CARTA A UN ATLETA : OLIMPIADAS 2012 (4)

«Te envío esta hija tosca de una tejedora secuana – escribe el poeta latino Marcial -, un albornoz extranjero, vestidura bárbara, que tiene nombre de lacedemonio, regalo mezquino pero no despreciable en el helado diciembre, para que – si te desprendes el ceroma pegajoso o manejas la pelota tibia, o si arrebatas con tu mano el balón cubierto de polvo, si lanzas a uno y a otro lado el peso ligero como una pluma de un pelotón hinchado, si pretendes vencer en la carrera al ligero Atas – no entre el frío penetrante en tus húmedos miembros ni te empape Iris cargada con una súbita agua. Cubierto con este regalo te reirás de los vientos y las lluvias y no estarás tan seguro envuelto en una muselina de Tiro«.

Marco Valerio Marcial.

(Imagen.-Joaquín Sorolla y Bastida. – «En la barca de remos» (Zarauz).-1910.-colección particular

VELA – OLIMPIADAS ( 6 )

«Regatas, blancas regatas

de mi niñez novelera.

Abordajes de piratas

sobre la mar marinera.

Diminuto espectador

que con los ojos abiertos

vuelas en tu mirador

a otras playas y otros puertos,

persiguiendo desde el muro

las paralelas estelas,

sagitario del maduro

arco tenso de las velas.

A la marina ruleta

apuestas tu corazón

por el del aspa violeta

en el blanco grimpolón,

aquel que pilota un hombre

con un ancla en el jersey,

el que lleva sobre el nombre

una corona de rey.

Espectador, no ha lugar

a que goces tus novelas.

Ya no es tiempo y en la mar

agonizan las estelas.

Deja que juegue y que ría

la frivolidad naval.

Tu vida será algún día

una regata mortal».

Gerardo Diego: «Versos cantábricos»  (1922),  en «Versos humanos».