VENECIA RECOBRADA

ciudades.- 45ghh.- Venecia.- Matthew Pillsbury

 

«El secreto de Venecia se encuentra en otra parte; en la repentina alegría que proporciona el juego. Venecia hace de ciudad y nosotros hacemos como si la descubriéramos. Como muchachos juguetones o actores. Durante un breve período de tiempo dilatado dejamos a un lado la seriedad de la vida en beneficio del como si del espectáculo de la vida, algo parecido a un viaje en globo». Cuenta esto Regis Debray en su libro «Contra Venecia«, en el que ofrece una visión muy crítica de la ciudad.»Todo esto es posible – sigue diciendo –  gracias a la paradoja del comediante. Pero qué importa  si los venecianos natos creen o no creen en Venecia, si el pueblo, propulsado sobre las pasarelas por la masa de recién llegados, comprende que el espectáculo debe continuar porque es su trabajo y una vieja costumbre. El espectáculo se encuentra en la sala, y la sala es la calle. Mira arriba. Balcones con flores, puentes de hierro forjado, insignias, pantallas de lámpara, cabezas de piedra y bonitas caras que van saltando del tenderete a la tiendecita, todos los accesorios están donde deberían estar; Goldoni puede empezar. Pequeña pincelada vanguardista: el director ha mandado colocar incluso una estatua del autor en un rincón de la escena, Campo San Bartolomeo«.

 

ciudades.- 5ggrr.- Venecia.-Ferdinand du Puigaudeau

 

Venecia como escaparate, Venecia como teatro. Esta crítica a la ciudad que hace Debray se enfrenta con los elogios y evocaciones distribuidas a lo largo de siglos sobre estas tierras de agua. «Le Magazine Littéraire» acaba de comentar un nuevo diccionario sobre Venecia, de Gachet y Scarsella, con sus paseos y su historia, la antología de quienes vivieron y pintaron, escribieron y se enamoraron en estos rincones. Montaigne decía que «tenía hambre extrema de conocer esta ciudad», Chateaubriand la llamaba «la ciudad contra natura«, Monet le confesaba a su mujer «esto es demasiado bello para ser pintado»y Maurice Barrés anotaba «que esta agonía prolongada es precisamente el encanto más fuerte que me seduce».

 

ciudades.-7hyhn.-Venecia.-John Singer Sargent.-1882

 

Cuando en mayo de 1900 Proust va a Venecia con Reynaldo Hahn lleva a su madre y la señora Proust prefiere quedarse en su cuarto leyendo o mirando las idas y venidas de los paseantes. Desde lejos, al volver los que han salido a caminar, ven el chal desplegado en el balcón  del cuarto. Ese marco quedará para siempre en Proust como el ideal que rodea al retrato de su madre. » Y si después -escribirá-, cada vez que veo el molde de esa ventana en un museo, me veo obligado a contener las lágrimas, es simplemente porque me dice lo que más puede conmoverme«.

Tiempo recobrado en Proust, Venecia también recobrada.

 

ciudades.-rvyyu.-Venecia.-Henri-Edmond Cross 1903-.1904

 

(Imágenes -1- Matthews Pillsbury/ 2.-Ferdinand du Puigaudeau/ 3- John Singer Sargent- 1882/ 4- Henri Edmond Cross– 1904)

CANALES VENECIANOS

«Caminar por calli y campi, sin un itinerario preestablecido, quizá sea el mayor placer de que se  puede disfrutar en Venecia«, recomienda Diego Valeri en su «Guida sentimentale di Venezia«. Caminar también con Musset, cuando le escribe a George Sand en 1833 ; caminar con Dickens y Balzac, y también con

D `Annunzio cuando se enamora de Eleonora Duse en 1895; caminar con Proust, en mayo de 1900, en el momento en el que el gran escritor francés decide repentinamente reunirse en Venecia con Reynaldo Hahn:  sentado en las terrazas de los cafés, Proust escuchará cómo le traducen «Las piedras de Venecia«, de Ruskin. Ruskin le habla a Proust de cómo los pájaros frecuentan

la plaza de San Marcos: ” los muros de San Marcos le dice  – sirven de abrigo a innumerables palomas que ponen sus nidos en los follajes marmóreos y mezclan la dulce irisación de sus plumas, cambiantes a cada momento, con los tintes no menos atrayentes que permanecen allí, inmutables, desde hace setecientos años“. Caminar igualmente con Chauteaubriand y con Paul Morand, cuyo último libro será «Venecias«. Caminar detrás del comisario Brunetti de Donna Leon

investigando crímenes. Caminar por Venecia como apartamento trazado en «Los papeles de Aspern», de Henry James. Caminar con Joseph Brodsky en «Marca de agua«; caminar con Tiziano Scarpa en «Venecia es un pez«. En varias ocasiones he hablado de Venecia en Mi Siglo. Al borde de estos canales marcharon también Malraux, Montale, Buzzati, Saul Bellow y tantos otros.

 Conversaciones a la orilla del agua de Visconti; conversaciones a la orilla del agua de Thomas Mann. Las conversaciones traen y llevan palabras en góndolas que van del cine a la literatura. Música de Wagner. Poemas de Browning. Música de Monteverdi. Poemas de Byron. «Los gondoleros bogan con una pierna delante y la otra detrás – dice Tiziano Scarpa -, el pie posterior

se apoya en una minúscula peana elevada, una cuña: la energía hace palanca en el talón, luego en la planta y en los dedos del pie. Trabaja todo el cuerpo, se proyecta hacia delante, empuja. Observa sus cuerpos cuando descansan: los brazos cuelgan un poco hacia delante, los hombros redondos, la nuca, las clavículas, los omóplatos desarrollados. Desde la mano izquierda a la derecha están rodeados por una U de músculos mayúsculos».

Ahora que se habla de los 10 secretos de Venecia, la ciudad estará siempre en el recuerdo.

(Imágenes:- 1.-Karl Kaufmann.-wikimedia. commons/ 2.-Stefano Taglione/ 3.-Maurice Prendergast/ 4.-Mario Bonzuan/ 5.- Otto Pippel/ 6.-Vito Vecellio/ 7.-Lucien Lévy Dhumer)