NADADORA : OLIMPIADAS 2012 (9)

«Me hace seguir tu estela la encendida

ilusión de querer a que me mueve,

ardor y juego sobre espuma leve,

tu desnudez en ondas sumergida.

Se quiebra el agua por tu afán hendida.

Como rayo de luz tu brazo mueve

rosas de espuma pétalos de nieve,

y surges vencedora a nueva vida.

Entre las olas ciego te persigo,

porque arriesgarme en tu ventura quiero.

Mi playa se perdió en la lejanía,

y en el anhelo de morir contigo

va el corazón buscándote, velero

en aguas del amor, náyade mía».

Ildefonso Manuel Gil.-«Nadadora».

(Imagen.-Mireia Belmonte durante la carrera.-3 de agosto 2012.-foto José A. García.-elmundo es)

JUEGOS Y FILÓSOFOS : OLIMPIADAS 2012 (3)

«Pienso para mis adentros – escribe Séneca -cuántos hombres ejercitan los cuerpos y cuán pocos su carácter, cuánta concurrencia hay en un espectáculo pasajero y vano y cuanto abandono en los estudios nobles. (…) Particularmente revuelvo en mi mente esta idea: si el cuerpo mediante el ejercicio puede conseguir tal endurecimiento que le permite encajar a la vez puñetazos y puntapiés de muchos contrincantes, que permite a un hombre pasar la jornada aguantando un sol abrasador en medio de la ardentísima arena, impregnándose de su propia sangre; cuanto más fácilmente podría robustecerse el alma para encajar invicta los golpes de la fortuna y, hasta derribada en el suelo y pisoteada, poderse levantar. El cuerpo, en verdad, necesita de múltiples recursos para estar vigoroso; el alma se desarrolla, se nutre, se ejercita por sus propios medios. Estos luchadores precisan abundante comida, abundante bebida, abundante óleo, en fin, prolongado esfuerzo; tú alcanzarás la virtud sin  preparativos, sin gastos. Todo cuanto puede hacerte bueno lo tienes en ti mismo».

«¡Cuántos golpes reciben los atletas en el rostro, cuántos en todo el cuerpo! – sigue diciendo Séneca  -. Pero soportan toda clase de tormentos por el afán de la gloria; ni los sufren tan sólo porque combaten, sino en orden a combatir: su misma preparación es un tormento. También nosotros superemos todo obstáculo; la recompensa que nos aguarda no es la corona, ni la palma, ni el tañido del heraldo que impone silencio antes de proclamar nuestro nombre; sino la virtud, la fuerza del alma y la paz conseguida para el futuro, si de una vez, en algún combate, hemos derrotado a la fortuna».

(Imágenes:- 1.-Ryan Lochte celebrando su triunfo.-28 de julio 2012 -Emmanuel Dunand.-AFP/ 2.-Félix Elie Tobeen.-el nadador)

OLIMPIADAS Y LITERATURA

CABALLO.-9 agosto 2008Vuelve el caballo a asomar sus ojos a la literatura. Apareció en Mi Siglo el 9 de agosto de 2008 y hoy conscientemente repito esta imagen porque el caballo no mira sólo a Cervantes o a Rodrigo Caro, tampoco únicamente a Góngora, a Gerardo Diego o a Jorge Guillén, sino que su pupila taladra cuanto han escrito sobre él y sobre los Juegos. Antes de echar a correr ya ve él muy cerca las palas de los remos, los abrazos de la natación, jabalinas curvando el aire, los músculos del atletismo y el malabarismo de la esgrima. La literatura ha cantado todo esto y en Mi Siglo he ido recogiendo durante muchos días el arco de los Juegos en las letras. Trofeos. Lanzas. Boxeo. Vela. Salto. Lucha libreCarreras. DiscoNatación. Y varias cosas más.

Y sobre todo el ganar o perder. La paciencia.

Quizá es lo que está mirando la pupila del caballo antes de correr veloz hacia la literatura.

NADADORAS – OLIMPIADAS (13)

«Acordes al compás,

-Una música suena desde un mármol de orilla –

Los dos grupos de nadadoras

Desenvuelven figuras de salud,

Y como respondiendo al más

Sutil laúd

Posible sobrepasan – de un orden servidoras-

A la nunca sencilla

Naturaleza,

Ignorante del ritmo prodigioso

Donde empieza

-Cuna, taller y coso-

El ímpetu que asciende a esta belleza

Del movimiento exacto.

¡Regocijo del músculo obediente,

Qué gozo en el contacto,

Qué noble libertad por su corriente,

Piel todavía flor,

Carne que ya es amor.

Muchachas que son música en la mano

De nuestra primavera!

Las nadadoras, frente al sumo arcano,

Dirigen la armonía de la Esfera,

Maravillada por el cuerpo humano».

Jorge Guillén: «Nadadoras», en «Maremágnum» (1957)

(Imagen: foto Al Bello.-Getty Images.-The New York Times)

NATACIÓN – OLIMPIADAS (3)

«Nadadora de noche, nadadora

entre olas y tinieblas.

Brazos blancos hundiéndose, naciendo,

con un ritmo

regido por designios ignorados,

avanzas

contra la doble resistencia sorda

de oscuridad y mar, de mundo oscuro.

Al naufragar el día,

tú, pasajera

de travesías por abril y mayo,

te quisiste salvar, te estás salvando,

de la resignación, no de la muerte.

Se te rompen las olas, desvabradas,

hecho su asombro espuma,

arrepentidas ya de su milicia,

cuando tú les ofreces, como un pacto,

 tu fuerte pecho virgen».

Pedro Salinas: «Razón de amor»  (1936)

(Imágenes: Mireia Belmonte.-elpais.com/  Michael Phelps- foto Jamie Squire/Agencia France-Press -Getty Images.-The New York Times)