LA ENFERMEDAD Y SUS REACCIONES

 

Antes de nuestra época  — escribía Susan Sontag en “La enfermedad y sus metáforas” —, se pensaba que el temperamento del paciente  contaba solamente en cuanto a su comportamiento una vez declarada la enfermedad. Como cualquier situación extrema, las enfermedades temidas sacaban a relucir lo mejor y lo peor de la gente. Sin embargo, las crónicas clásicas acerca de las epidemias subrayaban en primer lugar los estragos de la enfermedad en el carácter de las víctimas. Cuanto menos prejuicios tenía el cronista, y cuanto menos la enfermedad era para él el justiciero castigo por alguna iniquidad, tanto mayor era la probabilidad de que su relato acentuara la corrupción moral acarreada por la epidemia. Aunque en los casos en que el cronista no piense que la epidemia haga justicia sobre la comunidad entera, prácticamente sí la hace al desencadenar  el inexorable derrumbe de la moral y las buenas costumbres. Cuenta Tucídides cómo la plaga que se abate sobre Atenas en 430 a. de. Cristo engendra desorden y licencia. “ El placer del momento —escribe —ocupó el lugar del honor y la conveniencia’. (…) La calamidad del mal abre el camino para que discernamos en qué nos hemos engañado toda la vida y cuáles han sido nuestras fallos de carácter. En la película “Ikiru” de Kurosawa, el funcionario sexagenario que en ella aparece presenta su renuncia al enterarse de que sufre un incurable cáncer de estómago. Haciendo suya  la causa de una barriada pobre, lucha contra la misma burocracia a la que servía. Con un año de vida que le queda, Watanabe quiere hacer algo que valga la pena, redimir toda una vida mediocre.”

 

 

 

(Imágenes— Vittorio Ronconi/ Pejman Shosjei)

VIAJE POR ESPAÑA (16) : VIAJE DE VIAJES

 

 

“Está por hacer – recuerda Sánchez Cantón en susItinerarios de arte” – un “Viaje de viajes” que describa a España con noticias sacadas de todos ellos; el retrato no saldría fiel, pero sí muy divertido. Para dibujar el mapa podría servir el barón de Rosmithal, que vio a Inglaterra en la ría de Vigo, y para hablar de las modas, nadie mejor  que madame D Aulnoy, la cual refiere que las “niñas bien” de San Sebastián, en el reinado de Carlos ll, llevaban al paseo cerditos a guisa de perros falderos.

No eran tan amenos los “Viajes” del siglo XVlll; pero sus pretensiones de seriedad hacían más dolorosas para los españoles las críticas y las leyendas que difundían (Mister  Clarke se admiraba de que no le entendiesen cuando preguntaba algo en francés o en latín por los caminos de España. Swinburne perdió durante dos días a su ayuda de cámara porque le habían encerrado para peinar la peluca de una imagen de la Virgen; “Fígaro” cuenta cómo cerca de Zaragoza hay una gran taberna servida por monjes bernardos, y describe así un dormitorio de madrileños acomodados : “ El amo duerme sobre un banco; madame, en el mismo o sobre otro; los hijos, sobre una estera; los criados, en el suelo; por el verano en el patio, y cuando es invierno, en la caballeriza”)

 

 

Se comenzó a estudiar nuestra tierra, nuestra historia y nuestro arte. Fue forzoso recorrer España para bien conocerla, y “viajes” son muchas de las empresas memorables de entonces – El “Viaje botánico” de Cavanilles, el “Viaje literario a las iglesias de España de Villanueva, el “Viaje” de Ponz.

Una nota esencial diferencia a estos viajeros de los “pelegrinos curiosos” anteriores: los anhelos devotos de otras épocas se truecan en ansias de averiguar y en deseos de ver. Tiene el castellano palabra definidora de estos “peregrinos laicos”, la registra el Diccionario académico, mas nunca fue usual. Tres son las causas que mueven a viajar: necesidad, oficio y gusto. Se llama “viajero” el sujeto de la primera acción; “viajante”, el de la segunda, y el de la tercera, “viajador”, vocablo que debiera difundirse para destierro de “turista”, que es feo galicismo.

El viajador español por excelencia del siglo XVlll fue don Antonio Ponz”.

 

 

(Imágenes-1- Pejman Shoajei/ 2- Slim Aarons 1965/ 3- Monet -1864)

DICHOSO EL QUE UN BUEN DÍA SALE HUMILDE

 

gentes.-ijjyuy.-paseos.- Pejman Shojaei

 

«Dichoso el que un buen día sale humilde

y se va por la calle, como tantos

días más de su vida,  y no lo espera

y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto

y ve, pone el oído al mundo y oye,

anda, y siente subirle entre los pasos

el amor de la tierra, y sigue, y abre

su taller verdadero, y en sus manos

brilla limpio su oficio, y nos lo entrega

de corazón porque ama, y va al trabajo

temblando como un niño que comulga

mas sin caber en el pellejo, y cuando

se ha dado cuenta al fin de lo sencillo

que ha sido todo, ya el jornal ganado,

vuelve a su casa alegre y siente que alguien

empuña su aldabón, y no es en vano.»

Claudio Rodríguez.-» Alto jornal».-«Conjuros» (1958)

 

gentes.-5tyy.-Stephen Scott Young

 

(Imágenes.-1.-Pejman Shoajei -pinterest/ 2.-Stephen Scott Young– Haynes Gallery- Thomaston- Maine)