«DENTRO DE CARAVAGGIO»

» Al entrar dentro del cuadro «La vocación de San Mateo» de Caravaggioconfesó el director de cine Vittorio Storaro – se me quitó el aliento. Hay un rayo de luz que va desde la cima hasta el fondo de la pintura y la divide en dos partes. Por un lado es la luz del día y el otro está en la oscuridad. Recuerdo haber pensado que representa lo humano y lo divino de los dos lados de la vida y nuestro ser consciente e inconsciente. Esa fue la primera vez que vi la luz y la oscuridad utilizadas como metáforas de la vida y la muerte. También recuerdo haber leído un libro de William Faulkner «Absalón, Absalón!» , donde uno de los personajes principales explica cómo un rayo de sol penetra y divide una habitación como si fuera separando períodos en la vida de otro personaje. Fue el mismo concepto que encontré en «la vocación de San Mateo«.

«Dentro de Caravaggio«, el reportaje visual que sobre el pintor ha realizado Maurizio Calvesi como experto en su obra, va demorándose en los pliegues y en los gestos. Como recuerda Kenneth Clark cuando explica «¿Qué es una obra maestra?» (Icaria)no hay Caravaggios menores ni triviales. Cada uno de sus cuadros es un puñetazo en la boca del estómago, y cuando gradualmente nos vamos recuperando del impacto, vemos que la maestría se ha sostenido descendiendo hasta los menores detalles. Las revoluciones eficaces – dice – se basan en los detalles convincentes«, y precisamente a la importancia e intensidad de esos  detalles me he referido varias veces en Mi Siglo.

Evoca Matteo Marangoni ante «La muerte de la Virgen«- a la que considera el punto mas alto a que hayan llegado el arte de Caravaggio y la pintura italiana del Seicento – que esta pintura fue rechazada por los que la encargaron a causa de que Caravaggio se había servido, como modelo para la Virgen, de una mujer ahogada en el Tiber. Rubens, que se encontraba como embajador en Roma, no se dejó escapar tan buena ocasión y la adquirió, iba a decir – comenta Marangoni – … a ojos cerrados.

Todo ese tema de la entrada de la luz en Caravaggio, que impresionaba tanto al director de cine, ha sido muchas veces estudiado. En esa habitación de «la vocación de San Mateo» hay una ventana abierta, pero la luz más importante que ilumina la habitación no entra por la ventana – y así lo cuenta Lionello Venturi -, sino que proviene de algo que se encuentra fuera de la pintura, a la derecha. La función de  esta luz consiste en atraer la atención del observador hacia el grupo de figuras sentadas alrededor de la mesa; tiene por objeto evidenciar la historia y ocultar el resto. Caravaggio no emplea la luz universal, sino una luz particular que ha sido interpretada por varios escritores como luz nocturna.

«Pero el descubrimiento del estilo luminístico consiste para Caravaggiosigue diciendo Venturi –  precisamente en el hecho de que su luz no es natural, ni diurna ni noctura, porque es luz artística. Por eso, dicha luz obra como una palanca moral. Penetra en la habitación por la derecha e ilumina la mano de Cristo, la mano que realiza el milagro. La imagen de Cristo no se encuentra en primer plano, y está muy sombreada para sugerir el misterio de su aparición. Mateo, sentado en el banco, recibe de lleno la luz, comprende su mensaje y se asombra».

http://youtu.be/Ay5BpOrra0s

(Imágenes:- 1.- Caravaggio: «La vocación de San Mateo».-iglesia de San Luis de los Franceses.-Roma/ 2.- «La dormición de la Virgen».- Louvre.-París-/ 3.- «El prendimiento de Cristo».-Museo Estatal de Arte Occidental y Oriental.-Odessa / 4.- «La incredulidad de Santo Tomás».- antes en Potsdam, Neues Palais)

LA DAMA DEL ARMIÑO

Este armiño que reposa en los brazos de Cecilia Gallerani, la dama de Leonardo, y que en invierno tiene la piel blanca con una mancha negra en la cola, se deja acariciar por unos dedos diferentes y nerviosos – tal como apunta Marangoni  en «Como se mira un cuadro» (Optima) –  revelando de modo especial estos dedos una sensibilidad distinta a la que transmite el retrato completo de esta mujer, «milagro de coherencia estilística por esa rítmica continuidad de planos curvilíneos en los que reside todo el sentido de elegancia, de gracia y de agudeza psíquica que emana de la seductora imagen«.

Armiño, que simboliza la inocencia y la pureza en la conducta, en la enseñanza, en la Justicia. Capas luego de armiño que desfilarán solemnes por los largos pasillos y los amplios salones pero que ahora se quedan en esa tímida piel que la mano sostiene para que la suavidad de este armiño – tal como reza la sentencia – no caiga en bache alguno y quede en él paralizado y extenuado. Se ha dicho que de todos los animales el caballo es el que más ha preocupado a Leonardo. Pero aquí está este armiño llevado en brazos, indefenso y protegido, atributo del  Tacto personificado en el universo de los cinco sentidos y que el tacto femenino acaricia. Además de la heráldica y la simbología estos ojos del armiño se alumbran a una mirada despierta, exponen el desamparo de la ternura.

(Pequeño apunte sobre «La dama del armiño» de Leonardo da Vinci que a partir del 3 de junio podrá verse en Madrid)

(Imagen:  «La dama del armiño» – Museo Czartoryski de Cracovia)