DE RECUERDOS Y OLVIDOS

 


En estos días en que nos acercamos poco a poco al final del año — días de balances , propósitos, recuerdos y  olvidos—  también pueden colarse entre horas y horas algunas distracciones singulares. El escritor francés Georges Perec brindaba algunas en su libro “Pensar/ Clasificar”:
Por ejemplo, su repaso a la lista de récords en donde él anotaba:

“El señor David Maund posee  6.506 botellas en miniatura;  el  señor Robert Kaufman 7.495 clases de cigarros; el señor Ronald Rose hizo saltar un corcho de champaña a 31 metros;  el señor Isao Tsychiya rasuró a 233 personas en una hora, y el señor Walter Cavanagh posee 1. OO3  tarjetas de crédito válidas.”

 

 

Luego Perec citaba lo que el poeta e investigador Paul Braffort presentaba como relación entre olvido y recuerdo:

”El recuerdo — decía — es una enfermedad cuyo remedio es el olvido.

El recuerdo no sería recuerdo si no fuera olvido.

Lo que viene por el recuerdo se va por el olvido.

Los pequeños olvidos hacen los grandes recuerdos.

El recuerdo multiplica nuestras penas, el olvido nuestros placeres.

El recuerdo libera del olvido, pero ¿quién nos librará del recuerdo?

La felicidad  está en el olvido, no en el recuerdo.

Un poco de olvido nos aleja del recuerdo, mucho nos acerca.

El olvido reúne a los hombres, el recuerdo los separa.

El recuerdo nos engaña con mayor frecuencia que el olvido.”

 

 

( Imágenes— Calder- 1966/ 2- Twombly/ 3-Franz Kline)

MEMORIA Y OLVIDO

MEMORIA Y OLVIDO.-4,.OUT OF PROJECTION 2009.-Maljkovic.-Centro Reina SofíaTodos estos seres que se acercan unos a otros abrazan a la memoria con el olvido, tienden los brazos de cuanto olvidaron para que la memoria los acoja, necesitan el calor de los recuerdos, olvidarse de que están solos, memorizar que tienen compañía.

MEMORIA.-A.-por David MaljjKovic.elmundo. es

Luego andan y andan por los bosques entre objetos y árboles en busca de lo que perdieron, sonámbulos de la Historia, criaturas que vuelven a su infancia, asombrados de la muerte de las utopías. Así los retrata en varios videos el artista croata David Maljkovic en una exposición recientemente inagurada en el Centro Reina Sofía de Madrid y que allí estará  hasta el 17 de enero.  Memoria y amnesia colectiva, no sólo individual: camino entre árboles que cuenta la transición desde el comunismo al capitalismo en la reciente historia de Croacia.

«Grande es esta virtud de la memoria decía San Agustín en «Las confesiones» – , grande sobremanera, Dios mío, Penetral amplio e infinito. ¿Quién ha llegado a su fondo? En cierto modo, ella hace sentir vértigo…Desde que te conocí, permaneces en mi memoria y aquí te hallo cuando me acuerdo de ti y me deleito en ti. (…) Mucha admiración me causa esto y me llena de estupor. Viajan los hombres por admirar las alturas de los montes, y las ingentes olas del mar, y las anchurosas corrientes de los ríos, y la inmensidad del océano, y el giro de los astros, y se olvidan de sí mismos, ni se admiran de que todas estas cosas, que al nombrarlas no las veo con los ojos, no podría nombrarlas si interiormente no viese en mi memoria los montes, y las olas, y los ríos, y los astros, percibidos ocularmente, y el océano, sólo creído, con dimensiones tan grandes como si las viese fuera. Y sin embargo, no es que haya absorbido tales cosas al verlas con los ojos del cuerpo, ni que ellas se hallen dentro de mí, sino sus imágenes».

A veces se pierden hasta las imágenes del mundo e incluso del yo más íntimo y hace falta volver a acercarse a la memoria y abrazarla con nuestro olvido. 

MEMORIA Y OLVIDO.-4,.OUT OF PROJECTION 2009.-Maljkovic.-Centro Reina Sofía

 (Imágenes.-1, 2 y 3.-estampas de videos de la exposición «Out of Projection», de David Maljkovic.-elmundo.es y Centro Reina Sofía de Madrid)

  

"PETITE POMME"

-Para parecer hermosa – le dice ahora el fotógrafo a esta mujer antes de disparar-, lo que tiene usted que hacer unos segundos antes de mi destello es articular las siguientes sílabas misteriosas en francés, aunque usted no sepa el significado. Diga muy despacio: «Pe-tite-pomme». Verá como por arte de magia, su boca, en lugar de formar una mueca ansiosa, se hará un círculo, sus cejas se arquearán ligeramente y el óvalo de sus mejillas se alargará. Repita otra vez muy despacio «petite pomme» y obtendrá una dulzura distante en su rostro, se refinarán sus facciones…
Efectivamente así es. Suenan diversos «clics» en la terraza y la pequeña manzana de la cabeza de esta mujer recostada en una esquina es movida por el sol y las sombras, los recortes de la tarde captan toda la superficie de la piel, la cámara encuadra la belleza. Ella apenas silabea «pe-tite-pomme», «pe-tite-pomme» muy despacio pero la tristeza velada o su infinita melancolía al creer que ya no verá más a ese hombre, al creer que nunca más será amada, no consigue que la fotografía la recoja. El criterio fundamental de valor en la fotografía, que es que la imagen sea inolvidable, no abraza al olvido. El temor a ser olvidada está en los ojos de esta mujer, está en los labios que repiten «pe-tite-pomme»,»pe-tite-pomme» muy despacio…
Luego ella queda en soledad y el fotógrafo se aleja. Cree que ha cumplido con su oficio.