VERANO 2016 (3) : NO QUIERO RECORDAR NI CONOCERME

 

mar-nbg- lagos- Arkhip Kuindzhi- mil ochocientos setenta y tres

 

«No quiero recordar ni conocerme.

Es suficiente ver esto que somos.

Basta para vivir

ignorar que vivimos.

Vive lo que vivimos cada hora

y al vivirlo lo muere con nosotros:

cuando pasa, sabemos

que nosotros pasamos.

¿Mas qué sirve saber que lo sabemos?

Sin poder, nada vale conocernos.

Mejor vida es la vida

que pasa sin medirse».

Fernando Pessoa.- poema de Ricardo Reis

(Imagen.-Arkhip Kuindzhi)

LA LADRONA DEL SUEÑO

 

infancia-ttbb-Boris Kustodiev- ganino com

 

;A ver! ¿Dónde está ésa que que se lleva el sueño de los ojos de mi niño?

Con el  cántaro a la cintura, la madre fue por agua a la otra aldea. Era mediodía. Los niños habían dejado de jugar y callaban los patos de la alberca.  El pastorcillo dormía a la sombra de la higuera. Grave, inmóvil, la cigüeña se eternizaba de pie en el pantano del bosque de mangos…Y la ladrona del sueño vino, cogió el sueño de los ojos del niño, y se fue volando. Cuando volvió la madre, se encontró al niño gateando por el cuarto.

 

flores-onn-infancia- Rie Nakajima

 

¡A ver! ¿Quién robó el sueño de los ojos de mi niño? ¿Dónde está metida ésa? La he de encontrar y tengo que atarla. La buscaré en aquella cueva oscura donde el arroyo chiquitín se escurre entre las grandes piedras duras. La buscaré en la sombra adormecedora del bosque de bakulas, donde las tórtolas se arrullan en su nido, donde las ajorcas de las hadas repiquetean en la honda paz de las noches de estrellas. Me asomaré, anochecido, al silencio aspirante de la floresta de bambúes, donde las luciérnagas derraman su luz, y preguntaré a quienquiera que me encuentre: ¿Sabe alguien dónde se mete la ladrona del sueño?

 

jardines-nbbu- matrnidad- infancia- Luigi Rossi- mil novecientos veintidos

 

¡A ver! ¿Dónde está ésa que roba el sueño de los ojos de mi niño? ¿Dónde está? ¡Buena lección le daría yo si la encontrara! Levantaría la piedra de su nido, cogería todo el sueño que tiene guardado y me llevaría el botín a casa. Luego le ataría ¡bien fuerte! las dos alas, la llevaría a la orilla del río,  ¡y que se divirtiera allí, pescando con caña, entre los juncos y los lirios!…  Y cuando, por la noche, ya cerrada la feria, los niños de la aldea están en la falda de sus madres, irían los pajarracos nocturnos y le gritarían burlonamente en los oídos : ¡Anda! ¡A ver a quién le robas ahora el sueño!».

Rabrindranath  Tagore.- «La ladrona del sueño».- «La luna nueva»

 

infancia-ybbt- Nino Chakvetadze

 

(Imágenes.- 1.-Boris Kustodiev/ 2.- Rie Nakajima/ 3.-Luigi Rossi- 1922/ 4.- Nino Chakvetadze)

COMO LLEGAN LAS OLAS A PLAYAS PEDREGOSAS

 

mar-onnhhy-olas- Nikolai Nikanorovich Dubovskoy- mil ochocientos noventa y tres

 

«Como llegan las olas a playas pedregosas,

así nuestros minutos se precipitan a un fin

y cada uno sucede al que le ha precedido

en afanosa lucha por seguir adelante.

 

mar-ttr- olas- Zdzislaw Beksinski

 

En el mar de la luz todos los nacimientos

buscan la madurez, donde está su corona;

contra su gloria luchan tortuosos eclipses

y a sus propios dones los desbarata el tiempo.

 

mar-nnbbung-olas-Aleksey Vasilevich Ganzen- mil novecientos catorce

 

El tiempo que traspasa las flores juveniles

y va excavando surcos en la frente lozana;

y vive de exquisiteces de la mejor verdad

y todo lo que despunta su hoz lo agradece.

 

mar-unnhy- René Magritte- mil novecientos treinta y  seis

 

Pero contra ese tiempo esgrimiré mi estilo

y, sabiendo que es cruel, elogiaré tus méritos».

William Shakespeare.- Soneto LX

(Imágenes.- 1.-Nikolai Nikanorovich Dubovskoy– 1893/ 2.- Zdzislaw Bekinski/ 3.- Alexey Vasilevich Ganzen– 1914/ 4.- René Magritte- 1936)

VOCACIÓN

infancia-ybbb-Ilya Repin

 

«Por la mañana, cuando da el reloj las diez y yo voy caminito de la escuela, me encuentro todos los días en mi camino, con ese vendedor que grita- «¡Quien compra ajorcas y pulseras de plata y de cristal!». Nunca tiene prisa por nada, ni que seguir un rumbo fijo, ni ha de llegar a sitio alguno a la fuerza, ni debe volver a casa a su hora. ¡Quién fuera vendedor, para pasarme el día en la calle gritando: «¡Quien compra ajorcas y pulseras de plata y de cristal!».

 

infancia-wsws-Giovanni Sottocornola

 

A las cuatro, cuando vuelvo de la escuela, veo todas las tardes por la verja entornada de aquella casa al jardinero que cava la tierra del jardín. Hace lo que le da la gana con su azadón, se mancha la ropa de barro todo lo que quiere y nadie viene a decirle que si el sol lo está poniendo negro, que si se cala de agua cuando riega…¡!Quién fuera jardinero, para cavar y cavar en el jardín sin que nadie me riñera!».

 

infancia-eerrn-Sabine Weiss

 

En el mismito instante en que anochece, cuando mamá me manda a la cama, veo por la ventana al sereno, paseándose calle arriba, calle abajo… Está la carretera oscura y solitaria y la farola de pie, como un gigante que tuviera un ojo colorado en la cabeza. El sereno mece su farol y va y viene con su sombra; y en su vida se va a la cama. ¡Quién fuera sereno, para pasarme la noche entera por la calle, persiguiendo las sombras con mi farol!»

Rabindranath Tagore.- «Vocación» . «La luna nueva» (traducción de Zenobia Camprubí)

 

infancia-cvgh-Jessie Willcox Smith- mil novecientos ocho

 

(Imágenes- 1.-Ilya Repin/ 2.-Giovanni Sottocornola/ 3.- Sabine weiss/ 4.- Jessie Wilcox Smith– 1908)

EL BOSQUE

bosques-yew- árboles-Gustav Klimt- mil novecientos diez

 

¡Oh, bosque silencioso de amable soledad,

qué grato es pasear por tu umbría ignorada!

Entre tus apartados rincones, me he perdido

buscando una emoción de ensoñadora calma.

 

bosques-bbn-árboles- Julius Yulevich Klever- mil ochocientos ochenta

 

¡Quietud del corazón! Creo ver exhalarse

de las ramas, del césped, una dulce nostalgia.

Esta onda que escucho murmurar suavemente

hacia el fondo del bosque, parece que me llama.

 

bosques-bbgy-árboles- HM Saffer ll-

 

Mas yo no podré nunca pasar la vida entera

lejos del mundo y arrullado por las aguas,

sobre un tapiz de flores, en un lugar lejano,

donde, ignorado, pueda soñar bajo las ramas.

 

bosques-vvgy-árboles-Sandrine Pelissier- dos mil trece

 

Todo habla, todo es grato bajo estas verdes bóvedas

las encinas que adornan  esta salvaje plaza,

las suaves madreselvas rozadas por el viento

que al huir balancea sus movibles guirnaldas.

 

bosques-eses-árboles- Peter A Kozlov

 

¡Oh selvas agitadas por los vientos suaves!;

¿de qué amante seréis vosotras las amadas?

Otros os confiaron sus extraños amores,

y yo aquí, en vuestro encanto, hallo paz para el alma».

Chateubriand.- «El bosque»

 

bosques-rggb-árboles- Renoir

 

(Imágenes.-1.-Gustav Klimt/ 2.-Julius Yulevich Klever– 1880/ 3.-HM Saffer ll/ 4.-Sandrine Pelissier– 2013/ 5.-Peter  Kozlov/ 6.-Renoir)

HOJAS ANTIGUAS DE CALENDARIO ( 3 ) : FIN DE AÑO

 

vida cotidiana.-88hh.-comer.-Boris Kutodiev.-1920

 

«Pues en una gran cena, claro está que ha de haber orden y concierto, y que no todos los platos se ponen juntos, sino unos después de otros, y aun en el orden concertado de las mesas es que primero se pongan los manjares de sustancia, y después, a la postre, se pongan los que más son para regalo y gusto y aparato de la mesa, que para sustento. Y así vemos que primero se ponen las aves, los guisados; a la postre las tortas, las frutas, las colaciones; y parece maravillosamente el ver entrar agora unos criados con una variedad de manjares, y después otros con otra».

Pedro de Valderrama.-1607

 

comer.-20hgh.-Pamela J Crook.-National Star College.-pjcrook com

 

(Imágenes.- 1.-Boris Kustodiev– 1920/ 2.-Pamela J. Crook– Natiomal Star College)

 

VERANO 2014 (1) : JOAN MARAGALL

 

mar.-7htt.-noche.-James Abbott McNeill Whistler.-1866

 

l

«Parecéis flores del mar,

velas que salís ahora,

al tiempo en que el sol se pone,

y el mar es color de rosa.

 

 

mar-obbbg-olas- noche- Ivan  Aivazovsky- mil ochocientos noventa y ocho

 

ll

 

Veintiocho colores tiene el mar,

y todo está revuelto: el cielo, el agua;

el cielo brilla azul; furioso el viento,

a las nubes persigue y deshilacha.

Hace volar banderas y blancuras,

y retuerce a los árboles  con saña;

todos son brillos,  gritos y barullo,

con un anhelo y un hervor que espanta.

 

mar-tecccv-Paul Gauguin- mil ochocientos ochenta y ocho

 

lll

Todo conmueve al mar y lo renueva;

lo ensombrece una nube, el sol lo alegra;

por algo que lo mire cerca o lejos,

muda el color cual virgen vergonzosa.

 

mar-ttgrr- Montague Dawson

 

lV

Mar de acero al crepúsculo

delicia de la mirada;

bien me acabas la jornada – bella y plena -.

¡ Dios del mar,

gracias mil por la jornada

tan serena!

 

mar.-5tzx.-Lowell Birge Harrison.-1913

 

 

V

 

Mar azul, adiós,

Montañas amansadas

sobre las que corre el viento suave;

campanas de aldehuelas  apartadas,

que tantas horas me trajisteis paz;

adiós, con Dios quedad.»

Joan Maragall .- «Vistas al mar»

 

mar-vvdde- Peder Severin Kroyer- mil ochocientos ochenta y dos

 

 (Imágenes-1-James Abbott McNeill Whistler– 1886/ 2- Ivan Aivazosky– 1898/ 3- Paul Gauguin– 1898 / 4.- Montague Dawson/ 5.-Lowell Birge Harrison.-1913/ 6-Peder Severin Kroyer.-1882)

 

 

 

NEVADA

estaciones.-677hh.-invierno.-nieve.-Alfred Sisley.-Nieve en Louveciennes.-1878

«¡Menuda noche! Aúlla el viento, susurra y casi calla

para aullar aún más fuerte, mientras la nieve incesante

golpea su sordo blanco contra el cristal,

y qué dulce se nos hace nuestro bienestar;

y en la mañana, cuando amaina la tormenta,

ante las puertas de las cabañas quedan

montes de nieve que allí posada obstruyen

el paso que a golpes de pala y rastrillo

se gana hasta el sendero, formando un muro a cada lado.

nieve-hybh. paisajes-Aldro Thompson Hibbard- Vermont- Museo de Bellas Artes de Boston

El pastor, que anchos y blancos valles recorre,

de nuevas sensaciones su memoria llena,

pues los setos que vio a la noche ya no están,

y son blanca extensión de ondulantes colinas,

y los árboles, ahora arbustos, medio cuerpo ocultan.»

John Clare.-«Nevada»

paisajes.- 55rrbb.- nieve.- Alexei Savrasov

(Imágenes:-1.-Alfred Sisley– nieve en Louveciennes-1878/ 2.-Aldro Thompson Hibbard– Vermont- Museo de Bellas Artes de Boston/ 3.-Alekséi Savrásov-1894-g1b2i3 wordpress)

«NOCHE – GÜENA» .- NAVIDAD 2013 (2)

estaciones.-556gg.-invierno.-nieve.-Andrew Wyeth

l

«Malhaya el tiempo malo,

malhaya la pobreza,

¡malhaya el que este mundo se gobierne

de tan mala manera!

paisajes -butt-nieve- invierno- Camille Pisarro

ll

Blancos de nieve están , como palomas,

los artos de la sierra;

de plata enguarnecías

páece que están las ceñas,

ande los chorros d`agua

hechos encajes al helarse quëan;

de vidrio son las juentes…

de vidrio son las ciecas…

paraliza el helor los correntales…

¡las aguas páece que se paran muertas!…

¡Da temor tanto frío!

¡Probe d`aquel que sin calor se vea

y halle nieve en el cielo

y halle guielo en la tierra!»

Vicente Medina.- «Noche-Güena»

paisajes-nyyvg- nieve- Igor Grabar.-mil novecientos cinco

(Imágenes:- 1.-Andrew Wyeth/ 2-Camille Pisarro/ 3.-Igor Grabar.-1905)

Y LAS ESTACIONES PASAN

paisajes,.ttgbn.-bosques,. caminos.-Newton Bennett.-1854-1914

«Basta sentarse en el bosque o en los campos, a la orilla de un río o de un lago – decía John Burroughs, el amante y observador de la naturaleza al que he citado aquí alguna vez -, para que casi todo lo que ofrece interés venga a ofrecerse: los pájaros, los animales, los insectos;  y una vez que la mirada se habitúa al lugar, a la sombra y a la luz, hay muchas oportunidades de descubrir esa planta o esa flor que se había buscado en vano y de tener una agradable sorpresa. Así, a gran escala, el estudioso y el enamorado de la naturaleza tiene una ventaja sobre las

paisajes.-yyhuu.-paseos.- Maria Iakunchikova.- árboles.- 1898.- 1870-1902

gentes que recorren el planeta de arriba abajo, en busca de novedades y de emoción: les basta quedarse donde están y mirar la procesión. El globo inmenso se desliza por delante de ellos como un escaparate giratorio; el paso de las estaciones se parece al recorrido por comarcas extrañas y maravillosas; las diferentes zonas de la tierra, adornadas con todas sus bellezas y maravillas, desfilan ante su puerta sin prisas. ¡Qué viaje sin necesidad de abandonar ni por una sola noche el rincón

paisajes.-67bbg.-bosques.- Herry Ward

del fuego! Saint Pierre tiene razón cuando dice que nuestro corazón se llena tanto de los poderes y los misterios de la naturaleza después de haber dado un paseo por el campo como después de haber recorrido el mundo. Estoy sentado entre los enebros del Hudson con la intención, como todos los años, de ir a Florida o las Antillas o a las costas del Pacífico, y las estaciones pasan, y yo sigo merodeando distraídamente, animado tal vez con la vaga intuición de que si permanezco

bosques.- 77gr.- árboles.- Childe Hassam

tranquilo y al acecho, esas comarcas alejadas vendrán hacía mí. Puedo, en todo caso, aguantar y no perder gran cosa, después de todo. La gran preocupación de Mahoma es saber cuándo decidirá la montaña ir hacia él. A veces, un conejo, un arrendajo o un pájaro cantor traen el bosque a mi puerta.» Y así va esperando serenamente Burroughs a que las estaciones pasen como pasan igualmente ante la vida las edades del hombre.

bosque.- 456gh.- árboles.- Lasszlo Mednyánszky- húngaro

(Imágenes:- 1.-Newton Bennett.-askart.com/2.-Maria Yakunchikova.- 1898 3.-Henry Ward/ 4.-Childe Hassam/ 5.-Lászlo Mednyánsky)

PAISAJES INTERIORES Y EXTERIORES

paisajes.-33bn.-Albert Bierstadt.- 1830-1903.-tormenta en las montañas

«Petrarca, fue, como es sabido – cuenta Kenneth Clark en «El arte del paisaje» (Museo Seix Barral) -, el primer hombre que escaló una montaña por el mero placer de hacerlo y para disfrutar del panorama. Pero después de haberse regalado unos minutos la vista con el lejano panorama de los Alpes, del Mediterráneo y del Ródano que fluía a sus pies, se le ocurrió abrir al azar su ejemplar de las Confesiones de San Agustín y tropezó con el pasaje siguiente: «Y los hombres se asombran ante las cimas de las montañas, y las poderosas olas del mar, y el ancho lecho de los ríos, y el circuito del océano, y la revolución de las estrellas, pero a sí mismos no prestan atención«. «Quedé confundido – le confiesa Petrarca

paisajes.-522w.-Galen Rowell y Barbara Rowell.-Montañas del Reino Medio

a un amigo -, y pidiéndole a mi hermano ( que quería oír más) que no me molestara, cerré el libro, furioso conmigo mismo de estar todavía admirando cosas terrestres, cuando hubiera podido aprender, desde hacía mucho tiempo, hasta de los filósofos paganos, que no hay nada admirable salvo el alma, que, cuando es grande, no encuentra nada grande fuera de sí misma. Entonces, en verdad, me convencí de que ya había pasado bastante rato mirando la montaña; volví hacia mí mismo mi mirada interior, y a partir de aquel momento no salió una sola sílaba de mi boca hasta que llegamos de nuevo al pie de la montaña.»

paisajes.-5gyy77.-Turner.-el paso del St Gothard.-1804

Son los paisajes interiores y los paisajes exteriores. Hay quienes se asoman más hacia unos que hacia otros y hay quienes no se asomarán nunca a ninguno. Pero el paisaje exterior e interior sigue ahí, acompañando siempre al hombre. «Todas estas maravillas del cielo y de la tierra – escribí en «El ojo y la palabra» -, la vida inverosímil pero real de los insectos, la multiplicidad, la variedad de las funciones, la armonía de las plantas y de las olas, los rojos oscuros ‑ vivos – anaranjados – amarillos – blancos y azulados encadenándose en el atardecer nocturno, el púrpura de los brezos, de la rosa de los Alpes, del trébol rojo, del ciclamen, la danza circular de las abejas llevando aromas, de nuevo el mar, los embates del mar, la esmeralda azul clara del oleaje en torno al arrecife, otra vez los árboles,

paisajes.-r4ddd.-nubes.-Fyodor Vasilyev.-1873

los olmos centenarios de madera dura y elástica, las pequeñas y blancas flores primaverales del olivo, los olores a resina y a bosque, la sombra de los abetos y de los pinos, los veteados, ondulados leños del nogal o del roble, de nuevo el cielo y los enjambres de luz saliendo de las manchas de nubes, todo eso que nos rodea ‑como un jardín del Edén permanente‑ con el lomo acerado de las ballenas y de los delfines, con la agilidad marrón rojiza de la ardilla, el gamo nervioso, el gato crepuscular, todo eso y mil cosas más es la Naturaleza ‑que no son los objetos hechos por el hombre, no son los instrumentos y utensilios fabricados por manos humanas‑ sino son los colores y los aromas infinitos mezclados y entreverados suntuosamente, admirablemente variados y alternativos, salpicando las manchas de un ala de mariposa o del pez sangrador.»

Estos serán los paisajes exteriores que el interior del alma se detiene a contemplar.

paisajes-fhjn-Frederic Edwin Church.-1865- Sunset Jamaica

(Imágenes:- 1.- Albert Bierstadt.– fotosimagen.org/2- Galen  Rowell/3.-Fyodor Vasilyev.-1873/ 4.- Frederic Edwin Church.-1865-Sunset Jamaica)

ELOGIO DE LOS CAMINOS

caminos.-78hh.-Nils Kreuger (1859-1930).-Peter Nahum.-Leicestergalleries

«Uno de los motivos que me hacen muy difícil imaginar el pasado más allá, aproximadamente, del siglo XVll – recuerda el gran escritor francés Julien Gracq -, es la casi imposibilidad de figurarme lo que eran entonces las carreteras, los caminos; no tanto su disposición técnica sumaria, sobre la que tenemos algunas informaciones, sino su relación viva con las ciudades, con los pueblos que unían, con los paisajes que atravesaban, con los setos y las cercas, los bosques, los cursos fluviales, el movimiento también de sus usuarios: ¿se trataba, como en el Great Trunk de la India, de un hormiguear de caminantes, vendedores, frailes, peregrinos, clientes de ferias bien abastecidas? ¿Predominaban los caballeros, solos o en grupos o, por el contrario, los carretones? ¿Hay que imaginarse más bien una soledad apenas alterada dos o tres veces al día por un chirrido de ejes, audible a varios kilómetros, como el de una telega rusa? ¿Eran abundantes las posadas?, ¿dónde estaban?, ¿había medios de reparación: carreteros, guarnicioneros,

caminos.-9njj.-Valle del Po.-Ernst Haas.-photograoher gallery.-artnet

herreros?, ¿existía, al igual que había entonces unas corporaciones de barqueros en todos los ríos, una pequeña población de tratantes, descuideros, lazarillos, salteadores, ladrones y ocultadores de caballos? ¿Cómo se veía la Tierra a lo largo de esos caminos cuando uno la recorría? ¿La incomodidad, la fatiga eran tales que el viaje era como una variante, más agotadora aún, del duro trabajo diario? En resumen, ¿qué podía constituir, en ese vasto cuerpo, la antigua circulación de la sangre?.»

Viajamos en el tren de la Historia, recorremos los siglos, y cuando nos asomamos a las ventanillas los caminos van y vienen en el fulgor del traqueteo, se alejan y acercan sus venas de extensiones, se cruzan con las vías, las soledades apartan a las muchedumbres y el campo y el cielo vienen y van entre tonos que la palma de la mano del día cubre con paisajes, y los paisajes a su vez bullen en conversaciones, y las conversaciones nos traen los elogios del camino, ese descubrimiento de la confidencia, ese compartir andando la vida de los otros.

paisajes.-rrvg.-invierno.-Ivan Aivazovsky

Un caminante muy valorado en sus escritos, como fue el catalán Josep Pla, recomendaba siempre un viaje a pie para conocer el país, para ver cómo la gente vivía, para empaparse de la manera de ser básica, inalienable, insoluble, del material humano.

Los caminos serpean continuamente entre las soledades y sus andares silenciosos van llenos de elogios.

(Imágenes:- 1.-Nils Kreuger.-leicestergalleries/ 2.-Ernst Haas/ 3.-Ivan Aivazovsky)