LA AVIDEZ

Sigue «Le Monde» con sus ilustraciones para que sus lectores adquieran cada semana «La Comedia humana» de Balzac y en esta ocasión la avidez podría proyectarse en tantas cosas en el mundo contemporáneo que habría que elegir tan sólo una, quizá esa avidez permanente hacia el futuro, ese estiramiento perpetuo del cuello del presente hacia lo que aún no ha venido y ni siquiera sabemos cómo vendrá, ese desasosiego que nos lleva a imaginar lo que va a suceder y aún no ha sucedido, que nos causa tantas preocupaciones innecesarias y en el fondo esa inquietud que tan bien describe Pascal.

«No nos atenemos jamás al tiempo presente – dice Pascal -. Recordamos el pasado. Anticipamos el futuro como algo que tarda demasiado en llegar, como para apresurar su curso, o recordamos el pasado para retenerlo como algo demasiado fugaz; tan imprudentes, que erramos por los tiempos que no son nuestros y no pensamos en el único que nos pertenece, y tan vanos que soñamos en aquellos que no existen ya y dejamos escapar sin darnos cuenta al único que subsiste. Es que el presente, de ordinario, nos hiere. Lo ocultamos a nuestra vista porque nos aflige, y sí nos es agradable nos lamentamos al verlo escapar. Tratamos de retenerlo a través del futuro. y pensamos en disponer las cosas que no están en nuestra mano para un tiempo al que no tenemos seguridad alguna de llegar.

Que cada uno examine sus pensamientos. Los hallará ocupados todos en el pasado o en el futuro. Casi no pensamos en el presente, y, si pensamos en él, no es más que para sacar de él la luz con que disponer el porvenir. El presente nunca es nuestro fin.

El pasado y el presente constituyen nuestros medios: sólo el futuro es nuestro fin. Así, no vivimos nunca, pero esperamos vivir, y, disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable el que no lo seamos jamás».

(Imágenes: ilustración de «Le Monde» anunciando a sus lectores «La Comedia humana» de Balzac /Tiziano: «Alegoría del tiempo gobernado por la prudencia», 1565, National Gallery de Londres)

LA VANIDAD

«Le Monde» ofrece a partir de pasado mañana, 15 de septiembre, -y cada semana – un tomo de «La Comedia humana» de Balzac y  en la publicidad  que acompaña a su lanzamiento figuran distintas imágenes. Por ejemplo, La Vanidad.

«Que una cosa tan clara como es la vanidad del mundo – dice sobre ella  Pascal – sea tan poco conocida, que sea una cosa extraña y sorprendente el decir que es una necedad buscar las grandezas, eso es admirable».

«La ciencia de las cosas exteriores no me consolará de la ignorancia de la moral en tiempos de aflicción – sigue diciendo Pascal -, pero la ciencia de las costumbres me consolará siempre de la ignorancia de las ciencias exteriores».

«En las ciudades por donde pasamos no nos ocupamos de ser estimados. Pero cuando debemos quedarnos en ellas durante algún tiempo, nos preocupamos de ello. ¿Cuánto tiempo hace falta? Un tiempo proporcionado a nuestra duración vana y mezquina».

«Quien no ve la vanidad del mundo es bien vano él mismo. Pero, ¿quién no la ve, excepto los jóvenes que están completamente sumidos en el ruido, en el divertimento y en el mañana?

Mas quitadles su divertimento, les vereís consumirse de tedio. Sienten entonces su nada sin conocerla, pues es ser muy desgraciados el estar en una tristeza insoportable, tan pronto como uno se ve reducido a pensar en sí mismo y a no estar entretenido».

Todo esto también dice Pascal.

(Imágenes: «La vanité»: ilustración aparecida en «Le Monde» anunciando «La Comedia humana»» de Balzac/ Jan Miense Molenaer, «Allégorie de la Vanité» 1633.-Toledo Museum of Art.-Toledo, Ohio.-jama-ama-assm.org)

VOLAR A PENSAMIENTOS

Antesdeayer Google Earth lanzó una nueva herramienta con la que se puede «volar» a los pensamientos. Para acceder basta con seleccionar en el menú » cambiar a pensamientos» o pulsar el botón en Google Earth de «cerebro». El sistema de navegación es similar a otros anteriores y se incluyen en él las funciones de zoom, rotar, búsqueda, «mis lugares» y la selección de capas. Estas capas albergan información sobre pensamientos de celos, envidia, ambición, atracción y rencor. El usuario tiene ahora la posibilidad de «volar» , por ejemplo, al pensamiento de un ama de casa norteamericana, a la que uno se acerca inmediata y vertiginosamente ( al principio el pensamiento aparece algo borroso) y que aparentemente está trabajando en su cocina de la granja Goldman en Virginia. A Addie Collins la observamos pensando en Malcolm Vickery, su marido, y en la pantalla aparece un círculo rojizo que se va agrandando de ira, abriéndose una ventana que nos da información sobre cuándo empezó esa ira y qué velocidad de evolución tiene dentro de su cerebro. Esta imagen captada dentro de la cocina, mientras Addie estruja las verduras sobre el fregadero, hace que la nueva herramienta de Google Earth no nos muestre el contorno de los muebles- apenas vemos qué hay detrás de la cortina de la cocina, tampoco la subida de la escalera que nos llevaría hasta el pensamiento de su hijo Bob que juega en el suelo del piso superior-, pero sí se concentra en la ira de esta mujer de cuarenta y seis años harta de su matrimonio. Si «volamos» ahora al pensamiento del marido pulsando el botón que hay a la derecha de la pantalla en la parte superior, el pequeño círculo iluminado que aparece dentro del cerebro de Malcolm va tomando un fuerte color malva y en la ventanita de información se nos recuerda que el desinterés y la fatiga por todo han ido aumentando en Vickery desde hace tres años. Con esta nueva funcionalidad que permite a los usuarios «volar» a contenidos nuevos podemos saber que Malcolm Vickery- en este momento conduciendo a los caballos para que coman- no volverá jamás ya a esa casa y emprenderá un camino sin retorno que le llevará a un destino que Google Earth aún no puede precisar.
La comprensión de los pensamientos y su colorido dentro del espacio del cerebro hacen que el mapa para «volar» adquiera dimensiones insospechadas.
Mañana «volaré» a una casita de las afuera de Le Havre, en Francia. Allí, en la puerta, hay un hombre sentado con la cabeza entre las manos y empieza a iluminarse un pequeño círculo verde dentro de su cerebro.