«Era un caballo alazán con el cual se encendía la batalla como un tizón de coraje.
Su pelo era del color de la flor del granado; su oreja, de la forma de una hoja de mirto.
Y, en medio de su color bermejo, surgía en su frente una estrella blanca, como las níveas burbujas que ríen en el vaso de rojo vino».
Ben Jafacha, de Alcira.- poeta árabe- «El caballo alazán» (1058-1138) (traducción de Emilio García Gómez
(Imágenes.-Rosa Bonheur)








