AZORÍN Y SANTA TERESA

Teresa de Jesús- buii- manuscritos- elnortedecastilla es

 

«Yo vivo literariamente en el siglo XVl – confesaba Azorín-. Para mí el pasado está arriba y el presente está abajo; por eso yo digo que estoy en el pasado, es decir, en el siglo XVl, y bajo de cuando en cuando al presente, es decir, al siglo XX». – Se lo comentaba así a Marino Gómez Santos en 1958 y éste lo ha recogido en su volumen «Vidas contadas» (Renacimiento). Ahora se unen la actualidad del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa con la evocación personal, de algún modo, de mi visita al Azorín muerto, en marzo de 1967, el día en que asistí al  «entierro de su pequeño ojo azul» atravesando Madrid y recordando sus visiones de España.

Azorín no es el único que se ha acercado al estilo de Santa Teresa – lo han hecho muchos otros, entre ellos Menéndez PidalGarcía de la Concha o Antoni

 

Azorín- vvvrrf- Ramón Casas-wikipedia

 

Comas – pero quizá es uno de los más asiduos lectores y admiradores de la Santa castellana. En «El alma castellana»- de 1900 -y en el «Diario de un enfermo» – de 1901 – Azorín dice: «Yo amo a esta atormentada mujer con amor apasionado y mórbido. ¿Qué artista no la amará? Teresa de Jesús es nuestra. Representa la fe omnipoderosa, el desprendimiento profundamente artístico de las terrenas cosas, el ansia de infinito, el vuelo firme y sereno al Ideal». En su discurso de ingreso en la Real Academia – «Una hora de España» – afirma: «Es falso que Descartes sea superior a Santa Teresa«. En «Clásicos redivivos» evoca también : «Teresa de Jesús camina despacito, con pasos silenciosos, por el ancho claustro… La vida de Teresa, escrita por ella misma, es el libro más hondo, más denso, más penetrante que existe en ninguna literatura europea; a su lado, los más agudos analistas del yo son niños inexpertos».

 

Teresa de Jesús- bin-Las Moradas- mil quinientos ochenta y ocho-regmurcia com

 

En «El pasado» – 1955 – agrega: «En el libro de «Las Fundaciones» contemplamos la vida española en el siglo XVl: hay aquí de todo: retratos, escenas, interiores… Nunca el análisis psicológico ha profundizado más: léase el capítulo dedicado a la neurastenia; Teresa es, para los artistas, como es Cervantes, una lección perpetua; más lección, en cuanto al estilo, que Cervantes. En Cervantes tenemos el estilo hecho, y en Teresa vemos cómo se va haciendo«.

 

Azorín-unn-junto al retrato que le hiciera Ignacio Zuloaga- mil novecientos cincuenta y cinco- diariodeinformacion com

 

Tres años después, en una conversación en su casa madrileña de la calle Zorrilla, Azorín volvía a decir: «creo sinceramente que al estudiar la biología de la prosa castellana debemos atender, en primer término, a Santa Teresa. singularmente a sus Cartas. El lenguaje de las Cartas de Santa Teresa está en formación perpetua; es un lenguaje como si dijéramos, en ebullición. La Santa se ha pasado gran parte de su vida en los caminos y en las posadas, aparte de que mantiene una copiosa correspondencia muy activa y necesita escribir sin exoneración ninguna, tal como se habla con la gente popular en las posadas y en los caminos».

 

Teresa de Jesús- bew- manuscritos- bne es

 

(Imágenes.-1.-manuscrito de Santa Teresa- elnortedecastilla/ 2.-Azorín por Ramón Casas/ 3- «Las Moradas- 1588- regmurcia com/ 4.-Azorín junto al retrato que le hiciera Ignacio Zuloaga- 1955- diariodeinformación/ 5.-manuscrito de Santa Teresa)

¿DE DÓNDE VIENE LA ENTREVISTA?

escritores.-tbhhn.-Truman Capote

 

«Se dice que la entrevista periodística – y así lo conté en «Diálogos con la cultura» – tuvo su inicio cuando James Gordon Bennet publicó en 1836 una crónica inventando la técnica de las preguntas y respuestas, tal como suelen contarse en las audiencias judiciales. Aquellas preguntas a una tal Rosina Townsend, de Nueva York, indagando sobre un crimen sensacionalista, no sólo lograron que toda la ciudad hablase del asesinato, sino que probaron la inocencia del joven acusado, quien estaba a punto de ser condenado. Truman Capote, más de un siglo y medio después, quiso acercarse a otros asesinos – Dick Hickock y Perry Smith -, hasta estar presente incluso en su ajusticiamiento ; durante varios años estuvo preparando de manera intermitente su relato, basado en hechos reales, que tituló «A sangre fría» y que Tom Wolfe encuadraría dentro del llamado Nuevo Periodismo. Pero hasta 1966 en que aparece esta historia verídica y recreada, el arco de las entrevistas periodísticas se remonta a muy diversos momentos: así, según ciertos textos, la primera «interviú» que registran los anales norteamericanos la llevó a cabo el «New York Herald» con Garrit Smith, con motivo de la incursión de John Brown sobre Harper Ferry. Algún autor, sin citar la fuente, indica que la primera entrevista fue la que le hiciera Greely al líder mormón Brigham Young.

 

periodismo-ggbbn oriana fallaci- oriana-fallaci com

 

Ahora nuevamente se habla del arte de la entrevista. En la Historia quedan los Diálogos del portugués Francisco de Holanda con Miguel Angel y hay que recordar también los lejanos diálogos de Platón con Sócrates. Diversos ensayos han aludido igualmente a que ya antes de Platón, los poetas de Siracusa Sofrón y Epicarmo habían desarrollado una técnica de exposición de posiciones filosóficas a través de piezas teatrales de dos o tres actores. Luciano de Samosata escribió los diálogos «De los Dioses, de la Muerte«, y, ya centrándonos en la literatura española, algún estudioso ha señalado que «el advenimiento del diálogo es tardío en nuestros clásicos y hace su aparición en «La Celestina», ya que los diálogos del «Corbacho» son, a juicio de Menéndez Pidal, «discursos familiares». Si Erasmo contribuye a popularizar el modo clasicista del diálogo y si «el diálogo no prospera plenamente en Europa hasta después de la Revolución Francesa, lo que se denomina como diálogo periodístico nace a finales del siglo XVlll».

Personalmente quienes me han enseñado más sobre el diálogo periodístico han sido Oriana Fallaci en su prólogo a «Los antipáticos» y Manuel del Arco contestando a Salvador Paniker. «Una cosa importante – dijo Del Arco  en esa ocasión sobre la entrevista – es que no pretendo lucirme; pretendo que se luzca el personaje, porque cuanto mejor es una respuesta mejor me queda la pregunta. Yo nunca pongo zancadillas a nadie. Hago preguntas con intención; no con buena ni mala intención, sólo con intención. Soy periodista y pienso: si ahora no hago esta pregunta, el lector, no me lo perdonaría. Y tengo el valor de hacer la pregunta».

(Imágenes.-1.-Truman Capote/ 2.-Oriana Fallaci)