vegetales, animales y humanos se nos presenta como nuestro mundo que, a su vez, ha perdido sus proporciones.

 

pintores.-rvyhhn.-El Bosco.-Tentaciones se San Antonio.-Museo del Prado

 

En 1977, hablando de El Bosco en Madrid con el psiquiatra español  Rof Carballo, me decía que siempre se preguntaba por qué ha interesado tanto El Bosco  en España. ¿Ha sido por simple curiosidad? El subconsciente español es un misterio, añadía, y hay  dos pintores – uno Brueghel, que apasionó mucho, quizá por pintar esas cosas pequeñitas; y acaso El Bosco, también por pintar así -, pero el secreto del Bosco está todavía por aclarar: si representaba a la secta de los iluminados…, o simplemente representaba sueños…; nada de ello realmente está claro, y el cuadro del «Milenium» es un cuadro fabuloso. El Bosco es otro pintor enigmático, que se anticipa a Freud inmensamente. Si quisiera concentrar en una palabra mi pensamiento, diría que, para mí, El Bosco me interesa porque, de pronto, no siendo español, es un pintor que fascina a España, y si fascina, es por la riqueza del subconsciente, el contenido del subconsciente que manifiesta.

 

El Bosco- ny-descubriendoelarte es

 

España es un país enemigo del subconsciente, (que se ha opuesto siempre a toda clarificación del subconsciente),  me decía Rof, aún cuando la riqueza del escritor español de subconsciente queda bien manifestada en Goya; entonces, ¿por qué esa gran fascinación de un pueblo adverso y hermético al subconsciente por un pintor que no está nada más que expresando simbolismos conscientes y anticipándose a Freud?

Esta fascinación por El Bosco es la que se va a poder comprobar en la gran exposición del Museo del Prado.

(Imágenes.-1.-Tríptico de las delicias/ 2.- Las tentaciones de San Antonio/ 3.- El carro de heno)

SOBRE LA LOCURA

 

mujer-tvvbb-rostros- Isabelle Huppert por Peter Lindbegrh- dos mil uno

 

«El problema de la locura- me decía el doctor Rof Carballo en 1977 – es enormemente singular en nuestro tiempo. Este tipo de persona que vemos como un ser deficitario, en el fondo es una creación de la naturaleza para renovar el mundo -es el individuo marginal – es el germen, el fundamento de la novedad en la historia (…) El problema del loco, para mí, no sería Antonin Artaud, típicamente esquizoide, esquizofrénico, o el de Van Gogh, sino el de este hombre supernormal que hoy constituye uno de los temas principales de la medicina psicosomática, es decir, los médicos psicosomáticos descubren que los enfermos son hipernormales, que están de tal manera ajustados a la locura, diríamos colectiva, al trastorno colectivo difuso, que ellos son los últimos en pensar que puedan ser anormales y los últimos en ir al médico.

 

gentes-vcv-rostros-Claire Fargue.-de Rusia.- mil novecientos veintituno

 

Este tipo de persona que tiene sus estructuras, sus capas exteriores muy bien constituidas, pero que un día, de pronto, demuestra su profunda falla, es lo que más preocupa; quizá esto ha existido siempre, pero es lo que más se estudia; hoy se le llama a esto «defectos estructurales del yo«, y tienen el mismo origen; es decir, que para simplificar diría que hay dos tipos de locos: el loco manifiesto, que la mayoría de las veces no es creador ( y el que lo es, y para salvarse angustiosamente de su abismo, es creador), y el que siendo un sujeto cuyos disturbios profundos están muy adaptados a algo de loco que hay en toda estructura social, y ese no se ve. A mi juicio ese segundo tipo (de loco encubierto, de loco enmascarado, de loco que él mismo no sabe que lo es) es el que hoy nos importa más. nos preocupa más, porque quizá sea el que más va a determinar el futuro».

José Julio Perlado.- «Diálogos con la cultura»,  página 123

 

gentes-eedty-rostros- Oskar Schlemmer- mil novecientos cuarenta y uno

 

(Imágenes.- 1.-Isabelle Huppert- por Peter Lindberg- Pinterest/2.- Claire Fargue- dos cabezas- 1921/3.- Oskar Schlemmer- 1941)

LA CREACIÓN Y EL SUEÑO

sueños.-98nn.-el hombre dormido.-por Berhnal Greeen.-Victoria Park Gardens

«Todos nosotros somos creadores durante el sueño, y en el fondo, lo mismo que el misterio del sueño, la creación es muchísimas veces vaticinadora, es decir, anticipatoria, reveladora – me decía Rof Carballo en Madrid, en 1977 -. La creación, para mí, es realmente algo que no lo agota el psicoanálisis, ni mucho menos ese mundo vasto e inmenso que es el sueño. La creación es una de las fuerzas curativas más importantes del hombre: es decir, que no se consigue la salud tan sólo por el equilibrio del interior, sino por el despliegue en amplio horizonte de lo superior y la labor creadora ( bien sea en el sueño, o sea en la real actividad de creación). Para mí, el libro creador se ve inmediatamente, puesto que le agarra a uno gracias a la sorpresa; cuando uno encuentra un estilo que le sorprende, unas ideas o una manera de pensar que le asombran, entonces uno se halla ante un creador: uno se siente tan renovado como después de una ducha, o de un baño durante el verano en el océano.»

J.J. Perlado («Diálogos con la cultura».-págs 119-120)

sueños.-3dee.-Yoshitaka Amano

«Recuerdo un pasaje de Allisondecía Borges – en el cual él dice que cuando soñamos, somos, a la vez, el teatro, los actores, la pieza y el autor; somos todos a un tiempo. (…) Ahora, si el hecho de soñar fuera una suerte de creación dramática, resultaría que el sueño es el más antiguo de los géneros literarios; y aun anterior a la humanidad porque – como recuerda un poeta latino – los animales sueñan también. Y vendría a ser un hecho de índole dramática; como una pieza en la cual uno es autor, es actor, es el edificio también – es el teatro -. Es decir que, de noche, todos somos dramaturgos de algún modo.»

(Imágenes:- 1.-El hombre dormido.-Berhnal green.-victoria park garden/ 2.- Yoshitaka Amano)