CONFIDENCIAS DE GOYA

 

Goya-boim- autorretrato- mil ochocientos quince

 

Cuando se adentra uno en el muy interesante documental proyectado en muchos cines de España, «Goya un espectáculo de carne y hueso«, la pluma de Goya cruza el tiempo y  dirige sus confidencias a su gran amigo aragonés Martin Zapater hablándole de mil cosas grandes y menudas a la vez.

El Museo del Prado nos recordará que en esas cartas descubrimos, por ejemplo, «un intercambio de letrillas de canciones como tiranas o seguidillas en donde Goya expresa el deseo de que su amigo asista con él a la ópera-; éste es uno de los comentarios habituales entre ambos que, lógicamente, deja de tener importancia a partir de 1792, fecha en la que Goya pierde la audición. Destacan los intercambios de productos comestibles muy apreciados por ambos y su afición por el juego de la lotería, pero sobre todo abundan los comentarios sobre la ambición de poseer un dinero que le librase de las preocupaciones de tener que pintar por obligación y, tras ello, el rasgo de generosidad con el ofrecimiento a su amigo de que todo lo que posee le pertenece. Nos descubre, asimismo, algunos aspectos del carácter del pintor en lo referido a su gusto por el lujo relacionado con su posición en la corte, como son la adquisición de diversos medios de locomoción, como una silla volante o un birlocho, y la compra de prendas de vestir opulentas por encargo de su amigo y la utilización de un escribiente o secretario para su correspondencia.»

 

Goya- ncs- perros- mil setecientos setenta y cinco- museo del Prado

 

«Mucho me ha alegrado- le escribe, por ejemplo, a Zapater en 1787 – que me apruebes el pensamiento y hablemos claros: para cuatro días que hemos de vivir en el mundo es menester vivir a gusto, te estimo mucho la oferta de las mulas y te digo que mejor las quisiera domadas ya pero que sean buenas, por diez doblones más estoy contigo y me alegraré que a Tomás (hermano de Goya) se lo digas  que haga lo que tú determines». En un famoso párrafo en esas cartas escritas a su amigo -en 1795 -le confía: «Más te valía venirme a ayudar a pintar a la de Alba, que se metió en el estudio a que le pintase la cara y se salió con ello; por cierto que me gusta más que pintar en lienzo, que la he de retratar de cuerpo entero y vendrá apenas acabe yo un borrón que estoy haciendo del Duque de Alcudia (Godoy) a caballo».

 

Goya-nutt- Duqusa de Alba

 

Un año antes, en 1786, Goya, que había sido nombrado pintor del Rey, duplicó sus ingresos y trató de mejorar su vida comprando un coche. Pero los avatares que le sucedieron se los relata igualmente a su amigo Zapater: » estoy cojo de una caída – dice – que tuvimos con el birlocho que ya estaba medio ajustado en 90 doblones que es cierto que es alhaja (no hay sino tres en Madrid como él) Salimos a probarlo con un caballo que también compraba, muy bueno, ya de diez años. Íbamos su dueño y yo tan grandemente, bellísimo movimiento y en nada parece que cabía mejorar. Fuera ya de Madrid empezamos a correr grandemente. Llevaba yo los cordones y me dijo: ¿Quiere usted que le haga revolver a la napolitana? Le di los cordones deseoso de ver alguna cosa nueva y aprenderla y corriendo a galope como iba en lo ancho del camino que aunque era ancho no era para imaginar lo que él ejecutó. Conque la vuelta fue que fuimos a parar, birlocho, caballo y nosotros, dando volteretas, y muchas gracias a Dios de lo poco que fue, que el peor librado fui yo…»

 

Goya- nooom- Martin Zapater- mil setecientos nventa y siete- Museo de Bellas Artes de Bilbao

 

Pasan las cartas entre los dos amigos por este documental.

 

Goya- bgt- perros de Goya-Retrato de Doña Joaquina Candado

 

Pasan los perros.  Perros a veces escondidos tras las faldas de los retratos.

 

Goya-nyrf- niños con perros de presa-mil setecientos ochenta y seis- museo del Prado

 

Perros acariciados por niños.

 

Goya-nre- perro semihundido

 

Y ese perro misterioso del que tanto se ha hablado. Perro que cobra figura sobre el fondo amarillo, acentos luminosos que muestran el relieve de su cabeza. Perros que amaba Goya, perros que acompañaron al pintor.

(Imágenes.- 1.-Goya- autorretrato- 1815/ 2.- perros y útiles de caza- 1775- museo del Prado/ 3.- Goya.- Duquesa de Alba- 1797/ 4.- Goya- Martin Zapater- 1787-museo de Bellas Artes de Bilbao/ 5.-perro, en el retrato de Josefina Candado- 1803- museo de Bellas Artes de Valencia/ 6- niños con mastines- 1787- museo del Prado/ 7.-perro semihundido- 1823- museo del Prado)

 

GOYA : CARTONES Y TAPICES

 

Goya-unnng-perros en traílla- museo del Prado

 

Cuenta Gudiol en su «Goya» que el 13 de abril de 1791 el director de la Real Fabrica de Tapices envió un memorial al Rey dando cuenta de que los obreros estaban parados por falta de originales de los dos pintores titulares, Goya y Ramón Bayeu. La orden real fue inmediata y terminante: » Que se le diga a Goya que se ocupe en estos dibujos». Y Goya dio comienzo a la pintura de los bocetos para los cartones de los tapices destinados a decorar el despacho del monarca en El Escorial. En una carta muy posiblemente de diciembre de 1791 – continúa GudiolGoya le comunica a Zapater su visita al Rey, que lo recibió: « Muy alegre…y me ha apretado la mano y se ha puesto a tocar el violín…«. La primera mitad de 1792 debió dedicarla a pintar los cartones correspondientes a los bocetos realizados el año anterior.

 

Goya-ytrr-La gallina ciega- museo del Prado

 

Ahora se exponen en el Prado los dibujos para cartones de Goya y parece que – entre tantas valiosas interpretaciones de la Historia – oyéramos también la voz singular de Ramón Gómez de la Serna contemplando «El juego de la gallina ciega»: «¡Qué movimiento el del tal corro de jugadores! Todos tienen el ladeo del juego, mientras el cucharón del arroz de la merendola busca una cabeza con la que tropezar, para hacer que otro se quede envuelto en oscuridad de pañuelo, oyendo sólo la claridad del valle».

 

Goya-uvvv-La cometa- museo del Prado

 

Cuando Ramón dos siglos después de estos tapices se quede igualmente boquiabierto ante «La cometa» otra pirueta de sus «comentarios-greguerías» se atreverá a decir: « los que lanzan una cometa son sobre el montículo como los primeros interesados en la aviación, pues los que lanzaban una cometa se iban tras ella, se remontaban en su estrella. De la emoción del tiempo esa cometa, que se remonta mientras la contemplaban algunos entretenidos de la vacación de las afueras, que se ve que aún no saben fumar, pues están en los primeros cigarros que fuman los siglos.»

 

Goya-ubbf-el majo de la guitarra- museo del Prado

 

Son las interpretaciones de Ramón, tan personales, cuyo ojo recorre estos cartones con mirada singular y se fija en el fondo de los azules: «Goya encuentra en el azul lo único tolerante y acogedor de aquella vida española llena de supersticiones y humos de vela y candil (…) En sus cuadros dichosos, cuando se escapa de las brujerías y las pesadillas, triunfa en sus lienzos ese azul (…) Ese azul claro de Goya, en juego con los ambientes que pinta, es música de su pintura, jaleo alegre, reflejo de más intensos cielos en el bouquet de sus confabulaciones.»

 

Goya-ybbg-La nevada- museo del Prado

 

«En el momento en que Goya es llamado a trabajar para la Fábrica de Tapices recuerdan Gassier y Wilson -, su inexperiencia en este género de pintura decorativa es, al parecer, total (…) Será, pues, naturalmente su cuñado quien le inicie en la técnica especial del cartón para tapices». Comentando «La merienda» y «El baile a orillas del Manzanares» añadirán que «todo el encanto de la vida española surge de golpe en su obra; se percibe que pinta a su gusto: los personajes viven  sin trabas en «su» paisaje, donde incluso aparece a lo lejos la cúpula recién terminada de San Francisco el Grande; los grupos se coordinan armoniosamente, la composición es fluida, sin ser dispersa, y la paleta, con su brillantez, refleja una alegría de vivir que no es fingida. Por vez primera Goya ha encontrado su estilo, y muy pronto, en esta producción abundante de la Real Fábrica, se impone como el mejor, el único pintor de su tiempo.»
Goya-uuyyb-baile a orillas del Manzanares- mil setecientos setenta y seis- setenta y siete- Museo del Prado

 

(Imágenes.-Museo del Prado : 1.-perros en traílla/ 2.-la gallina ciega/ 3.-la cometa/ 4.-el majo de la guitarra/5.-la nevada/ 6.-baile a orillas del Manzanares)