BERGMAN Y LA ISLA DE FARÖ

cine.-rvuuu.-Ingmar Bergman por Irving Penn.-Estocolmo.-1964

 

«¿ Sabe usted lo que es hacer cine? – se preguntaba Bergman en una entrevista en 1964 – Ocho horas de duro trabajo cada día para obtener tres minutos de película. Y durante esas ocho horas habrá tal vez  solo diez o doce minutos, si tienes suerte, de verdadera creación. Y tal vez ni los haya. Entonces tienes que prepararte para otras ocho horas y rezar por que esta vez sí lleguen tus diez minutos buenos.» Mason Currey, que ha querido estudiar los rituales cotidianos de muchos artistas, añade que para Bergman hacer cine es también escribir guiones lo cual hace siempre en su casa en la remota isla

 

cine-bpooi-Ingmar Bergman- Louis Huch- mil novecientos cincuenta y tres

 

de Farö, Suecia. «Descubriendo a Ingmar  Bergman», el documental de Hynek Pallas y Jane Magnusson, nos lleva a descubrir también a Farö en la vida del director sueco. «Mi ligazón con Faröcontó Bergman en sus Memorias – tiene varias causas; primero fueron las señales de mi intuición: éste es tu paisaje, Bergman. Responde a tus ideas profundas en lo tocante a formas, proporciones, colores, horizontes, sonidos, silencios, luz y reflejos. Aquí hay

 

cine-bjju-Bergman en El séptimo sello- mil novecientos cincuenta y siete

 

seguridad (…) Por ejemplo, en tu profesión buscas simplificación, proporción, tensión, respiración. El paisaje de Farö te proporciona esto en gran medida. Otras razones: tengo que tener un contrapeso para el teatro. En la playa puedo ponerme furioso y rugir. Lo más que puede ocurrir es que levante el vuelo una gaviota. En el escenario eso es una catástrofe.

Razones sentimentales: pensaba apartarme del mundo, leer los libros que no he leído, meditar, purificar mi alma. Pocos meses después ya estaba involucrado sin remedio en los problemas de los habitantes de la isla, lo que dio como resultado «Documentos sobre Farö».

(En 1970, en conversación con Stig Björkman explicaba Bergman cómo habló con los ganaderos de la isla, que estaban peor pagados que los otros. Eso nos

 

Bergman-nnbb-24psverite com

 

parecía curioso e injusto a un tiempo.»A medida que transcurrían los días, cada vez nos resultaba más fascinante penetrar en los problemas de los habitantes de la isla (… ) En  muchos aspectos, Farö sigue estando muy atrasado.»)

Bergman en la isla de Farö se levantaba a las ocho, escribía desde las nueve hasta el mediodía, y luego comía de forma austera. «Constantemente almuerza lo mismo – recordaba la actriz Bibi AnderssonEso no cambia. Es una especie de crema agria batida, muy grasa, con mermelada de fresa muy dulce… Una suerte de extraña papilla de bebé que come con tortitas de maíz.» Después de almorzar, retomaba el trabajo desde la una hasta las tres, y luego dormía una hora. Al caer la tarde salía a caminar o tomaba el ferry hasta la isla vecina para recoger los periódicos y el correo. «He estado trabajando todo el tiempo – dijo al final de su carrera – y es como un gran torrente que atravesara el paisaje de tu alma. Es bueno porque se lleva muchas cosas. Es purificador. Si no hubiera estado trabajando todo el tiempo, habría sido un lunático.»

 

http://youtu.be/bRE6qOB23YU

 

(Imágenes.-1.-Bergman.-por Irving Penn– Estocolmo 1964/ 2.- Bergman.-por Louis Huch– 1953/ 3.-Bergman en «El séptimo sello». 1957/ 4.-Bergman-24psverite.com)

SUEÑOS DE CINE

cine.-5rwwe.-Akira Kurosawa y Toshiro Mifune en Venecia en 1960«No puedo olvidar cómo jugaba con mi hermana en el Festival de Muñecos del tres de marzo. – recuerda en su «Autobiografía» Akira Kurosawa  (Fundamentos) -. En mi familia habíamos heredado unos muñecos para el festival que representaban al emperador y la emperatriz. (…) Cuando apagábamos la luz caían los suaves destellos de las llamas de los farolillos sobre los cinco muñecos puestos en hilera en el escenario de madera, cubierto de fieltro colorado. Con ese misterioso destello se veían tan reales, que parecía que fuesen a empezar a hablar en cualquier momento. Esa belleza tan exquisita me asustaba un poquitín. Mi pequeña hermana mayor me llamaba para que me sentase frente al escenario, me ponía una de las bandejas, y me ofrecía el brasero. Me invitaba a un poco de sake blanco dulce en una de las pequeñas tazas del tamaño de las muñecas».

Así se iniciaría la fascinación del director japonés por el cine que culminaría en 1990 con «Los sueños de Kurosawa».

Los sueños siempre han acompañado – como en tantos otros artistas – a muchos directores cinematográficos.

«En el sueño – decía Fellini al hablar de «Giulietta degli spiriti» – el color es idea, concepto, sentimiento, como en la pintura verdaderamente grande. La pregunta

Fellini, Rome, 1940 -nd

que tantos hacen ¿sueñas en blanco y negro o en color? es ociosa: ¿cómo preguntar si en el canto hay sonidos, cuando todos saben que el sonido es el modo de expresión del canto? El que sueña puede ver un prado rojo, un caballo verde, un cielo amarillo; y no son cosas absurdas. Son imágenes empapadas del sentimiento que las inspira». «He soñado tres veces con Picasso confesó Fellini en otra ocasión, en 1972 -. En el primer sueño – atravesaba por aquel entonces un período de grave depresión, de inseguridad total – recuerdo que estábamos en una cocina repleta de comida, de cuadros, de colores. Hablamos toda la noche. La segunda vez – también en esta ocasión atravesaba un momento de gran confusión e incertidumbre – soñé que él iba a caballo, al galope, y saltaba los obstáculos con una ligereza increíble, con una elegancia y gracia infinitas. Volví a soñar puntualmente con él en otro momento de profundo desaliento. Esta vez había un

cine,.77hh.-Federico Felllini.- Tazio Secchiaroli.-1963

mar enorme que me recordaba al que se ve desde el puerto de Rimini: un cielo oscuro, tormentoso, verdes olas, lívidas, encrespadas y espumosas como en los días de temporal. Delante de mí un hombre nadaba a grandes brazadas, su calva surgía del agua, apenas se apreciaba una ligera pelusa blanca en su nuca. De repente el hombre se dio la vuelta hacia mí: era Picasso y me hacía señas de que le siguiera hacia un lugar donde podríamos encontrar un pescado excelente».

cine.-3www.-Ingmar Bergman.-1951.-Louis Huch

Son sueños de cine, sueños de directores de cine, sueños que alguna vez podrían transformarse en escenas de películas. En cualquier caso lo onírico está  presente en lo más oculto de la creación y cuando la creación despierta el sueño se yergue iluminando la página o la secuencia. Son tráficos de sueños que pueden comprarse, venderse o robarse, como así literariamente lo contó  Arthur Waley y a los que ya aludí  aquí. «No sé si alguna vez os ha sucedido – decía Ingmar Bergman al comentar uno de sus films– que soñáis que queréis hablar y sois incapaces de lanzar un sonido o habláis tan bajo que nadie puede entender lo que decís. ¿Os ha ocurrido alguna vez? Pues fue uno de de esos sueños lo que me dio la idea de tratar el sonido de esa manera».

http://youtu.be/A6J8dZKZwbc

Son sueños de infancia en Bergman recorriendo los caminos de las fresas salvajes.

Son sueños de infancia en Kurosawa asomando sus ojos de niño entre los árboles.

(Imñagenes.-1.-Akira Kurosawa y Toshiro Mifune en Venecia.-1960/2.-Federico Fellini en 1940.-foto Gideon Bachmann.-Boletín mensual de cine – primavera 1964/3.-Ingmar Bergman.-foto Louis Huch/4.-Federico Fellini.-foto Mary Ellen Mark/ 5.-Federico Fellini.-foto Tazio Secchiaroli.-1963/