LAS «FAKES» O FALSIFICACIONES


 

“Las falsificaciones (o  fakes ) – explica Daniel Cassany en suLaboratorio lector” – son webs, ficheros o servidores que no son lo que parece: no pertenecen al autor indicado, dicen mentiras o datos inventados y pretenden engañarnos (…) La IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas ) propone estas ocho preguntas para determinar si una noticia es falsa : 1) ¿ Es fiable la fuente? 2) ¿Qué dice el texto, más allá del titular? 3) ¿Quién es el autor?  4) ¿ Son fiables los enlaces tradicionales? 5) ¿ En qué fecha ocurrió? 6) ¿Es una broma? 7) ¿ Qué sesgo tiene? 8)  ¿Puede confirmarla con otras fuentes?

 

 

Todavía son más graves las estafas, los engaños o las suplantaciones de identidad, que también podemos encontrar en la red, de la misma manera que pasan en la calle cara a cara — y por eso tampoco tiene sentido desconfiar de Internet más que del resto de las actividades —. Como norma general – sigue diciendo Cassany – conviene desconfiar de los internautas desconocidos y que no dan motivos claros y honestos para comunicarse con nosotros.”

 


 

(Imágenes-1- Raymond Waters -2008 -craig Scott Gallerie -artnet/ 2- Arnold Mesches – 1971-Robert Belman gallerie/ 3- Howard  Hogking)

SOBRE LO VERDADERO Y LO FALSO

 

 

“Se es falso de diferentes maneras – dice   La Rochefoucauld -. Hay hombres falsos que quieren siempre parecer lo que no son. Hay otros, de mayor buena fe, que han nacido falsos, se equivocan ellos mismos y no ven nunca las cosas como son.  Los hay cuyo entendimiento es recto y el gusto falso. Otros tienen falso el entendimiento y alguna rectitud en el gusto. Y los hay que no tienen nada falso, ni en el entendimiento, ni en el gusto. De éstos  hay muy pocos  ya que, hablando en general, no hay casi nadie que no tenga alguna falsedad de entendimiento o de gusto.

 

Lo que hace tan universal esa falsedad es que nuestras cualidades son inciertas y confusas y que nuestras apreciaciones también lo son;  no vemos las cosas precisamente  como son, las estimamos en más o en menos de lo que valen y no las relacionamos con nosotros de la manera que les conviene y que conviene a nuestro estado y a nuestras cualidades. Este engaño introduce un número infinito de falsedades en el gusto y en el entendimiento : nuestro amor propio se  muestra halagado por todo lo que se presenta a nosotros con las apariencias del bien;  pero como hay varias suertes de bienes que interesan a nuestra vanidad o a nuestro temperamento, los seguimos a menudo por costumbre o por comodidad;  los seguimos porque los demás los siguen, sin considerar que un mismo sentimiento no debe ser adoptado de la misma manera por toda clase de personas.

 

 

(…) Las gentes honestas deben aprobar sin prevención lo que merece  ser aprobado, seguir lo que debe ser seguido y no presumir de nada. Pero para ello hace falta una gran ecuanimidad y una gran rectitud;   hay que saber discernir lo que es bueno en general y lo que nos es propio, y seguir entonces con razón la inclinación natural que nos lleva hacia las cosas que nos gustan.”

 

 

(Imágenes -1 – Fritz Winter – 1934/ 2- Byran Hunt -1990- artnet/ 3- Clarence Holbrook Carter – 1970/  4- Semyon  Falbisovich)