AÑO DE CERVANTES (3) : EL TRAJE DE DON QUIJOTE

Quijote-obg- ikustraciób de Angeles Nestres

 

«Sayas de velarte – describe Cervantes el vestido de Don Quijote -, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días entre semana se honraba con su vellorí de lo más fino». ¿Es preciso explicar cuáles eran estas prendas? Astrana Marín afirma que sí. y nos va diciendo que «el velarte, que lo había negro y azul, era un paño de capas enfurtido, de bastante buena calidad, que se vendía caro. Una capa del más modesto velarte valía dos o tres ducados. Este se llamaba veintidoseno de capas; pero había otro más fino y de alto precio, que le decían veinticuatreno, del cual sería, probablemente, el sayo de Quijada, pues los Quijadas eran familia de gran presunción en Esquivias. El velarte, paño de abrigo, no solían usarlo las damas de la Corte, por recio y pesado; pero las mujeres de pueblo confeccionaban con él mantos domingueros o de días de fiesta.

 

Quijote-ioRo- Robert Smitke- emblematica com

 

Las calzas –prosigue Astrana – eran de dos clases, de velludo (felpa o terciopelo), como las de Don Quijote en días señalados; o de gamuza, para andar por el campo; cubrían muslo y pierna y hacían las veces de medias y calzones. Los pantuflos «de lo mesmo» venían a ser como los chanclos de ahora, que ponían sobre los zapatos: calzado de abrigo para gente madura, de dos o más corchos. En cuanto al vellorí, era un paño entrefino, generalmente de Andalucía o Cuenca, de color pardo ceniciento. Se estimaba mucho el fabricado en Córdoba, de lana fina sin teñir.

 

Quijote-unu- taringa net

 

Esta indumentaria cambia de aspecto cuando Don Quijote, ya «secado el celebro«, decide emprender sus aventuras: ha de ir armado, como loa caballeros andantes. En efecto, limpió «unas armas que habían sido de sus bisabuelos que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón«. Pero advirtió una gran falta: no tenían celada de encaje, sino morrión. Entonces hizo de cartones una especie de media celada que, encajada en el morrión, parecía celada entera. La probó con la espada, mas no la encontró resistente. En consecuencia, le puso unas barras de hierro por dentro, y, sin volver a probarla, la consideró » por celada finísima de encaje».

 Y vestido de esta guisa echó a andar por los campos de la novela.

 

Quijote- yu- taringa net

 

(Imágenes.- 1.-ilustración de Angeles Mestre/ 2.-Robert Smitke- emblemática com/ 3 y 4- Taringa)

LA TUMBA DE M.C.

 

 

Quijote-yvvb-Willam Strang-mil novecientos dos

 

 

«Puesto ya el pie en el estribo le escribe Cervantes a su protector, el conde de Lemos el 19 de abril de 1616 -, con las ansias de la muerte, gran señor, ésta os escribo. Ayer me dieron la Extremaunción, y hoy escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir…»

Cuando el neerlandés Cees Nooteboon se asoma al convento de las Trinitarias en la madrileña calle de Lope de Vega y pregunta a unas monjas: «¿Está enterrado aquí Cervantes le contestan: «Sí, pero no está aquí». Luego insiste: «¿Hay tumba por lo menos?». «No, en realidad tampoco hay tumba».

 

Quijote-vhe- Michael Kenna- mil novecientos noventa y seis

 

Nuevamente en estos meses se indaga dónde puede estar la tumba de Cervantes y vuelven a visitarnos en el tiempo las últimas horas del autor de El Quijote. Vive ese año el escritor en un modesto piso de la calle del León, esquina a la de Francos, casa propiedad de su amigo el clérigo conquense, licenciado

 

Quijote-ybb-Enric C Ricart- mil novecientos treinta y tres

 

Francisco Martínez, que moraba también allí. Estaban a su lado cuando murió, su esposa Catalina y este amigo Martínez. Y posiblemente le visitaron en aquellos momentos, así lo dice Astrana Marín,  los poetas don Francisco de Urbina y Luis Fernández Calderón, escritores sin relieve, pero los únicos de que hay noticia tuvieran buen recuerdo entonces para Miguel, presintiendo su fama inmortal. Urbina declaró en su epitafio:

«Caminante, el peregrino

Cervantes aquí se encierra;

su cuerpo cubre la tierra,

no su nombre, que es divino.

En fin, hizo su camino;

pero su fama no es muerta,

ni sus obras, prenda cierta

de que pudo a la partida,

desde esta a la otra vida

ir, la cara descubierta».

Y así fue Cervantes, «a cara descubierta, como a tercero que era«(acompañado de los terciarios de San Francisco),  aquel sábado 23 de abril de 1616 hasta el convento de las Trinitarias donde aún no han encontrado sus restos.

 

convento de las Trinitarias- Madrid- wikipedia

 

 

(Imágenes.-1.- William Strang– 1902/2.-Michael Kenna– 1996/ 3- Enric C. Ricart- 1936/ 4-convento de las Trinitarias- Wikipedia)

 

 

 

EL AÑO DEL «QUIJOTE» (1) : EL TRAJE DE SANCHO PANZA

Quijote- nff- Sancho Panza- estatua en Madrid- L Coullaut- mil novecientos treinta

 

«Abarcas que cerraban pies, algunas veces envueltos en peales – nos cuenta Astrana Marín en sus «Cervantinas» -; sayo jironado, caperuza peor que la del bobo, cuello basto y camisa de estopa, zurrón, tosco pellico y zamarro adobado con miera. Sancho vestía como todos los labradores manchegos de la época, aquellos labradores cuyo estado no podía ser más pobre, miserable y abatido, que hasta el nombre sonaba mal, pues era lo mismo que pechero, villano, grosero o malicioso». Esta es la habitual vestimenta de Sancho Panza a lo largo de los caminos, a la sombra de Don Quijote. Figura ejemplar, tan rica en enseñanzas y a la que Luis Morales Oliver en su «Sinopsis de Don Quijote» (Fundación Universitaria) dedicó detallado  análisis: este escudero de barriga grande, talle corto y zancas largas, de barbas espesas y aborrascadas, enemigo de la caza de montería, al que le gusta comer sin ceremonias, templado en el beber, de fácil dormir, de espíritu hogareño, testarudo, contrario al pelear, atento al rucio, de buena amistad, fiel a su amo, de gratitud a ultranza, de agradable convivencia, que padece pesadumbres, que admira a su señor, lo ensalza y lo alaba, de consejos prudentes, de afectuosidad acendrada y tratamiento filial, cumple en 2015 cuatrocientos años – porque los cumple la Segunda Parte de la gran novela – y su figura se agiganta en la cercanía.

 

Quijote-unnnb- Sancho Panza- cabinetmagazine org

 

( Imagenes. 1 . -Sancho Panza – estatua en Madrid – L Coullaut – 1939/ 2 -cabinetmagazine. org)