NOCTURNO DEL ROPERO

objetos.-ttbbn.-vestidos.-Guenther Uecker.-abiti inchiodati.-Miami fiera di Art Basel

«Cuando duerme la ropa es que va y viene

– despacio o rapidísimo – el silencio,

repitiendo la historia, interminable,

de aquello, lo lejano, o lo de afuera,

y también lo de adentro, lo que mira,

por donde llega el día o aquellas manos

de la noche encantada entre la seda.

Aquellos, los que vieron que la ropa

colgada – ya vacía – se confunde

con esos viejos trajes del silencio,

observaron que a veces casi duerme

en los roperos, y que su desvelo

le deja una invisible, aérea, arruga,

de paraguas perdido en la tormenta.

Cuando duerme la ropa, cuando duerme,

se le cae la desdicha de su sueño.

Los trajes cuando llegan a las perchas,

entre las horas callan, cautelosos,

escondidos del mundo, y en secreto,

oyendo aquellos ruidos

de cansados resortes en las camas;

o los pies sin zapatos que se mueven;

o los fósforos, rápidos, muriendo,

mientras la noche – sola – nos rodea

de pañuelos profundos, infinitos.

Y afuera están los astros que no cesan

de unir eternidades.

Y observando

cada cual – a su modo – nuestra esfera».

Otto de Sola«Nocturno del ropero»

vida cotidiana.-3wvb.-objetos.-vestidos.-Fortunato Depero.-Abiti da uomo-,.1945.-girovagandointentrino. it

(Imágenes.-1.–Guenter Uecker.-abiti inchiodati .-Miami, fiera di Art Basel/ 2.-Fortunato Depero.-1945)

QUITADME TODO : EL AIRE, EL SOL

mujer.-yy7uj.-Marta Syrko

«Quitadme todo: el aire, el sol,

la entraña.

Quitadme hasta la piel

y las pupilas.

Dejadme, sí, la cicatriz

de una palabra.

Dejadme esta galería

de rostros en el alma.

Dejad intacto el muro

donde he escrito sus nombres.

He conquistado:

mis amigos son míos,

mi huerto,

este patio con su alberca

y sus granados.

Llevaros todo.

Dulzuras, lo confieso,

ya no tengo…,

se las di a mis hijos

porque ellos me inventaron.

Eternidad tampoco.

Mi tiempo, si lo tuve,

lo fui dando.

Construí con él la casa.

interiores.-9uun.-Eva Rubinstein.-casa abandonada.-1972

De tiempo dibujé los monogramas.

Un nombre en un anillo

fue mi alianza.

Yo no hice nada.

Sobre un mantel, un  día,

escribí, «casa».

Después tuve la mía

y fue mía la estancia.

Abrí ventanas,

sembré rosas, membrillos

y albahacas.

Pero mi reino ahora

es una arquitectura

de sintaxis.

Fue simple, no lo niego.

Lo demás me lo dieron,

vino luego.

Y la casa fue azul

con sus paredes altas y su huerto.

¡Tan grande ahora!

Le crece el mundo dentro.

Tenéis razón. Llevaros todo.

Es cierto:

para escribir los nombres de la vida

un muro basta».

Reyna Rivas.«Estación de hoy»

interiores.-3de.-Eva Rubinstein

(Imágenes:- 1.-Elise Brown .-Marta Syrko/ 2 y 3.-Eva Rubinstein)