“Para mí, París es una hija, una amiga, una esposa, cuya fisonomía me encanta siempre porque para mí siempre es nueva. La estudio a todas horas y cada vez descubro en ella bellezas nuevas. Tiene caprichos, se esconde bajo la lluvia , llora, reaparece brillante, iluminada por un rayo de sol que cubre de diamantes sus tejados. Es majestuosa aquí; coqueta, allá; pobre, algo más lejos. Se duerme, se despierta, es tumultuosa y tranquila. ¡ Ah, mi querida ciudad, cómo ella es luminosa y orgullosa en una noche de fiesta; luminosa, ella salta, ella tiembla!”.
Balzac, “Le Mendiant”, 1830
(Imágenes -1- París – Konstantin Korovin/ 2- París – boulevard Montmartre- Camille Pisarro)