LA VOZ DE QUEVEDO


“Quise serlo todo en mi época de luz — le hacer decir Papini a Quevedo en su “Juicio Universal” —.Erudito y filósofo, versificador y poeta de teatro, moralista e historiador, hombre de espada y hombre de Estado, secretario de príncipes y conspirador, ya fantástico en soledad, ya diplomático en campo, a veces enteramente abandonado en la divina voluntad, otras inquisidor mordaz de los vicios, de los pecados, de los caprichos, de los engaños, de los misterios de los hombres. Fui homicida y fugitivo, casi eremita y casi ministro, ahora en las borrascas y en las pompas de las cortes, ahora en la sepulcral clausura de los confinados; dos veces confidente y favorito de los grandes; dos veces depuesto y enviado al destierro; dos veces salvado por milagro del hierro de los sicarios y de los esbirros.

Cuando no estaba atareado en los manejos de la política, escribía, escribía sin reposo, escribía obras de todos los temas y de todos los estilos, mezclaba citas e imaginaciones, improvisaba estrofas y comentarios, destilaba venenos y elixires poéticos. Escribí vidas de santos y vidas de malandrines, tratados de moral estoica y de ascética cristiana, apologías personales y relaciones históricas y visiones bufonescas, comedias y romances, libros de teología y caprichos de locura, y escrita apenas la ültima palabra de una obra, preparaba inmediatamente otra, y si dejaba la pluma del poeta, enseguida empuñaba la del secretario.

Jamás tuve paz, descanso o respiro. Pero en todas las situaciones de la vida estaba descontento e inquieto, de ninguna actividad estaba plenamente satisfecho, ninguno de mis innumerables libros me parecía digno de alabanza y de inmortalidad.

Todavía hoy no sabría decir quién sea yo. Nada más oscuro a mis ojos que aquel ser que allá abajo llevó el nombre de Francisco de Quevedo y Villegas. A Dios remito mi causa. Sólo Dios podrá resolver aquel tortuoso enigma que fue mi alma.”

(Imágenes—1- Dirk Skreber— 2001- engholm. Gallerie/ 2–Marily Minter 2013)


LOS DEDOS DE LISZT

«Los dedos de Liszt no eran dedos humanosrecordaba Saint- Saëns evocando palabras de Olga Janina pero nada más fácil que andar por la vía que él trazó, y, de hecho, todo el mundo camina por ella.(…) En oposición con Beethoven, que, despreciando la fatalidad fisiológica imponía a los dedos contrariados y sobrecargados su voluntad tiránica, Liszt los coge y los ejercita según su naturaleza para obtener de ellos sin violentarlos, el máximo efecto que pueden producir; y por esto su música, que tanto asusta a primera vista a los tímidos, es en realidad menos difícil de lo que parece«.

En la entrevista imaginaria que hace a Liszt Charles D. Isaacson en «Cara a cara con los grandes músicos» – entrevista imaginaria como la que hicieran con personajes de la Historia y de la Literatura los italianos Papini con Wells o Bernard Shaw, Manganelli con Dickens o Marco Polo («A y B») (Anagrama) y Calvino con Moctezuma o Henry Ford («La gran bonanza de las Antillas«) (Tusquets) entre otros -, no se nos habla específicamente de sus manos, pero Isaacson, al saludar a Liszt, se detiene un momento en «sus dedos suaves y pulcros, que en tiempos sacaban fuego y truenos del teclado de un sencillo piano y en el rostro sonriente, los ojos de mirada acariciadora, el cabello largo, blanco, peinado hacia atrás desde la frente...».

Son esos dedos los que habrán recorrido el piano vertiginosamente, a veces tumultuosamente, levantando pálpitos de agua igual que sonidos, dedos extendidos sobre el lago de las teclas, palpando esos serenos lagos por los que Liszt tiene tanta predilección. » Lagos – le escribirá a Carolyne Wittgenstein en 1853 –con los que tengo una gran intimidad. Ellos están en armonía con el tono de ensoñación que me es mucho más habitual que el de los grandes ríos o que el Océano; su estabilidad un poco monótona siempre me retiene. Y las confidencias secretas del alma se expanden dulcemente en el murmullo secreto de sus olas y con frecuencia con ellas me dejo aconsejar».

(Pequeño apunte sobre el músico en el año 2011, el Año Liszt))

(Imágenes:- 1.-concierto dominical en casa de Liszt en 1882 ante los grandes duques Carlos Alejandro y Sofía.-wikipedia/2.-Franz Liszt en los últimos meses de su vida.-foto Nadar.-wikipedia)