CANCIONES ESPAÑOLAS (1) : ARAGÓN

 

 

“La mañana de San Juan,

tres horas antes del día,

salí me yo a pasear

por una huerta florida.

En medio de aquella huerta

un alto ciprés había.

El tronco tenía de oro,

las ramas de plata fina.

A la sombra del ciprés

vide sentada una niña.

Mata de cabello tiene

que todo el prado cubría.

Con peine de oro en la mano

lo peinaba y lo tejía.

Luego que lo hubo peinado

la niña se adormecía .

Ha bajado un ruiseñor

con alegre cantoría

y posado se ha en el pecho

de la niña adormecida.

Con las alas le hace señas,

con el pico le decía:

”Una dama como vos

no pretende estar dormida.”

”Romance” – Aragón – “Cuarenta canciones españolas” – Eduardo M Torner -Residencias de Estudiantes – Madrid – 1924)

 

 

(Imágenes -1-Wolfang Moersch/ 2-María Grazia)

LENGUAJES DE LAS FLORES

flores.-46vbn.-tulipanes.-Ambrosius Boaachaert el Viejo.-Ramo de flores en una ventana abovedada.-1620.-Museo Mauritshuis de La Haya

A veces los escritores se acercan a las flores y las interrogan. Penetran en los pétalos y, bajo la contemplación, les invade sin embargo la inquietud.

«Esta pintura – «Ramo de flores en una ventana abovedada«, de Ambrosius Bosschaert el Viejo, comenta Zbigniew Herbert, el gran poeta polaco al que hace pocos días me referí en Mi Siglo – me ha producido siempre una especie de intranquilidad, aun siendo consciente de que el motivo de esta sensación no podía ser el mero tema pictórico. ¿Qué puede haber más tranquilizador, más idílico, que un ramo de rosas, dalias, lirios y orquídeas dispuesto con exquisita sencillez sobre un fondo en el que pueden verse el cielo y un lejano paisaje montañoso que se funde en el azul?».

«Con todo – sigue diciendo en estas páginas sobre los tulipanes («Tulipanes de amargo aroma» los llama) dentro de su libro «Naturaleza muerta con brida» (Acantilado) -, la manera de tratar el tema es digna de atención, y ligeramente insólita. En este cuadro, las flores (silenciosas sirvientes de la naturaleza, indefensas donadoras de encantos) se enorgullecen, reinan y se despliegan con una intensidad y fuerza desconocidas hasta ese momento. Se diría que un importante y decisivo acto de liberación ha tenido lugar. Las «calladas siervas de la naturaleza» han abandonado su papel de ornato, no hacen melindres, no se desvanecen; se diría que agreden al espectador con su consciente individualidad. Parecen sobrenaturales e insistentemente presentes (…) La luz del cuadro (clara, «objetiva») indica que el artista renunció a los encantos del chiaroscuro, de la jerarquía pictórica, es decir: a fundir unos objetos en la sombra y acentuar otros con la luz (…) El cuadro de Bosschaert fue pintado alrededor de 1620, poco antes de la muerte del artista. (….) Ya en aquel cuadro se pueden percibir los signos de una tormenta que se aproxima».

Y el ojo del poeta atraviesa el cuadro, penetra en la flor y nos va llevando hacia la fiebre del tulipán, la tulipomanía, en  un excelente ensayo que se adentra en la Historia.

(Imagen.-» Ramo de flores en una ventana abovedada»- Ambrosius Bosshaert el Viejo.-wikipedia)

ORQUÍDEAS

«Cuelgan sobre el camino.

bocas de víbora.

inclinándose contra la cara,

saliendo, suaves y engañosas,

flácidas y húmedas, delicadas como la lengua de un pequeño pájaro;

sus nerviosos labios de recién nacido,

se mueven despacio,

inhalando el aire cálido.

Y por la noche,

la pálida luna cae a través del cristal encalado,

el calor se hunde

y su olor vuelve aun cada vez más fuerte,

cayendo de sus musgosas cunas:

¡Tantos niños devoradores!

Los suaves dedos luminiscentes,

los labios ni vivos ni muertos,

las flácidas bocas fantasmales

respirando».

Theodore Roethke.«Orquídeas»

(Imágenes.-1, 2 y 3.-Charles C. Zoller.-1923/1901.1904/1909)